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Historia de éxito para SmallStep.gov Por Joan Chamberlain
Hace casi 4 años, la empleada del gobierno Marcia Potts empezó a hacer cambios en su vida y en casi todo aspecto de sus hábitos diarios. La suya es una historia de extraordinaria determinación y transformación, y un testimonio de la habilidad innata del cuerpo humano para recuperar la buena salud.
Potts había sufrido de sobrepeso durante la mayor parte de su vida adulta, probando todas las dietas sin resultado-como los batidos de dieta y la dieta de la sopa de repollo, entre otras. "Comía todo el tiempo y en grandes cantidades- probablemente entre 3,000 y 5,000 calorías diarias. Podía comerme una pizza grande yo sola. Las hamburguesas de queso eran mis favoritas. Sándwiches. Papas fritas. Lasaña. Alimentos con mucho queso. Comidas con grasa, y mucha. Comía y comía hasta acabar con todo lo que había, y todo se acababa bastante rápido."
¿Alguna vez se sintió satisfecha? "Nunca. Aún no lo estoy."
"Comprar ropa era un problema. La talla 28 era demasiado pequeña. No sabía dónde comprar ropa de mi talla." Padecía de asma y apnea del sueño, y esas condiciones empeoraron a medida que seguía aumentando de peso. Era imposible dormir en posición horizontal. El apnea la despertaba constantemente durante la noche. Debido a la falta de descanso, necesitaba tomar siestas durante el día. "Caminar era increíblemente difícil," recuerda. "No podía respirar. No podía permanecer parada sin apoyarme o sostenerme en algo. Las tiendas de comida eran geniales porque podía apoyarme en los carritos de compra." En cuanto a visitar a un médico, "Nunca acudí a uno. Sabía que me iban a decir que tenía que bajar de peso. Yo creía que me estaba muriendo por mi peso" expresa.
Llamó a su hermana, una enfermera, para que le ayudara a conseguir unas pastillas para bajar de peso. En lugar de eso, ella le sugirió un programa para perder peso muy conocido que se enfocaba en mantener un diario, reducir la grasa, las calorías y el tamaño de las porciones. El 23 de mayo de 2000, Potts decidió participar en el programa, del cual se informó en su trabajo. Ella recuerda muy bien ese día. Esperando el transporte para ir desde el edificio donde estaba su oficina al edificio donde se llevaba a cabo el programa, tuvo que apoyarse sobre el buzón de correos para no caerse. A los 48 años medía 5' 3" y pesaba 317 libras. "Cuando me enteré de que pesaba 317 libras, mi reacción fue 'Wow.' Al principio no tenía ninguna expectativa. Nunca pensé que llegaría a pesar menos de 300 libras. Nunca me imaginé alcanzar la talla que uso ahora. Pensé que nunca podría lograrlo."
Las investigaciones han demostrado que una persona no necesita perder una gran cantidad de peso para ver mejoras en su salud. Una pérdida modesta de sólo 5 a 7% del peso corporal ayuda mucho.
"Comencé yendo a la mesa de ensaladas, donde llenaba pequeños recipientes con alimentos saludables como lechuga, brócoli, champiñones y rábanos, y me comía todo lo que me servía." Ella agregó de manera gradual alimentos bajos en calorías a lo que comía, y de esa manera su dieta era principalmente vegetariana. "Luego de un tiempo, ya no tenía ansias de comer otros alimentos. Es increíble la manera en que tu cuerpo se puede ajustar."
Potts permaneció en el programa para perder peso hasta que terminó en agosto de 2000. Ese año perdió 163 libras y el siguiente año otras 25.
Atribuye parte de su éxito al hecho de beber agua. "No tenía problema en beber agua. El agua es mi bebida favorita. Tomaba 32 onzas en la mañana, para estar segura de acostumbrarme." También empezó a caminar. El primer día del programa caminó 20 minutos a la parada de autobús cerca de su apartamento. Poco a poco empezó a caminar más y más tiempo. Empezó a caminar 3/4 millas desde su apartamento a su trabajo, ida y vuelta. Caminaba regularmente a la hora del almuerzo. En el verano decidió nadar en la piscina de su edificio de apartamentos. "El 13 de julio, nadé mi primera vuelta en la piscina." Para entonces ya estaba perdiendo peso a un promedio de 20 libras por mes.
Cuando se acercaba el invierno, se unió a una clase de natación en la zona profunda de la piscina en su centro acuático local. "Allí conocí a una instructora, Sally Dimsdale, quien se convirtió en una persona muy importante para mí. Siempre me motivaba," recuerda Potts. Potts mejoraba rápidamente en la clase, y luego, gracias al apoyo de Dimsdale, se unió a otras clases de aeróbicos y levantamiento de pesas bajo el agua.
"Siempre se preocupaba sobre si podría lograr llegar a la siguiente etapa," recuerda Dimsdale. "Es una de las personas más disciplinadas que conozco. No se inventaba excusas. Actuaba con determinación. Creía fervientemente que cada paso que tomaba y cada alimento sano que consumía, le acercaban más a la meta. Estaba muy motivada."
¿Cuál es el mensaje de Potts para quien que quiera bajar de peso? "Inténtalo una vez más. Es más importante encontrar una manera que funcione para ti, que encontrar una manera que no funcione. Y mucha gente lo hace," aconseja. "Por ejemplo, debes saber qué clase de alimentos consumes. Yo como entre comidas. Si estoy nerviosa, como. Pero consumo alimentos bajos en calorías."
"Mi nivel energético es muy fuerte ahora, pero voy a necesitar más fuerza a medida que envejezca," afirma Potts, quien a los 51 años pesa 129 libras. "Siempre quiero estar bajo mi propio control."
Mucha gente ya no la reconoce. "Probablemente piensen que estoy muerta," piensa.
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