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Opinión Editorial

OPINIÓN EDITORIAL

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Martes, 30 de diciembre de 2008

202-482-4883

Editorial del Secretario de Comercio Carlos M. Gutiérrez, Washington Times, Washington, D.C.
“Cuba Hoy”

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Hace 50 años, el 1º de enero de 1959, los rebeldes de Fidel Castro invadieron La Habana, derrocaron a la dictadura de Batista y le prometieron al pueblo cubano una revolución basada en la democracia, prosperidad y justicia social. En vez de eso, el pueblo cubano ha sido reprimido y sometido a abusos durante medio siglo. La prosperidad que Castro prometió nunca se hizo realidad, ya que la economía se estancó bajo el peso del comunismo. Quienes se atrevieron a criticar al gobierno de Castro fueron ejecutados, encarcelados o forzados a huir de su país.

Las promesas "revolucionarias" nunca se materializaron. En vez, el pueblo cubano ha vivido bajo el régimen más tiránico de la historia moderna del Hemisferio Occidental, con la misma élite política en el poder durante los últimos 50 años.

Hoy en día, el cubano promedio vive con $20 al mes y depende de las tarjetas de racionamiento del gobierno. Hay escasez de los alimentos y provisiones más básicos, como aceite para cocinar y jabón. Para los cubanos, es ilegal abrir una empresa propia para mantener a su familia.

Si los cubanos se expresan en contra del gobierno, la corrupción o la falta de alimentos, sufren intimidación, violencia y cárcel. Si deciden emigrar, pierden el empleo y son acosados. Actualmente, el gobierno cubano tiene tras rejas a por lo menos 240 presos políticos cuyo único delito fue pronunciarse en contra de la injusticia del sistema.

A menudo se me hace esta pregunta: "¿Cuándo cambiará Estados Unidos su política hacia Cuba?" La pregunta en realidad debe ser: "¿Cuándo cambiará el gobierno cubano su política hacia su pueblo?"

Es necesario comprender que, ante todo, Castro es antiamericano. Su régimen se ha mantenido en el poder durante 50 años culpando a Estados Unidos por las dificultades que pasa el pueblo cubano. Los cubanos nunca se han beneficiado de las ocasiones en que el gobierno cubano ha tenido un superávit de recursos. En vez, éstos se utilizaron para financiar las aventuras cubanas en el extranjero con el envío de dinero, soldados y armas para apoyar movimientos insurgentes en África y América Latina.

Al igual que los nueve gobiernos anteriores, el gobierno del Presidente Bush ha ejercido presión sobre Cuba para que respete los derechos humanos fundamentales de sus ciudadanos, ponga en libertad a sus presos políticos y tenga elecciones libres e imparciales. Durante los últimos 50 años, el gobierno cubano hizo que fuera prácticamente imposible mejorar las relaciones entre nuestros dos países. Esto se puede confirmar fácilmente con una retrospectiva histórica del último medio siglo.

En 1959, después de viajar a Estados Unidos, Castro dio instrucciones a sus ministros de que rechazaran ayuda de este país. En 1962, durante la Crisis de Misiles en Cuba, instó a la Unión Soviética a que lanzara un ataque nuclear preventivo contra Estados Unidos. En 1977, el Presidente Carter procuró mejorar las relaciones abriendo la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba. El gobierno cubano respondió incluyendo a peligrosos presos de sus cárceles y pacientes de sus instituciones mentales en el puente marítimo de Mariel. A mediados de 1990, el Presidente Clinton disminuyó las restricciones de viaje y remesas. La Habana respondió creando otra crisis migratoria y derribando dos aviones civiles estadounidenses en aguas internacionales.

Este año, los huracanes Ike y Gustav causaron estragos en Cuba. Estados Unidos ofreció ayuda humanitaria cinco veces, sin imponer condiciones, pero el gobierno cubano la rechazó, poniendo la política por encima del bienestar de su pueblo una vez más.

Quienes se aferran al poder en Cuba están decididos a mantener su posición privilegiada incluso si eso significa que el pueblo cubano debe seguir sufriendo. El régimen comunista de Cuba no ha disimulado que es enemigo acérrimo de Estados Unidos. El desdén por los derechos humanos que demuestra el régimen es terrible. Sin embargo, se critica a Estados Unidos por su política hacia Cuba.

El objetivo de la política de Estados Unidos debe ser concentrarse en ayudar al pueblo cubano a hacer la transición a una sociedad libre y, a la vez, negarle recursos a Castro. Ése siempre ha sido el objetivo. Pero hay quienes están dispuestos a aceptar menos. Cualquier indicio de un diálogo incondicional con los hermanos Castro insinuaría que las condiciones en Cuba son aceptables. Si Estados Unidos no continúa defendiendo los ideales de libertad y derechos humanos, y oponiéndose a las muchas caras de la tiranía y opresión, ¿quién lo hará?