Fases de una enfermedad grave
El entender cómo otras personas afrontan las enfermedades de gravedad podría
ayudar al paciente y su familia a prepararse para lidiar con la que atañe a su
caso. Se puede decir que la enfermedad grave consta de cuatro fases:
- La fase
antes del diagnóstico.
- La fase aguda.
- La fase crónica.
- La recuperación o
muerte.
La fase anterior al diagnóstico de una enfermedad grave es el período de
tiempo antes del diagnóstico cuando el paciente se da cuenta de que corre el
riesgo de desarrollar una enfermedad. Esta fase no se compone de un solo
instante, sino que se extiende por todo el período en que la persona es
sometida a un examen físico, incluyendo varios análisis, y culmina en el
momento en que recibe el diagnóstico.
La fase aguda sucede durante el diagnóstico, cuando la persona se ve forzada a
entender el diagnóstico y tiene que tomar una serie de decisiones acerca de su
cuidado médico.
La fase crónica se define como el período entre el diagnóstico y el resultado
del tratamiento, cuando los pacientes tratan de lidiar con las demandas de la
vida cotidiana al mismo tiempo que reciben tratamiento y tratan de aceptar sus
efectos secundarios. Hace algún tiempo, el período entre el diagnóstico de
cáncer y la muerte era típicamente de unos meses, los cuales se solían pasar
en el hospital. Sin embargo, ahora las personas pueden vivir años después de
recibir un diagnóstico de cáncer.
Durante la fase de recuperación, las personas tienen que afrontar los efectos
psicológicos, sociales, físicos, religiosos y monetarios del cáncer.
La fase final o terminal de una enfermedad grave ocurre cuando la muerte se
convierte en algo inminente. En este momento se cambia de objetivo, y en vez
de intentar curar o prolongar la vida del individuo, los esfuerzos se
concentran en ayudar a que la persona se sienta cómoda y ofrecer alivios para
el dolor. Las tareas durante esta fase final a menudo se enfocan en lo
religioso.
Volver arriba
< Sección anterior | Siguiente sección > |