| Mensaje del Embajador de los Estados Unidos de América
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12 de diciembre de 2007 Estimados amigos y colegas:
"Hilos del cielo" fue una tarea llena de amor, un producto de mi fascinación por México, su gente, su historia y su cultura. Todavía recuerdo la admiración que sentí cuando de niño visité la Catedral en la ciudad de México por primera vez. Como Embajador de los Estados Unidos, continúo con mi intento de saborear tanto como me sea posible de este maravilloso país. La extraordinaria colección de vestimentas evidencia la belleza atemporal y la habilidad de los artesanos, y se compone básicamente de piezas de los siglos XVII, XVIII, y XIX. Hace más de cincuenta años, estas vestimentas dejaron de usarse cotidianamente como resultado de las reformas adoptadas por el Concilio Vaticano II. Es poco probable que las generaciones más jóvenes hayan tenido la oportunidad de disfrutar estas preciosas obras de arte. Espero que estas fotografías y el texto de "Hilos del cielo" puedan transmitirles este sentido de majestuosidad. Se debe de reconocer, agradecer y dar crédito a todos los que ayudaron a darle vida a este esfuerzo. Quisiera agradecer a los patrocinadores del proyecto, en especial a José Luís Llamas de Deutsche Bank y al Licenciado Ricardo Amtmann de Laboratorios Sanfer. Este esfuerzo no hubiera tenido éxito sin el generoso apoyo de Deutsche Bank y Laboratorios Sanfer. Cuando surgieron obstáculos, ellos fueron leales, pacientes, y llenos de sugerencias. Los valiosos equipos de Deutsche Bank y Laboratorios Sanfer alimentaron la obra "Hilos del cielo" durante los esfuerzos iniciales y ayudaron a que nuestro sueño tan ansiado se convirtiera en realidad.
También quisiera agradecer la valiosa colaboración del Embajador Alfonso de María y Campos y su equipo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que nos prestaron su experiencia en el proceso creativo de "Hilos del cielo", en gran parte a través de la Maestra Virginia Armella de Aspe. Un aspecto esencial del libro es la mágica fotografía realizada por el extraordinario artista Francisco Kochen, cuyos ojos resaltaron la belleza de las vestimentas sagradas con vívido detalle. También quisiera agradecer a María Vargas de la Editorial MVS y a su excepcional equipo que hizo suya esta iniciativa y finalizó el proyecto "Hilos del cielo" a través de diligente e incesante trabajo. Y más que a nadie, agradezco al Arzobispo Primado de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, al Padre Rubén de Ávila y a la Diócesis de la Catedral Metropolitana por bendecir "Hilos del cielo" al abrir los tesoros de la sacristía a la gente de México y del mundo. México me ha bendecido de muchas maneras. De todas esas bendiciones, la más importante ha sido y seguirá siendo mi amada esposa Mariasun. Ella me da la inspiración y fuerza para enfrentar los retos cotidianos de la vida. Sin su amor, nada de esto hubiera sido posible. Espero que disfruten de esta colección, y les deseo mucha paz y alegría durante las fiestas decembrinas y el Año Nuevo.
Atentamente, Antonio O. Garza, Jr. Por favor escríbanos a EmbajadorGarza@state.gov si sus amigos o colegas desean ser agregados a nuestra lista de correos. Además, reenvíe este mensaje si lo desea. Si no está interesado en recibir actualidades en el futuro, desde luego avísenos. Finalmente, si desea recibir más información sobre los eventos que se mencionan en esta carta o de otras iniciativas de la Embajada, visite la sección de “Noticias e Información” de nuestro sitio electrónico. |