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“EN DARFUR, MI CÁMARA SOLA NO ERA SUFICIENTE” Documentar las atrocidades es el primer paso en el largo camino hacia la justicia. Brian Steidle, un ex infante de la marina estadounidense, era miembro de un equipo de la Unión Africana encargado de monitorear el conflicto en Darfur, Sudán. Steidle tomó cientos de fotografías. Sus perturbadoras y gráficas imágenes muestran la brutalidad contra los civiles, incluso niños pequeños.
Los soldados del gobierno sudanés y los miembros de la milicia apoyada por el gobierno, a veces llamados los Janjaweed, asesinaron decenas de miles de civiles y violaron miles de mujeres en la región occidental de Sudán. El ejército sudanés y la milicia aliada expulsaron de sus hogares a más de un millón y medio de civiles, incendiaron sus aldeas y robaron sus bienes. Miles mueren cada mes como consecuencia de los efectos de la comida, el agua, la atención sanitaria y los refugios inadecuados en las duras condiciones del desierto. Todos temen regresar a sus hogares porque el ejército y la milicia aún merodean en las zonas rurales.
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