Por Joene Hendry

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un pequeño grupo de mujeres sanas pero sedentarias que comenzaron a hacer ejercicio quemó más grasa después de un desayuno rico en fibra y de bajo índice glicémico (IG), reveló un estudio.

Si otros estudios más grandes los confirman, estos resultados podrían ser muy importantes para el manejo del peso, aseguró el equipo de la University of Nottingham, en el Reino Unido.

El equipo de la doctora Emma J. Stevenson evaluó la oxidación de la grasa después de hacer ejercicio en ocho mujeres sanas que no hacían dieta. Antes de la actividad, las mujeres consumieron un desayuno con IG alto y bajo.

Cada desayuno proporcionaba la misma cantidad de carbohidratos, proteína y grasa, pero el desayuno con IG bajo incluía 3,5 gramos de fibra a través de "muesli y leche, yogur y duraznos enlatados, y una pequeña cantidad de jugo de manzana", explicó Stevenson a Reuters Health.

En cambio, el desayuno con IG alto proporcionaba 1,5 gramos de fibra a través de "copos de maíz y leche, pan blanco y mermelada y una bebida con glucosa y gas", dijo Stevenson, de la Northumbria University.

Estudios previos habían demostrado el aumento de grasa inducido por el ejercicio, en lugar de la oxidación de los carbohidratos, en los atletas que consumían alimentos con bajo IG, publicó el equipo en The Journal of Nutrition.

En el nuevo estudio, en dos etapas distintas, cada una de las ocho mujeres, que tenían alrededor de 24 años, consumió uno de los dos desayunos y a las tres horas caminaron durante 60 minutos.

Durante el ejercicio, las mujeres tuvieron niveles más altos de oxidación total de grasa y más bajos de oxidación de carbohidratos tras el desayuno con IG bajo.

El equipo registró niveles totales de oxidación de grasa de 7,4 y 3,7 gramos por hora durante el ejercicio tras comer, respectivamente, el desayuno con IG bajo y alto. Los niveles totales de oxidación de carbohidratos fueron de 42,5 y 51,6 gramos por hora, respectivamente.

Asimismo, después de un almuerzo idéntico, las mujeres dijeron sentir más saciedad cuando comían el desayuno con IG bajo.

Estos resultados preliminares sugieren que el desayuno rico en fibra y con IG bajo elevaría la oxidación de grasa y la sensación de saciedad.

El equipo sostiene que los nuevos estudios deberían analizar los beneficios potenciales de largo plazo de la combinación del desayuno con IG bajo con el ejercicio unas horas después.

FUENTE: The Journal of Nutrition, mayo del 2009

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