Naves Espaciales de Plástico
Un "material de diseño" derivado del plástico podría ayudar a proteger a los astronautas en su camino a Marte |
Escuche esta historia, ya sea vía transmisión continua de audio o descargando este archivo de audio a su computador. O bien haga un clic aquí para obtener ayuda. Agosto 25, 2005: Después de leer este artículo, nunca más podrá mirar a las bolsas de basura de la misma forma. Todos usamos bolsas de plástico para la basura; son tan corrientes que apenas les damos importancia. Así pues ¿quién hubiera imaginado que una modesta bolsa de basura podría tener la clave para enviar seres humanos a Marte? La mayoría de las bolsas de basura domésticas están hechas con un polímero llamado polietileno. Algunas variantes de esta molécula resultan ser excelentes protectores ante las formas más peligrosas de radiación espacial. Los científicos lo saben desde hace mucho tiempo. El problema ha sido tratar de construir una nave espacial con algo tan endeble. Derecha: Seres humanos salen de viaje a Marte, un concepto artístico. [Más Información] Pero ahora los científicos de la NASA han inventado un material avanzado llamado RXF1 con base en el polietileno, que es incluso más fuerte y más liviano que el aluminio. "Este nuevo material es original en el sentido que combina propiedades estructurales superiores con propiedades protectoras superiores", dice Nasser Barghouty, científico del proyecto de Protección contra la Radiación Espacial de la NASA (Space Radiation Shielding Project), en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales. ¿A Marte en una nave espacial de plástico? Por muy ridículo que pueda sonar, podría ser la manera más segura de viajar. Menos es más Proteger a los astronautas de la radiación del espacio profundo es un importante problema sin resolver. Considere una misión tripulada a Marte: El viaje completo podría durar unos 30 meses, y requeriría abandonar la burbuja protectora del campo magnético de la Tierra. Algunos científicos creen que materiales como el aluminio, que proporcionan una protección adecuada en la órbita de la Tierra o en viajes cortos a la Luna, serían inadecuados para el viaje a Marte. Barghouty es uno de los escépticos: "Ir a Marte ahora en una nave espacial de aluminio no es factible", cree. El plástico es una alternativa atractiva: Comparado con el aluminio, el polietileno es un protector 50% mejor contra las erupciones solares y un 15% mejor ante los rayos cósmicos. Izquierda: Los rayos cósmicos chocan contra la materia, produciendo partículas secundarias. [Más Información] La ventaja de los materiales como el plástico es que producen mucha menos "radiación secundaria" en comparación con materiales más pesados como el aluminio o el plomo. La radiación secundaria proviene del propio material protector. Cuando las partículas de radiación espacial chocan contra los átomos del escudo, desencadenan pequeñas reacciones nucleares. Estas reacciones producen una lluvia de subproductos nucleares —neutrones y otras partículas— que entran en la nave espacial. Es un poco como tratar de protegerse a sí mismo de una rápida bola levantando un muro de boliches. Se evita la bola pero los boliches son arrojados fuertemente contra usted. ¡La "radiación secundaria" puede ser peor para la salud de los astronautas que la propia radiación espacial! Irónicamente, los elementos más pesados como el plomo, que la gente a menudo considera como los mejores protectores contra la radiación, producen mucha más radiación secundaria que elementos más ligeros como el carbono y el hidrógeno. Es ésta la razón por la cual el polietileno resulta ser un buen protector: está compuesto enteramente por átomos ligeros de carbono e hidrógeno, que minimizan la radiación secundaria. Derecha: El Etileno, bloque de construcción del polietileno, es rico en hidrógeno y carbono. [Más Información] Estos elementos más ligeros no pueden frenar completamente la radiación espacial, pero pueden fragmentar las partículas de la radiación recibida, reduciendo enormemente sus efectos perjudiciales. Imagine esconderse tras una alambrada de tela metálica para protegerse en un combate de bolas de nieve: Puede caerle encima un poco de nieve, así como pequeños trozos de bolas de nieve estrelladas contra la alambrada, pero no sentirá la punzada del golpe directo de un puñado firmemente comprimido. El polietileno es como esa alambrada de tela metálica. "Esto es lo que podemos hacer. De hecho, fragmentando —sin producir demasiada radiación secundaria— es como se gana o se pierde la batalla", dice Barghouty. Hecho a medida Evidentemente, a pesar de su poder protector, las bolsas de basura comunes no sirven para construir una nave espacial. Así que Barghouty y sus colegas han estado tratando de mejorar el polietileno para uso aeroespacial. De esta manera el investigador del Proyecto de Protección, Raj Kaul, trabajando junto con Barghouty, inventó el RXF1. El RXF1 es extraordinariamente fuerte y ligero: tiene 3 veces la resistencia a la tensión del aluminio, y es 2,6 veces más liviano —impresionante incluso para los estándares aeroespaciales. "Dado que es un escudo balístico, también desvía micrometeoritos", dice Kaul, quien anteriormente había trabajado con materiales similares en el desarrollo del blindaje de un helicóptero. "Como es un tejido, se le puede encerrar en moldes y darle la forma de componentes específicos de una nave espacial". Y puesto que es un derivado del polietileno, también es un excelente protector contra la radiación. Izquierda: Raj Kaul, co-inventor del RXF1, sosteniendo un ladrillo del material. [Más Información] Las especificaciones acerca de cómo está hecho el RXF1 son secretas porque está pendiente la patente del material. La dureza es sólo una de las características que deben tener las paredes de una nave espacial, apunta Barghouty. La inflamabilidad y la tolerancia a la temperatura también son importantes: No importa cuán fuertes sean las paredes de una nave espacial, si se derriten a la luz directa del sol o se inflaman con facilidad. El polietileno puro es muy inflamable. Hay que trabajar más perfeccionando el RXF1 para hacerlo más resistente a las llamas y también a la temperatura, dice Barghouty. La conclusión final Por supuesto, la conclusión final es la gran pregunta: ¿Puede el RXF1 llevar seres humanos sanos y salvos a Marte? En estos momentos, nadie lo sabe con certeza. Algunos "rayos cósmicos galácticos son tan energéticos que ninguna cantidad razonable de protección puede detenerlos", advierte Frank Cucinotta, Oficial Jefe del Proyecto de Salud ante la Radiación Espacial de la NASA. "Todos los materiales tienen este problema, incluso el polietileno".
Debido a las muchas incertidumbres, no se han establecido las dosis limitantes para los astronautas en una misión a Marte, apunta Barghouty. Pero suponiendo que estas dosis límite sean similares a los límites establecidos para los vuelos del Transbordador y la Estación Espacial, cree que el RXF1 hipotéticamente podría proporcionar una protección adecuada para una misión de 30 meses a Marte. Hoy, a la basura. Mañana, ¿a las estrellas? El polietileno podría llevarle más lejos de lo que nunca se imaginó. |
Créditos y Contactos Autor: Patrick L. Barry Funcionario Responsable de NASA: John M. Horack Editor de Producción: Dr. Tony Phillips Curador: Bryan Walls |
Relaciones con los Medios: Steve Roy Traducción al Español: Pura Vallès / Carlos Román Editor en Español: Héctor Medina |
El Directorio de Ciencias del Centro Marshall para Vuelos Espaciales de la NASA patrocina el Portal de Internet de Science@NASA que incluye a Ciencia@NASA. La misión de Ciencia@NASA es ayudar al público a entender cuán emocionantes son las investigaciones que se realizan en la NASA y colaborar con los científicos en su labor de difusión. |
Este artículo fue traducido al español con el apoyo de Astroseti.org |
Más Información (en inglés y español) |
Programa de Protección contra la Radiación Espacial (Space Radiation Shielding Program) de la NASA —proyecto de la NASA que investiga las tecnologías de protección de la radiación donde se inventó el RXF1. ¿Podemos ir a Marte? —(Ciencia@NASA) La radiación del espacio entre la Tierra y Marte supone un peligro para los astronautas. ¿Cuánto riesgo existe en ese camino? Los científicos de la NASA trabajan para averiguarlo. Proyecto de Salud de la Radiación Espacial (Space Radiation Health Project) de la NASA —el propósito del Proyecto de Salud de la Radiación Espacial de la NASA (SRHP) es lograr la exploración humana del espacio sin exceder un nivel aceptable de riesgo de exposición a la radiación espacial. ¡Adelante, hacia el Sol y las Estrellas! —artículo sobre las tecnologías de protección contra la radiación. |
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