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Tratamiento con medicamentos

La depresión grave se puede tratar con una combinación de orientación y medicamentos (fármacos), tales como los antidepresivos. El médico de atención primaria del paciente puede recetarle dichos medicamentos y enviarlo a un psiquiatra o a un psicólogo por las siguientes razones:

  • El médico o el oncólogo no se sienten cómodos para tratar la depresión (por ejemplo, cuando el paciente tiene pensamientos suicidas).


  • Los síntomas de la depresión no mejoran después de 2 a 4 semanas de tratamiento.


  • Los síntomas están empeorando.


  • Los efectos secundarios de los medicamentos impiden que el paciente tome las dosis necesarias para controlar la depresión.


  • Los síntomas interfieren con la capacidad del paciente de continuar recibiendo tratamiento médico.


Los antidepresivos suelen ser eficaces en el tratamiento de la depresión y sus síntomas. Desgraciadamente, no se suele recetar a menudo antidepresivos a los pacientes de cáncer. Alrededor de 25% de todos los pacientes de cáncer están deprimidos, pero solo alrededor de 16% reciben medicamentos para tratar su depresión. La elección de usar antidepresivos depende de los síntomas del paciente, los posibles efectos secundarios del antidepresivo, los problemas médicos individuales de la persona y su respuesta previa a los medicamentos antidepresivos.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia para que los pacientes que toman antidepresivos como fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft), paroxetina (Paxil), fluvoxamina (Luvox), citalopram (Celexa), escitalopram (Lexapro), bupropión (Wellbutrin), venlafaxina (Effexor), nefazodona (Serzone) y mirtazapina (Remeron) sean observados muy de cerca en caso de que presenten signos de que la depresión empeora o que aparezcan pensamientos suicidas. También se debe de proporcionar a los pacientes que reciben antidepresivos una guía de medicamentos para el paciente (MedGuide, por su abreviatura en inglés) para advertirles sobre el riesgo e indicar las precauciones que se pueden tomar.

La FDA también ha ordenado que todos los fabricantes de medicamentos antidepresivos cambien el etiquetado de sus productos para incluir un recuadro de advertencias e información más detallados acerca del aumento del riesgo de pensamientos suicidas y acerca del comportamiento de los niños y adolescentes tratados con antidepresivos. Algunos estudios han demostrado que el uso apropiado de antidepresivos por los niños y adolescentes, inclusive la vigilancia cuidadosa de comportamientos suicidas, puede importar más que los riesgos. Sin embargo, solamente la fluoxetina (Prozac) para los niños menores de 12 años con depresión grave mostró beneficios cuando se la comparó con un placebo.

Los pacientes de cáncer se pueden tratar con varios medicamentos durante toda su atención. La mezcla de medicamentos con ciertos otros medicamentos, alimentos, productos herbarios y suplementos nutricionales no es segura. Ciertas combinaciones pueden reducir o cambiar la forma en que los medicamentos funcionan o pueden causar efectos secundarios potencialmente mortales. Es importante que se informe a los proveedores de atención de la salud del paciente acerca de todos los medicamentos, productos herbarios y suplementos alimentarios que toma el paciente, incluso de los medicamentos aplicados en parches sobre la piel. Esto puede ayudar a prevenir reacciones no deseadas.

La hierba de San Juan o corazoncillo (Hipericum perforatum), conocida en inglés como St. John's Wort, se ha usado como suplemento de venta libre que mejora el estado de ánimo. En los Estados Unidos de América, los suplementos alimentarios se reglamentan como alimentos, no como medicamentos. La FDA no exige que los suplementos sean aprobados antes de su comercialización. Debido a que no existen normas coherentes para su fabricación, la dosis y la pureza, se desconoce la seguridad de la hierba de San Juan. La FDA ha emitido una advertencia sobre la presencia de una interacción farmacológica significativa entre esta hierba y el indinavir (fármaco que se utiliza para tratar la infección por el VIH). Cuando los pacientes toman indinavir junto con la hierba de San Juan, el indinavir es menos eficaz. Los pacientes con síntomas depresivos deben ser evaluados por un profesional, y no autorecetarse la hierba de San Juan. La hierba de San Juan no es recomendable para pacientes con cáncer que sufren de depresión grave.

La mayoría de los antidepresivos tardan entre 3 y 6 semanas para comenzar a actuar. Al decidir cuál antidepresivo usar, se deben tener en cuenta los efectos secundarios. Por ejemplo, un medicamento que produzca somnolencia puede ser bueno para los pacientes ansiosos que tengan problemas de insomnio, porque el medicamento es calmante y sedante a la vez. Los pacientes que no pueden tragar pastillas pueden tomar medicamentos en forma líquida o por inyección. Si el antidepresivo ayuda a aliviar los síntomas, se debe seguir con el tratamiento durante por lo menos seis meses. En los casos en que hayan fracasado otros tratamientos para la depresión grave, se puede utilizar la terapia electroconvulsiva (TEC), que es un tratamiento útil y seguro.

Tratamiento con psicoterapia

Hay varias terapias psiquiátricas que se consideran útiles para el tratamiento de la depresión relacionada con el cáncer. La mayor parte de los programas de terapia para la depresión se llevan a cabo en períodos de 4 a 30 horas y se ofrecen tanto en entornos individuales como grupales. Pueden incluir sesiones de educación sobre el cáncer o de entrenamiento de destrezas para relajarse. Esas terapias a menudo se combinan e incluyen la intervención en momentos de crisis, la psicoterapia y las técnicas para provocar cambios de ideas y de conducta. Los pacientes exploran métodos para disminuir la angustia, mejorar las habilidades para enfrentar situaciones y resolver los problemas, conseguir el apoyo de otros, dar nueva forma a los pensamientos negativos y contraproducentes, y establecer un vínculo personal cercano con un proveedor de atención de la salud comprensivo. Para algunas personas, también puede ser de ayuda hablar con un religioso.

Entre los objetivos específicos de estas terapias, se encuentran los siguientes:

  • Ayudar a las personas con diagnóstico de cáncer y a sus familias al responder sus preguntas sobre la enfermedad y su tratamiento, explicar la información, corregir ideas erróneas, proporcionar confianza sobre su situación y explorar con el paciente la relación entre su diagnóstico y sus experiencias anteriores con el cáncer.


  • Ayudar a resolver problemas y mejorar las habilidades del paciente para enfrentar situaciones, y ayudar al paciente y a su familia a adquirir nuevas aptitudes para seguir adelante. Explorar otras áreas de tensión, como los cambios en las funciones de los miembros de la familia o en su modo de vida, y animar a los familiares para que se apoyen mutuamente y compartan sus preocupaciones.


  • Asegurarse de que el paciente y la familia entienden que el apoyo continuará cuando el foco del tratamiento cambie de tratar de curar el cáncer a aliviar los síntomas. El equipo de atención de salud tratará los síntomas para ayudar al paciente a controlar el dolor y permanecer cómodo, y ayudará al paciente y a los miembros de su familia a mantener la dignidad.


Los grupos de apoyo para personas con cáncer pueden ser útiles para tratar la depresión de los pacientes de cáncer, sobre todo para los adolescentes. Está demostrado que estos grupos levantan el ánimo, fomentan el desarrollo de la capacidad para enfrentar situaciones, mejoran la calidad de vida y la respuesta inmunitaria de los pacientes. Los grupos de apoyo se pueden encontrar en el ámbito de la comunidad dedicada al bienestar, en la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) y en muchas fuentes de recursos comunitarios, inclusive los departamentos de trabajo social de los centros médicos y hospitales.

Hay estudios recientes sobre la psicoterapia para los pacientes de cáncer, inclusive sobre la capacitación para solucionar problemas, que han demostrado que ayuda a disminuir los sentimientos de depresión.

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