Medio ambiente | Protección de los recursos naturales

22 septiembre 2008

Pensilvania cambia la manera en que EE.UU. piensa sobre la energía

 
El empresario John Rich en una planta de Pensilvania donde los residuos de carbón se convertirán en combustible diésel.
El empresario John Rich en una planta de Pensilvania donde los residuos de carbón se convertirán en combustible diésel. (© AP Images)

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Por Kathleen A. McGinty

En Pensilvania rigen algunas de las normas de energía alternativa más progresistas de Estados Unidos, asegurando que el 18 por ciento de toda la energía que se genere en 2020 provenga de recursos limpios, eficientes y avanzados. La ley de energía limpia pone a nuestro estado a la vanguardia de un movimiento creciente por parte de gobiernos estatales, para asegurar el uso y distribución amplios de energía solar libre de contaminación, lo que aumenta sustancialmente nuestro liderazgo en la producción de energía eólica al este del río Mississippi. El gobernador de Pensilvania, Edward G. Rendell, encabezó personalmente una campaña para atraer a la compañía española de energía eólica Gamesa Corporation, que está invirtiendo 84 millones de dólares para instalar su oficina corporativa en Estados Unidos  y cuatro instalaciones de fabricación en Pensilvania.

El estado, conocido tradicionalmente por sus antecedentes carboneros, está usando su poder adquisitivo para fomentar en el mercado proyectos de energía alternativa al invertir en tecnologías avanzadas que hacen esos recursos más competitivos. Durante la próxima década Pensilvania reemplazará 3.400 millones de litros de combustible de transporte con recursos alternativos producidos localmente, como etanol y diésel biológico, o con combustibles derivados de la licuación del carbón. Los 3.400 millones de litros representan la cantidad pronosticada de combustible que se importará del golfo Pérsico a Pensilvania dentro de 10 años. El estado invertirá 30 millones de dólares durante los próximos cinco años para construir la infraestructura de producción y reabastecimiento de combustible para apoyar la amplia distribución de los combustibles alternativos.

Pensilvania bien podría ser pronto el principal productor de diésel biológico de la nación, yendo de prácticamente nada a comienzos de 2005 a una producción anual proyectada de 151 millones de litros en los próximos 12 meses. El estado ya alberga la primera instalación ultramoderna de inyección de diésel biológico en la costa oriental, que abrió a fines de 2005 con ayuda estatal por 219.908 dólares. La planta ayudará a reemplazar 12,1 millones de litros de petróleo importado con diesel biológico producido nacionalmente y mantendrá en el país 6 millones de dólares al reducir la necesidad del estado de comprar combustible de otros países.

En el noreste de Pensilvania se está construyendo la primera planta de gasificación y licuación de carbón de Estados Unidos. La instalación usará desechos de carbón para producir anualmente 151 millones de litros de diésel de combustión limpia. Lo que hace Pensilvania para apoyar el proyecto no tiene precedentes: crear un consorcio con la industria privada para comprar casi toda la producción. Pensilvania asegurará el suministro por unos 10 años a precios bien por debajo de los valores actuales de mercado para garantizarle a la planta un mercado viable y a largo plazo.

Los residentes de Pensilvania ahora gastan unos 30.000 millones de dólares anuales en combustible importado para generar energía. En vez de gastar ese dinero en el extranjero, estamos invirtiendo en casa y dando trabajo a los habitantes de Pensilvania. La reactivada Dirección de Desarrollo de Energía de Pensilvania ha otorgado 15 millones de dólares en subsidios y préstamos a 41 proyectos de energía limpia que atraerán 200 millones de dólares en inversiones privadas. Los proyectos crearán 1.558 empleos en inicios de construcción y en operaciones que ya están en marcha. El Programa de Subsidios de Generación de Energía de Pensilvania ha aportado 15,9 millones de dólares y ha atraído otros 43,7 millones de dólares en fondos privados desde su creación en mayo de 2003 para proyectos que usan fuentes como la eólica, solar, biomasa, desechos de carbón y energía reciclada.

La tecnología de energía avanzada tiene el propósito de impulsar tanto la protección del medio ambiente como el desarrollo económico. En Pensilvania estamos cambiando la manera en que Estados Unidos produce combustible y considera el tema de la energía, atrayendo inversiones que estimulan la economía y crean empleo, dando trabajo a los recursos locales para mejorar la seguridad nacional y realizando mejoras importantes en la protección del medio ambiente.

Kathleen A. McGinty es secretaria del Departamento de Protección del Medio Ambiente de Pensilvania.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente el punto de vista ni la política del gobierno de Estados Unidos.

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