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Mensaje de administradora-designada Lisa Jackson a empleados de EPA

Administradora
Lisa P. Jackson

Memorándum

Fecha: 23 de enero de 2009

A: Todos los empleados de EPA

De: Lisa Jackson, Administradora

No puedo pensar en ningún llamado o privilegio mayor que de reintegrarme a EPA como su administradora. Estoy agradecida y me siento muy humilde por el hecho de que el Presidente Obama me ha encomendado este honor. Con su elección y mi nombramiento, el Presidente Obama ha cambiado dramáticamente la faz del ambientalismo estadounidense. Con su ayuda, ahora podremos cambiar la cara del medio ambiente también.

Durante mis 21 años de servicio público, he sido testigo de primera mano de la dedicación y el profesionalismo de la fuerza laboral de EPA. Miles de empleados comprometidos, trabajadores, y talentosos para los cuales la protección del medio ambiente es su llamado, no solamente su empleo, han hecho de EPA una fuerza propulsora de la protección medioambiental desde 1970.

EPA puede cumplir los retos medioambientales de la nación sólo si sus empleados están plenamente involucrados como socios en nuestra misión compartida. Por dicha razón, yo tengo mucho respeto por la fuerza laboral de EPA como un principio fundamental del ejercicio de mis funciones. Acudiré a ustedes cada día para sus ideas, consejos y conocimientos. EPA debe ser nuevamente el lugar de trabajo de preferencia para veteranos del servicio público, así como talentosos jóvenes que están comenzando sus carreras profesionales en la protección ambiental—tal como fue para mí la primera vez que me uní a la EPA poco después de cursar estudios graduados.

Al delinear su agenda para el medio ambiente, el Presidente Obama ha articulado tres valores que él espera EPA defienda. Estos valores definirán todo lo que haré.

La ciencia es la espina dorsal de los programas de EPA. Las leyes de salud pública y medioambientales que el Congreso ha adoptado dependen de la adhesión rigurosa de la mejor ciencia disponible. El presidente considera que cuando EPA aborde asuntos científicos, debería depender del juicio experto de los científicos de carrera y asesores independientes de la Agencia. Cuando los juicios científicos son suprimidos, representados incorrectamente o distorsionados por agendas políticas, los estadounidenses pueden perder la fe en su gobierno a proveer una firme salud pública y protección ambiental.

Las leyes que el Congreso ha escrito y dirigido a EPA a implementa dejan espacio para juicios de política pública. Sin embargo, las decisiones de política no deben ser disfrazadas como hallazgos científicos. Yo prometo que a no claudicaré la integridad de los expertos de EPA a fin de avanzar una preferencia por un resultado reglamentario en particular.

EPA debe seguir el dominio de la ley. El presidente reconoce que el respeto en los mandatos congresionales y las decisiones judiciales es el baluarte de una agencia reglamentaria basada en principios. Conforme a nuestras leyes medioambientales, EPA tiene la flexibilidad para ejercer su discreción y el Congreso ha mirado hacia EPA para abundar en los detalles de las políticas generales. Sin embargo, EPA tiene que ejercer su discreción sobre la política pública basada en buena fe y en cumplimiento de las directrices del Congreso y los tribunales. Cuando el Congreso ha sido explícito, EPA no puede malinterpretar o ignorar el lenguaje que el Congreso ha utilizado. Cuando una corte ha determinado las responsabilidades de EPA bajo los estatutos vigentes, EPA no puede hacer omiso a la decisión de la corte ni procrastinar en su cumplimiento.

Las acciones de EPA tienen que ser transparentes. En 1983, el administrador de EPA Ruckelshaus prometió que EPA debe operar “en un lugar visible” y “debe intentar comunicarse con todo el mundo desde los ambientalistas a aquellas entidades que regulamos y lo debe hacer lo más abiertamente posible”.

Acojo esta filosofía. La confianza pública en la Agencia exige que nos comuniquemos con todas las partes interesadas de manera justa e imparcial y que consideremos los puntos de vista y los datos presentados de manera cuidadosa y objetiva, y que revelemos plenamente la información que forma las bases de nuestras decisiones. Me comprometo a desempeñar la labor de la Agencia en plena vista pública para que la puerta permanezca abierta a todas las partes interesadas y de que no haya duda del por qué estamos actuando o cómo llegamos a nuestras decisiones.

Tenemos que hacer un esfuerzo especial por conectarnos a aquellos que históricamente han carecido de representación en el proceso de toma de decisiones de EPA, incluyendo a aquellos que privados de derechos civiles en nuestras ciudades y áreas rurales, comunidades de color, americanos indígenas, personas desproporcionadamente impactadas por la contaminación, y los pequeños negocios, ciudades y pueblos que trabajan por cumplir sus responsabilidades ambientales. Como todos los estadounidenses, ellos se merecen una EPA con la mente abierta, un gran corazón, y una voluntad de escuchar.

Como su administradora, defenderé los valores de la integridad científica, el dominio de la ley y la transparencia cada día. Si en alguna ocasión consideran que no estoy cumpliendo con ese compromiso, exijo que me lo hagan saber.

Muchas tareas vitales están por delante en cada aspecto de los programas de EPA. A medida que desarrolle mi agenda, buscaré su asesoramiento sobre las tareas que son más urgentes para proteger la salud pública y el medio ambiente y las estrategias que EPA puede adoptar para maximizar su eficacia y la pericia de nuestros talentosos empleados. Desde el inicio, quisiera destacar cinco prioridades que recibirán mi atención personal:

• La reducción de las emisiones de gases con efecto de invernadero. El presidente ha prometido hacer la respuesta a la amenaza del cambio climático un asunto de alta prioridad de su administración. Él confía en que podremos lograr la transición hacia una economía baja en carbono mientras creamos empleos y realizamos la inversión que necesitamos para emerger de la recesión actual y creamos una base sólida para el crecimiento futuro. Comparto esa visión. EPA está lista a ayudar al Congreso en la elaboración de una legislación firme sobre el clima basada en la ciencia que realice la visión del presidente. Mientras el Congreso hace su labor, nos moveremos hacia adelante para cumplir con la decisión del Tribunal Supremo de reconocer la obligación de EPA de abordar el cambio climático bajo la Ley de Aire Limpio.

• El mejorar la calidad del aire. La nación continúa enfrentando serios retos de contaminación atmosférica con grandes áreas del país que están en incumplimiento de los estándares de calidad de aire y muchas comunidades que se enfrentan a la contaminación atmosférica tóxica. La ciencia indica que la salud del pueblo está en riesgo. Debemos de llenar las lagunas en nuestro sistema reglamentario como la ciencia y el derecho exigen.

• El manejar los riesgos químicos. Más de 30 años después de que el Congreso adoptara la Ley para el Control de Sustancias Tóxicas, es evidente de que no estamos haciendo una labor adecuada en evaluar y manejar los riesgos de sustancias químicas en los productos del consumidor, el lugar del trabajo y el medio ambiente. Ha llegado el momento de revisar y fortalecer los programas de EPA sobre el manejo de sustancias químicas y evaluación de riesgos.

• La limpieza de sitios contaminados por desechos peligrosos. EPA luchará por acelerar el ritmo de la limpieza de centenares de lugares contaminados a través de todo el país. El convertir estos lugares abandonados en parcelas productivas y el reducir los riesgos a la salud humana y el medio ambiente significan empleos e inversión en nuestros terrenos, nuestras comunidades y nuestro pueblo.

• La protección del agua de Estados Unidos. EPA intensificará nuestra labor por restaurar y proteger la calidad de los arroyos, ríos, lagos, bahías, océanos y acuíferos. La Agencia hará un uso robusto de nuestra autoridad de restaurar los tesoros amenazados como los Grandes Lagos y la Bahía del Chesapeake, para abordar nuestros ríos urbanos desatendidos, fortalecer los programas de agua potable segura, y reducir la contaminación de las descargas residuales e industriales.

A medida que cumplamos con estos desafíos, debemos ser sensibles a la carga que la contaminación impone en las poblaciones vulnerables, incluyendo los niños, los adultos de la tercera edad, los pobres y todos los demás que se enfrentan a un riesgo particular de salud y del medio ambiente. Debemos buscar un consorcio pleno con miras mayores a identificar y eliminar las fuentes de contaminación en nuestros vecindarios, escuelas y hogares.

La fortaleza de EPA estriba en nuestra habilidad de adaptarse al rostro continuamente cambiante de la protección ambiental a medida que nuestra economía y sociedad evolucionen y la ciencia nos enseña más acerca de cómo los humanos interactúan con y afectan el mundo natural. Ahora, más que nunca, EPA tiene que ser innovadora y de mirada futurista porque los desafíos medioambientales a los cuales se enfrentan los estadounidenses por toda la nación son sin precedentes.

En efecto, estos desafíos son inmensos en escala y urgencia. Sin embargo, como el Presidente Obama declaró el martes, serán cumplidos. Espero con interés integrarme al trabajo el lunes para que abordemos estos retos juntos.


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