Educación | Los logros del futuro

07 octubre 2008

Sacar fuerza de la diversidad: sector independiente en la educación superior de Estados Unidos

Richard Ekman

 
Una estudiante de Zimbabwe se gradúa en el Colegio Mount Holyoke, en Massachusetts. (Nancy Palmieri, © AP Images)

Este artículo pertenece al periódico electrónico “Educación en los Colegios y Universidades de Estados Unidos”. Para consultar los demás artículos de este periódico, haga clic a la derecha.

Los colegios universitarios privados, con programas de educación superior de cuatro años de duración, ofrecen experiencias educativas diversas, principalmente para los estudiantes no graduados. Richard Ekman, presidente del Consejo de Colegios Independientes, se refiere a aquello que distingue a los colegios universitarios privados, o independientes, de sus homólogos en el sector público

Lo que caracteriza más notablemente a la educación superior en Estados Unidos es su diversidad. El gobierno nacional no controla el plan de estudios de los colegios universitarios ni de las universidades estadounidenses, ni tampoco sus métodos de enseñanza y las autoridades del gobierno estatal ejercen poca influencia. Es en el sector "independiente" o "privado" de la educación superior, donde las filosofías, programas y tradiciones educativas son más notables. Unos 600 colegios universitarios y universidades más pequeñas componen este sector, en el que figuran muchas de las instituciones más venerables en Estados Unidos.

Considérense estas características Unicas: el Ursinus College, en Pensilvania, ofrece en el primer año un programa interdisciplinario que expone a los estudiantes a una amplia variedad de textos sobre las humanidades y las ciencias sociales; el Warren Wilson College, en Carolina del Norte, requiere que todos los estudiantes participen en el trabajo manual en las operaciones de la institución, como parte importante de la filosofía educacional del colegio; el Northland College, en Wisconsin, hace todo lo posible para funcionar de manera consciente en lo que respecta al medio ambiente; el Alderson-Broaddus College, en Virginia Occidental, cuya mayoría de estudiantes procede de los pueblos pequeños situados en las montañas del estado, para preparar a muchos de ellos en profesiones en la ciencia y la medicina; el Earlham College, fundado por los cuáqueros, en Indiana, continúa aplicando el consenso entre los miembros de la comunidad universitaria como manera principal para tomar decisiones; el Cedar Crest College, en Pensilvania, es una institución docente para mujeres, que contradice el estereotipo de que las mujeres no se destacan en la ciencia, al producir un enorme cantidad de graduadas en ciencias.

Estos casi 600 colegios universitarios y universidades independientes tienen, a pesar de sus diferencias, varias características en común:

Estudiantes del Colegio Wellesley leen a Shakespeare. (Patricia McDonnell, © AP Images)

• Son más bien pequeños, con alumnado que raramente excede de los 3.000 estudiantes.
• Están principalmente, o enteramente orientados, a estudiantes no graduados, con pocos programas para los graduados.
• Todos los miembros del profesorado se dedican a la enseñanza. Si bien la mayoría de ellos realizan también investigación, la consideran actividad secundaria en relación con sus deberes de enseñanza, y pasan muchas horas con los estudiantes en el aula o fuera de ella.
• Los métodos de enseñanza son altamente interactivos y exigentes.
• Dado que estas instituciones entienden que gran parte del proceso educativo tiene lugar fuera del aula, abundan las oportunidades para la interacción entre los estudiantes y entre los estudiantes y el profesorado, lo que se considera como componente importante de la dimensión co-curricular de la educación.
• Estas instituciones son explícitas acerca de sus valores subyacentes. Algunas veces son valores de la denominación religiosa en que se fundó el colegio (o un eco de esos valores si esa denominación esta menos involucrada). Algunas veces estos valores reflejan una filosofía docente en particular, como ser los colegios dedicados a los "grandes libros" —de los que cuales el St. John College, con centros de enseñanza en Maryland y Nuevo México, es el más reconocido, —o los "colegios de trabajo", como el Warren Wilson College o el Berea College en Kentucky, donde los alumnos, además de estudiar, tienen asignado cumplir tareas que ayudan al sostenimiento del colegio universitario.
• Estas instituciones consideran el estudio de las artes liberales como esencial para una ciudadanía responsable después de la graduación, cualquiera que fuere la capacitación profesional que también se haya adquirido.

El formato de la educación superior que representan estos colegios funciona excepcionalmente bien. Las estadísticas sobre el cumplimiento de estudios y graduación, por ejemplo, indican que el porcentaje de graduados es mayor en los colegios pequeños privados que en las universidades más grandes estatales. Además, esta diferencia se manifiesta no sólo en los estudiantes con mejor talento, sino también entre quienes llegan con calificaciones más bajas procedentes de la escuela secundaria, o en base a los resultados del Examen de Evaluación Escolar (SAT) [http://www.collegeboard.com]. Los porcentajes más elevados de graduación se aplican también a los grupos socio-económicos que algunas veces se asocian con menores tasas de participación escolar, como ser los primeros estudiantes de una familia en ir a la universidad, los estudiantes que deben trabajar a tiempo completo además de asistir a clases, o estudiantes de diversos grupos minoritarios.

La explicación de comparar la efectividad en las instituciones privadas más pequeñas radica en el "aprendizaje participativo" en esas instituciones. George Kuh, fundador de la Encuesta Nacional sobre Participación Estudiantil (en la que participan cientos de colegios universitarios y universidades), observa que el éxito de un colegio se correlaciona estrechamente con el buen conocimiento que tenga el estudiante de sus profesores; con su participación en una actividad extra-curricular; su trabajo en una pasantía relacionado con la comunidad; matricularse en clases en que dominan las pedagogías activas, como las que exigen informes orales y frecuentes ejercicios escritos. Es más probable que estas características se hallen en las instituciones más pequeñas que en las más grandes.

En todas partes de Estados Unidos pueden encontrarse instituciones independientes más pequeñas, en las ciudades principales, en ciudades y pueblos más pequeños y en zonas rurales. Estos colegios universitarios aceptan con entusiasmo estudiantes de diversos antecedentes y a quienes aportan su talento y perspectiva única al debate en el campo universitario. Los alumnos provenientes de otros países son muy apreciados (aunque la enseñanza casi siempre es en inglés).

Puede obtenerse información adicional sobre estas instituciones en sus respectivos sitios electrónicos en la Web. El sitio electrónico del Consejo de Colegios Independientes, en inglés, es [http://www.cic.org/], con enlaces hacia la mayoría de sus instituciones.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente los puntos de vista o políticas del gobierno de Estados Unidos.

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