Medio ambiente | Protección de los recursos naturales

13 abril 2009

El estímulo a la eficiencia a largo plazo

 
La silueta de las torres de la red de suministro se recorta contra el cielo. (AP Images)
Cables de tendido eléctrico sobre la cumbre de una montaña de Pensilvania, parte de una vasta red nacional de suministro eléctrico.

Por Stacy Angel y Larry Mansueti

Este artículo pertenece al periódico electrónico de abril de 2009 “El uso eficiente de la energía”. Para consultar los demás artículos de este periódico haga clic a la derecha.

El precio del petróleo alcanzó su cota máxima a mediados de 2008 y partir de entonces entró en una espiral descendente al unísono con las economías mundiales. En Estados Unidos asumió el cargo un nuevo presidente, y la crisis económica pasó a ser el primer punto de su programa. El presidente Obama se ha comprometido a dar a los temas de energía y economía carácter de máxima urgencia en su plan de recuperación. Pero años antes de que estallara esta crisis, la industria de la energía y las autoridades estadounidenses encargadas de su reglamentación unieron fuerzas para elaborar y poner en práctica nuevos medios de mejorar la eficiencia de toda la infraestructura energética del país.

Stacy Angel y Larry Mansueti supervisan la asistencia federal al Plan de Acción Nacional para la Eficiencia Energética. Angel trabaja en la División de Asociaciones para la Protección del Clima, de la Agencia de Protección Ambiental, y está encargada de apoyar las actividades voluntarias para reducir las emisiones de carbono mediante energía limpia, incluida la eficiencia energética. Mansueti trabaja en la Oficina de Electricidad del Departamento de Recursos Energéticos, donde apoya al personal directivo superior de política de electricidad y presta asistencia a los estados en sus esfuerzos por mejorar la eficiencia energética en las normas regulatorias de la electricidad.

La entrada en vigor, el 17 de febrero, de la ley estadounidense de recuperación y reinversión de 2009, dio un estímulo a las inversiones en eficiencia energética en Estados Unidos, que alcanzaron cifras sin precedentes.

La inversión en tecnologías y prácticas más eficientes en nuestros hogares, lugares de trabajo, escuelas, gobierno e industrias — responsables de 70 por ciento del consumo anual de energía en Estados Unidos — es uno de las medios más eficaces y rentables de crear nuevos puestos de trabajo. Al mismo tiempo, esta inversión permitirá hacer frente a los retos de los altos precios de la energía, seguridad e independencia energética, problemas ambientales y cambio climático mundial a corto plazo. La explotación de esta eficiencia podrá ayudar a Estados Unidos a satisfacer alrededor del 50 por ciento o más del crecimiento previsto del consumo de electricidad y gas natural en los próximos decenios, ahorrar miles de millones de dólares en facturas de energía y evitar la emisión de un volumen considerable de gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos.

En 2006, en reconocimiento de la gran oportunidad que ofrece la eficiencia energética, más de 60 importantes organizaciones, representantes de diversas partes interesadas de todo el país, se unieron para elaborar el Plan de Acción Nacional de Eficiencia Energética. Muchas de estas partes interesadas son los mismos grupos que pueden lograr la eficiencia energética — las compañías del gas y de la luz, sus correspondientes reguladores estatales y otros.

El Plan de Acción señala los obstáculos principales a las inversiones en eficiencia energética, formula cinco recomendaciones esenciales para lograr su objetivo de eficiencia energética y ofrece un marco normativo —Vision for 2025— para alcanzar lograr y evaluar los adelantos hacia ese logro. Los obstáculos al aumento de las inversiones en eficiencia están muy generalizados, tanto entre clientes como en las compañías de servicios públicos de gas y electricidad. Por ejemplo, los clientes que no pagan su factura de energía directamente, como en algunas viviendas de alquiler, no tienen incentivos para gastar más en un sistema de alumbrado o televisiones más eficientes en cuanto al consuno de energía, porque su casero se beneficiará de los ahorros mensuales de las facturas de gas y luz. A esto lo llamamos el obstáculo a la eficiencia energética del “incentivo dividido”. Además, las compañías de servicios públicos pueden reducir sus costos para atender a todas las demandas de energía de sus clientes si promueven la eficiencia energética, pero el programa de las “prácticas recomendadas” para los programas para lograr estos ahorros no siempre están bien documentados y con frecuencia no se reflejan en la planificación del uso de energía o los esfuerzos de financiación.

El Plan de Acción ha recibido amplio apoyo de estados, compañías de servicios públicos y clientes de todas partes de Estados Unidos. Hasta la fecha, más de 120 organizaciones han respaldado las recomendaciones del Plan de Acción y han contraído compromisos públicos que contribuirán a promover Visión for 2025. La Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Recursos Energéticos de Estados Unidos se limitan a facilitar la labor realizada en virtud de esta iniciativa conjunta de los sectores público y privado, y por tanto, las posiciones y declaraciones son las de los miembros mismos del Plan de Acción. Es un poderoso mensaje que cuenta con el respaldo de un amplio sector de encargados de adoptar decisiones de Estados Unidos.

Un hombre muestra un modelo de red de suministro eléctrico (AP Images)
Un funcionario del servicio de suministro eléctrico de California señala el cable que causó un corte del suministro eléctrico en 2005.

Vision for 2025 es el documento representativo del Plan de Acción. Dada la estructura reguladora de los servicios públicos de EE.UU., muchas de las políticas destinadas a eliminar obstáculos a la eficiencia energética deben promoverse en el plano estatal. Por consiguiente, el programa Vision for 2025 del Plan de Acción ofrece un marco normativo para promover la eficiencia energética, al mismo tiempo que reconoce la diversidad de las circunstancias y las estructuras reguladoras regionales, estatales y locales. Así pues, los detalles y las decisiones de ejecución se determinarán mediante procesos estatales apropiados. Es un marco susceptible de actualizaciones y mejoras.

Vision aprovecha más de veinte años de experiencia para formular 10 objetivos de ejecución. El adelanto se mide a través de una serie de medidas de política en relación con estos objetivos. Para finales de 2007, Vision for 2025 comprobó que se habían hecho importantes adelantos, pero todavía queda más por hacer. Aproximadamente la mitad de los estados han establecido programas de eficiencia energética para llegar a todos los clientes y adoptado códigos de construcción que exigen una mayor eficiencia energética en la construcción de nuevas viviendas y edificios. Además, cerca de una tercera parte de los estados han fijado objetivos de ahorro de energía y abordado la cuestión de los factores disuasivos que impiden a las compañías de suministro de gas y electricidad apoyar las actividades para lograr la eficiencia energética. Por ejemplo, algunos estados han adoptado políticas para permitir que la capacidad de las compañías de suministro de gas y electricidad de obtener beneficios no dependa de la venta adicional de energía.

Menos adelantos se han hecho en los estados hacia la financiación sistemática y estable de la eficiencia energética. Las compañías de servicios públicos reciben financiación continua para la construcción de centrales eléctricas, líneas de transmisión y construcción de oleoductos y gasoductos a través de procesos reguladores estatales que permiten la recuperación de costos aprobados de mejoras de capital de las tarifas que se cobran a los clientes. Los estados pueden adoptar políticas para financiar medidas de eficiencia a través de la estructura de las tarifas que cargan por sus servicios para lograr los objetivos del Plan de Acción.

Los estados, las compañías de servicios públicos y otras organizaciones están gastando actualmente alrededor de 2.000 millones de dólares al año en programas de eficiencia energética. Este volumen de inversiones ha evitado la producción de una cantidad de energía equivalente a la de más de 30 centrales eléctricas que generen 500 megavatios y la emisión de gases de efecto invernadero equivalente a la que emitirían nueve millones de vehículos al año, al mismo tiempo que ha ahorrado a los consumidores cera de 6.000 millones de dólares al año.

La financiación del estímulo económico aprobada por el Congreso y autorizada por el presidente Obama ofrece un aumento de recursos muy necesario, varias veces superior a los niveles actuales, para obtener aun mayores beneficios de la eficiencia energética. Incluso con estos fondos, la labor del Plan de Acción todavía no ha terminado. El ahorro potencial en energía eficaz en función del costo en los edificios y las viviendas del país es superior al que se logrará a través de las actividades realizadas a través del estímulo. Además, a impulsos del estímulo se desarrollará una fuerza laboral capacitada y con experiencia en eficiencia energética y estará lista para prestar servicio en las nuevas edificaciones. Las autoridades normativas pueden ahora adoptar medidas para que los mismos obstáculos a la eficiencia energética reconocidos originalmente en el Plan de Acción se sigan eliminando a largo plazo. Esto exigirá replantearse la forma en que los incentivos a la eficiencia energética benefician a clientes y compañías de servicios públicos, incluida la forma en que estas compañías pueden reducir costos al considerar la eficiencia como considerarían la generación de electricidad y el suministro de gas natural en la planificación de energía. El marco de Vision del Plan de Acción se ofrece para ayudar a los estados a estudiar medios de seguir estimulando la eficiencia energética y mantener los puestos de trabajo a largo plazo.

A medida que se vaya aplicando el estímulo, la dirección del Plan de Acción continuará poniendo su acervo de informes, herramientas y asistencia técnica a disposición de las autoridades estatales, locales y los programas de eficiencia energética. Las prácticas recomendadas actuales y la experiencia derivadas de estos recursos se pueden aprovechar para aprovechar de manera rápida y eficaz los fondos del estímulo, y al mismo tiempo apoyar el establecimiento de un ambiente normativo propicio a la eficiencia energética bastante después de que hayan expirado los fondos del estímulo.

Véase el sitio web del Plan de Acción www.epa.gov/eeactionplan (en inglés).

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