Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto Gonzales
en la Reunión de la Asociación Nacional de Fiscales de Distrito
Portland, Maine
18 de julio de 2005 –9:00 am

Buenos días.

Es un privilegio estar aquí con todos ustedes hoy. Deseo comenzar con un agradecimiento por el importante trabajo que están realizando quienes están presentes en la sala; un trabajo que sé que implica largas horas lejos de la familia y los amigos. Les agradezco por el servicio que le brindan a sus comunidades y los esfuerzos que realizan por mantener la seguridad de Estados Unidos.

Como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, juré hacer valer las leyes y proteger las libertades del pueblo estadounidense. Y como fiscales de distrito, ustedes aportan su experiencia e integridad para servir día a día a los ciudadanos de sus comunidades.

Ustedes son los hombres y mujeres en las líneas de frente, y son quienes más tienen para perder cada vez que una herramienta para mantener el orden público se pierde o se ve comprometida. Por eso, deseo decir unas palabras sobre la Ley PATRIOTA.

En mi experiencia en la Casa Blanca y ahora en el Departamento de Justicia, he comprendido lo decisivo que es para el orden público usar la Ley PATRIOTA para construir una mejor comunicación y cooperación. Hoy sabemos que los terroristas evitaron la detención de sus planes para el 11 de septiembre, en parte, gracias a nuestra incapacidad de compartir información adecuadamente.

El presidente Bush cree que ganarle la guerra al terrorismo exige ganar la guerra de la información.

Según el cronograma, dieciséis disposiciones decisivas de la Ley PATRIOTA, inclusive aquellas que fomentan que se comparta la información, dejan de tener vigencia a fin de año. Estamos en un punto decisivo, mientras se debate el proyecto en las dos cámaras del Congreso.

Soy optimista en cuanto a que los miembros del Congreso compartirán mi sensación de urgencia y se asegurarán de que los oficiales del orden público cuenten con las herramientas necesarias para proteger a este país ante futuros ataques terroristas; herramientas que serán compatibles con nuestros valores más preciados y compatibles con los derechos que nos garantiza la Constitución.

Hoy, sin embargo, deseo referirme a otra amenaza creciente a la vida en los Estados Unidos: La epidemia del uso de la droga metanfetamina.

Comenzaré con una historia sobre un niño de cuatro años de Colorado llamado Romeo. Los padres de Romeo tenían un laboratorio de metanfetamina en su casa.

Un día, a las cinco de la mañana, un equipo de SWAT estaba realizando los preparativos finales para hacer efectiva una orden de allanamiento al laboratorio. Mientras se realizaban los últimos controles, uno de los detectives que estaba vigilando informó haber visto un "esqueleto" que salía por la puerta principal.

Sus compañeros pensaron que estaba alucinando. Pero entonces sus colegas pudieron ver mejor y lo que vieron fue lo mismo: Era Romeo vestido con un disfraz de esqueleto y mirando hacia uno y otro lado de la calle. Los oficiales pensaron, en un primer momento, que estaba haciendo guardia para sus padres.

Después, un oficial se acercó a Romeo. Le preguntó por qué estaba vestido con un disfraz de esqueleto, parado frente a su portal. Y por qué miraba para uno y otro lado de la calle a esa hora de la madrugada.

Los ojos de Romeo se encendieron mientras explicaba que, más tarde ese mismo día, habría una fiesta de Halloween en su jardín de infantes. A medida que contaba la historia, sus hombros se hundían. Le dijo al oficial que realmente deseaba ir a la fiesta, pero que no había podido despertar a su mamá durante los últimos días y no sabía dónde estaba la parada del autobús. Romeo dijo que pensó que, si se levantaba lo suficientemente temprano y se ponía el disfraz, podría ver el autobús y tomarlo cuando pasara.

A los cuatro años de edad, Romeo no sabía contar hasta diez. Pero según supieron los oficiales más tarde, sabía dibujar en detalle una operación completa del laboratorio de meta.

Lamentablemente, como ustedes bien saben, la historia de Romeo nos suena demasiado familiar. Es la historia del flagelo de la metanfetamina.

Hace sólo una década, la meta era una droga mortal que infestaba los estados del oeste. Desde entonces, se ha diseminado por toda la Nación, dirigiéndose hacia el este, trayendo consigo la devastación.

En su calidad de fiscales de distrito de toda nuestra Nación, algunos de ustedes ya han tenido que luchar contra esta amenaza cara a cara durante algún tiempo. Es probable que otros estén viendo ahora los efectos de esta droga mortal en sus propias comunidades.

Una encuesta reciente realizada por la Asociación Nacional de Condados reveló que el 58 por ciento de los condados ubicaban a la metanfetamina en el primer lugar entre los problemas con las drogas, porcentaje que representa el triple de la siguiente amenaza: la cocaína.

De acuerdo con nuestra información nacional más reciente, 607.000 personas eran consumidoras de meta "en ese momento", es decir, habían consumido la droga en alguna oportunidad en el período de 30 días antes de ser encuestados. Durante el año anterior, 1,3 millones de personas habían consumido meta.

Pongamos estos números en su contexto: Equivale a cuatro veces el número de consumidores de heroína en Estados Unidos. La meta ahora supera el número de consumidores de cocaína crack, heroína, LSD, PCP, éxtasis e inhalantes.

Durante los últimos tres años, las fuerzas del orden público han incautado, en promedio, 45 pequeños laboratorios de meta tóxica o depósitos provisionales cada día en todo Estados Unidos. En términos del daño producido a los niños y a nuestra sociedad, la meta es ahora la droga más peligrosa en Estados Unidos, un problema que ha superado al de la marihuana.

La devastación que produce es claramente visible en las formas hundidas y enflaquecidas de quienes la consumen. La droga acelera peligrosamente la presión arterial y hace que el cuerpo se acalore. La meta devora los tejidos del cerebro a una velocidad que se compara con el daño irreversible que se sufre con el Alzeheimer. Con el tiempo, el consumidor deja de sentir apetito, se le caen los dientes y se vuelve sicótico.

La paranoia de los consumidores hace que los laboratorios de meta y los arrestos sean potenciales trampas mortales para las fuerzas del orden público.

No se trata solamente de que los lugares estén impregnados y cubiertos de químicos tóxicos, sino también que los fabricantes, por lo general, usan sistemas de vigilancia sofisticados, perros guardianes salvajes y trampas, debido a su psicosis agresiva.

En noviembre de 2004, la DEA allanó un laboratorio de ese estilo en una casa en Missouri. Tres niños de menos de cinco años vivían en un entorno funesto. Las mantas y las mesadas estaban empapadas en sustancias químicas tóxicas relacionados con la producción de meta. La casa estaba infestada de cucarachas y roedores. No había ni electricidad ni agua corriente para los niños pequeños. En medio de toda esta suciedad, los fabricantes de meta cuidaban sus valiosas posesiones: dos perros guardianes bien alimentados y bien cuidados que usaban la mejor vajilla.

Y como tanto esta historia como la historia de Romeo muestran, los daños ocasionados por la meta no afectan solamente al fabricante de la droga o al consumidor. La meta es una droga que destruye los sueños y el potencial de miles de niños que crecen rodeados por esta peligrosa droga.

Desde el 2000 hasta la actualidad, más de 15.000 niños se han visto afectados por los laboratorios de metanfetamina e incidentes asociados. El centro del quemado del Hospital de Niños de Arkansas informa que, en un momento cualquiera, entre el 30 y el 90% de sus pacientes reciben tratamiento por heridas producidas en explosiones en los laboratorios de meta.

Desafortunadamente, la meta por lo general se considera una droga que sólo afecta a los consumidores de las áreas rurales o que se dedican a trabajos no calificados. En realidad, ha invadido nuestras ciudades y ahora afecta a todas las razas, sexos y grupos socioeconómicos.

La revista Glamour ha realizado una descripción del incremento en el consumo de meta por parte de mujeres de las ciudades. La revista identificó entre las consumidoras de meta a programadoras de computadoras, asesoras de marketing e, incluso, madres que no trabajan. Como una ex-adicta expresó, cito: "Es la droga de la súper mujer. . . las mujeres la consumen para ser súper esposas, súper empleadas y súper delgadas".

Uno de cada diez estudiantes en la última etapa de la secundaria ha consumido meta, incluso quienes tienen un buen desempeño escolar. Un consumidor de meta adolescente describió sus razones para consumir la droga, cito: "El día no termina nunca cuando se está bajo los efectos de la meta".

La metanfetamina es única entre las drogas. Se puede fabricar con materia prima por un valor de $50 y una receta que se obtiene en Internet, de modo que es una droga que los adictos pueden fabricar para consumo propio con poco dinero. La meta también puede ser producida en mega laboratorios en otros países y luego ser ingresada de contrabando en los Estados Unidos.

Se trata de un problema para el orden público que exige planificación no convencional y soluciones innovadoras.

Para luchar contra el problema de la meta es necesario mirar más allá de los arrestos y los procesamientos.

Debemos crear nuevas asociaciones, no sólo dentro de las fuerzas del orden público, sino también en los servicios sociales y de protección infantil.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Condados, el 70% de los oficiales de condado dijo que el consumo de meta ha ocasionado el aumento en los robos de todo tipo. Y en el 62% de los condados se informó que hubo aumentos en la violencia doméstica a causa de la meta.

A pesar de que todo esto suena desalentador, la ley puede ayudar.

Un número creciente de estados ha demostrado que, si se reduce la disponibilidad del ingrediente principal de la metanfetamina, la pseudo efedrina, nuestro país puede reducir la capacidad de los fabricantes de meta para crear su producto mortal:

Estos resultados son importantes y reales. Nos recuerdan que el progreso es posible. Estas leyes han sido tan efectivas que los productores de meta en los estados con controles sobre la pseudo efedrina se han visto forzados a viajar a estados vecinos. Si se extienden las leyes de control de la pseudo efedrina, se puede ayudar a detener la diseminación de la meta en todos los estados.

En el Departamento de Justicia, hemos estado observando con atención lo que cada estado ha hecho para combatir la meta, de modo que se puedan capitalizar los mejores procedimientos para combatir la ola de consumo y producción de meta antes de que esta droga mortal cobre más vidas.

El otoño pasado, el Plan de Acción contra Drogas Sintéticas de la Administración emitió recomendaciones clave que yo apoyo.

Primero, apoyo la legislación que elimina la exención a los embalajes blister que permite ventas ilimitadas de productos de pseudo efedrina si vienen en "blister".

Segundo, creo que deben establecerse límites razonables a la cantidad de producto que se puede adquirir en una sola transacción o mensualmente, sin que se requiera un informe sobre la compra. Ese límite es actualmente de nueve gramos. En nuevas propuestas, se podría bajar a seis o hasta tres gramos.

Estamos trabajando con las fuerzas del orden público estatal y local para encontrar mejores formas de atacar estos problemas usando personal de la DEA y de otras fuerzas de la Justicia.

Una de las máximas prioridades de la DEA en este momento es combatir la meta. Todas las divisiones de la DEA toman en consideración el tráfico de meta para tomar decisiones sobre cómo y dónde desplegar nuestros Equipos Móviles de Coacción. Estos equipos han trabajado durante mucho tiempo para ayudar a las fuerzas del orden público local en los lugares donde existen grandes necesidades y poco personal.

Las fuerzas federales del orden público que dependen del Departamento de Justicia están trabajando con nuestros colegas estatales y locales para identificar los fabricantes de meta más importantes y delincuentes recurrentes para su enjuiciamiento federal.

Además, en el frente internacional, el Departamento de Justicia sigue realizando avances.

Los esfuerzos y la legislación a nivel estado han restringido el suministro y la producción local de meta y el Departamento de Justicia está incrementando su labor al trabajar con con otros países para luchar contra esta amenaza.

La DEA estima que los fabricantes mexicanos producen ahora el 65% de la meta que se vende en los Estados Unidos.

En mi calidad de Secretario de Justicia de los Estados Unidos, me puse en contacto con mis colegas del orden público mexicano y juntos trabajaremos para evitar que los "mega laboratorios" produzcan la meta que se ingresa de contrabando en los Estados Unidos.

Confío en esta forma de trabajo, ya que nuestro historial prueba que la labor internacional de este tipo funciona.

Con nuestro trabajo con nuestros colegas a nivel internacional, especialmente los canadienses, hemos evitado la desviación de químicos precursores para la producción de meta, lo que dio como resultado una reducción del 77% en las incautaciones de "mega laboratorios" en los Estados Unidos desde 2001.

Hace unos meses, firmamos un acuerdo con China para compartir información sobre el tráfico de drogas, incluyendo las exportaciones de pseudo efedrina. Las empresas chinas están entre las principales proveedoras de pseudo efedrina a los productores de meta mexicanos. También hemos impulsado un acuerdo entre Hong Kong y México. Hong Kong no enviará más cargamentos de productos de efedrina a México, a menos que México certifique que el receptor es una empresa legítima.

Con nuestros acuerdos internacionales en funcionamiento, hemos evitado la distribución de 67 millones de tabletas de pseudo efedrina; cantidad suficiente para producir más de dos toneladas métricas de metanfetamina.

El Departamento de Justicia seguirá identificando los lugares donde los productores de meta obtienen sus sustancias químicas; nuestro compromiso es que esas sustancias químicas sean más difíciles de conseguir. Sabemos que funciona a nivel nacional. Sabemos que funciona a nivel internacional.

Por último, seguiremos trabajando para educar a los jóvenes, hablar con la gente y hacer que las comunidades locales luchen contra esta epidemia.

Todos sabemos que un aspecto fundamental en la lucha contra las drogas es el compromiso de la comunidad. Los estudios realizados muestran que la influencia más importante sobre la delincuencia en una comunidad es el deseo de los vecinos de actuar para el beneficio de los demás.

Para combatir la meta, debemos tener vecinos comprometidos. Sabemos que la meta es altamente adictiva. Y que los adictos pasan por momentos muy difíciles para liberarse de esa adicción. Por eso la educación y la prevención son cruciales para nuestra estrategia.

Nuestra labor educativa más efectiva debe unir a los ciudadanos, los padres, los líderes de la comunidad, las escuelas y las empresas para que destaquen los peligros de la meta.

Como fiscales de distrito, saben de primera mano el valor que tiene el compromiso ciudadano. En Oklahoma, una unión de ciudadanos colaboró con el grupo de trabajo para la lucha contra las drogas local para brindar a los ciudadanos una forma de denunciar, manteniendo la confidencialidad, actividades que se sospechen puedan estar relacionadas con las drogas, inclusive la meta. Gracias a este programa y al compromiso de la gente, aproximadamente entre cuatro y cinco arrestos por trimestre suceden gracias a los ciudadanos y vecinos.

Y a través de la DEA, el Departamento de Justicia está avalando la expansión de programas innovadores, como el programa para Niños en Peligro por las Drogas. Gracias a este programa, contamos con una forma de separar de los padres adictos a la meta a los niños perjudicados por la droga y darles la ayuda que necesitan. Muchos laboratorios de meta tienen un pequeño Romeo en el medio, perdido y herido. Debe ser una de nuestras mayores prioridades asegurarnos de darles la atención que necesitan, de la misma forma que procesamos a los distribuidores de meta y le damos a los adictos el tratamiento que necesitan. Deseo trabajar con ustedes.

La diseminación de meta en todo el país pone a prueba todos los aspectos del gobierno y del orden público. Sin embargo, con la cooperación de las autoridades estatales, locales y federales, estamos probando que la metanfetamina puede ser derrotada y que se puede salvar vidas. Ustedes como fiscales de distrito constituyen un eslabón fundamental en esta cadena, de modo que sus ideas y su experiencia son bienvenidas.

Muchos de ustedes llevan a cabo esta lucha hace algún tiempo. Y les agradezco. Estoy ansioso por continuar nuestro trabajo a nivel federal para asegurarnos de desplegar las mejores herramientas y tácticas en la lucha contra la metanfetamina.

Juntos estamos trabajando para fundar una Nación más segura.

Estamos construyendo comunidades con mayores libertades y oportunidades para todos.

Y junto con cada esfuerzo exitoso, construimos esperanza.

Como hijo de inmigrantes mexicanos pobres, viví el sueño estadounidense. Durante mis viajes por nuestros queridos Estados Unidos, conocí a otros que vivieron el sueño estadounidense.

Estamos comprometidos con un esfuerzo noble: asegurarnos de que el sueño estadounidense sea posible para nuestros hijos y para cada generación de niños estadounidenses que nazca.

Rezo a Dios para que los cuide a ustedes y a sus familias, que siga iluminando sus decisiones y que siga bendiciendo a los Estados Unidos de América.

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