Información general sobre el astrocitoma cerebeloso infantil
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El astrocitoma cerebeloso infantil es una enfermedad por la que se forman células benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas) en los tejidos del cerebro.
Los astrocitomas son tumores que se desarrollan a partir de células en el cerebro denominadas astrocitos. Los astrocitomas cerebelosos se originan en el cerebelo, el cual está ubicado en la sección posterior inferior del cerebro. El cerebelo es la parte del cerebro que controla el movimiento, el equilibrio y la postura.
Aproximadamente 15% a 25% de todos los tumores cerebrales de la infancia son astrocitomas cerebelosos. Si bien el cáncer es inusual en niños, los tumores cerebrales constituyen el tipo más común de cáncer infantil además de la leucemia y el linfoma.
El presente sumario hace referencia al tratamiento de los tumores cerebrales primarios (tumores que se originan en el cerebro). El tratamiento de los tumores cerebrales metastásicos, que son tumores formados por células cancerosas que se originan en otras partes del cuerpo y se diseminan en el cerebro, no se incluye en este sumario.
Los tumores cerebrales se pueden presentar tanto en niños como en adultos; no obstante, el tratamiento para niños puede ser diferente del tratamiento para adultos. Para mayor información, consultar los siguientes sumarios del PDQ:
Se desconoce la causa de la mayoría de los tumores cerebrales infantiles.
Los síntomas del astrocitoma cerebeloso infantil son variados y con frecuencia dependen de la edad del niño y la ubicación del tumor.
Estos y otros síntomas pueden ser causados por un astrocitoma. Otras afecciones pueden causar los mismos síntomas. Se debe consultar con un médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:
- Pérdida del equilibrio, problemas para caminar, deterioro de la
escritura o trastornos en el habla.
- Dolor de cabeza por las mañanas o dolor de cabeza que desaparece después de vomitar.
- Náuseas y vómitos.
- Somnolencia inusual o cambio en el nivel de energía.
- Modificación en la personalidad o la conducta.
- Pérdida o aumento de peso inexplicado.
Pruebas que examinan el cerebro y la médula espinal se utilizan para detectar (encontrar) el astrocitoma cerebeloso infantil.
Pueden utilizarse las siguientes pruebas y procedimientos:
- Gammagrafía por TC (gammagrafía por TAC): procedimiento mediante el cual se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere, a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen más claramente. Este procedimiento también se llama tomografía computada, tomografía computarizada o tomografía axial computarizada.
- IRM (imaginología por resonancia magnética) con gadolinio: procedimiento para el que se utiliza un imán, ondas radioeléctricas y una computadora para crear una serie de fotografías detalladas de áreas internas del cerebro y la médula espinal. Se inyecta en una vena una sustancia llamada gadolinio, que se acumula alrededor de las células cancerosas y las hace aparecer más brillantes en la imagen. Este procedimiento también se llama imaginología por resonancia magnética nuclear (IRMN).
El astrocitoma cerebeloso infantil se diagnostica y extirpa durante la cirugía.
Si se sospecha la existencia de un tumor cerebral, se realiza una biopsia mediante la remoción de parte del cráneo y con la utilización de una aguja se extirpa una muestra del tejido tumoral. Un patólogo observa el tejido al microscopio en búsqueda de células tumorales. Si se encuentran células cancerosas, el médico extirpará cuidadosamente tanto tumor como fuera posible durante el procedimiento quirúrgico.
Ciertos factores repercuten en el pronóstico (posibilidad de recuperación) y la elección de tratamiento.
El pronóstico (probabilidad de recuperación) dependerá de:
- El tipo de astrocitoma.
- Si queda residuo de células cancerosas después de la cirugía.
Las opciones de tratamiento dependerán de:
- Si queda residuo de células cancerosas después de la cirugía, o si estas se han diseminado o otras partes del cerebro.
- Ubicación del tumor.
- Edad del niño.
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