Índice Introducción Descripción Causas Factores relacionados con la fatiga
Evaluación Tratamiento Consideraciones posteriores al tratamiento Obtenga más información del NCI Modificaciones a este sumario (12/29/2008) Preguntas u opiniones sobre este sumario Descripción del PDQ
Introducción
Este sumario sobre la fatiga es una adaptación del sumario escrito para
profesionales de la salud por expertos en cáncer. Esta y otras informaciones
fidedignas sobre el tratamiento, la detección, la prevención, el apoyo
terapéutico y los ensayos son proporcionadas por el Instituto
Nacional del Cáncer (National Cancer Institute). La fatiga es una de las quejas más comunes de las
personas diagnosticadas con cáncer y de los sobrevivientes del cáncer. Este breve resumen describe la fatiga, sus
causas y tratamiento.
Descripción
La fatiga se presenta entre el 14% y el 96% de las personas con cáncer,
especialmente las que reciben tratamiento para su cáncer. La fatiga es y tiene causas biológicas, psicológicas y
conductuales. La fatiga es difícil de describir; las personas pueden describirla de maneras diferentes, tales como decir que se sienten
cansadas, débiles, agotadas, hastiadas, consumidas, pesadas o lentas. Los profesionales de la salud pueden usar términos como
astenia, fatiga, lasitud, postración, intolerancia al ejercicio, falta de energía y debilidad para describir la fatiga.
La fatiga puede ser descrita como un trastorno que causa dificultades y disminuye la capacidad de funcionar debido a la falta de energía. Los síntomas específicos pueden ser físicos, psicológicos o emocionales. Para tratarla con eficacia, se debe distinguir entre la fatiga relacionada con el cáncer y el tratamiento del cáncer, y otras clases de fatiga.
La fatiga puede durar poco tiempo o volverse crónica. La fatiga que dura poco tiempo es el cansancio normal con
síntomas ocasionales que se presentan de repente y son breves. En un
individuo saludable, el descanso puede aliviar la fatiga y permitirle a la
persona regresar a un nivel de funcionamiento normal. El síndrome de fatiga crónica describe una fatiga prolongada que puede persistir o recidivar (volver) y no se relaciona con el cáncer. La fatiga relacionada con el cáncer se llama crónica porque persiste durante un período de tiempo y no se alivia completamente por medio del sueño o el descanso. La fatiga crónica que se diagnostica en pacientes de cáncer se puede llamar "fatiga del cáncer" o "fatiga relacionada con el cáncer", o "fatiga relacionada con el tratamiento del cáncer". A pesar de que muchos tratamientos y
factores relacionados con la enfermedad pueden causar fatiga, no se conoce el
proceso exacto de la fatiga en las personas con cáncer.
La fatiga puede convertirse en un asunto muy importante en la vida de una persona con
cáncer: afecta la forma en que la persona se siente en relación consigo misma, así como en relación con sus actividades diarias, la atención de la familia y su relación con otros,
y puede llegar a influir en su decisión de continuar o no con el tratamiento.
Algunos pacientes bajo tratamiento pueden faltar al trabajo o a la escuela, aislarse de sus
amigos, necesitar dormir más y, en algunos casos, no ser capaces de pensar con claridad o realizar cualquier actividad física debido a la fatiga.
Las finanzas de la persona afectada pueden verse en dificultades si la persona con fatiga necesita ausentarse por un tiempo de su trabajo por incapacidad o dejar de trabajar por completo. La pérdida de trabajo
puede traer como resultado la pérdida del seguro de salud o la imposibilidad
de obtener cuidados médicos. Entender la fatiga y sus causas es muy importante para determinar el tratamiento más efectivo y para ayudar a
las personas con cáncer a lidiar con la fatiga. Ya se han elaborado pruebas
capaces de medir el nivel de fatiga alcanzado.
El tiempo que dura la fatiga y la cantidad de fatiga que siente el paciente depende del tipo y el plan del tratamiento de cáncer. Por ejemplo, los pacientes tratados con ciclos de la quimioterapia, por lo general tienen mayor fatiga en los días posteriores al tratamiento y luego menos fatiga hasta el próximo tratamiento. Los pacientes tratados con radioterapia de haz externo generalmente tienen más fatiga a medida que avanza su tratamiento. Es probable que la mayoría de los pacientes que empiezan el tratamiento de cáncer ya se sientan fatigados después de las pruebas diagnósticas, la cirugía y el sufrimiento emocional de enfrentarse con un diagnóstico de cáncer. Causas
La mayoría de las causas de fatiga en los pacientes de cáncer no se comprenden bien; además, los pacientes pueden enfrentarse con muchas causas probables de fatiga al mismo tiempo. Por lo común, la fatiga es un indicador del avance de la enfermedad y, con frecuencia, es uno de los
primeros síntomas de cáncer, tanto en los niños como en los adultos. Por ejemplo, los padres de un niño diagnosticado con leucemia linfocítica
aguda o con linfoma no Hodgkin buscan habitualmente ayuda médica por la fatiga extrema del niño. Los tumores pueden causar fatiga de manera directa o
indirecta al diseminarse hasta la médula ósea y causar anemia, y al fabricar en el cuerpo sustancias
tóxicas que interfieren con las funciones celulares normales. Las
personas que experimentan dificultad para respirar, otro de los síntomas de algunos tipos de cáncer, también pueden experimentar fatiga.
La fatiga puede presentarse por muchas razones. La tensión extrema a la que las personas que padecen de cáncer se
ven sometida por largos períodos de tiempo puede exigirles el uso de más energía, que lleva a la fatiga. Sin embargo,
puede haber otras razones por la que un paciente sufra de fatiga. El sistema
nervioso central (el cerebro y la médula espinal) pueden resultar afectados por
el cáncer o por la terapia (especialmente la terapia biológica) y
causar fatiga. Los medicamentos para tratar el dolor, la depresión,
los vómitos, las convulsiones y otros problemas relacionados con el cáncer también
pueden causar fatiga. El factor de necrosis tumoral (FNT), una proteína fabricada principalmente por los glóbulos blancos, puede causar la necrosis (muerte) de algunos tipos de células cancerosas y puede ser administrada
a un paciente como un tratamiento para el cáncer. El FNT puede
ocasionar la pérdida de las reservas de proteínas en los músculos, lo que
hace que el cuerpo deba trabajar más duro para llevar a cabo sus funciones normales
y, por lo tanto, causar fatiga.
Existen muchos factores químicos, físicos y conductuales que se cree que causan fatiga. Factores relacionados con la fatiga
No siempre es posible determinar los factores que causan la fatiga en los
pacientes de cáncer. Algunos de los factores posibles pueden ser los siguientes:
- Tratamiento del
cáncer.
- Anemia.
- Medicamentos.
- Pérdida de peso y pérdida de apetito.
- Cambios
en el metabolismo.
- Concentraciones muy bajas o muy altas de hormonas.
- Sufrimiento emocional.
- Empeoramiento de la condición física.
- Problemas para dormir.
- Inactividad.
- Problemas para respirar.
- Pérdida de la
fuerza y la coordinación muscular.
- Dolor y otros síntomas.
- Concentraciones altas de citocinas que causan inflamaciones.
- Nutrición deficiente.
- Deshidratación.
- Infección.
- Padecer de otros
trastornos de salud además del cáncer.
Tratamiento del cáncer
La fatiga es un síntoma común después de la radioterapia y la
quimioterapia. También puede ser un efecto secundario de la terapia con un modificador de la respuesta biológica, que es un tipo de tratamiento que estimula o restaura la capacidad del sistema inmunitario para luchar con el cáncer, las infecciones y otras enfermedades. Puede ser causada por anemia o por acumulación de
sustancias tóxicas producidas por las células. En el caso de la radiación, la fatiga puede estar causada por los niveles altos de energía que se necesitan para reparar
los tejidos dañados de la piel.
Varios factores se han ligado a la fatiga causada por la quimioterapia.
Algunas personas pueden responder ante el diagnóstico y el tratamiento del cáncer
con cambios en el humor y en patrones de sueño interrumpidos. La náusea, el vómito, los dolores crónicos y la pérdida de peso también pueden causar fatiga.
La fatiga se ha relacionado durante largo tiempo con la radioterapia, a pesar de
que la conexión entre ambas no se entiende bien. Por lo general, la fatiga tiende a reducirse
después de terminar la terapia, pero algo de fatiga puede durar durante meses o años después del tratamiento. Los pacientes ancianos, los que sufren de enfermedad avanzada o los que se someten a la terapia de combinación
(por ejemplo, quimioterapia más radioterapia) corren un mayor riesgo de
experimentar fatiga de larga duración.
Con frecuencia, la terapia biológica produce fatiga. En este entorno, la fatiga
forma parte de un grupo de efectos secundarios conocido como un síndrome similar a la influenza. Este síndrome incluye fiebre, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza y un sentimiento general de malestar. Algunos
pacientes también pueden experimentar problemas con su capacidad de pensar con
claridad. El tipo de terapia biológica que se use puede determinar el patrón y tipo de
fatiga que se experimente.
Muchas personas con cáncer se someten a cirugía para el diagnóstico el o
tratamiento del cáncer. La fatiga que sigue a la cirugía, es un problema que
tiende a mejorar con el tiempo, pero puede empeorar cuando se combina con
la fatiga producida por otros tratamientos del cáncer.
Anemia
La anemia puede ser un factor importante en la fatiga relacionada con el
cáncer y en la calidad de vida de las personas con cáncer. La anemia puede ser ocasionada
por el cáncer, por el tratamiento del cáncer o puede estar relacionada con otros problemas médicos.
Factores de nutrición
Con frecuencia, la fatiga se presenta cuando el cuerpo necesita más energía que la
que es capaz de producir a partir del régimen de alimentación del paciente. En los pacientes con
cáncer hay tres factores principales que pueden estar envueltos: un
cambio en la capacidad del cuerpo para procesar normalmente los alimentos, un aumento
en la demanda de energía al cuerpo (debido al crecimiento del tumor, infección,
fiebre o problemas con la respiración) y una disminución en el volumen de alimentos
que se comen (debido a la falta de apetito, náusea, vómito, diarrea u obstrucción
intestinal).
Factores psicológicos
La fatiga crónica puede manifestarse como consecuencia de factores relacionados con el humor, las creencias, las actitudes y las reacciones ante la tensión
nerviosa. Aproximadamente de 40% a 60% de los casos de fatiga de todos los pacientes (inclusive los pacientes de cáncer y de otras enfermedades) no son causados por
enfermedades u otras razones físicas. La ansiedad y la depresión son los
trastornos psicológicos más comunes que dan origen a la fatiga.
La depresión puede ser un trastorno incapacitante que afecta al 15% al 25% de los pacientes de
cáncer. Cuando los pacientes experimentan depresión (pérdida de interés,
dificultad para concentrarse y cansancio físico y mental, así como sentimientos de
desesperanza), la fatiga por causas físicas puede empeorar y durar más de lo
usual, aún después de desaparecer las causas físicas. La ansiedad y el temor relacionados con un diagnóstico de cáncer, así como su efecto en el bienestar físico,
mental, social y financiero, son fuentes de tensión emocional. La angustia de ser diagnosticado con cáncer puede ser todo lo que se necesite para desencadenar la
fatiga. (Para mayor información, consultar los sumarios del PDQ sobre Depresión 1 y Trastorno por ansiedad 2.)
Factores relacionados con la capacidad mental
Por lo general, la disminución del tiempo de concentración y la dificultad para entender y pensar
se relacionan con frecuencia con la fatiga. Durante y después del tratamiento del cáncer, los problemas de atención son comunes. La atención se
puede restaurar mediante actividades que fomenten el descanso. Dormir también es
necesario para aliviar los problemas de atención, pero no siempre es suficiente.
Trastornos del sueño e inactividad
Entre los factores que pueden contribuir a la fatiga relacionada con el cáncer
se incluyen las interrupciones del sueño, los malos hábitos para dormir, dormir mucho durante el día o falta de actividad durante el día.
Los pacientes que permanecen inactivos durante el día y que despiertan con
frecuencia durante las noches, comunican mayores niveles de fatiga
relacionada con el cáncer.
Medicamentos
Algunos medicamentos, además de los que se usan durante la quimioterapia, también pueden
contribuir a la fatiga. Con frecuencia, los opioides que se utilizan en el
tratamiento del dolor relacionado con el cáncer causan una somnolencia que varía
según el individuo. Otros tipos de medicamentos, como los antidepresivos
tricíclicos y las antihistaminas, también pueden producir un estado de somnolencia como efecto secundario. La toma de varios medicamentos juntos puede multiplicar los síntomas de fatiga.
Evaluación
Para determinar la causa y el mejor tratamiento para la fatiga, se debe determinar el patrón de fatiga e identificar todos los factores
que causan la fatiga. Deben incluirse los siguientes factores:
- Patrón de fatiga, inclusive cómo y cuándo comenzó, cuánto duró u su gravedad, además de cualquier factor que la empeora o mejora.
- Tipo y grado de la enfermedad en cuestión, así como los síntomas
relacionados con el tratamiento, los efectos secundarios o ambos.
- Antecedentes del tratamiento.
- Medicamentos que se usan.
- Patrones de sueño o descanso y los hábitos de relajación.
- Hábitos de alimentación y cualquier cambio de apetito o peso.
- Efectos de la fatiga en las actividades de la vida cotidiana y en los modos de vida.
- Perfil psicológico, inclusive una evaluación de la depresión.
- Examen físico completo que incluya una evaluación de las modalidades para caminar, la postura y el movimiento de las articulaciones.
- Medida en que el paciente puede cumplir con el tratamiento recomendado.
- Rendimiento laboral.
- Recursos financieros.
- Otros factores (por ejemplo, anemia, problemas respiratorios,
disminución de la fuerza muscular).
Siempre que sea posible, se deben evaluar los factores subyacentes que contribuyen a la fatiga. Entre los factores que contribuyen a la fatiga están la anemia, la depresión, la ansiedad, el dolor, la deshidratación, las deficiencias nutricionales,
los medicamentos sedantes y las terapias que pueden causar efectos secundarios poco
tolerables. Los pacientes deben comunicarle a su médico cuando sientan fatiga, y pedir información sobre la fatiga relacionada con las causas subyacentes y los efectos secundarios del tratamiento.
Evaluación de la anemia
Hay diferentes clases de anemia. Para determinar la clase y el grado de la anemia que puede tener una persona, se deben usar los antecedentes médicos, un examen físico y análisis de sangre.
En los pacientes de cáncer, la anemia puede tener diversas causas.
Tratamiento
La mayoría de los tratamientos para la fatiga en los pacientes de cáncer están
encaminados a tratar los síntomas y proporcionar apoyo emocional porque todavía no se han determinado las causas de la fatiga específicamente relacionada con el cáncer. Algunos de estos tratamientos relacionados con los síntomas
pueden incluir el ajuste de las dosis de analgésicos, la administración de transfusiones de
glóbulos rojos o de factores de crecimiento de los glóbulos rojos, suplementos nutricionales que
contengan hierro y vitaminas, y antidepresivos o psicoestimulantes.
Medicamentos psicoestimulantes
A pesar de que la fatiga es uno de los síntomas más comunes del cáncer, muy pocos
medicamentos son eficaces para tratarla. El proveedor de atención de la salud puede recetar medicamentos en dosis bajas que pueden ayudar a los pacientes que están deprimidos, indiferentes, cansados, distraídos o débiles. Estos medicamentos
(psicoestimulantes) pueden proporcionar una sensación de bienestar, disminuir la fatiga y aumentar el apetito. Estos fármacos también pueden ayudar a contrarrestar
los efectos sedantes de la morfina y hacen efecto rápidamente. Sin embargo, estos
medicamentos también pueden causar insomnio, euforia y cambios del estado de ánimo. Si
se usan en dosis altas y por períodos largos, pueden causar pérdida del apetito,
pesadillas, insomnio, euforia, conductas paranoides y, posiblemente, problemas cardíacos.
Tratamiento de la anemia
El tratamiento para la fatiga relacionada con la anemia puede incluir transfusiones de glóbulos rojos. Aunque las transfusiones son eficaces para el
tratamiento de la anemia, algunos de los posibles efectos secundarios
incluyen infección, reacción inmediata a la transfusión, enfermedad del injerto
contra huésped y cambios en la inmunidad.
El tratamiento de la fatiga
relacionada con la anemia en aquellos pacientes sometidos a quimioterapia también puede incluir medicamentos, como la epoetina alfa, que estimulan la médula espinal para producir más glóbulos rojos. Este tipo de medicamento puede reducir el tiempo de supervivencia o puede hacer que algunos tumores crezcan más rápidamente. Los pacientes deberían consultar con sus médicos sobre los riesgos y beneficios 3 de estos medicamentos. (Nota: la información contenida en este enlace solo está disponible en inglés.)
Ejercicio
El ejercicio (inclusive los programas para caminar de intensidad leve a moderada) ayuda a muchas de las personas con cáncer. Las personas con
cáncer que hacen ejercicios pueden tener más energía
física, mejor apetito, mejor capacidad funcional, mejor calidad de vida, mejor perspectiva, mejor sensación de
bienestar, mejor sentido de compromiso y mejor capacidad para enfrentar los retos del cáncer y su tratamiento. Los hallazgos de un estudio sobre sobrevivientes de cáncer de mama indican que los pacientes pueden ser capaces de reducir la fatiga y el dolor, y funcionar mejor durante las actividades de la vida diaria si participan en deportes recreativos de moderados a vigorosos después del tratamiento del cáncer.
El ejercicio puede también ayudar a aquellos pacientes con cáncer avanzado,
incluso aquellos atendidos en un hospital para enfermos terminales. Los
beneficios pueden aumentar cuando los familiares se involucran
con el paciente en el programa de fisioterapia.
Psicoterapia conductista cognitiva
La psicoterapia conductista cognitiva (CBT, por sus siglas en inglés) es un método usado por los terapeutas para tratar una variedad de trastornos psicológicos, inclusive la fatiga posterior al tratamiento de cáncer que no tiene una causa física. La CBT procura cambiar la comprensión de un paciente (lo cognoscitivo) para que modifique la manera en que actúa (el comportamiento). Las sesiones de CBT pueden ser útiles para reducir la fatiga del paciente después del tratamiento de cáncer al enfocar factores tales como:
- El estrés de tener que hacer frente a la experiencia de padecer de cáncer.
- El miedo de que el cáncer vuelva.
- Las actitudes anormales relacionadas con la fatiga.
- Los hábitos irregulares de sueño o de actividades.
- La falta de apoyo social.
Actividad y descanso
Cualquier cambio en la rutina diaria exige que el cuerpo use más energía. Las personas con cáncer deben establecer prioridades y mantener
un programa razonable de actividades. Los profesionales de la salud pueden ayudar a los pacientes
proporcionándoles información sobre servicios de apoyo que los ayuden a
lidiar con las actividades y responsabilidades diarias. Se puede elaborar un
programa de actividad y descanso con la ayuda de un profesional de la salud para
aprovechar al máximo la energía del paciente. La práctica de buenos hábitos para dormir, tales como no recostarse a menos que no sea para dormir, tomar siestas
cortas de no más de una hora y limitar los ruidos que causan distracción
(televisión, radio) durante el sueño, pueden mejorar el dormir y permitir más actividad durante el día.
Educación del paciente
El tratamiento de la fatiga crónica de los pacientes de cáncer supone aceptar
el trastorno y aprender a hacerle frente. Los pacientes de cáncer pueden darse cuenta de que la fatiga se convierte en una discapacidad crónica. A pesar
de que la fatiga es muchas veces una consecuencia anticipada, un efecto secundario temporario del tratamiento, otros factores pueden hacer que continúe.
Debido a que la fatiga es el síntoma más común de los pacientes de
cáncer que reciben quimioterapia ambulatoria, ellos deben aprender métodos más eficaces para
manejarla. Se debe enseñar a los pacientes lo siguiente:
- La diferencia entre fatiga y depresión.
- Las posibles causas médicas de la fatiga (insuficiencia de fluidos,
desequilibrio de los electrolitos, problemas respiratorios, anemia).
- Observar los hábitos de descanso y actividad durante el día y con el paso del tiempo.
- Ocuparse con actividades que
restauran la atención (caminar, trabajar en el jardín,
observar las aves).
- Reconocer la fatiga que es un efecto secundario de ciertas terapias.
- Participar en programas de ejercicios que sean realistas.
- Identificar aquellas actividades que ocasionan fatiga y buscar formas de
evitarlas o modificarlas.
- Identificar los cambios en el ambiente o en las actividades que pueden ayudar a disminuir la fatiga.
- La importancia de comer suficientes alimentos y beber suficientes líquidos.
- La fisioterapia puede ayudar con la debilidad muscular o
nerviosa.
- La terapia respiratoria puede ayudar con los problemas
respiratorios.
- Programar las actividades importantes diarias para las horas de menos
fatiga y cancelar aquellas actividades sin importancia que generan tensión.
- Evitar o cambiar una situación que causa estrés.
- Observar si los tratamientos que se usan para ayudar a aliviar la fatiga
son eficaces.
Consideraciones posteriores al tratamiento
Esta sección es para aquellos pacientes que no han recibido tratamiento para el
cáncer durante por lo menos seis meses. Las causas de la fatiga son diferentes para los pacientes que están recibiendo terapia que para aquellos que ya
completaron la terapia. Asimismo, el tratamiento de la fatiga puede ser
diferente para los pacientes que ya no reciben tratamiento para el cáncer.
La fatiga de las personas que han completado su ciclo tratamiento para el
cáncer y a quienes se consideran libres de enfermedad es un trastorno diferente de la fatiga
que afecta a los pacientes que todavía están recibiendo terapia. La fatiga puede afectar de modo significativo la calidad de vida de los sobrevivientes de cáncer. Algunos estudios
muestran que algunos pacientes continúan padeciendo de fatiga moderada a grave hasta 18 años después de un transplante de médula ósea. Las terapias de largo plazo, como el tamoxifeno, también pueden causar fatiga. La fatiga puede ser la causa de un
rendimiento escolar bajo años más tarde en el caso de los niños que fueron tratados por tumores cerebrales y se curaron. Es importante dar un seguimiento de
atención a largo plazo de los pacientes después del tratamiento contra el
cáncer. Cuando se trata de
establecer las causas de la fatiga en los sobrevivientes de cáncer, también es importante descartar las causas físicas. Obtenga más información del NCI
Llame al 1-800-4-CANCER
Para obtener más información, las personas que residen en los Estados Unidos pueden llamar gratis al Servicio de Información del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) al 1-800-4-CANCER (1-800-422-6237), de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 4:30 p.m. Las personas sordas o con dificultad para escuchar que tienen equipo de TTY, pueden llamar al 1-800-332-8615. La llamada es gratis y un especialista en información sobre el cáncer estará disponible para responder a sus preguntas.
Converse en línea
El portal del NCI Live Help® 4 cuenta con un servicio de conversación que permite que los usuarios de Internet conversen en línea con un especialista en información. El servicio funciona de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 11:00 p.m. (hora del este). Estos especialistas en información pueden ayudar a los usuarios de Internet a encontrar información en el portal del NCI y contestar a sus preguntas.
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Hay muchos lugares donde las personas pueden obtener materiales e información sobre tratamientos para el cáncer y servicios. Los hospitales pueden tener información sobre instituciones o regionales que ofrecen información sobre ayuda financiera, transporte de ida y vuelta para recibir tratamiento, atención en el hogar y sobre cómo abordar otros problemas relacionados con el tratamiento del cáncer.
Publicaciones
El NCI tiene folletos y otros materiales para pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Estas publicaciones describen los diferentes tipos de cáncer, los métodos para tratarlo, pautas para hacerle frente e información sobre ensayos clínicos. Algunas publicaciones proveen información sobre las diferentes pruebas de detección del cáncer, sus causas y cómo prevenirlo, además de estadísticas e información sobre actividades de investigación llevadas a cabo en el NCI. Los materiales del NCI sobre estos y otros temas, se pueden solicitar en línea al Servicio de Localización de Publicaciones del Instituto Nacional del Cáncer 6 (National Cancer Institute Publications Locator) o imprimirse directamente. Estos materiales también se pueden solicitar con una llamada gratuita al Servicio de Información sobre el Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute's Cancer Information Service) al 1-800-4-CANCER (1-800-422-6237), TTY al 1-800-332-8615. Modificaciones a este sumario (12/29/2008)
Los sumarios del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan en la medida en que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este sumario a partir de la fecha arriba indicada.
Se incorporaron cambios en este sumario para reflejar los introducidos en la versión para profesionales de la salud. Preguntas u opiniones sobre este sumario
Si tiene preguntas o algún comentario sobre este sumario, por favor envíelas a través del formulario de opinión 7 disponible en nuestro portal de Internet, Cancer.gov/espanol. Descripción del PDQ
El PDQ es una base de datos integral sobre el cáncer disponible en el portal de Internet del NCI.
El PDQ es una base de datos integral del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) que contiene información completa sobre el cáncer. La mayor parte de la información del PDQ está disponible en el portal de Internet del NCI 5. El PDQ es uno de los servicios del NCI, el cual forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, que es el centro principal de investigación biomédica del gobierno federal.
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El PDQ también contiene información sobre ensayos clínicos.
Un ensayo clínico es un estudio que trata de dar respuesta a ciertas preguntas de carácter científico, como por ejemplo si un medicamento es mejor que otro. Estos ensayos se basan en estudios anteriores y lo que se ha aprendido en el laboratorio. Cada ensayo ciertas preguntas científicas con el propósito de encontrar nuevos y mejores métodos para ayudar a los pacientes con cáncer. Algunos pacientes presentan síntomas ocasionados por el tratamiento del cáncer o por el cáncer en sí. Durante los ensayos clínicos de cuidados médicos de apoyo se obtiene información acerca de los efectos que pudiera provocar las nuevas formas de tratar los síntomas, su eficacia y los problemas que surjen después que ha terminado el tratamiento. Cuando estos experimentos demuestran que el nuevo tratamiento es mejor que el empleado hasta ese momento, este puede convertirse en el tratamiento "estándar". Los pacientes que presentan síntomas relacionados con el tratamiento de cáncer podrían considerar participar en un ensayo clínico.
El PDQ contiene un listado de ensayos clínicos disponibles en el portal de Internet del NCI 8. Tanto la versión para profesionales como para pacientes contiene descripciones de los ensayos. El PDQ cuenta también con una lista de oncólogos que participan en ensayos clínicos. Para mayor información llame al Servicio de Información sobre el Cáncer (1-800-4-CANCER; 1-800-422-6237; línea TTY para sordos 1-800-332-8615). |