La policía afgana, apoyada por fuerzas de la OTAN, comenzará una campaña de erradicación de amapola en la provincia de Helmand en Afganistán.

La operación estará dirigida a la eliminación de unas 22 mil hectáreas de plantas de amapola, que se cree que proveen cerca de la mitad de la heroína que llega a Europa.

Mark Norton, un funcionario británico antinarcóticos que trabaja en la coordinación del apoyo occidental para el operativo, dice que las amapolas serán destruidas a mano y con tractores y vehículos todo-terreno.

El gobernador de Helmand, Assadullah Wafa, dijo que intenta llevar a cabo una agresiva campaña de erradicación en toda la provincia.

Para ayudar al esfuerzo de Wafa, expresó Norton, hemos comprado 80 tractores y rastras además de los 37 que ya están disponibles en la oficina del gobernador. Eso aumenta a 117 los tractores que podrán ser utilizados en la erradicación señaló Norton.

La Oficina de las Naciones Unidas para el combate de las Drogas y el Crimen, informó que Afganistán produjo una cifra récord de 6.100 toneladas de opio en 2006.

El Subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Nicholas Burns, dijo que el incremento en la producción afgana de opio es una llamada de alerta.

Burns señaló que las cifras de producción de amapola en Afganistán, en 2006, fueron alarmantemente altas e indican que hay un gran desafío en el futuro para tratar de eliminar de la economía afgana esa plaga de la producción de opio y su tráfico.

El funcionario añadió que por supuesto, eso tiene ramificaciones no solo para la gente que vive en el país, sino para las naciones vecinas, en Rusia y en Europa Occidental.

El diplomático dijo que la erradicación de amapola es solo un elemento de un programa efectivo antinarcóticos, ya que también está el asunto de la sustitución de cultivos, modos de vida alternos, y que mucha de la gente que siembra amapola lo hace porque necesita desesperadamente el dinero.

Apuntó que esa es gente pobre, y que es el intermediario el que tiende a hacer más dinero en el negocio del tráfico.

En los últimos dos años, Estados Unidos ha gastado más de 300 millones de dólares en desarrollar medios de vida alternos para los agricultores afganos.

Una parte de los más de 10 mil millones de dólares en ayuda que el presidente Bush está solicitando al Congreso para Afganistán, serán dedicados al programa de lucha contra las drogas.

El subsecretario Nicholas Burns dice que Estados Unidos está trabajando con el gobierno afgano y otras naciones para duplicar los esfuerzos dirigidos a reducir la cantidad de cultivos de opio y su tráfico.