WASHINGTON, D.C.
Buenas tardes.
Hoy, con un simple pero profundamente solemne acto de colocación de una corona, homenajeamos a héroes que hicieron el más grande de los sacrificios al proteger nuestras comunidades, nuestros hogares y nuestras familias. Homenajeamos a 20 agentes que sacrificaron sus vidas en cumplimiento del deber.
Los veinte agentes homenajeados hoy representan a agencias de las fuerzas del orden público locales, incluidas comisarías y oficinas de alguacil en Virginia, DC y Maryland, y una variedad de agencias federales de las fuerzas del orden público, incluidos el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, el Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)], el Servicio de Alguaciles, el Departamento de Seguridad Nacional, el Buró de Asuntos Indígenas, la Guardia Costera y la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea. Las comunidades que sirvieron y protegieron sienten profundamente la muerte de cada uno de estos agentes. Y estas muertes son, también, tragedias individuales y causa de dolor profundo para sus familias.
Todos los agentes homenajeados hoy son patriotas que dedicaron sus vidas a hacer valer las leyes de nuestra gran nación, a dar sentido concreto a esas palabras en papel. Y esta ceremonia nos recuerda que los principios de derecho no son gratuitos. Representan una carga pesada para los hombres y mujeres que sirven a la patria, y las familias cuyo amor y apoyo hacen posible dicho servicio. Y representa la más grande de las cargas cuando se pierde la vida de uno de estos patriotas.
Porque debemos nuestra seguridad, nuestra prosperidad y la integridad de nuestro sistema de gobierno a estos agentes caídos, los recordamos y los homenajeamos.
Esta ceremonia nos permite expresar nuestro aprecio para quienes trabajan todos los días, sabiendo que sus nombres podrían algún día estar grabados en este monumento. El agente de policía, el agente especial, el investigador, el proveedor de primeros auxilios - cada uno sale de su casa cada mañana sin saber si regresará a su familia esa noche. Es en este sacrificio silencioso y diario que el agente de las fuerzas del orden público exhibe devoción tan extraordinaria a la comunidad y al deber.
Y es el deber de nosotros que nos beneficiamos con dicho sacrificio y valentía recordar a quienes realizaron el más grande de los sacrificios por su comunidad, estado y país. Deseo agradecer personalmente a todos los agentes de las fuerzas del orden público por su servicio y sacrificio.
Parafraseando la Resolución Conjunta de 1962 del Congreso en el Día de Remembranza de los Agentes de Policía,
No existen palabras que puedan aliviar el dolor de perder un padre, una madre, un hijo o una hija. Pero espero que a las familias y amigos de los homenajeados de hoy les proporcione cierto consuelo saber que los sacrificios de sus seres queridos son valorados tan profundamente, que esos hombres y mujeres marcaron una diferencia positiva, y que algo que nunca olvidaremos.
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