WASHINGTON — El Departamento de Justicia anunció hoy la condena de cuatro miembros de pandilla en conexión con una conspiración de seis años de duración para atacar y asesinar a afroestadounidenses en el área de Highland Park de Los Ángeles.
Los cuatro demandados, miembros de la conocida pandilla Avenues, fueron encontrados culpables de un cargo de conspiración que alega numerosos ataques violentos contra afroestadounidenses, incluidos asesinatos ocurridos en 1999 y en 2000. Específicamente, los demandados fueron encontrados culpables de conspirar entre sí y con otros miembros de pandilla para violar los derechos civiles de afroestadounidenses en el vecindario de la pandilla, al atacar y, a veces, matar las víctimas. El jurado encontró que los demandados causaron la muerte de Christopher Bowser, un hombre afroestadounidense que fue baleado mientras esperaba en una parada de bus en Highland Park el 11 de diciembre de 2000. El jurado también encontró que los demandados causaron la muerte de Kenneth Kurry Wilson, un hombre afroestadounidense que fue muerto a tiros mientras buscaba un lugar para estacionar en Highland Park el 18 de abril de 1999. Los demandados condenados por la conspiración son:
Gilbert Saldana, 27, un disparador en el asesinato de Wilson, quien cumple actualmente una sentencia de cadena perpetua por otro asesinato; Alejandro Martinez, 28, quien instigó el asesinato de Wilson al utilizar un insulto racial e incentivar a otros miembros de la pandilla a que mataran a Wilson; Fernando Cazares, 25, quien hizo de vigía durante el asesinato de Wilson; y Porfirio Avila, 31, quien actualmente cumple dos sentencias de cadena perpetua en prisión estatal por el asesinato de Christopher Bowser y otro hombre afroestadounidense.
Los demandados Saldana, Martinez y Cazares también fueron condenados por asesinar a Wilson porque Wilson era afroestadounidense y porque estaba usando una calle pública. Dichos tres demandados también fueron encontrados culpables de utilizar una arma al cometer una conspiración y delitos motivados por odio. Finalmente, el jurado encontró que el asesinato de Wilson constituyó homicidio de primer grado. Un demandado adicional, Merced Cambero, 27, quien se alega que fue el segundo tirador en el homicidio de Wilson, está actualmente fugitivo y permanece acusado formalmente.
"Como deja claro este enjuiciamiento exitoso, los actos de violencia por odio cometidos contra personas debido a su raza serán investigados agresivamente y enjuiciados enérgicamente", dijo Wan J. Kim, Secretario de Justicia Auxiliar de la División de Derechos Civiles. "El Departamento de Justicia se compromete a combatir el odio y la intolerancia, los cuales desestructuran nuestra gran nación fortalecida por su diversidad de razas, religiones y orígenes nacionales".
"En una comunidad diversificada como Los Ángeles, nadie debe tener que enfrentar amenazas y actos de violencia basados en la raza, tales como los cometidos por estos demandados", dijo Debra Wong Yang, Fiscal Federal para el Distrito Central de California. "El Sr. Wilson y el Sr. Bowser fueron asesinados por los demandados, simplemente porque eran afroestadounidenses que eligieron vivir en un vecindario específico. Como demuestra este caso, combatiremos agresivamente los delitos motivados por el odio como este y condenaremos a los responsables por actos tan reprehensibles".
"El veredicto de culpables en este caso representa un resultado exitoso y sin precedentes de una investigación prolongada de violaciones a los derechos civiles, incluidos múltiples ataques violentos y asesinatos, cometidos por esta pandilla violenta", dijo J. Stephen Tidwell, Director Auxiliar a Cargo del Buró Federal de Investigaciones [Federal Bureau of Investigation (FBI)] de Los Ángeles. "El FBI se compromete enérgicamente a proteger los derechos civiles e investigará a todas las personas o grupos que defiendan el odio y practiquen actividades delictivas basadas en el odio. El FBI seguirá buscando al fugitivo restante, Merced Cambero, para el cual ofrece una recompensa de 20,000 dólares, para darle cierto algún de consuelo a la familia de la víctima que fue asesinada por el color de su piel".
Cada uno de los demandados condenados enfrenta una sentencia de cadena perpetua obligatoria, sin libertad condicional. El Juez Federal de Distrito Percy Anderson dictará las sentencias de Saldana, Martinez y Cazares el 23 de octubre de 2006, y la de Avila el 20 de noviembre de 2006. Este caso fue investigado por el FBI y el Departamento de Policía de Los Ángeles, bajo el Jefe de Policía de Los Ángeles William J. Bratton, y fue enjuiciado por el Fiscal Federal Auxiliar Alex Bustamante de la Fiscalía Federal en Los Ángeles y el Jefe Adjunto Bobbi Bernstein de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. El Secretario de Justicia Auxiliar Wan J. Kim y la Fiscal Federal Yang elogiaron la labor conjunta del Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Policía de Los Ángeles [Los Angeles Police Department (LAPD)].
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