¿Cuáles son los signos y
síntomas de la anemia de células falciformes?
Los signos y síntomas de la anemia de
células falciformes varían. Algunas personas tienen
síntomas leves. Otras tienen síntomas muy graves y casi siempre
deben hospitalizarse para recibir tratamiento.
La anemia de células falciformes está
presente desde el nacimiento, pero muchos bebés no muestran signos de la
enfermedad hasta después de los 4 meses.
Los signos y síntomas más corrientes
se relacionan con la
anemia
y el dolor. Otros tienen que ver con las complicaciones de la enfermedad.
Signos y síntomas relacionados con la
anemia
El síntoma más frecuente de la anemia
es el cansancio (sensación de agotamiento y debilidad). Otros signos y
síntomas de la anemia son:
- Dificultad para respirar
- Mareo
- Dolor de cabeza
- Frío en las manos y los pies
- Palidez
- Dolor en el pecho
Signos y síntomas relacionados con el
dolor
El dolor repentino en todo el cuerpo es un
síntoma común de la anemia de células falciformes. Este
dolor se conoce como "crisis falciforme". A menudo afecta los huesos, los
pulmones, el abdomen y las articulaciones.
La crisis falciforme se presenta cuando los
glóbulos rojos en forma de medialuna (células falciformes) forman
grupos en la sangre que circula por el cuerpo. (Otras células
también pueden participar en este proceso). Los grupos de células
bloquean la circulación en los vasos sanguíneos pequeños
de extremidades y órganos. Entonces se puede producir dolor y
lesión del órgano.
El dolor de la crisis falciforme puede ser agudo o
crónico, pero el dolor agudo es más común. El dolor agudo
es repentino y puede oscilar entre leve y muy intenso. Por lo general dura
entre unas horas y unos cuantos días. El dolor crónico a menudo
dura entre semanas y meses. Puede ser mentalmente agotador y difícil de
soportar. Este dolor puede limitar de manera muy marcada las actividades
diarias.
Casi todas las personas que sufren anemia de
células falciformes tienen crisis dolorosas en algún momento de
la vida. Algunas tienen estas crisis menos de una vez al año. Otras
pueden tener 15 o más crisis al año.
En la crisis falciforme intervienen muchos factores.
Por lo general existe más de un factor y se desconoce la causa exacta.
Usted puede controlar algunos factores. Por ejemplo, el riesgo de sufrir una
crisis falciforme aumenta si hay deshidratación (es decir, si el cuerpo
no tiene suficientes líquidos). Tomar muchos líquidos puede
disminuir el riesgo de que le dé una crisis dolorosa. Hay otros factores
que no se pueden controlar, como las infecciones.
Las crisis dolorosas constituyen la principal causa
de consultas en los servicios de urgencia y de hospitalizaciones entre las
personas que tienen anemia de células falciformes.
Complicaciones de la anemia de células
falciformes
Los efectos de las crisis falciformes en diferentes
partes del cuerpo pueden causar varias complicaciones.
Síndrome de manos y pies
Las células falciformes (glóbulos
rojos en forma de medialuna) pueden obstruir los vasos sanguíneos de las
manos o los pies. Esto se conoce como síndrome de manos y pies. Puede
producir dolor, hinchazón y fiebre. Las manos y los pies se pueden ver
afectados individualmente o más de uno a la vez.
Es posible que se sienta dolor en los numerosos
huesos de las manos y los pies. La hinchazón se presenta por lo general
en el dorso (la parte externa) de las manos y los pies, y se desplaza a los
dedos. El síndrome de manos y pies puede ser el primer signo de anemia
de células falciformes en los bebés.
Crisis esplénica
El bazo es un órgano del abdomen. En
condiciones normales retiene los glóbulos rojos anormales y ayuda a
combatir infecciones. A veces puede atrapar células que deberían
estar circulando en la sangre. Cuando esto sucede, el bazo aumenta de
tamaño y se produce anemia.
Si el bazo se obstruye con células
falciformes no funcionará correctamente. Entonces puede disminuir de
tamaño. Si esto sucede, tal vez se requieran transfusiones de sangre
hasta que el organismo pueda producir más células y se
recupere.
Infecciones
Tanto a los niños como a los adultos que
sufren anemia de células falciformes les es difícil combatir las
infecciones. Esto se debe a que este tipo de anemia puede lesionar el bazo, que
es un órgano que ayuda a combatir las infecciones.
Los bebés y niños pequeños que
tienen lesiones del hígado corren más riesgo de presentar
infecciones que pueden causar la muerte en un término de horas o
días. La neumonía es la causa más frecuente de muerte en
niños pequeños con anemia de células falciformes.
La meningitis, la gripe y la hepatitis son otras
infecciones frecuentes en personas con anemia de células
falciformes.
Síndrome torácico agudo
El síndrome torácico agudo es una
afección potencialmente mortal que se relaciona con la anemia de
células falciformes. Se parece a la neumonía y se debe a una
infección o a la presencia de células falciformes atrapadas en
los pulmones.
Las personas que presentan síndrome
torácico agudo por lo general tienen dolor en el pecho y fiebre. Estas
personas a menudo tienen resultados anormales en la radiografía de
tórax. Con el tiempo, las lesiones pulmonares causadas por el
síndrome torácico agudo pueden producir hipertensión
pulmonar.
Hipertensión pulmonar
Las lesiones de los vasos sanguíneos
pequeños de los pulmones dificultan la tarea del corazón de
bombear sangre por los pulmones. Entonces la presión arterial de los
pulmones aumenta.
El aumento de la presión arterial en los
pulmones se llama hipertensión pulmonar. Sus síntomas principales
son sensación de falta de aliento y problemas para respirar.
Retraso del crecimiento y de la pubertad en
niños
Por lo general, los niños con anemia de
células falciformes crecen más lentamente que otros.
Además, les llega la pubertad más tarde. La escasez de
glóbulos rojos es la causa del retardo del crecimiento. Los adultos con
anemia de células falciformes a menudo son más delgados o de
menor estatura que otros adultos.
Derrame cerebral
En las personas con anemia de células
falciformes pueden presentarse dos tipos de derrame cerebral. Uno se presenta
cuando se bloquea un vaso sanguíneo del cerebro. El otro se presenta
cuando se rompe un vaso sanguíneo del cerebro.
El derrame cerebral puede causar discapacidades del
aprendizaje o lesiones cerebrales duraderas, discapacidad prolongada,
parálisis o muerte.
Problemas de los ojos
Las células falciformes también pueden
taponar los vasos sanguíneos pequeños que llevan sangre rica en
oxígeno a los ojos. Por esta razón la retina se puede lesionar.
(La retina es una capa delgada de tejido que se encuentra en la parte posterior
del ojo). La retina capta las imágenes que vemos y las envía al
cerebro.
Si no hay suficiente sangre, la retina se debilita,
con lo cual se producen problemas graves, entre ellos la ceguera.
Priapismo
Los varones que sufren anemia de células
falciformes pueden tener erecciones dolorosas e indeseadas. Esta
situación se conoce como priapismo. Se produce porque las células
falciformes obstruyen la circulación de la sangre que sale del pene
erecto. Con el paso del tiempo, el priapismo puede lesionar el pene y producir
impotencia.
Cálculos biliares
Cuando los glóbulos rojos mueren, dejan salir
la hemoglobina. El organismo descompone esta proteína en una sustancia
llamada bilirrubina. El exceso de bilirrubina puede provocar la
formación de cálculos biliares en la vesícula.
Los cálculos biliares pueden causar un dolor
constante que dura 30 minutos o más y se siente en la parte superior
derecha del abdomen, por debajo del hombro derecho o entre los omoplatos. El
dolor puede presentarse después de consumir comidas grasosas.
Las personas que tienen cálculos biliares
pueden presentar náuseas (ganas de vomitar), vómito, fiebre,
sudor, escalofríos, deposiciones (materia fecal) de color de arcilla o
ictericia (color amarillento de la piel o de la parte blanca de los ojos).
Llagas en las piernas
Las llagas o úlceras de la anemia de
células falciformes comienzan por lo general como llagas
pequeñas, elevadas y con costra en la parte inferior de las piernas. Se
presentan con más frecuencia en los hombres que en las mujeres. Por lo
general aparecen entre los 10 y los 50 años.
No se sabe con certeza cuál es su causa y el
número de úlceras puede variar entre una y muchas. Algunas
úlceras sanan rápidamente pero otras duran años o vuelven
a aparecer después de haber sanado.
Insuficiencia multiorgánica
La insuficiencia multiorgánica es poco
frecuente pero grave. Sucede cuando una crisis falciforme produce la
insuficiencia de dos de tres órganos principales (los pulmones, el
hígado o los riñones).
Los síntomas de esta complicación son
fiebre y cambios del estado mental, como cansancio repentino y falta de
interés en el entorno. |