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El trabajo nocturno alteraría las hormonas y la presión

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Traducido del inglés: miércoles, 4 de marzo, 2009

Por Amy Norton

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los patrones irregulares de sueño alterarían rápido la actividad natural de las hormonas y el metabolismo, lo que sostenido en el tiempo elevaría los riesgos para la salud a largo plazo, informó un grupo de expertos.

Los resultados, que surgen de un estudio sobre 10 adultos en un laboratorio de sueño, explicarían por qué el trabajo nocturno por turnos rotativos está asociado con una mayor probabilidad de desarrollar diabetes, enfermedad cardiovascular y obesidad.

Cuando a los voluntarios se les modificaba el ciclo sueño-vigilia en unas 12 horas, como ocurre con el trabajo por turnos, el estudio demostró que eso les producía cambios desfavorables en la presión, la calidad del sueño y varias hormonas clave.

Los niveles de leptina, una hormona que normalmente suprime el apetito, tendían a disminuir, mientras que la cantidad de azúcar en sangre e insulina aumentaba.

En tanto, el patrón de actividad normal de la hormona del estrés, el cortisol, se había revertido por completo. Los resultados fueron publicados en la versión en internet de Proceedings of the National Academy of Sciences.

El estudio apunta a conocer los mecanismos potenciales por los que el trabajo por turnos, o quizás otras causas de alteración del patrón de sueño, alteraría la salud, explicó el doctor Frank Scheer, neurocientífico de la División de Medicina del Sueño del Brigham and Women's Hospital, en Boston.

La reducción de la leptina, por ejemplo, podría en el tiempo favorecer el aumento del peso y la aparición de la obesidad, dijo Scheer, autor principal del estudio, a Reuters Health.

El aumento crónico del azúcar en sangre y la insulina puede promover la aparición de la diabetes tipo 2, mientras que ciertas alteraciones de la presión y el cortisol inducen el desarrollo de la enfermedad cardíaca.

Para el estudio, el equipo de Scheer les pidió a 10 hombres y mujeres que pasaran 10 días en un laboratorio de sueño, donde tuvieron "días" de 28 horas. Eso alteró por completo la sincronización de sus patrones de sueño-vigilia con los ritmos circadianos.

El análisis de las muestras de sangre extraídas cada hora durante nueve días permitió medir el nivel de varias hormonas.

Los autores hallaron que los voluntarios sufrían los cambios hormonales más importantes cuando el ciclo sueño-vigilia se modificaba en unas 12 horas, que es cuando dormían durante el día y permanecían despiertos de noche.

Scheer precisó que tres voluntarios tuvieron niveles de azúcar en sangre después de comer similares a los de los "prediabéticos", lo que sugiere que los patrones irregulares de sueño podrían elevar el riesgo de diabetes hasta en personas sanas.

Es posible también, dijo el investigador, que los resultados ayuden no sólo a los trabajadores con turnos rotativos, sino también a las personas con trastornos del sueño que alteran el ritmo circadiano.

Asimismo, dado que los efectos hormonales se manifiestan rápidamente, hasta los pasajeros con "jet lag" podrían sufrir alteraciones temporales.

FUENTE: PNAS Early Edition, online 2 de marzo del 2009


Reuters Health

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