Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales en el Colegio de Abogados de los Estados Unidos [American Bar Association], Sección sobre la Ley de Propiedad Intelectual

Boston, Massachusetts
22 de junio de 2006

Gracias, Sr. Figg, por la presentación. Agradezco a la Sección de la Ley de Propiedad Intelectual del Colegio de Abogados de los Estados Unidos [American Bar Association (ABA)] por hacer los arreglos para mi presentación. Me complace tener la oportunidad de hablarles hoy.

Doscientos cincuenta mil millones de dólares en pérdidas anuales y setecientos y cincuenta mil empleos perdidos. Estos son algunos de los muchos costos del robo de propiedad intelectual para las empresas y familias estadounidenses. Estoy seguro de que muchos de los presentes en esta sala pueden dar ejemplo tras ejemplo de cómo la falsificación, la violación de derechos de marca registrada, la violación de copyright y revelación no autorizada de secretos comerciales han perjudicado a sus clientes.

Y estas cifras asombrosas no llegan a cubrir los costos que inciden sobre nuestra economía y todos los que participan en ella, desde clientes hasta trabajadores y accionistas, debido al robo de propiedad intelectual. Nuestra ventaja competitiva mundial en investigación sufre cuando los presupuestos estadounidenses de investigación y desarrollo se reducen por la falsificación de productos.

Un sustituto de baja calidad dañará la reputación y rentabilidad de un original buscado y con marca registrada. Las piezas falsificadas para aviones o automóviles pueden fallar, y los aparatos eléctricos fraudulentos pueden explotar. Y, en el caso de los productos farmacéuticos falsificados, tales como los medicamentos para el colesterol o los antibióticos, los pacientes sufrirán o hasta morirán.

La propiedad intelectual - inventos patentados de todos los tipos, materiales protegidos por copyright, mercaderías con marca registrada y secretos comerciales desarrollados con gran esfuerzo - es el alma de nuestra economía fuerte y la fuente para fortalecerla aún más. Los Estados Unidos son ricos en recursos naturales y su fuerza laboral es fuerte; sin embargo, el gran motor de nuestro crecimiento es la creatividad e innovación de las industrias de propiedad intelectual.

En el Departamento de Justicia, comprendemos que uno de los principales objetivos de las fuerzas del orden público es proteger la ingeniosidad del artista y del inventor. También es nuestro objetivo hacer valer la ley.

La magnitud del desafío que enfrentamos es evidente en el caso de Danny Ferrer, quien reconoció ser pirata de software. La semana pasada, Ferrer, uno de los mayores distribuidores comerciales en línea de software pirateado en el país, se declaró culpable de violación de copyright. Algunas de las chucherías que obtuvo a través de su robo (y que ahora le fueron confiscados) incluyen: tres aviones (incluidos dos Cessnas), un helicóptero, un simulador de vuelo; un barco; y varios vehículos automotores, incluidos un Hummer, tres Corvettes, una Lamborghini, y...una ambulancia. Evidentemente, le fue muy bien hasta que fue identificado por el Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)] y enjuiciado por el Departamento de Justicia.

El portal de Ferrer vendió casi dos millones y medio de dólares en software protegido por copyright hasta que el FBI lo cerró el mes de octubre pasado. Sus ventas resultaron en pérdidas de casi 20 millones de dólares a los propietarios legítimos de los productos protegidos por copyright. Ferrer enfrenta una sentencia máxima de 10 años en la prisión y una multa de 500,000 dólares.

Para tratar de delitos de propiedad intelectual como este, como algunos de ustedes saben, en marzo de 2004, el Departamento de Justicia estableció una Fuerza de Tarea sobre la Propiedad Intelectual. Esta Fuerza de Tarea incluyó a autoridades de alto nivel, a quienes se les asignó la tarea de analizar cómo el Departamento hacía valer y protegía los derechos de propiedad intelectual.

Más tarde ese mismo año, la Fuerza de Tarea emitió un informe exhaustivo que contenía 31 recomendaciones fundamentales para mejorar la labor del Departamento de Justicia de proteger y hacer valer los derechos de propiedad intelectual a través de coacción penal, civil y antimonopolios; cooperación internacional; legislación y programas de prevención.

Cuando asumí el cargo de Secretario de Justicia de los Estados Unidos, reconocí la importancia de continuar el trabajo de la Fuerza de Tarea y nombré varios miembros nuevos. También asigné a la Fuerza de Tarea la responsabilidad importante de poner en práctica TODAS las recomendaciones que contenía el Informe de la Fuerza de Tarea lo antes posible. Me enorgullece decirles que el Departamento de Justicia ha logrado este objetivo.

Al poner en práctica estas recomendaciones, hemos fortalecido nuestra capacidad de tratar del robo de propiedad intelectual y preservar los derechos de los propietarios de propiedad intelectual. Permítanme ilustrar nuestra primera recomendación puesta en práctica con un ejemplo local reciente:

Este lunes, la Fiscalía Federal de Massachusetts enjuició exitosamente a una de las conspiraciones de mercaderías falsificadas más grandes de Nueva Inglaterra asociada a carteras y billeteras de lujo falsificadas por un valor de 1.4 millones de dólares. Además de pagos de restitución y confiscación, los dos delincuentes confesos enfrentan décadas de prisión y multas de hasta casi 3 millones de dólares. El responsable por este éxito fue la Unidad de Hacking de Informática y Propiedad Intelectual [Computer Hacking and Intellectual Property (CHIP)] de la Oficina de Boston.

Las ciudades con unidades CHIP han exhibido aumentos dramáticos en el número de demandados acusados de transgresiones relacionadas con la propiedad intelectual. Es por eso que, de acuerdo con la recomendación del Informe de 2004, hemos aumentado el número de fiscales en el campo a través de la creación de unidades CHIP nuevas en cinco ciudades: el Distrito de Columbia; Nashville, Tennessee; Orlando, Florida; Pittsburgh, Pensilvania; y Sacramento, California.

Nuestro Informe de Progreso de 2006 detalla las otras numerosas recomendaciones que hemos puesto en práctica con éxito:

Hemos destacado a un fiscal federal con experiencia al Sudeste de Asia como Coordinador de Coacción asociada a la Ley de Propiedad Intelectual, quien coordinará nuestra labor en áreas como la China y Tailandia.

También enviaremos otro fiscal a Europa Oriental en los próximos meses para tratar de inquietudes relacionadas con la propiedad intelectual en áreas como Rusia.

Hemos desmantelado organizaciones delictivas internacionales que han robado propiedad intelectual valiosa para financiar otros delitos.

Hemos ampliado nuestra labor de capacitación y asistencia técnica internacionales.

Hemos logrado un aumento del número de tratados de extradición y asistencia mutua, de modo que incluyan transgresiones asociadas a la propiedad intelectual para asegurar que los transgresores de la ley de propiedad intelectual puedan ser extraditados a los Estados Unidos y que pruebas críticas puedan ser recabadas y compartidas por gobiernos extranjeros.

Hemos seguidos enjuiciando casos de propiedad intelectual que representen una amenaza a la salud y seguridad públicas, para proteger a nuestros ciudadanos contra productos nocivos.

Hemos controlado con cuidado y protegido enérgicamente los derechos de las víctimas de que se enjuicien los casos de robo de propiedad intelectual en tribunales civiles.

Hemos organizado conferencias para víctimas en Los Ángeles y Nueva York para educar a víctimas potenciales de robo de propiedad intelectual sobre lo que deben hacer si son victimizadas.

Y, hemos creado programas educativos innovadores sobre la propiedad intelectual para educar a los jóvenes de los Estados Unidos sobre la importancia de proteger la creatividad a través de nuestras leyes de propiedad intelectual.

El Departamento de Justicia no se limitó a simplemente poner en práctica las recomendaciones de la Fuerza de Tarea. En lugar de ello, fuimos más allá de las recomendaciones:

Al crear siete Unidades CHIP adicionales en: . Austin, Texas . Baltimore, Maryland . Denver, Colorado . Detroit, Michigan . Newark, Nueva Jersey . New Haven, Connecticut; y . Filadelfia, Pensilvania

Al lograr un aumento de la cantidad de demandados enjuiciados por transgresiones asociadas a la propiedad intelectual en un 98 por ciento;

Al proporcionar capacitación y asistencia técnica a más de 2,000 fiscales, investigadores y jueces extranjeros sobre investigaciones y enjuiciamientos relacionados con la propiedad intelectual;

Al trabajar en conjunto con el Representante de Comercio de los EE.UU. para mejorar el texto de Acuerdos de Libre Comercio y otros tratados internacionales asociados a protecciones de la propiedad intelectual;

Al publicar un manual de recursos exhaustivo de casi 400 páginas para fiscales federales sobre el enjuiciamiento de delitos de propiedad intelectual;

Y, al asociarnos a la Oficina de Patentes y Marcas de los EE.UU. para asignar 900,000 dólares a lo largo de tres años a la labor de prevención de la piratería con instituciones educativas sin fines de lucro.

Les presentamos estos logros y otros en el Informe de Progresos asociados a la Propiedad Intelectual de 2006 del Departamento.

* * *

Como espero que noten, es mucho lo que estamos haciendo; sin embargo, el Departamento de Justicia no está solo en esta labor sin precedentes dirigida a detener la ola de robo de propiedad intelectual. El Departamento está trabajando en relación estrecha con otras ocho dependencias federales como parte de la iniciativa Estrategia Dirigida a la Piratería Organizada [Strategy Targeting Organized Piracy (STOP)], dedicada a eliminar la piratería e impedir la entrada de falsificaciones a nuestro país. El liderazgo del Presidente Bush es inestimable para nuestro progreso. Este mes de marzo, el Presidente promulgó la ley de la Cámara de Representantes H.R. 32 [House of Representatives 32], "Detener la Falsificación de Productos Manufacturados". Esta ley ayuda a proteger los derechos de los consumidores, trabajadores y empresarios de los Estados Unidos, al fortalecer nuestras leyes contra etiquetas y embalajes falsificados; al incrementar las penalidades de confiscación para los falsificadores, y al cerrar las lagunas en la ley contra el tráfico de bienes falsificados. Esta estricta ley antifalsificación ayudará, según las palabras del Presidente, a "evitar que ciudadanos honestos de los Estados Unidos pierdan negocios a favor de estafadores".

Y, como deja claro el Informe de Progresos de 2006, el Congreso puede hacer más para permitir que los empresarios disfruten de los frutos de su trabajo y castigar a aquellos que explotarían a los que trabajan arduamente, invierten y asumen riesgos.

En noviembre de 2005, el Departamento de Justicia transmitió al Congreso la Ley de Protección de la Propiedad Intelectual del gobierno de Bush, la cual, entre otras cosas, agregaría disposiciones de penalidades para transgresores reincidentes, y de confiscación y recuperación a las leyes existentes. La legislación también realizaría la enmienda de la ley de copyright CIVIL, de modo que las víctimas de robo de propiedad intelectual puedan obtener órdenes de confiscación ex parte para registros y otras pruebas en casos civiles. Además, un tratado asociado a la propiedad intelectual, la Convención sobre el Delito Cibernético del Consejo de Europa está a la espera de ratificación del Senado. Continúo instando al Congreso a que actúe con relación a esta legislación propuesta. Asimismo, insto al Senado a que ratifique este tratado.

Para hacer valer los derechos de propiedad intelectual debemos ir más allá de nuestras fronteras. El mes de noviembre pasado, me reuní con autoridades de la República Popular de China. Hemos recibido cierto nivel de cooperación por parte de la RPC para detener el robo de propiedad intelectual. A pesar de todo, muchos casos de piratería comercial siendo investigados por las fuerzas del orden público federales tienen conexión con China. Por lo tanto, seguiremos presionando para que la RPC reconozca los derechos de propiedad intelectual y para lograr una mayor cooperación de las fuerzas del orden público. La semana pasada, estuve en Moscú, Rusia, donde hablé con mis homólogos de los países del G8 - incluida Rusia - sobre nuestra labor global dirigida a proteger la propiedad intelectual.

Finalmente, permítanme decir algo sobre la prevención. He tenido el gusto de conversar sobre la propiedad intelectual con algunos públicos muy jóvenes. Es aquí donde se debe hacer hincapié en la cultura de respeto por la propiedad intelectual, si deseamos tener éxito en nuestra misión de hacer valer la ley.

Para ayudar a promover una cultura de respeto por la propiedad intelectual, el Departamento de Justicia está estableciendo un programa nacional de educación para prevenir la delincuencia asociada a la propiedad intelectual. En asociación con la Oficina de Patentes y Marcas de los EE.UU., hemos asignado 900,000 dólares a lo largo de los próximos tres años para capacitar a maestros y educar a alumnos sobre los derechos de propiedad intelectual.

Las víctimas de robo de propiedad intelectual y sus representantes también pueden ayudar a prevenir el robo de propiedad intelectual. Las víctimas tienen un papel importante que cumplir, protegiendo su propiedad intelectual como puedan, incluso en los tribunales. El Departamento apoya a titulares de derechos que busquen resarcimientos civiles contra infractores. Por ejemplo, hemos presentado 13 amicus curiae en la Corte Suprema, en casos asociados a disputas sobre propiedad intelectual. En el caso Grokster y, más recientemente, en el caso del mes pasado en eBay Inc. contra MercExchange, la Corte Suprema adoptó argumentos del Departamento y preservó los derechos de víctimas a entablar acciones civiles para proteger su propiedad intelectual.

* * *

Este desafío llega a cada rincón del mundo y afecta a todos los niveles de nuestra economía, desde el inventor hasta el consumidor. Sin embargo, como he mencionado hoy, se están realizando progresos y este gobierno seguirá atacando este problema en todos los niveles. Para incentivar la creatividad, estimular la innovación, fortalecer nuestra economía y crear empleos para nuestros ciudadanos, debemos tener éxito en la lucha contra el robo de propiedad intelectual. El Presidente Bush y yo hemos asumido un compromiso hacia esta labor y seguiremos trabajando en promover el respeto por los derechos de propiedad.

Los Padres Fundadores consagraron en nuestra Constitución la sabiduría de promover, paso a citar, "el progreso de la ciencia y de las artes útiles, al brindar a autores e inventores, durante periodos limitados, el derecho exclusivo a sus respectivos escritos y descubrimientos". El Padre Fundador James Madison argumentó que "el hombre tiene [derechos de] propiedad en sus opiniones y la libre comunicación de las mismas". Otro gran estadista, Abraham Lincoln, argumentó que el sistema de propiedad intelectual de los Estados Unidos "agregaba el combustible del interés al fuego de la genialidad, en el descubrimiento y la producción de cosas nuevas y útiles".

Con el espíritu de estos grandes hombres, el gobierno de Bush ha lanzado la iniciativa más agresiva de la historia para proteger la propiedad intelectual. Y el Departamento de Justicia se compromete a hacer su parte. Gracias por la ayuda de todos ustedes en esta iniciativa y que Dios siga bendiciendo a los Estados Unidos de América.

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