Por Joene Hendry
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los productos con alcanfor, que se usan para aliviar los síntomas del resfrío, prevenir pestes o con fines espirituales, pueden ser altamente tóxicos para los niños pequeños, según un estudio publicado en la revista Pediatrics.
El consumo, la inhalación o la absorción cutánea de alcanfor, como así también la combinación de esas vías de exposición, podrían provocar convulsiones hasta después de los 90 minutos del contacto con la sustancia.
"Los padres deberían usar esos productos con los cuidados con que manipulan otros productos venenosos", indicó a Reuters Health el doctor Hnin Khine, del Hospital de Niños Montefiore y el Colegio de Medicina Albert Einstein, en Nueva York.
El alcanfor, que se destila de la corteza y la madera del árbol Cinnamonum camphora, nativo del sudeste asiático e islas adyacentes, sería más potente en los productos importados que en las preparaciones de venta libre autorizadas por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
En las tres convulsiones identificadas en dos semanas por exposición al alcanfor, sólo la pregunta directa hizo que los padres recordaran que sus hijos habían estado expuestos a productos con alcanfor.
Dos de esos ataques se dieron en varones de 15 y de 22 meses de edad que accidentalmente habían ingerido cubos de alcanfor que habían quedado a su alcance. Ninguno de los niños había tenido convulsiones anteriormente y ambos se recuperaron con el tratamiento.
El tercer caso se dio en una niña de 3 años con antecedentes convulsivos.
Cuando se le preguntó a la madre sobre la exposición al alcanfor, ella recordó que le había untado a su hija un ungüento de alcanfor de venta autorizada para aliviarle los síntomas de un resfrío, a la vez que usaba otros productos con la sustancia en el resto del hogar.
Los médicos les recomendaron a todos esos padres que dejaran de usar los productos con alcanfor.
A las 10 semanas del tratamiento, los padres no observaron convulsiones en sus hijos.
La niña de 3 años y sus hermanos mayores, que también tenían antecedentes convulsivos, dejaron de tomar los medicamentos para controlar las convulsiones.
Para el equipo, esos casos prueban la necesidad de seguir educando a la población sobre los riesgos del uso del alcanfor para los niños.
Los médicos, recomendaron los autores, deberían tener en cuenta la toxicidad del alcanfor cuando evalúan a un niño que súbitamente comienza a tener convulsiones.
FUENTE: Pediatrics, mayo del 2009
Temas relacionados:
Página Principal | Temas de Salud | Medicinas y Suplementos | Enciclopedia | Tutoriales Interactivos | Noticias | |
Exenciones | Derechos de autor | Política de privacidad | Accesibilidad | Criterios de calidad U.S. National Library of Medicine, 8600 Rockville Pike, Bethesda, MD 20894 National Institutes of Health | Department of Health & Human Services |
Página actualizada: 29 abril 2009 |