El Comité asesor de prácticas de inmunización (CAPI) decidió dejar de recomendar la administración a los niños pequeños de los EE.UU. de Rotashield, la única vacuna de rotavirus autorizada en los EE.UU. Esta decisión se debe a los resultados de un análisis acelerado de datos científicos presentado al CAPI por los CDC en cooperación con la FDA, NIH, funcionarios del servicio de salud pública y la compañía Wyeth-Lederle. Los datos del análisis indican que existe un vínculo claro entre el uso de Rotashield y la aparición de invaginación (obstrucción intestinal) en algunos niños en las dos semanas siguientes a la vacunación. Se suspendió el uso de la vacuna en el mes de julio mientras se esperaban los resultados del análisis de la CAPI. Los padres pueden tener la seguridad de que los niños que recibieron la vacuna del rotavirus antes del mes de julio y no han presentado problemas no corren un riesgo mayor de sufrir de obstrucción intestinal.
El rotavirus produce una enfermedad infantil severa de tipo diarreico que causa más de 500.000 visitas al médico y aproximadamente 50.000 hospitalizaciones al año en los niños menores de cinco años. Los síntomas incluyen fiebre, malestar estomacal y vómito seguido de diarrea que puede producir deshidratación. Todo esto tiene como resultado costos médicos directos de $264 millones y $1 billón en costos totales para la sociedad.
La enfermedad producida por el rotavirus sigue siendo un problema de salud serio en los niños pequeños de los Estados Unidos. Al no contarse con una vacuna, es muy importante que los padres y el personal sanitario reconozcan y traten con rapidez los casos severos de diarrea infantil.
Lo más importante
Serie de sucesos que motivaron la decisión del CAPI de dejar de recomendar la vacuna contra el rotavirus: