Instituto Nacional del Cáncer
Institutos Nacionales de la Salud | cancer.gov/espanol

Página principal
El cáncer
Tipos de cáncer
Apoyo y recursos
Noticias
Nuestro Instituto
Complicaciones orales de la quimioterapia y la radioterapia a la cabeza y cuello (PDQ®)
Versión Paciente   Versión Profesional De Salud   In English   Actualizado: 11/21/2008



Propósito de este sumario del PDQ






Descripción






Etiopatogénesis






Tratamiento oral y dental previo al oncológico






Tratamiento posterior a la terapia oncológica






Mucositis oral






Infección






Hemorragia






Neurotoxicidad






Enfermedad de injerto contra huésped






Tratamiento odontológico posterior al trasplante






Recaída y cáncer secundario






Toxicidades orales no relacionadas con la quimioterapia o la radioterapia






Pacientes de radioterapia a la cabeza y el cuello






Condiciones afectadas por la quimioterapia y la radiación a la cabeza y el cuello






Problemas psicosociales






Consideraciones especiales en las poblaciones pediátricas






Obtenga más información del NCI






Modificaciones a este sumario (11/21/2008)






Preguntas u opiniones sobre este sumario






Información adicional



Opciones
Imprimir página
Imprimir documento
Ver documento
Enviar este documento
¿Preguntas sobre el cáncer?

1-800-422-6237
(1-800-4-CANCER)


Llame de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 4:30 p.m., hora local en Estados Unidos y sus territorios.
Deje de fumar hoy.
Enlaces directos
Diccionario de cáncer

Cánceres de la A a la Z

Índice de hojas informativas

Banco de datos de información de cáncer (PDQ)®

Lo que usted necesita saber sobre™ el cáncer

Pedido de folletos y publicaciones
Infección

Infección bacteriana
Infecciones micóticas
        Candidiasis
        Infecciones no candidiásicas
Infecciones virales
        Virus herpes
        Infecciones de virus no herpes

Las funciones múltiples de la barrera protectora relacionadas con la mucosa oral normal afectan directamente el riesgo de infección aguda. La mucosa oral normal reduce los índices de microorganismos orales que colonizan la mucosa al mudar la capa de superficie y limitar la penetración de muchos compuestos en el epitelio mediante el mantenimiento de una barrera química.[1] La función normal de las glándulas salivales fomentan la salud de la mucosa.

En el paciente con inmunidad reducida, la mucositis oral puede complicarse con infecciones. Algunos organismos específicos pueden tener una función en la regulación de las citocinas proinflamatorias a través de los productos metabólicos bacterianos como los liposacáridos. Además, los organismos orales se pueden diseminar sistémicamente en el ambiente de la mucositis oral ulcerativa y de la neutropenia profunda y prolongada.[2-8] Tanto la flora oral indígena como los patógenos adquiridos en el hospital se han relacionado con bacteriemia y con infecciones sistémicas. Al reducirse la cantidad absoluta de neutrófilos por debajo de 1.000/mm3 , la incidencia y gravedad de las infecciones se eleva.[9] Los pacientes con neutropenia prolongada corren mayor riesgo de desarrollar complicaciones infecciosas graves.[10,11] La función salival afectada puede elevar el riesgo de infección de origen oral.

Otros sitios orales, incluso la dentadura, los periápices y periodontio, pueden también infectarse gravemente durante la mielodepresión que resulta de la dosis alta de quimioterapia.[12-15] El tratamiento odontológico antes del inicio de la terapia citorreductora disminuye sustancialmente el riesgo de erupciones infecciosas graves.[16-19]

Infección bacteriana

Las características infecciosas del paciente de cáncer mielodeprimido han cambiado durante los tres últimos decenios. Esta epidemiología en evolución ha sido provocada por muchos factores, incluso el uso de regímenes antimicrobianos profilácticos y terapéuticos, así como una reducción del grado y la duración de la mielodepresión con la terapia del factor de crecimiento.[20] Los organismos grampositivos, incluso las especies viridans streptococcus y enterococci, se relacionan hoy día con la infección sistémica de origen oral. Además, todavía preocupan los patógenos gramnegativos, entre los que figuran la Seudomonas aeruginosa, especies de Neisseria y Escherichia coli.

Los pacientes con enfermedad periodontal crónica que se han sometido a la mieloablación pueden desarrollar infecciones periodontales agudas y sus correspondientes secuelas sistémicas.[4,12-15] No se observa directamente la ulceración extensa del epitelio del surco relacionado con la enfermedad periodontal, pero puede representar una fuente de infección diseminada por una gran variedad de organismos. Es posible que los signos inflamatorios estén ocultos debido a la mielodepresión subyacente. Por lo tanto, los protocolos neutropénicos de higiene bucal que reducen la colonización microbiana de la dentición y el periodontio resultan importantes durante la mielodepresión. Entre las terapias tópicas se incluyen las siguientes:

  • Enjuagues orales con digluconato de clorhexidina al 0,12%.


  • Irrigación con fármacos efervescentes (agua oxigenada) que pueden afectar la bacteria anaerobia que coloniza el alveolo periodontal.


  • Remoción mecánica suave de la placa, incluso cepillado y limpieza con hilo dental.


Las infecciones de la pulpa y periapicales de origen dental pueden complicar el curso del paciente de quimioterapia.[16] Estas lesiones deben eliminarse antes del comienzo de la quimioterapia. La terapia endodóntica prequimioterapéutica debe concluir por lo menos 10 días antes de la iniciación de la quimioterapia. Los dientes con pronósticos desfavorables deben extraerse, utilizando un intervalo de 10 días como guía. Las pautas de manejo específico están detalladas en la declaración de la Conferencia de Consenso de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).[16,17]

Los dispositivos prostéticos removibles que no ajusten bien pueden traumatizar la mucosa oral y aumentan el riesgo de invasión microbiana a los tejidos más profundos. Las tazas para remojar las dentaduras pueden fácilmente colonizarse con una variedad de patógenos, incluso Paeruginosa, E. coli, especies de Enterobacter, especies de Staphylococcus aureus, especies de Klebsiella y Candida albicans. Debe evaluarse las dentaduras antes de la quimioterapia y ajustarlas según sea necesario para reducir el riesgo de trauma. Las soluciones de limpieza deben cambiarse diariamente. Por lo general, las dentaduras postizas no deben emplearse cuando el paciente tiene mucositis ulcerativa y está neutropénico (o sea, <500 ANC/mm3).

Infecciones micóticas

Candidiasis

La candidiasis es causada característicamente por el sobrecrecimiento oportunista de C. albicans.[21,22] Una serie de variables contribuyen a su expresión clínica, incluso mielodepresión, lesión de la mucosa y afección salival.[4] Además, los antibióticos que se utilizan durante la neutropenia prolongada o terapia esteroide simultánea alteran típicamente la flora oral, creando así un ambiente favorable para el sobrecrecimiento micótico. El diagnóstico final debe basarse en las características globales pertinentes de los antecedentes, el análisis de factores de riesgo y un examen físico.

Los protocolos que utilizan fármacos antimicóticos orales tópicos parecen tener eficacia variable en la prevención y el tratamiento de infecciones micóticas en los pacientes con inmunidad debilitada.[21,23-29] Varios estudios han demostrado la incapacidad de la suspensión de nistatina para reducir eficazmente la incidencia de infecciones orofaríngeas o sistemáticas causadas por Candida en los pacientes con inmunidad deprimida que están recibiendo quimioterapia o radioterapia; no obstante se sigue utilizando en muchos centros. En contraste, el trocisco de clotrimazol y las soluciones orales de anfotericinas o tabletas pueden tener alguna eficacia en la reducción de la colonización y en el tratamiento de infecciones orofaríngeas en el paciente de cáncer cuyo sistema inmunitario está debilitado. Cada vez hay más pruebas de que los antifúngicos de azoles sistémicos profilácticos pueden reducir eficazmente los índices globales de colonización micótica oral y reducir el riesgo de candidiasis oral, siendo fluconazol el fármaco preferido.[27]

Se debe instruir a los pacientes con candidiasis superficial a:

  • Limpiar la cavidad oral antes de administrar el medicamento antifúngico tópico; puede ser necesario irrigar la cavidad oral y remover la placa por medios mecánicos antes de la dosificación farmacológica.


  • Quitar las dentaduras mientras el medicamento se está aplicando a los tejidos orales.


  • Desinfectar los tejidos orales y de la prótesis dental.


Utilizar una suspensión en vez de un trocisco si hay xerostomía (si se prefiere emplear un trocisco, el paciente debe enjuagarse la boca o tomar agua antes de la dosificación).

La infección micótica invasora local o persistente, especialmente cuando hay riesgo de diseminación sistémica, debe tratarse con fármacos sistémicos apropiados. Aunque la profilaxis y el tratamiento tópico antifúngico pueden eliminar las infecciones orofaríngeas superficiales, los fármacos tópicos suelen no absorberse bien y resultan ineficaces contra las infecciones micóticas invasoras más profundas. Por lo tanto, están indicados los fármacos sistémicos para el tratamiento de todas las infecciones de la cavidad oral menos las micóticas superficiales. Se ha observado que las dosis terapéuticas de fluconazol y de itraconazol producen respuestas eficaces en los pacientes con trasplante de la médula.

Las infecciones candidiásicas sistémicas representan un riesgo considerable para el paciente con mielodepresión; la eficacia del tratamiento está limitada y pueden surgir organismos resistentes al triazol. La anfotericina B suele ser el fármaco de preferencia para el tratamiento de la candidiasis sistémica.

Infecciones no candidiásicas

En los últimos años se están relacionando un número creciente de organismos micóticos diferentes con la infección oral en el paciente de cáncer con inmunidad debilitada; estos incluyen infección por especies de Aspergillus, Mucoraceae y Rhizopus.[4] La presentación clínica no es patognomónica; las lesiones pueden ser similares a las de otros efectos secundarios orales. La documentación microbiológica es imprescindible. La terapia sistémica tiene que instituirse rápidamente debido al alto riesgo de morbilidad y mortalidad.

Infecciones virales

Virus herpes

Las infecciones víricas del grupo herpes, incluso aquellas producidas por lesiones orales, pueden resultar en diferentes enfermedades que oscilan entre afecciones leves y serias en pacientes tratados con terapia oncológica.[30-38] La gravedad y el impacto de estas lesiones, así como las secuelas sistémicas se relacionan directamente con el grado de compromiso inmunitario del paciente. Las afecciones orales con comorbilidad, como mucositis o enfermedad de injerto contra huésped, pueden agravar drásticamente las lesiones orales e incrementar considerablemente la dificultad del diagnóstico. En la mayoría de los casos, las infecciones con el virus herpes simplex (VHS), el virus varicela zóster (VVZ) y el virus de Epstein-Barr (VEB) son el resultado de la reactivación de un virus latente, mientras que las infecciones de citomegalovirus (CMV) pueden resultar de la reactivación de un virus latente o de un virus recientemente adquirido. Las infecciones virales pueden causar lesiones a la mucosa oral. Con el reconocimiento del riesgo aumentado de reactivación del VHS y el VVZ en pacientes seropositivos en quienes se anticipa supresión inmunitaria profunda durante la terapia del cáncer, la profilaxis con medicamentos antivíricos ha demostrado reducir drásticamente la incidencia de la enfermedad. Esto incluye principalmente a pacientes que reciben dosis alta de quimioterapia y que se someten al trasplante de células madre hematopoyéticas. El diagnóstico temprano y la terapia oportuna continúan siendo los sellos distintivos del tratamiento. Al igual que con otras infecciones, el riesgo de diseminación sistémica, morbilidad y mortalidad aumenta con el grado y la duración del compromiso inmunitario. Las infecciones pueden ser mortales, según el grado de supresión inmunitaria. Estudios actuales parecen indicar que los pacientes que reciben radiación en la cabeza y el cuello no se enfrentan a un riesgo mayor de reactivación del VHS específicamente en relación con la terapia, si bien se han notificado instancias ocasionales de lesiones simultáneas orales por VHS que se presentan durante la terapia.

Virus herpes simplex

Las lesiones herpéticas orales pueden variar entre el herpes labialis sistemático y la estomatitis grave con lo cual se producen ulceraciones dolorosas considerables en toda la boca. La gravedad de las lesiones aumenta drásticamente con grados crecientes de supresión inmunitaria. La incidencia de lesiones orales del VHS recurrente en los pacientes de cáncer mielodeprimidos se ha reducido considerablemente después de la introducción del aciclovir profiláctico y, más recientemente, valaciclovir.[39-41] Por otra parte, la gravedad y la duración de las lesiones reales por VHS se han reducido mediante terapias antivíricas. Las infecciones de brecha (las que ocurren a pesar de una respuesta favorable al tratamiento) no son comunes pero pueden ocurrir. Si bien hay una resistencia real a los fármacos antivíricos, la infección clínica ante terapia antivírica es más probable a raíz de la dosificación insuficiente o la absorción gastrointestinal comprometida de aciclovir oral. La introducción de valaciclovir parece haber reducido la incidencia de infecciones orales intermitentes por VHS. La terapia tópica sola por lo general no es eficaz en el paciente inmunodeprimido.

En pacientes sin profilaxis antivírica, las lesiones orales generalmente surgen simultáneamente con la quimioterapia o la quimiorradioterapia durante el período de supresión inmunitaria más significativo (nadir de glóbulos blancos). En forma característica, en pacientes con trasplante de células madre hematopoyéticas, esto representa el período de unos pocos días previos al trasplante hasta el día 35 posterior al trasplante. El riesgo de reactivación del VHS continúa siendo mayor al normal hasta el momento de la reconstitución inmunitaria. Patrones similares de riesgo se observan en pacientes que reciben dosis alta de quimioterapia (inmunodepresora). Las infecciones orales recurrentes por VHS que se manifiestan simultáneamente con mucositis oral inducida por la terapia oncológica pueden resultar en el desarrollo de ulceraciones amplias de la mucosa confluente similares clínicamente a estomatitis herpética primaria. Como tal, la estomatitis por VHS puede confundirse con mucositis ulcerativa inducida por la terapia oncológica. El llevar acabo cultivos víricos de las lesiones en pacientes seropositivos al VHS es esencial para el diagnóstico preciso. También puede ser útil llevar acabo pruebas que producen resultados más rápidos, como la inmunofluorescencia directa, análisis del vial e inmunovaloración específica para el antígeno del VHS o biopsia.

Virus varicela-zóster

Esta infección clásicamente se propaga por dermátomos, si bien las manifestaciones clínicas pueden modificarse en pacientes con compromiso inmunitario y se observan dermátomos múltiples o distribución más generalizada de las lesiones. En el caso de los pacientes sometidos a dosis altas de quimioterapia, las lesiones por VVZ orofaciales se observan en general varias semanas después de la interrupción de la quimioterapia. Esto contrasta con el VHS, el cual suele ocurrir entre 2 y 3 semanas después de la discontinuidad de la quimioterapia. Por razones que no están totalmente claras, el período de riesgo aumentado para la reactivación del VVZ esencialmente se extiende desde aproximadamente 3 a 12 meses después del trasplante, con receptores de trasplantes alogénicos en mayor riesgo. Aciclovir, valaciclovir y famciclovir son los medicamentos primarios que se utilizan en la actualidad en el tratamiento.[42]

Citomegalovirus

Las lesiones orales relacionadas con el CMV se han documentado en pacientes con compromiso inmunitario, incluso aquellos que se han sometido a un trasplante de médula.[4,33,34] La apariencia no es patognomónica y se caracteriza por ulceraciones múltiples leves o moderadas con márgenes irregulares. La lesión inicialmente presenta durante los primeros periodos de regeneración medular (por ejemplo, tres semanas después de interrumpirse la quimioterapia) y se caracterizan por ulceraciones no específicas pseudomembranosas cubiertas por exudado de fibrina con base granulomatosa. Los cultivos superficiales por hisopo pueden producir resultados negativos falsos, quizás debido a la propensión viral de infectar las células endoteliales y los fibroblastos con los resultantes bajos índices de virus libre. Los cultivos analizados en frascos pueden mejorar la identificación del CMV, pero la tinción inmunohistoquímica específica al CMV de los especimenes de la biopsia sigue siendo el estándar. En la actualidad, ganciclovir es el tratamiento de elección para la infección aguda por CMV. Medidas profilácticas mejoradas han reducido la incidencia de infecciones primarias y recurrentes por CMV.[43,44]

Virus de Epstein-Barr

El VEB se vincula con el desarrollo del tumor.[45] Por otra parte, la leucoplaquia vellosa oral se ha atribuido a la infección por el VEB en los pacientes inmunodeprimidos, incluso aquellos con SIDA y trasplante renal. La lesión no parece tener sin embargo, significación clínica en los recipientes de quimioterapia. En contraste, los pacientes de trasplante de células madre hematopoyéticas que tienen el sistema inmunitario débil durante un periodo de tiempo prolongado pueden correr el riesgo de desarrollar linfomas de la región de la cabeza y el cuello relacionados con el VEB, especialmente cuando se usa injertos de depleción de células T para trasplante alógeno. Como tal, el riesgo de infección con VEB suele surgir característicamente meses después del cese de la terapia mieloablativa utilizada para el condicionamiento para el trasplante.

El VEB se ha relacionado con carcinomas nasofaríngeos.[46] Después del tratamiento (quirúrgico o con radioterapia) suele observarse una disminución en el número de títulos de anticuerpos contra el VEB; el aumento posterior en títulos puede relacionarse con la recurrencia.

Infecciones de virus no herpes

Las infecciones producidas por virus no herpéticos son más comunes en pacientes con compromiso inmunitario, con un riesgo de infección aparentemente creciente con la profundidad y la duración de la supresión inmunitaria. Se han descrito las lesiones orales producidas por el adenovirus y el virus del papiloma humano (VPH) oral. Con frecuencia, los pacientes que presentan lesiones cutáneas en aumento por VPH tienen lesiones orales. Estas lesiones pueden presentarse como lesiones verrucoides hiperqueratóticas o como lesiones planas semejantes a acuminata. La restauración de la función inmunitaria suele resultar en una digresión y, posiblemente, la desaparición de las lesiones de la mucosa oral. La cirugía láser o la crioterapia se utilizan habitualmente para eliminar lesiones orales por VPH cuando es necesario por razones médicas o estéticas; las inyecciones intralesionales de interferón alfa pueden resultar eficaces en las lesiones recurrentes.

Bibliografía

  1. Squier CA, Kremer MJ: Biology of oral mucosa and esophagus. J Natl Cancer Inst Monogr (29): 7-15, 2001.  [PUBMED Abstract]

  2. Schubert MM, Epstein JB, Peterson DE: Oral complications of cancer therapy. In: Yagiela JA, Neidle EA, Dowd FJ: Pharmacology and Therapeutics for Dentistry. 4th ed. St. Louis, Mo: Mosby-Year Book Inc, 1998, pp 644-55. 

  3. Epstein JB, Chow AW: Oral complications associated with immunosuppression and cancer therapies. Infect Dis Clin North Am 13 (4): 901-23, 1999.  [PUBMED Abstract]

  4. Schubert MM, Peterson DE, Lloid ME: Oral complications. In: Thomas ED, Blume KG, Forman SJ, eds.: Hematopoietic Cell Transplantation. 2nd ed. Malden, Mass: Blackwell Science Inc, 1999, pp 751-63. 

  5. Silverman S Jr: Oral cancer: complications of therapy. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 88 (2): 122-6, 1999.  [PUBMED Abstract]

  6. De Pauw BE, Donnelly JP: Infections in the immunocompromised host: general principles. In: Mandell GL, Bennett JE, Dolin R, eds.: Mandell, Douglas, and Bennett's Principles and Practices of Infectious Diseases. 5th ed. Philadelphia, Pa: Churchill Livingstone, 2000, pp 3079-90. 

  7. Donnelly JP: Infection in the neutropenic and haematopoietic stem cell transplant recipient. Curr Opin Infect Dis 13 (4): 337-342, 2000.  [PUBMED Abstract]

  8. Kennedy HF, Morrison D, Kaufmann ME, et al.: Origins of Staphylococcus epidermidis and Streptococcus oralis causing bacteraemia in a bone marrow transplant patient. J Med Microbiol 49 (4): 367-70, 2000.  [PUBMED Abstract]

  9. Rolston KV, Bodey GP: Infections in patients with cancer. In: Holland JF, Frei E III, Bast RC Jr, et al., eds.: Cancer Medicine. 3rd ed. Philadelphia, Pa: Lea & Febiger, 1993, pp 2416-41. 

  10. Giamarellou H, Antoniadou A: Infectious complications of febrile leukopenia. Infect Dis Clin North Am 15 (2): 457-82, 2001.  [PUBMED Abstract]

  11. Zambelli A, Montagna D, Da Prada GA, et al.: Evaluation of infectious complications and immune recovery following high-dose chemotherapy (HDC) and autologous peripheral blood progenitor cell transplantation (PBPC-T) in 148 breast cancer patients. Anticancer Res 22 (6B): 3701-8, 2002 Nov-Dec.  [PUBMED Abstract]

  12. Peterson DE, Minah GE, Overholser CD, et al.: Microbiology of acute periodontal infection in myelosuppressed cancer patients. J Clin Oncol 5 (9): 1461-8, 1987.  [PUBMED Abstract]

  13. Graber CJ, de Almeida KN, Atkinson JC, et al.: Dental health and viridans streptococcal bacteremia in allogeneic hematopoietic stem cell transplant recipients. Bone Marrow Transplant 27 (5): 537-42, 2001.  [PUBMED Abstract]

  14. Akintoye SO, Brennan MT, Graber CJ, et al.: A retrospective investigation of advanced periodontal disease as a risk factor for septicemia in hematopoietic stem cell and bone marrow transplant recipients. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 94 (5): 581-8, 2002.  [PUBMED Abstract]

  15. Raber-Durlacher JE, Epstein JB, Raber J, et al.: Periodontal infection in cancer patients treated with high-dose chemotherapy. Support Care Cancer 10 (6): 466-73, 2002.  [PUBMED Abstract]

  16. Peterson DE: Pretreatment strategies for infection prevention in chemotherapy patients. NCI Monogr (9): 61-71, 1990.  [PUBMED Abstract]

  17. Sonis ST, Woods PD, White BA: Oral complications of cancer therapies. Pretreatment oral assessment. NCI Monogr (9): 29-32, 1990.  [PUBMED Abstract]

  18. Peters E, Monopoli M, Woo SB, et al.: Assessment of the need for treatment of postendodontic asymptomatic periapical radiolucencies in bone marrow transplant recipients. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 76 (1): 45-8, 1993.  [PUBMED Abstract]

  19. Toljanic JA, Bedard JF, Larson RA, et al.: A prospective pilot study to evaluate a new dental assessment and treatment paradigm for patients scheduled to undergo intensive chemotherapy for cancer. Cancer 85 (8): 1843-8, 1999.  [PUBMED Abstract]

  20. Myers RA, Marx RE: Use of hyperbaric oxygen in postradiation head and neck surgery. NCI Monogr (9): 151-7, 1990.  [PUBMED Abstract]

  21. Meunier F, Paesmans M, Autier P: Value of antifungal prophylaxis with antifungal drugs against oropharyngeal candidiasis in cancer patients. Eur J Cancer B Oral Oncol 30B (3): 196-9, 1994.  [PUBMED Abstract]

  22. Böhme A, Karthaus M, Hoelzer D: Antifungal prophylaxis in neutropenic patients with hematologic malignancies. Antibiot Chemother 50: 69-78, 2000.  [PUBMED Abstract]

  23. Cuttner J, Troy KM, Funaro L, et al.: Clotrimazole treatment for prevention of oral candidiasis in patients with acute leukemia undergoing chemotherapy. Results of a double-blind study. Am J Med 81 (5): 771-4, 1986.  [PUBMED Abstract]

  24. Slavin MA, Osborne B, Adams R, et al.: Efficacy and safety of fluconazole prophylaxis for fungal infections after marrow transplantation--a prospective, randomized, double-blind study. J Infect Dis 171 (6): 1545-52, 1995.  [PUBMED Abstract]

  25. Epstein JB, Vickars L, Spinelli J, et al.: Efficacy of chlorhexidine and nystatin rinses in prevention of oral complications in leukemia and bone marrow transplantation. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 73 (6): 682-9, 1992.  [PUBMED Abstract]

  26. Ferretti GA, Ash RC, Brown AT, et al.: Control of oral mucositis and candidiasis in marrow transplantation: a prospective, double-blind trial of chlorhexidine digluconate oral rinse. Bone Marrow Transplant 3 (5): 483-93, 1988.  [PUBMED Abstract]

  27. Goodman JL, Winston DJ, Greenfield RA, et al.: A controlled trial of fluconazole to prevent fungal infections in patients undergoing bone marrow transplantation. N Engl J Med 326 (13): 845-51, 1992.  [PUBMED Abstract]

  28. Gøtzsche PC, Johansen HK: Nystatin prophylaxis and treatment in severely immunodepressed patients. Cochrane Database Syst Rev (4): CD002033, 2002.  [PUBMED Abstract]

  29. Kami M, Machida U, Okuzumi K, et al.: Effect of fluconazole prophylaxis on fungal blood cultures: an autopsy-based study involving 720 patients with haematological malignancy. Br J Haematol 117 (1): 40-6, 2002.  [PUBMED Abstract]

  30. Schubert MM: Oral manifestations of viral infections in immunocompromised patients. Curr Opin Dent 1 (4): 384-97, 1991.  [PUBMED Abstract]

  31. Schubert MM, Peterson DE, Flournoy N, et al.: Oral and pharyngeal herpes simplex virus infection after allogeneic bone marrow transplantation: analysis of factors associated with infection. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 70 (3): 286-93, 1990.  [PUBMED Abstract]

  32. Kawasaki H, Takayama J, Ohira M: Herpes zoster infection after bone marrow transplantation in children. J Pediatr 128 (3): 353-6, 1996.  [PUBMED Abstract]

  33. Lloid ME, Schubert MM, Myerson D, et al.: Cytomegalovirus infection of the tongue following marrow transplantation. Bone Marrow Transplant 14 (1): 99-104, 1994.  [PUBMED Abstract]

  34. Schubert MM, Epstein JB, Lloid ME, et al.: Oral infections due to cytomegalovirus in immunocompromised patients. J Oral Pathol Med 22 (6): 268-73, 1993.  [PUBMED Abstract]

  35. Devine SM, Wingard JR: Viral infections in severely immunocompromised cancer patients. Support Care Cancer 2 (6): 355-68, 1994.  [PUBMED Abstract]

  36. Reusser P: Current concepts and challenges in the prevention and treatment of viral infections in immunocompromised cancer patients. Support Care Cancer 6 (1): 39-45, 1998.  [PUBMED Abstract]

  37. Samonis G, Mantadakis E, Maraki S: Orofacial viral infections in the immunocompromised host. Oncol Rep 7 (6): 1389-94, 2000 Nov-Dec.  [PUBMED Abstract]

  38. Vancíková Z, Dvorák P: Cytomegalovirus infection in immunocompetent and immunocompromised individuals--a review. Curr Drug Targets Immune Endocr Metabol Disord 1 (2): 179-87, 2001.  [PUBMED Abstract]

  39. Leflore S, Anderson PL, Fletcher CV: A risk-benefit evaluation of aciclovir for the treatment and prophylaxis of herpes simplex virus infections. Drug Saf 23 (2): 131-42, 2000.  [PUBMED Abstract]

  40. Reusser P: Management of viral infections in immunocompromised cancer patients. Swiss Med Wkly 132 (27-28): 374-8, 2002.  [PUBMED Abstract]

  41. Naesens L, De Clercq E: Recent developments in herpesvirus therapy. Herpes 8 (1): 12-6, 2001.  [PUBMED Abstract]

  42. Jubelt B: Valacyclovir and famciclovir therapy in herpes zoster. Curr Neurol Neurosci Rep 2 (6): 477-8, 2002.  [PUBMED Abstract]

  43. Burns LJ, Miller W, Kandaswamy C, et al.: Randomized clinical trial of ganciclovir vs acyclovir for prevention of cytomegalovirus antigenemia after allogeneic transplantation. Bone Marrow Transplant 30 (12): 945-51, 2002.  [PUBMED Abstract]

  44. Zaia JA: Prevention of cytomegalovirus disease in hematopoietic stem cell transplantation. Clin Infect Dis 35 (8): 999-1004, 2002.  [PUBMED Abstract]

  45. Kanegane H, Nomura K, Miyawaki T, et al.: Biological aspects of Epstein-Barr virus (EBV)-infected lymphocytes in chronic active EBV infection and associated malignancies. Crit Rev Oncol Hematol 44 (3): 239-49, 2002.  [PUBMED Abstract]

  46. Kumar S, Wairagkar NS, Mahanta J: Demonstration of Epstein-Barr virus antibodies in serum of patients with nasopharyngeal carcinoma. Indian J Cancer 38 (2-4): 72-5, 2001 Jun-Dec.  [PUBMED Abstract]

Volver arriba

< Sección anterior  |  Siguiente sección >


Un servicio del Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute, en inglés)
Departamento de Salud y Servicios Humanos Los Institutos Nacionales de la Salud GobiernoUSA.gov