TRES INDIVIDUOS DE ORIGEN BRITÁNICO FUERON ACUSADOS FORMALMENTE DE CONSPIRAR PARA UTILIZAR
ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA Y BRINDAR AYUDA MATERIAL A TERRORISTAS.

WASHINGTON, D.C. El Secretario de Justicia Adjunto de los Estados Unidos James B. Comey, el Abogado Auxiliar Christopher A. Wray de la División de lo Penal, el Fiscal Federal David N. Kelley del Distrito Sur de Nueva York y el Director Ejecutivo Adjunto de la Oficina Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigations (FBI)] Gary Bald anunciaron hoy que tres individuos de origen británico fueron acusados formalmente por un gran jurado federal en Manhattan de conspirar para utilizar armas de destrucción masiva y brindar apoyo material y recursos a terroristas, además de conspirar para dañar y destruir edificios.

Los nombres de los acusados formalmente son: Dhiren Barot, alias "Esa al-Britani", "Abu Esa al-Britani", "Esa al-Hindi," e "Issa al-Hindi"; Nadeem Tarmohamed y Qaisar Shaffi. La acusación formal alega que los acusados ingresaron a los Estados Unidos en el año 2000 y 2001 para vigilar diversos edificios en Nueva York, el norte de Nueva Jersey y Washington, D.C. como parte de una conspiración para dañar y destruir edificios. Después de descubrir las vigilancias que estaban siendo realizadas, el nivel de alerta de seguridad interna fue aumentado de "elevado" (amarillo) a "alto" (naranja) en las mencionadas comunidades hasta noviembre de 2004. Como se expresa en la acusación formal, las conspiraciones para atacar edificios se desarrollaron hasta agosto de 2004, momento en el cual los acusados fueron arrestados en el Reino Unido.

Las acusaciones fueron las siguientes: conspirar para utilizar armas de destrucción masiva contra personas dentro de los Estados Unidos, en violación del título 18 del Código de los Estados Unidos – Sección 2332A (a)(2); conspiración para suministrar y ocultar recursos y apoyo material a terroristas, (violación del título 18 del referido Código – Sección 2339A); suministro y ocultamiento de apoyo y recursos a terroristas, (violación del título y sección referidos anteriormente) y finalmente, de conspirar para dañar y destruir edificios utilizados en el comercio interestatal y exterior, (violación del título 18 del Código de los Estados Unidos, Sección 844 (i) y (n).

Los acusados se encuentran actualmente detenidos en el Reino Unido y serán juzgados por cargos penales en ese país. Al finalizar esos procedimientos, Estados Unidos tratará de obtener la extradición de los tres acusados para que puedan ser juzgados en este país.

En caso de ser condenados por los mencionados cargos en los Estados Unidos, los acusados pueden enfrentar una pena máxima de prisión perpetua por los cargos de conspiración para utilizar armas de destrucción masiva; 15 años de encarcelamiento por cada apoyo material brindado y 20 años por conspirar para dañar y destruir edificios.

"La conspiración descripta en la acusación formal tenía por objeto asesinar tantos ciudadanos americanos como fuera posible y las supuestas vigilancias de estos edificios agravan aún más los alegatos", expresó el Secretario Adjunto de Justicia de los Estados Unidos James Comey. "Mediante el arduo trabajo de muchos de nuestros colegas miembros de las fuerzas del orden público, tanto locales como internacionales, pudimos descubrir quiénes formaron parte de la conspiración y asegurar que sus planes contra nuestro país jamás pudieran ser llevados a cabo".

"El hecho de que estos terroristas acecharan a sus objetivos, rodeados por ciudadanos inocentes y desprevenidos que hacían su vida normal, nos recuerda que el éxito de una campaña contra el terrorismo exige que todos estemos permanentemente atentos", dijo el Fiscal Federal David N. Kelley del Distrito Sur de Nueva York. "Toda la comunidad de las fuerzas del orden público está comprometida en esta lucha y recorrerá el mundo para enjuiciar a todo terroristas, particularmente aquellos que planeen cometer actos terroristas en nuestro suelo".

Gary Bald, Director Ejecutivo Adjunto de la FBI para el Contraterrorismo y la Contrainteligencia expresó: "Estas acusaciones formales prueban una vez más que la lucha contra el terrorismo es internacional y que, para vencer, debemos poder investigar en forma agresiva, además de reunir fuerzas de inteligencia tanto de nuestro país como de todo el mundo. Este caso es una historia de éxito gracias a la fuerte cooperación que existe entre las Fuerzas de Tarea Conjuntas contra el Terrorismo de Nueva York y de Nueva Jersey, de otros grupos de trabajo conjunto contra el terrorismo de todo el país, nuestra Oficina del Agregado Legal en Londres y nuestros homólogos en el Reino Unido, además de otros colaboradores internacionales."

La acusación formal indica que en diversas ocasiones desde o próximas al 17 de agosto de 2000 hasta el 8 de abril de 2001, los tres acusados visitaron y vigilaron edificios y sus alrededores en los Estados Unidos, incluyendo la sede central del Fondo Monetario Internacional y la del Banco Mundial en Washington, D.C., el edificio Prudential Corporate Plaza y el edificio World Headquarters en Newark, Nueva Jersey, además del Edificio de la Bolsa de Valores de Nueva York y el Citigroup Centre en Manhattan, Nueva York. Esta vigilancia supuestamente incluía, entre otros aspectos, la grabación de vídeos de vigilancia en Manhattan en abril de 2001 o cerca de esa fecha. La acusación alega que dicha vigilancia formaba parte de la conspiración para utilizar armas de destrucción masiva.

La acusación también menciona que en 1998 o cerca de esa fecha, Barot se desempeñó como instructor principal en un campo de entrenamiento jihad en Afganistán, donde enseñaba a los reclutas a utilizar armas, además de brindarles otro tipo de entrenamiento paramilitar. Cerca de junio de 2000, Barot presumiblemente se inscribió en una universidad en Nueva York para ocultar el verdadero propósito de sus frecuentes viajes a los Estados Unidos. Si bien su inscripción fue aceptada para los años 2000 y 2001, la acusación alega que nunca se matriculó ni asistió a clases en esa universidad. También se mencionan diversos viajes que los acusados realizaron entre el Reino Unido y los Estados Unidos durante el transcurso de la conspiración de la que son acusados.

Los fiscales a cargo de este caso son George Z. Toscas de la Sección de Contraterrorismo de la División de lo Penal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, el Fiscal Federal Adjunto Eric B. Bruce y Joon H. Kim de la Oficina de la Fiscalía Federal en el Distrito Sur de Nueva York. La División de lo Penal de la Oficina de Asuntos Internacionales colaboró en este trabajo. La investigación estuvo a cargo de la Oficina de Nueva York de la FBI, del Departamento de Policía de Nueva York y de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo; también contó con la ayuda de agentes de la FBI y miembros de otras fuerzas de tarea conjuntas contra el terrorismo del resto del país, además de la oficina del Agregado Legal de la FBI en Londres, Inglaterra.

Los cargos que contiene la acusación son apenas alegatos. Todo acusado es inocente hasta que sea condenado por un tribunal de justicia.

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