El Programa de Vigilancia de Terroristas es una herramienta crítica que garantiza la implementación de un sistema de advertencia temprana para detectar y prevenir un ataque terrorista. En el conflicto actual con al Qaeda y sus aliados, el Presidente tiene la obligación primaria bajo la Constitución de proteger al pueblo de los Estados Unidos. La Constitución le da al Presidente la autoridad plena necesaria para desempeñar esa solemne obligación, y creemos que el programa es legal y protege las libertades civiles. Dado que el Programa de Vigilancia de Terroristas es una herramienta esencial de la comunidad de inteligencia para librar la Guerra contra el Terrorismo, el Departamento de Justicia ha apelado a la orden de la Corte de Distrito. Las partes también han acordado la suspensión del cumplimiento de la orden de interdicto hasta que el Tribunal de Distrito pueda tratar la petición del Departamento de una suspensión por apelación pendiente.
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