LLABORATORIO
NACIONAL CENTRAL DE ATF
COMPONENTES
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Laboratorio
de Ciencias Forenses evalúa las evidencias obtenidas en crímenes
que incluyen armas de fuego, bombas y casos sospechosos de incendio
intencional. Sus servicios incluyen:
Los exámenes de las armas de fuego y las herramientas de fabricación,
incluyendo el examen de las armas de fuego, comparación e identificación
de las balas y casquillos, restauración de los números
de serie borrados, determinación de las distancias desde donde
se hizo fuego, identificación de los elementos usados en los
incidentes de bombas e incendios intencionales con el uso de una serie
de herramientas manuales y máquinas herramientas y la reconstrucción
de la escena del crimen en los casos de disparos de armas de fuego.
El Programa Integrado Nacional de la Red de Información Balística
(National Integrated Ballistic Information Network Program o NIBIN),
un programa nacional que usa el Sistema Integrado de Identificación
Balística (IBIS). Este programa de computadora, combinado con
imágenes microscópicas y balísticas, busca rápidamente
en los bancos de datos para comparar las estrías dejadas por
un arma de fuego en balas disparadas y en los casquillos. Esta investigación
permite a los examinadores entrenados asociar las evidencias en crímenes
cometidos con armas de fuego en puntos diversos de una zona geográfica.
Sin el sistema virtualmente tomaría años comparar las
evidencias en varias localidades y poder identificar las municiones
disparadas por un arma determinada.
Ha realizado más estudios de explosivos que cualquier otro
laboratorio en el mundo, incluyendo papeles claves en la investigación
del atentado contra el Centro Mundial de Comercio en 1993, el 11 de
setiembre del 2001, ataques terroristas y otras explosiones importantes,
criminales o industriales. Las evidencias recogidas en el lugar son
examinadas para determinar que tipo de explosivo se usó e identificar
todas las partes del artefacto explosivo. Los químicos forenses
trabajan estrechamente con los investigadores para encontrar partes
del artefacto que ayuden vincular a un sospechoso con el crimen. Análisis
de restos de incendio. El papel principal del químico que examina
las evidencias en los restos de incendio es la recuperación
e identificación de los residuos de cualquier líquido
inflamable en las muestras de los restos. Generalmente esos residuos
son de gasolina, querosén, o quizás líquido para
prender el carbón. Una vez finalizado el análisis, el
químico eleva un informe sobre lo que ha determinado y puede
tener que declarar, como testigo experto, en los tribunales federales,
estatales o locales, Como testigo experto, el químico tiene
que explicar lo que ha encontrado al jurado y al juez.
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Laboratorio
de Investigación de Incendios (FRL), el primero de su tipo
en el mundo dedicada a investigaciones en los lugares de incendio,
incluyendo la capacidad de reconstruir la escena de un incendio para
determinar como comenzó el incendio y como se extendieron las
llamas. Sus servicios incluyen:
El FRL brinda las instalaciones, el equipo y el personal necesarios
para trabajar en investigaciones sobre incendios importantes, como
ser la reconstrucción de la escena del incendio, estudios de
descargas de electricidad, confirmación del análisis
de indicadores de modelo, impacto de combustibles en el crecimiento
y expansión del fuego, estudios de ignición y análisis
de las causas de un incendio causado por el sistema eléctrico.
Hasta el desarrollo del FRL no había en los Estados Unidos,
o en el mundo, una instalación para la evaluación de
incendios, dedicada a las necesidades específicas de la comunidad
de investigaciones de incendios.
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Laboratorio
de Alcohol y Tabaco (ATL) de la Oficina de Impuestos y Comercialización
del Alcohol y el Tabaco (TTB) del Departamento de Hacienda, que realiza
análisis químicos, físicos y coadyutorios en
apoyo de las investigaciones sobre el comercio ilícito de alcohol
y tabaco, asegura el cobro de impuestos y la seguridad de los productos
para los consumidores.
Los productos alcohólicos, bebidas u otros, son analizados
para asegurar que lo que se vende cumple con las normas federales.
Las bebidas alcohólicas incluyen los licores, vinos y bebidas
de malta. Los productos que no se beben incluyen sabores para alimentos,
medicinas, productos de tocador, solventes industriales y combustibles.
Los productos de tabaco son sometidos a análisis químicos
y físicos, para clasificarlos con fines impositivos.
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La
Administración de Servicios Generales (GSA) inició la
construcción del NLC en agosto del 2000, en un terreno de 35
acres en los suburbios de Maryland. Esta nueva instalación,
inaugurada el 16 de junio del 2003, reemplaza la laboratorio que ATF
tenía en Rockville, Maryland, desde 1978.
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El
edificio, de 176.000 pies cuadrados, cubre una superficie similar
a la de dos campos de fútbol norteamericano. Además
de los laboratorios, tiene sectores para conferencias y entrenamiento,
una biblioteca y funciones administrativas y de apoyo.
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Se
han usado ingeniería innovadora y la última palabra
en tecnología y como resultado las instalaciones para el tratamiento
del aire y el agua cuentan con la mayor capacidad disponible para
el reciclaje y el aire limpio.
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El
costo total, incluyendo el terreno, diseño, e ingeniería
especial, ha sido de $106 millones.
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Además de ATF y GSA, en la tarea participaron Higgins Development
Partners de Chicago, la Whiting-Turner Contracting Co. de Baltimore,
y la empresa de arquitectos Kallman, McKinnell and Wood de Boston.
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