SEGURIDAD Y FRONTERAS
Trabajando Unidos Somos Más Fuertes y Tenemos Mayores
Éxitos
Artículo por Carlos M. Gutiérrez y Michael
Chertoff,
Secretarios de Comercio y de Seguridad Nacional de los Estados
Unidos
Publicado por El Universal el 27 de febrero de
2008
Hace tres años, los Estados Unidos, México
y Canadá establecieron una sociedad sin precedentes
para promover la seguridad y el bienestar de nuestras naciones
soberanas.
La Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América
del Norte (ASPAN) se fundamente en nuestra exitosa asociación
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN). Este tratado ha ayudado a crear empleos, promover
el crecimiento e impulsar el comercio entre los Estados
Unidos y México; con un aumento de las exportaciones
mexicanas a los Estados Unidos en 428 por ciento.
En nuestra capacidad de secretarios a cargo de la ASPAN
por parte de los Estados Unidos, nos vamos a reunir esta
semana en México con nuestras contrapartes de México
y Canadá para preparar la subsecuente reunión
cumbre de los dirigentes de América del Norte, a
celebrarse en Nueva Orleáns. Vamos a revisar el progreso
en cuanto a alcanzar nuestros objetivos comunes: asegurar
nuestras fronteras respectivas, garantizar alimentos y productos
seguros, fortalecer el manejo de emergencias y la preparación
para hacerles frente, y facilitar la competitividad global,
la energía sustentable y un medio ambiente más
limpio.
¿Qué tanto hemos progresado? Bajo el marco
de la ASPAN, en verdad hemos avanzado considerablemente.
Hemos fortalecido la seguridad de nuestras fronteras, al
mismo tiempo que hemos facilitado el comercio y los viajes
entre nuestros países, lo que alienta nuestras economías.
En México, por ejemplo, hemos colaborado de manera
estrecha con el gobierno del presidente Felipe Calderón
para combatir la violencia en la frontera e inhibir el flujo
de drogas y armas ilegales. Junto con nuestras contrapartes
de México y Canadá, también hemos hecho
más estrictos los requisitos de documentos de viaje
en la frontera con el fin de evitar que individuos peligrosos
pasen entre nuestros países. Al mismo tiempo, hemos
mejorado nuestra capacidad de procesar e manera más
eficiente el comercio y los viajes que se realizan conforme
a la ley.
En otras palabras, hoy, después de tres años
de esta sociedad, hemos mejorado cada vez más la
seguridad de nuestras fronteras. Al mismo tiempo, éstas
continuan siendo las más transitadas del mundo, con
mayores flujos de personas y productos que cualquier otra
parte del mundo.
A través de la ASPAN, también hemos hecho
grandes avances en cuanto a coordinar respuestas y compartir
información en torno a las amenazas a nuestros sistemas
alimentario y agrícola, incrementando la seguridad
del abastecimiento crucial de alimentos.
Nuestros países también están trabajando
juntos para anticipar mejor las crisis, tanto las causadas
por el hombre como las naturales y prepararse para ellas.
Las enfermedades y los desastres no se detienen en nuestras
fronteras y no tiene sentido pretender que lo hacen. Al
elaborar planes juntos, reducimos los retos y las consecuencias
adversas que, de otra forma, podrían afectar nuestra
seguridad y prosperidad a largo plazo.
De igual forma hemos avanzado en áreas que tienen
un impacto en la calidad de nuestra vida. Por ejemplo, a
través de la ASPAN, nuestros tres países han
elaborado normas comunes para aparatos domésticos
como congeladores, refrigeradores y de aire acondicionado.
Esto aumenta la disponibilidad para los consumidores y reduce
los precios de estos productos en nuestra región.
Sin embargo, a pesar de todos los logros que hemos alcanzado,
aún queda trabajo por realizar. Es necesario que
nuestros gobiernos estén siempre vigilantes y preparados
para enfrentar frente lo desconocido, así como los
retos que existen a nuestra seguridad y prosperidad. Dentro
de los Estados Unidos, incluso al actuar de manera decidida
para garantizar la seguridad de nuestras fronteras, al mismo
tiempo tenemos la determinación de apoyar una reforma
migratoria significativa que dé respuestas sanas,
sensibles y humanas al tema de la migración transfronteriza.
El año pasado se perdió en nuestro proceso
legislativo una oportunidad crucial para abordar este reto
que data de hace tiempo. Urgimos al Congreso para que se
enfoque de nuevo en esta propuesta legislativa.
No obstante, no hay duda de que hemos progresado y, en
cada paso hacia delante, hemos mostrado que la seguridad
y la prosperidad pueden avanzar juntas. Al ampliar nuestra
seguridad, fortalecemos el estado de derecho, lo que hace
que el comportamiento de nuestras economías sea más
predecible y sean más atractivas para los inversionistas.
Cuando los cruces fronterizos son más eficientes,
los periodos de espera se reducen y los negocios prosperan.
Los Estados Unidos tenemos la buena fortuna de compartir
fronteras con naciones únicas y soberanas que son
democracias, aliadas y amigas. A través de reuniones
como las que sostendremos esta semana en México podremos
encontrar soluciones comunes a nuestros retos, las cuales
van a traer un futuro mejor para los pueblos de Canadá,
los Estados Unidos y México. |