Su cuerpo después del tratamiento del cáncer
Fatiga Dolor Linfedema: hinchazón del brazo o de la pierna Problemas en la boca o los dientes Cambios de peso Control del intestino y la vejiga Síntomas de menopausia Intimidad y sexualidad ¿Qué pasa si tengo otros problemas de salud?
Aunque el tratamiento haya terminado, usted todavía tiene que lidiar con
la forma en que afecta su cuerpo. Puede tomar tiempo superar los efectos del
tratamiento del cáncer. El tiempo necesario para llegar a sentirse bien
es diferente para cada persona. Usted puede preguntarse cómo
debería sentirse durante este tiempo y cuál podría ser una
señal de que el cáncer ha regresado. Esta sección habla
acerca de algunos de los problemas que se pueden presentar cuando el
tratamiento termina. Algunos de los efectos más comunes que informan las
personas son:
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Fatiga
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Dolor
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Linfedema, o hinchazón
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Problemas en la boca o los dientes
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Problemas con el peso y la alimentación
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Pérdida de control de la vejiga o el intestino
-
Síntomas de menopausia
-
Cambios en su vida sexual
"Si pudiera olvidarme de la parte física, si dejara de doler, creo que me
sentiría bien".
Rose, sobreviviente de cáncer de pulmón, 70 años.
Lo que usted experimente puede estar relacionado con el tipo de cáncer
que tuvo y con el tratamiento que recibió. También vale la pena
recordar que no hay dos personas iguales, así que usted puede
experimentar cambios que son muy diferentes a los de otra persona, aunque hayan
tenido el mismo tipo de cáncer y recibido el mismo tratamiento.
"Puedo caminar y mantenerme ocupado" dijo un sobreviviente de cáncer de
testículo, "pero me canso mucho. Si me siento en una silla y quiero leer
o mirar algo, me duermo en 30 segundos y es un sueño muy profundo".
Algunos sobrevivientes de cáncer informan que aún sienten
cansancio o agotamiento después de haber terminado el tratamiento. De
hecho, la fatiga es una de las quejas más comunes durante el primer
año después del tratamiento.
El descanso o el sueño no "curan" el tipo de fatiga que usted puede
sentir después del tratamiento del cáncer y los médicos no
conocen las causas exactas. Las causas de la fatiga de las personas que
están recibiendo tratamiento son diferentes de las de quienes han
completado ya su tratamiento:
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La fatiga durante el tratamiento puede ser ocasionada por el tratamiento
del cáncer. Otros problemas que pueden influir en la fatiga son la
anemia (tener muy pocos glóbulos rojos), la mala nutrición, no
tomar suficientes líquidos y la depresión. El dolor
también puede empeorar la fatiga.
-
Los investigadores están todavía aprendiendo sobre las causas de
la fatiga después del tratamiento.
¿Cuánto tiempo durará la fatiga? No hay un patrón
"normal". Para algunos, la fatiga mejora con el tiempo. Otros, como por ejemplo
quienes han tenido transplantes de médula ósea, pueden tener
menos energía durante años después del tratamiento final.
Algunas personas se sienten muy frustradas cuando la fatiga dura más
tiempo del que habían pensado y se interpone en el camino de su rutina
diaria. También se preocupan de que sus amigos, familiares y colegas se
molesten si ellos se quejan de fatiga muy a menudo.
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Pida al médico o a la enfermera ayuda para la fatiga
Estas son algunas de las cosas que el médico debe revisar con usted
sobre la fatiga. Si el médico no menciona el tema, asegúrese de
preguntarle acerca de:
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Cómo pueden afectar sus niveles de energía, es decir sus ganas de
trabajar y de vivir, los medicamentos que toma, u otros problemas
médicos.
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Cómo puede controlar el dolor, si éste constituye un problema para
usted.
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Programas de ejercicios que pueden ayudar, como caminar, por ejemplo.
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Técnicas de relajación.
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Cambios en la dieta o si debe tomar más líquidos.
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Medicamentos o suplementos nutricionales que podrían ayudar.
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Especialistas que podrían ser de ayuda, como fisioterapeutas, terapistas
ocupacionales, nutricionistas o proveedores de servicios de salud mental.
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Sugerencias para combatir la fatiga
¿Cómo combate la fatiga? He aquí algunas ideas que han
ayudado a otros:
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Programe su día. Sea activo a la hora del día en que se siente
más alerta y lleno de energía.
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Ahorre energía cambiando la forma en que hace las cosas. Por ejemplo,
siéntese en un banco mientras cocina o lava los platos.
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Tome siestas o tome descansos cortos entre actividades.
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Trate de acostarse y de despertarse a la misma hora todos los días.
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Haga lo que disfruta, pero en menor cantidad. Dedíquese a actividades
nuevas o viejas que no lo cansen. Trate de leer algo breve, por ejemplo cuentos
cortos, o de escuchar música.
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Deje que otros le ayuden. Podrían cocinar alguna de las comidas, ir de
compras, o lavar la ropa. Si nadie se ofrece, pida lo que necesita. Los amigos
y familiares pueden estar dispuestos a ayudar pero no saben qué hacer.
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Simplemente diga "no" a las cosas que no le importan tanto ahora. Eso puede
incluir el trabajo de la casa y otras tareas. Si usa la energía que
tiene en una forma gratificante, podrá vivir una vida más plena.
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Piense en participar en un grupo de apoyo o de educación para personas
con cáncer. (Vea
Participe en un grupo de apoyo.) Hable de su fatiga con otros que hayan
tenido el mismo problema, así puede aprender nuevas maneras de
resolverla.
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Después del tratamiento puede sentir dolor. En algunos casos, es
producido por el mismo tratamiento.
Los tipos de dolor que puede sentir después del tratamiento del
cáncer incluyen:
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Sensibilidad en el área de la piel donde recibió la
radiación. Este tipo de dolor es muy común y puede durar muchos
meses. "Estoy tan sensible ahí que no me puedo poner nada apretado",
señaló una sobreviviente de cáncer de seno.
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Dolor o adormecimiento en las manos y los pies debido a nervios lesionados. La
quimioterapia o la cirugía pueden dañar los nervios, lo cual
ocasiona un dolor fuerte. (Esto se llama neuropatía.)
-
Cicatrices dolorosas por la cirugía del cáncer.
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Dolor en un miembro o seno extirpado. Aunque los médicos no saben por
qué se presenta ese dolor, es real. No es sólo "su
imaginación".
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Pida al médico o a la enfermera ayuda para el dolor
El dolor, el cansancio, y otras sensaciones desagradables ocurren después
de un tratamiento del cáncer. El médico debe informarle sobre
estos problemas. Si no lo hace, pregúntele, hágase explicar por
qué viene el dolor, a qué se debe la fatiga y cómo usted
puede enfrentar esos síntomas y curarlos.
Usted se merece conseguir alivio para el dolor y el médico o la enfermera
le pueden ayudar. Querer controlar el dolor no es una señal de
debilidad, sino un medio para sentirse mejor y permanecer activo.
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El seguro médico no siempre cubre estos métodos. Investigue si su
póliza cubre los métodos recomendados por el médico.
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Si usted es mayor, es posible que no sepa si el dolor es ocasionado por el
cáncer o por otros problemas de salud, como la artritis. Es probable que
no haya pensado en mencionárselo a su oncólogo o a otros
médicos, pero debería hacerlo. Si tiene dolor, dígaselo al
oncólogo o a otro médico.
Con su ayuda el médico podrá evaluar qué tan intenso es su
dolor. Luego podrá sugerirle una o más de las siguientes
soluciones. Estos métodos han ayudado a otras personas que se
están recuperando del cáncer y podrían ayudarle a usted.
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Medicamentos para aliviar el dolor. En la mayoría de los casos los
médicos probarán primero con los medicamentos menos fuertes.
Luego pasarán a medicamentos más fuertes si usted los necesita.
La clave para obtener alivio es tomar todos los medicamentos tal y como el
médico se los prescribe. Para mantener el dolor bajo control, no se
salte dosis, ni espere hasta que le duela para tomar los medicamentos. A lo
mejor usted teme que si usa los medicamentos se va a volver "adicto", pero esto
casi NUNCA pasa si toma la dosis correcta y ve periódicamente al
médico.
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Medicamentos antidepresivos. Algunos de estos se han recetado para
reducir el dolor o el adormecimiento producido por los nervios lesionados.
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Fisioterapia. La terapia física podría aliviar el dolor. El
fisioterapeuta puede utilizar calor, frío, masaje, presión o
ejercicio, para ayudarle a sentir mejor.
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Abrazaderas. Limitan el movimiento de un miembro o articulación
que le duele.
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Acupuntura. Este es un método comprobado que utiliza agujas en los
puntos de presión, para reducir el dolor.
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Hipnosis, meditación o yoga. Cualquiera de éstas puede
ayudarle a reducir el dolor. Un especialista capacitado puede enseñarle
estas técnicas.
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Técnicas de relajación. Muchas personas con cáncer
han descubierto que la práctica de la relajación profunda ayuda a
aliviar el dolor o reduce el estrés. Vea
para ejercicios que Usted puede tratar.
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Bloqueo nervioso o cirugía. Si no obtiene alivio con las opciones
anteriores, puede preguntarle al médico acerca de estos métodos.
El bloqueo nervioso o la cirugía ayudan a menudo si usted tiene un dolor
persistente y limitante, pero pueden presentar el riesgo de padecer de otros
problemas. También pueden requerir que permanezca en el hospital.
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Sugerencias para hablar del dolor con el
médico
He aquí algunas sugerencias para ayudarle a describir el dolor al
médico:
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Su médico puede sugerir que use números para describir su dolor.
Trate de explicarle al médico cuán intenso es el dolor que
siente. Para ello use una escala del 0 al 10. Por ejemplo, si no tiene dolor es
0, y el dolor más intenso, peor de todos, es 10.
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Señale los sitios exactos donde le duele, bien sea en su cuerpo o en un
dibujo. Indique si el dolor se queda en un solo sitio o se mueve lejos de ese
punto.
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Describa cómo se siente el dolor. ¿Es agudo, sordo, pulsante,
constante?
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Explique cuándo siente dolor. Diga cuándo comienza, cuánto
dura, si se mejora o empeora en determinados momentos del día o de la
noche y si se mejora o empeora con cualquier cosa que haga.
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Describa cómo el dolor afecta su vida cotidiana. ¿Le impide
trabajar? ¿Llevar a cabo sus tareas domésticas? ¿Ver a sus
amigos y familiares? ¿Salir y divertirse?
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Haga una lista de todos los medicamentos que está tomando (por cualquier
razón). Si está tomando algo para aliviar el dolor,
¿cuánto le ayuda?
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Hable de cualquier efecto secundario que le produce el medicamento para
controlar el dolor, como estreñimiento, u otros cambios en los
hábitos del intestino, o si se siente atontado o "ido". Muchos de estos
problemas se pueden solucionar.
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Diga cuáles son sus metas para el alivio del dolor. ¿No desea
tener ningún dolor (lo cual a menudo puede ser difícil de
lograr), o su meta es sentirse suficientemente bien para realizar actividades
específicas?
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Sugerencias para aliviar el dolor y
el estrés por medio de la relajación
La relajación puede ayudarle a sentirse mejor, tanto mental como
físicamente. Pero para la mayoría de nosotros no es sencillo
decir "me voy a relajar". La relajación es una técnica que
necesita práctica, como cualquier otra.
Muchas personas esperan hasta que tienen mucho dolor o están muy
estresadas antes de tratar de relajarse, cuando ya puede ser muy tarde para
lograrlo. Luego pueden intentar relajarse comiendo en exceso, fumando o
bebiendo, actividades que no son muy útiles y que pueden incluso ser
nocivas.
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Aprecie el buen humor y ríase tanto como pueda
"¿Es el cáncer una amenaza para la vida? Sí, pero
¿para qué morir de mal humor? Así que bromeé todo
el tiempo y yo creo que eso me ayudó".
Juana, sobreviviente de cáncer de riñón, 56 años.
La risa puede ayudarle a relajar. Cuando se ríe, su cerebro libera
sustancias químicas que producen placer y relajan los músculos.
Incluso una sonrisa puede alejar pensamientos estresantes. Por supuesto, no
siempre se va a sentir con ánimos de reír, pero otras personas
han encontrado que estas cosas ayudan:
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Disfrute de las cosas divertidas que hacen los niños y las mascotas.
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Mire películas o programas de televisión entretenidos.
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Escuche programas de radio con cómicos hispanohablantes.
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Compre un calendario jocoso para el escritorio.
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Lea libros de chistes.
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Vaya a espectáculos cómicos.
-
Reúnase con un amigo o amiga de mucho tiempo y trate de recordar las
anécdotas divertidas del pasado.
Incluso descubrirá que se puede reír de sí mismo. "Fui a
ayudar a una amiga con su computadora este verano y estaba haciendo mucho
calor, así que me quité la peluca", dijo una mujer. "Cuando
llegó la hora de irme no podía encontrarla. Bueno, su perro
miniatura la había encontrado y casi acaba con ella, pero yo me la puse
y regresé a casa. Mi marido preguntó '¿Qué
pasó?' Sobra decir que la peluca nunca volvió a ser la misma".
El linfedema es la hinchazón de una parte del cuerpo, por lo general de
un brazo o de una pierna, causada por la acumulación de líquidos
linfáticos. Puede ser causado por el cáncer o por el tratamiento
del cáncer. Hay muchos tipos diferentes de linfedema. Algunos tipos se
presentan justo después de la cirugía, son leves y no duran
mucho. Otros ocurren meses o años después del tratamiento del
cáncer y pueden ser muy dolorosos. El linfedema se puede desarrollar
también después de la picadura de un insecto, de una
lesión leve o de una quemadura.
Las personas que corren riesgo de sufrir un linfedema son las que han tenido:
-
Cáncer de seno
--si han recibido radioterapia o les han extraído los ganglios
linfáticos de las axilas. El riesgo es aún mayor si han recibido
radiación en el área de la axila después de que les
extrajeron los ganglios linfáticos.
-
Melanoma en los brazos o las piernas
--si les han extraído ganglios linfáticos o han recibido
radioterapia.
-
Cáncer de próstata
--si les han hecho cirugía o han recibido radioterapia en toda la
pelvis.
-
Cáncer de los órganos reproductores femeninos o masculinos
--si las trataron con cirugía para extraer los ganglios
linfáticos, o recibieron radioterapia.
-
Otros tipos de cáncer que se han diseminado
a la parte baja del abdomen. La presión del tumor en crecimiento puede
dificultar que el organismo drene los líquidos.
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Pida al médico o a la enfermera ayuda con el linfedema
El médico o la enfermera puede ayudarle a encontrar la forma de prevenir
y aliviar el linfedema. Estas son algunas de las cosas que el médico
debe revisar con usted sobre el linfedema. Si el médico no menciona el
tema, asegúrese de preguntarle acerca de:
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Formas de mantener la piel sana. Es importante mantener la piel limpia.
También debe mantenerla humectada con una loción.
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Ejercicios para ayudar al cuerpo a drenar el líquido
linfático y los tipos de ejercicio que no debe hacer.
-
Maneras de tratar el linfedema. Le pueden sugerir:
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Mantener el brazo o la pierna elevado por encima de la altura del pecho.
-
Masajes especiales que pueden ayudarle a movilizar el líquido
linfático de donde se ha acumulado.
-
Los vendajes y la ropa especial que pueden ayudar a drenar el líquido
linfático.
-
Perder peso.
-
Cómo encontrar fuentes de apoyo emocional que le ayuden a hacerle
frente.
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Sugerencias para la prevención o el alivio del linfedema
Otros sobrevivientes de cáncer han encontrado útiles estas
sugerencias:
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Esté pendiente de los síntomas de hinchazón o
infección (enrojecimiento, dolor, calor, fiebre). Informe al
médico o a la enfermera si el brazo o la pierna le duele o está
hinchado.
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Evite cortaduras, picaduras de mosquitos o quemaduras de sol en el brazo o la
pierna. Trate de que no le pongan inyecciones ni le saquen sangre de esa zona.
-
Consuma una dieta balanceada, rica en proteínas y baja en sal.
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Vaya periódicamente a las citas de seguimiento con el médico.
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Use ropa que no le apriete el brazo o la pierna.
-
No use ese brazo o esa pierna para averiguar qué tan caliente o
fría está alguna cosa, como el agua del baño o los
alimentos. Es probable que ahora no pueda sentir muy bien el calor o el
frío en ese miembro.
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Las investigaciones demuestran que muchas personas que han sido tratadas por
cáncer desarrollan problemas en la boca y los dientes.
La radiación en la cabeza y el cuello puede ocasionar problemas con los
dientes o las encías, el tejido blando que recubre la boca, las
glándulas que producen la saliva y los huesos de la mandíbula.
Esto puede ocasionar:
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Resequedad en la boca
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Caries y otros tipos de problemas en los dientes
-
Pérdida o cambios en el sentido del gusto
-
Boca o encías adoloridas
-
Infecciones en la boca
-
Rigidez en la mandíbula, o cambios en el hueso de la quijada
-
Si recibió ciertos tipos de quimioterapia, puede tener muchos de estos
problemas también.
Algunos de estos problemas desaparecen después del tratamiento. Otros
duran un largo tiempo y otros nunca más desaparecen. Algunos problemas
pueden desarrollarse meses o incluso años después de haber
terminado el tratamiento.
¿Quiénes tienen estos problemas?
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Casi todas las personas que han recibido radioterapia en la cabeza y el cuello.
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La mayoría de las personas que han tenido trasplantes de médula
ósea.
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Aproximadamente dos de cada cinco personas tratadas con quimioterapia.
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Pida ayuda para los problemas en la boca o los dientes
Si estos problemas persisten después de que el tratamiento del
cáncer termina, y el médico no lo menciona, asegúrese de
preguntarle:
Vaya al dentista después de terminar el tratamiento. Si el dentista no
menciona el tema, asegúrese de preguntarle:
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Sugerencias para evitar o aliviar los problemas en la boca o los dientes
Mantenga la boca húmeda.
Mantenga la boca limpia.
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Cepíllese los dientes, las encías y la lengua con un cepillo extra
suave después de cada comida y al acostarse. Si le duele, ablande las
cerdas en agua tibia.
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Use una pasta de dientes suave con fluoruro (una pasta de dientes para
niños) y un enjuague bucal sin alcohol.
-
Pásese seda dental cuidadosamente entre los dientes todos los
días. Si las encías le sangran o le duelen, no pase la seda por
los lados que sangran o están irritados, pero no deje de pasarla por los
otros dientes.
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Enjuáguese la boca varias veces al día con una solución de
1/4 de cucharadita de polvo de hornear (bicarbonato de sodio) y 1/8 de
cucharadita de sal en una taza de agua tibia. Luego enjuáguela con agua
corriente.
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Si tiene dentadura postiza, límpiela, cepíllela y
enjuáguela después de cada comida. Pídale al dentista que
la revise para asegurarse de que todavía le queda bien.
Si le duele la boca, he aquí algunas cosas que debe evitar:
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Alimentos duros y crocantes, como las tortillas de maíz, que puedan
lastimarle la boca.
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Alimentos picantes, muy condimentados o ácidos, como los cítricos
o los jugos de frutas, que pueden irritarle la boca.
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Alimentos azucarados, como los caramelos o las bebidas gaseosas que pueden
causar caries.
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Palillos de dientes (pueden cortarle la boca).
-
Todos los productos derivados del tabaco.
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Bebidas alcohólicas.
Si tiene rigidez en la mandíbula:
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"¡No puedo creer que tenga cáncer y esté aumentando de
peso!"
Graciela, sobreviviente de cáncer de seno, 43 años.
Las investigaciones demuestran que algunos sobrevivientes de cáncer que
han recibido ciertos tipos de quimioterapia o han tomado determinados
medicamentos, tienen problemas con el aumento de peso y los kilos extra se
quedan ahí, incluso cuando el tratamiento termina. Las sobrevivientes de
cáncer de seno que han recibido ciertos tipos de quimioterapia aumentan
de peso en forma diferente, pueden perder músculo y ganar tejido adiposo
(grasa). Desafortunadamente, las formas habituales de perder peso puede que no
funcionen en esos casos.
Algunos sobrevivientes de cáncer tienen el problema opuesto: No tienen
ganas de comer y pierden peso. Algunos hombres dicen que les preocupa
más perder peso que ganarlo. Los hace sentir menos fuertes--y un poco
"menos hombres".
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Pida al médico o a la enfermera ayuda con el aumento de peso
El médico o la enfermera puede ayudarle a controlar el aumento de peso.
Estas son algunas de las cosas que el médico debe revisar con usted
sobre el aumento de peso. Si ni el médico ni la enfermera mencionan el
tema, asegúrese de preguntarles acerca de:
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Ejercicios para recuperar la fuerza en los brazos y las piernas, si ha perdido
músculos y ganado tejido adiposo.
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Un dietista o nutricionista que le pueda ayudar a planear una dieta saludable
que no le agregue peso extra.
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Sugerencias para recuperar el apetito
He aquí algunos consejos que han ayudado a otros a mejorar el apetito.
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Empiece con comidas pequeñas. Cinco comidas pequeñas al día
pueden ser más fáciles de manejar que tres grandes. Trate de
desayunar un poco menos de lo normal, pero coma una merienda saludable a media
mañana.
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Concéntrese en sus alimentos favoritos. Si la idea de comer no le motiva,
pruebe alimentos que realmente le gustaban antes del tratamiento. Eso
podría ayudarle a abrir el apetito.
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Consiéntase. Haga de la hora de las comidas un momento especial. Aunque
sólo beba un suplemento nutricional, sírvalo en un vaso o en una
taza helada. Agregue un poco de fruta fresca, jugo o cualquier otra cosa que
realce el sabor, para que le sepa mejor.
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Encuentre la forma de que sus comidas se vean atractivas. Elija alimentos de
colores contrastantes; sirva los alimentos en un plato lindo; utilice una
servilleta colorida.
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Si tiene problemas para tragar
Algunas personas que han recibido radioterapia o quimioterapia en la cabeza o
el cuello, pueden tener dificultades para comer porque no pueden tragar
fácilmente. Las personas que han recibido radioterapia en el seno o en
el tórax, o quienes han tenido cirugía en la laringe
también pueden tener problemas. Como decía un sobreviviente de
cáncer de pulmón, "Me costaba mucho trabajo masticar y tragar, a
causa de la quimio. No era capaz. Comí sólo sopas y arroz blando
durante semanas y semanas".
Si tiene problemas para tragar:
-
Ingiera alimentos suaves y blandos humedecidos con salsas. Los pudines, los
helados, las sopas, el puré de manzana, así como las bananas y
otras frutas blandas, son nutritivos y por lo general fáciles de tragar.
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Utilice una licuadora para procesar los alimentos sólidos.
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Pida consejo al equipo de profesionales de la salud, que incluye el
médico, la enfermera, el nutricionista o el especialista en lenguaje.
-
Eche la cabeza hacia atrás, o muévala hacia delante mientras come.
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Tome sorbos de agua con frecuencia, pues eso le ayudará a tragar los
alimentos y a hablar. Lleve siempre consigo una botella de agua.
Entre los problemas más molestos que tienen que enfrentar las personas
después del tratamiento del cáncer están los del intestino
y la vejiga. A menudo las personas se sienten avergonzadas o temerosas de
salir. "Lo más difícil fue regresar al trabajo", dijo un
sobreviviente de cáncer de próstata. "Me sentía como un
tonto por tener que ir al baño cada rato. Y fue una sorpresa total para
mí. El médico nunca me dijo que iba a tener este tipo de
problema".
Esta pérdida de control puede ocurrir después del tratamiento
para el cáncer de la vejiga, de la próstata, del colon, del recto
o de los ovarios, entre otros. La cirugía puede dejarlo sin
ningún tipo de control del intestino o de la vejiga, o sea sobre sus
necesidades de ir al baño. A lo mejor le puede quedar algo de control,
pero aun así usted puede verse obligado a correr al baño una o
más veces durante el día o la noche. El problema opuesto se puede
presentar cuando uno de los medicamentos que está tomando para el dolor
le ocasiona estreñimiento.
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Pida al médico o a la enfermera ayuda para controlar el intestino y la
vejiga
Controlar las necesidades del intestino y de la vejiga es importante. A veces
personas que han tenido cáncer no pueden controlar bien cuando tienen
que ir al baño a defecar u orinar. El médico tiene que informarle
sobre estas posibilidades, explicarle que se pueden presentar, y decirle
cómo hacer para enfrentarles. No vacile en sincerarse con el
médico y preguntarle cómo puede usted continuar su vida aun
teniendo problemas de control de sus necesidades intestinales y urinarias.
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Es importante contarle al médico cualquier cambio en sus hábitos
relacionados con la vejiga o con el intestino. Estas son algunas de las cosas
que el médico debe revisar con usted. Si el médico no menciona el
tema, asegúrese de preguntarle acerca de:
-
Ayuda para manejar las ostomías. Existen servicios y grupos de apoyo para
ayudar a las personas a enfrentarse con estos cambios.
-
Problemas a causa del estreñimiento, los cuales se pueden tratar.
-
Ejercicios de Kegel (vea Ejercicios de Kegel) y otros
programas de entrenamiento físico que pueden ser útiles.
-
Medicamentos que pueden ayudar.
Después de la quimioterapia, algunas mujeres dejan de tener sus
períodos todos los meses, o éstos cesan del todo.
Algunos tratamientos para el cáncer (y el medicamento tamoxifeno) pueden
producir cambios en el organismo femenino y reducir la cantidad de hormonas que
el cuerpo produce. Estos cambios pueden hacer que los períodos se
interrumpan y producir otros síntomas de menopausia.
Con el tiempo, algunas mujeres vuelven a tener la menstruación (sobre
todo las mujeres más jóvenes), pero otras no.
Algunos de las señales comunes de menopausia son:
Períodos irregulares. Una de las primeras señales es un
cambio en la menstruación. Se vuelve menos regular. El sangrado empieza
a ser menos abundante. Algunas mujeres tienen períodos cortos de mucho
sangrado. A veces el período se interrumpe repentinamente.
Sofocos. Por lo general, los sofocos son peores durante la noche y
pueden perturbar el sueño. Eso puede ocasionar cambios en el estado de
ánimo y dificultar la toma de decisiones.
Problemas con la vagina o la vejiga. Los tejidos en estas áreas
se vuelven más secos y delgados. Se pueden tener infecciones vaginales
con más frecuencia. A medida que usted se hace mayor, tiene más
problemas en el tracto urinario o le cuesta trabajo contener la orina.
Falta de interés en las relaciones sexuales. Estos cambios pueden
hacer que se le dificulte excitarse sexualmente.
Fatiga y problemas de sueño. Puede sentirse cansada o tener
problemas para conciliar el sueño, levantarse temprano, o volverse a
dormir, si se despierta en la mitad de la noche.
Problemas con la memoria y otras alteraciones como depresión, cambios en
el estado de ánimo e irritabilidad. Algunos de estos,
especialmente los problemas de la memoria, pueden estar relacionados con el
envejecimiento. Puede existir una conexión entre los cambios en los
niveles hormonales y sus emociones.
Otros cambios en su cuerpo. Es posible que note que la cintura se le
pone más grande y tiene menos músculos y más grasa
alrededor de su cuerpo, o que la piel está más delgada y ha
perdido elasticidad.
Es importante saber que:
Si todavía le venía la menstruación cuando comenzó
el tratamiento
y
ahora después del tratamiento tiene síntomas de menopausia,
todavía puede quedar embarazada.
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Pida al médico o a la enfermera ayuda para los síntomas de la
menopausia
Todos sabemos que la menopausia es normal. Llega un momento en que la mujer
deja de ser fértil y ya no puede quedar embarazada. Esto se
acompaña a veces con síntomas desagradables, como por ejemplo
olas de calor por todo el cuerpo, depresión, y nerviosismo. El
médico sabe estas cosas y debe explicárselas. Vea a un
ginecólogo cada año y si es necesario pregúntele todos los
detalles, así usted se sentirá tranquila sabiendo que los
síntomas son normales y cómo tratarlos.
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Si el médico no menciona el tema, asegúrese de preguntarle acerca
de:
-
Medicamentos, suplementos u otros métodos que puedan ayudarla a controlar
los síntomas de la menopausia.
-
Exámenes que le deban hacer (como por ejemplo, un examen de la densidad
ósea para ver si tiene riesgos de osteoporosis).
-
Maneras de reducir la probabilidad de adquirir:
-
Osteoporosis. La menopausia puede ponerla en riesgo de perder tejido
óseo, lo cual debilita los huesos y hace que se rompan más
fácil.
-
Enfermedad del corazón. La menopausia también puede hacer
que se eleve la concentración de colesterol en la sangre, lo cual
aumenta el riesgo de enfermedades que afectan el corazón y los vasos
sanguíneos.
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Sugerencias para aliviar los síntomas de menopausia
He aquí algunos consejos que han ayudado a otras mujeres a manejar los
síntomas de la menopausia:
-
Deje de fumar.
-
Haga ejercicio -- tanto levantamiento de pesas, como estiramiento muscular.
-
Aliméntese en forma sabia. Una dieta equilibrada proporciona la
mayoría de los nutrientes y calorías que su organismo necesita
para permanecer sano.
-
Trate de mantener un peso adecuado por medio de ejercicios y dieta.
-
Tome grandes cantidades de agua.
-
Si tiene sofocos, trate de llevar un diario de cuándo ocurren y
qué los puede ocasionar.
Esto puede ayudar a descubrir qué debe evitar. O:
-
Cuando le comience un sofoco, vaya a algún sitio fresco o lleve un
pequeño ventilador con usted.
-
Duerma en un cuarto fresco; eso puede evitar que los sofocos la despierten
durante la noche.
-
Vístase "por capas" que se pueda quitar cuando se acalore.
-
Use sábanas de algodón y ropa que la deje "respirar".
-
Trate de tomar una bebida fría (agua o jugo) al comienzo de un sofoco.
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Trate de no comer muchos alimentos picantes. Limite la cantidad de alcohol y
cafeína que toma.
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"Sabía de la impotencia. Pero no sabía nada de la falta total de
interés, lo cual causó realmente algunos problemas entre
nosotros".
Mitch, sobreviviente de cáncer de próstata, 73 años.
Es posible que su vida sexual sufra cambios después del tratamiento del
cáncer; a muchas personas les pasa. Cerca de la mitad de las mujeres que
han tenido tratamiento a largo plazo para el cáncer de seno o de los
órganos reproductores femeninos, y más de la mitad de los hombres
tratados por cáncer de la próstata, informan problemas sexuales a
largo plazo. Muchos sobrevivientes de cáncer dicen que no estaban
preparados para los cambios en su vida sexual.
Los problemas sexuales después del tratamiento del cáncer a
menudo son ocasionados por cambios en el cuerpo, debido a la cirugía, a
la quimioterapia o a la radiación, o por los efectos de los medicamentos
para el dolor. A veces estos problemas son ocasionados por la depresión,
los sentimientos de culpabilidad por la forma en que se produjo el
cáncer, por los cambios en la imagen corporal después de la
cirugía y por estrés entre usted y su pareja.
¿Qué tipos de problemas se presentan? Las personas informan
cuatro preocupaciones importantes:
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Pérdida de interés en el sexo. Algunos pueden tener
problemas con su imagen corporal después del tratamiento. Incluso la
idea de que sus parejas los vean sin ropa les resulta estresante. Otras,
están agotadas o tienen dolores y el sexo es lo último que les
pasa por la mente. La quimioterapia y algunos medicamentos para el
cáncer pueden reducir también el deseo sexual.
-
No ser capaces de tener relaciones sexuales como antes. Algunos
tratamientos para el cáncer ocasionan cambios en los órganos
sexuales, que cambian también su vida sexual.
-
Algunos hombres después del tratamiento para el cáncer de
próstata, de pene o de los testículos ya no pueden tener o
mantener una erección. Algunos tratamientos pueden debilitar
también el orgasmo masculino o hacer que éste sea seco (sin
eyaculación).
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A algunas mujeres, después del tratamiento del cáncer, se les
dificultan e incluso les resultan dolorosas las relaciones sexuales. Ciertos
tratamientos para el cáncer, como la quimioterapia, la cirugía o
la radiación pueden ocasionar estos problemas; algunas veces no existe
una causa clara para ellos.
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Tener síntomas de menopausia. Cuando la mujer deja de tener el
período, puede tener sofocos, sequedad o estrechez en la vagina y otros
problemas que pueden afectar su deseo de tener relaciones sexuales.
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Pérdida de la capacidad de tener hijos. Algunos tratamientos para
el cáncer pueden ocasionar infertilidad, lo cual hace imposible que los
sobrevivientes de cáncer tengan hijos. Dependiendo del tipo de
tratamiento que haya recibido, de su edad y sexo, así como del tiempo
que haya pasado desde que terminó el tratamiento, todavía
podría tener hijos.
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Pida al médico o a la enfermera ayuda con sus problemas sexuales
Hablar de sexo, necesidades sexuales, del acto sexual, y otras cosas
relacionadas con el sexo no es fácil. Todos nos sentimos un poco
avergonzados si tenemos que hablar de estas cosas. Es todavía más
difícil hablar de esas cosas con extraños como por ejemplo un
médico. Por ejemplo, muchas mujeres de la comunidad latina han contado
que les cuesta mucho trabajo hablar sobre su cuerpo y sus ideas sobre el sexo,
y que tienen mucho pudor. En los aspectos sexuales muchas mujeres latinas son
muy reservadas debido a su educación y tradiciones culturales. En
realidad es el médico quien debe explicarle todo a usted. Sin embargo, a
veces el médico no explica estas cosas de una manera clara. Usted tiene
que hacer las preguntas: anímese y pregunte. Le hará muy bien
enterarse de lo que el médico sabe sobre el tema.
Si cree que podría tener problemas para hablar de este tema, lleve
consigo este documento y muéstrele esta sección al médico
o a la enfermera.
Otra forma de aprender sobre su problema y como resolverlo es unirse a un grupo
de apoyo donde haya personas como usted con las cuales usted puede hablar
libremente y con franqueza.
Por lo general, los problemas sexuales no se mejoran por sí solos. Estas
son algunas de las cosas que el médico debe revisar con usted. Si el
médico no menciona el tema, asegúrese de comentarle acerca de:
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Cualquier problema médico que pueda estar causando cambios en su vida
sexual. Usted puede obtener tratamiento para los problemas que tiene.
Estos pueden incluir:
-
Problemas de erección. Los medicamentos, la psicoterapia, la
búsqueda de maneras para producirse placer, la cirugía y otros
métodos pueden ser útiles.
-
Sequedad vaginal. Sequedad o estrechez en la vagina, que puede ser
causada por la menopausia. Pregunte cuál de estas opciones es para
usted: el uso de lubricantes a base de agua durante el acto sexual, o de
dilatadores antes del coito, o tomar hormonas, o usar una crema con hormonas.
-
Formas de mejorar el control muscular con los ejercicios de
Kegel. Usted puede fortalecer los músculos de la zona genital
por medio de estos ejercicios. Practíquelos controlando los
músculos para detener el flujo de la orina. Puede hacer estos ejercicios
incluso cuando no esté orinando. Simplemente contraiga y relaje los
músculos mientras está sentada, de pie, o realiza cualquier otra
actividad.
-
Sus preocupaciones por tener hijos, y qué puede hacer. Hable con
el médico de las preocupaciones relacionadas con la planificación
de la familia. En el caso de las mujeres, pregúntele si todavía
debe usar métodos para no quedarse embarazada, aunque ya no tenga
menstruaciones.
-
Ver un terapista sexual. A veces es bueno ver a un especialista en
problemas relacionados con la actividad sexual. Estos especialistas
están acostumbrados a escuchar gente como usted y comprenderán
enseguida su caso. No se sienta inseguro o avergonzado--sus problemas le
ocurren también a otras personas, y el especialista tiene experiencia
con ellos y sabe como tratarlos.
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Sugerencias para disfrutar de la intimidad después del tratamiento
Muchas personas pueden seguir disfrutando del sexo y de la intimidad
después del tratamiento del cáncer, pero a veces deben hacer
algunos cambios. He aquí algunas ideas que han ayudado a otros:
-
Prepare un ambiente sensual. Iluminación, música, aromas o
una cena romántica para dos.
-
Haga una "cita amorosa". De ser posible, reserve un tiempo especial para
estar solos.
-
Acaríciense. Bésense, abrácense y
consiéntanse aun cuando no puedan tener el tipo de relaciones sexuales
que antes tenían.
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Cambie de posición. Una nueva posición le puede brindar
más comodidad.
-
Busque otras maneras de demostrar la sexualidad. Por ejemplo, puede
disfrutar sensaciones en sitios del cuerpo que antes no se tocaban tan a
menudo. Piense en maneras de autocomplacerse.
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Vaya despacio al principio. Si tiene cicatrices dolorosas, es posible
que tenga que acostumbrarse poco a poco a que le toquen la cicatriz.
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Pida más juegos de estimulación erótica si los necesita.
Algunas mujeres dicen que necesitan más tiempo para relajarse y estar
listas para el acto sexual. Algunos hombres dicen que necesitan un tipo nuevo
de caricias para alcanzar el orgasmo. El clímax puede ser más
intenso si se detienen y comienzan de nuevo varias veces cuando están
próximos a alcanzarlo.
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Busque formas de sentirse más sensual. Póngase piyamas o
una camisa de dormir que esconda la cicatriz y le haga sentir más
atractivo o atractiva. Piense en todas las formas en que le brinda placer a su
pareja.
-
Sea positivo. Sus pensamientos pueden desempeñar una
función importante en su vida sexual.
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Hable sobre sus preocupaciones o miedos con su pareja.
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Para algunos sobrevivientes, los efectos a largo plazo del cáncer y su
tratamiento pueden empeorar debido al envejecimiento o a enfermedades como la
diabetes y las afecciones cardíacas, que pudieran tener antes del
cáncer. Las sobrevivientes de cáncer de seno que han tenido
cirugía pueden sentir dolor al realizar actividades cotidianas como
alcanzar objetos o estirarse, y las enfermedades como la artritis dificultan
aún más estas actividades. Los sobrevivientes de cáncer
colorrectal o de próstata pueden descubrir que el proceso de
envejecimiento afecta también el control de la vejiga o del intestino.
Es muy importante que le cuente al médico sobre:
Ciertos tratamientos del cáncer pueden causar problemas de salud en el
futuro. En ocasiones, estos problemas no aparecen de inmediato; algunos no
aparecen hasta muchos años después del tratamiento.
Estas son algunas de las cosas que el médico debe revisar con usted
sobre otros tipos de problemas que tenga.
Si el médico no menciona el tema, asegúrese de preguntarle:
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Si el tratamiento lo puede exponer al riesgo de tener problemas a corto o largo
plazo.
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Cuáles son esos problemas.
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Qué debe hacer para cuidar de su salud.
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