El Texto Mundial de MIP El Texto Mundial de MIP Universidad de Minnesota
 

Manejo de Malezas en Producción de Arroz de Pequeños Propietarios en los Trópicos

David E. Johnson
Instituto de Recursos Naturales
Universidad de Greenwich
Chatham, Kent, RU.

Traducción al castellano por el Dr. Rafael E. Cancelado
To return to the English version click here [X]

 

"se gasta más energía para quitar las malezas del los cultivos del hombre que para cualquier otra actividad humana" Holm, 1971

El arroz es el cultivo más importante para alimento en los países en desarrollo y corresponde a 29% del consumo total de calorías de estas poblaciones. En los trópicos, el arroz es producido en gran parte en pequeñas fincas familiares, las cuales usualmente son menores de 4 ha y en Asia, el arroz es la fuente de empleo más importante en las áreas rurales. En todo este sistema de pequeñas fincas, las malezas son una de las principales restricciones biológicas para la producción.

CULTIVO DEL ARROZ

En los trópicos, el arroz se produce en altiplanicies regadas solo por la lluvia, en áreas que estacionalmente sufren inundaciones profundas y en llanuras bajas que reciben lluvias y también son regadas. Arroz de altiplanicie se refiere al cultivo del arroz que "recibe lluvias" en campos no regados, bien drenados; ésta forma de cultivo se realiza en Asia, América latina y África. El arroz producido en áreas de inundación profunda llamado también "arroz de aguas profundas o arroz flotante", es importante en muchas áreas de África Occidental y Asia, a menudo a lo largo del curso de los principales ríos. Este cultivo se siembra antes que suban las aguas de las inundaciones y es capaz de sobrevivir la profunda inundación subsiguiente. El arroz de las llanuras bajas corresponde a campos que son inundados al menos durante parte del tiempo entre la siembra y la cosecha, y puede depender en parte de la lluvia o de riego. La Tabla 1 muestra los rendimientos regionales de arroz (t/ha) en comparación con la población total y los aumentos anuales de las áreas sembradas con arroz. Los rendimientos regionales promedio ocultan variaciones considerables que dependen de los sistemas de producción y de los niveles de los insumos.

Tabla 1. Producción Mundial de Arroz (1991).

 

Población (mill).

Porción del rendimiento de arroz (%)

Fuerza laboral (mill)

Rendimiento (t/ha) de arroz en el área agrícola

América latina

445

26

6,267

2.8

África

645

63

6,607

2.1

Asia

3,157

60

133,251

3.7

Total 5,350 47 148,366 3.5

Arroz de Altiplanicies

Casi 100 millones de personas dependen del arroz de altiplanicies como su alimento más importante, incluyendo algunos de los agricultores más pobres del mundo. En África Occidental, el arroz de altiplanicies comprende 57% (1.8 millones de ha) del total del área de arroz. El arroz de altiplanicies se produce en diversos sistemas que van desde cultivos de desplazamiento, (Lámina 1) a sistemas relativamente intensivos, que utilizan laboreo manual, animal o mecanizado y rotaciones con otros cultivos, incluyendo algodón, leguminosas y cereales. Los cultivos de desplazamiento se realizan en la zona de bosques húmedos, donde la tierra es despejada de árboles, usualmente talando y quemando, y se hacen una o dos siembras de arroz antes que el suelo vuelva a dejarse en barbecho. La invasión de las malezas es una de las principales razones para abandonar la tierra después de los períodos de cultivo. El arroz de altiplanicie es trasplantado, sembrado al voleo o en surcos, siendo la siembra al voleo la más comúnmente usada en los cultivos de desplazamiento. El más común de los métodos de control de malezas es el manual, a menudo con la ayuda de machetes o azadones. En Asia, África y partes de América latina el arroz de altiplanicie se produce con pocos insumos comprados, si es que hay alguno. El arroz de altiplanicies es infestado por una amplia variedad de malezas, muchas de las cuales son pan-tropicales, incluyendo los pastos: Digitaria spp., Echinochloa colona, Eleusine indica, Paspalum spp. y Rottboellia cochinchinensis, y las malezas de hoja ancha: Commelina spp., Ageratum conyzoides, Portulaca oleracea, Amaranthus spp. y Euphorbia spp. La variabilidad de la composición de las especies de malezas en el arroz de altiplanicie tiende a ser mayor que en otros sistemas de producción y depende de la ecología, el sistema de siembra y las prácticas de manejo.

Arroz de Llanuras Bajas

Este sistema varía considerablemente según el grado de nivelación de la tierra, el drenaje y los surcos que permitan, bien sea retener el agua de lluvia o la suministrada mediante el sistema de riego para inundar el cultivo del arroz (Lámina 2). El cultivo del arroz se puede sembrar en forma directa o puede ser trasplantado de camas de viveros. Los sistemas de producción con un manejo efectivo del agua presentan las mejores oportunidades técnicas para intensificar y diversificar los sistemas de cultivo. En Asia, la mayor parte de la tierra apropiada para producción intensa de arroz ya está sembrada con el cultivo. La inundación usualmente mejora las condiciones químicas del suelo y el ambiente anaeróbico del suelo impide la germinación y el crecimiento de muchas malezas. Sin embargo, en sistemas de siembra directa, en los cuales los campos no pueden ser inundados adecuadamente hasta que el cultivo esté establecido, usualmente es esencial el control post emergente de malezas. En arroz bajo riego con frecuencia las infestaciones de malezas son usualmente exacerbadas por la mala nivelación y preparación del suelo, por manejo inadecuado del agua o de la semilla de arroz, o por agua de riego contaminada con semillas de malezas, por la siembra directa y la falta de rotación de cultivos. En África Occidental, de los 20-50 millones de ha de las partes bajas de valles internos y márgenes hidromórficos, solo como un 15% actualmente es utilizado para producción de cultivos. Un componente vital para el desarrollo sustentable de tales áreas es el control apropiado de las malezas. Las malezas más serias de los arrozales de las llanuras bajas son pan-tropicales y las de más amplia distribución incluyen ciperáceas, tales como Cyperus difformis, C. iria, Fimbristylis spp. y Scirpus maritimus, los pastos Echinochloa crus-galli, E. crus-pavonis, E. glaberescens, E. pyramidalis, Ischaemum rugosum, Leptochloa spp., Oryza barthii, O. longistaminata, O. rufipogon y las de hoja ancha Ludwigia spp., Eclipta prostrata y Sphenochlea zeylanica. Estas malezas están bien adaptadas al medio ambiente acuático, pueden crecer y multiplicarse rápido y son muy competitivas con el arroz. El parecido de algunas malezas con el arroz, en los primeros estados de crecimiento, como es el caso de Echinochloa spp. hace muy difícil que los agricultores las distingan cuando están desyerbando a mano. Algunas malezas de las tierras bajas son favorecidas por medios ambientes particulares, tal es el caso de pastos rizomatosos como Paspalum vaginatum y P. distichum en los pantanos costeros y de tierra adentro. La culpa de la amplia distribución de muchas de las peores malezas del arroz se puede atribuir, al menos en parte, a la distribución de semillas de arroz contaminadas con semillas de malezas. La introducción de malezas tales como Oryza spp., Ischaemum rugosum, Echinochloa spp., Rottboellia cochinchinensis y Euphorbia heterophylla en áreas que antes no estaban infestadas ha ocurrido de esta manera. En sistemas de arroz de tierras bajas, las semillas de las malezas también se pueden distribuir rápidamente con las aguas de riego o con las inundaciones.

Pérdidas Debidas a las Malezas

En un estudio de los países productores de arroz que cubre 80% del área total de producción, las malezas fueron reportadas como el mayor freno biológico para los rendimientos. En particular, el arroz de las altiplanicies compite pobremente con las malezas y el crecimiento descontrolado de malezas a menudo resulta en rendimientos insignificantes o cero. En África occidental, los rendimientos de arroz de altiplanicie con el control de malezas de los agricultores fueron 44% más bajos que en parcelas sin malezas de investigadores. En la India las pérdidas debidas a la falta de control de malezas en arroz de altiplanicie fueron hasta de 90%, y en África, las pérdidas tanto en sistemas de tierras bajas como en altiplanicies estuvieron en un rango de 28-100% . En Belice, América central, dos años después de limpiar lotes en barbecho, los rendimientos de arroz de altiplanicie sin control de malezas fueron menos de 20% de los de los cultivos que se desyerbaron a mano dos veces después de la siembra. Las pérdidas pueden ser particularmente severas en arroces de siembra directa en tierras bajas, ya que tanto el arroz como las malezas tendrán estados de crecimiento similares. En arroz trasplantado, las jóvenes plantas de arroz tienen una ventaja sobre las malezas que están germinando y la inundación inmediata después del trasplante limita el establecimiento de muchas malezas, por tanto, las pérdidas de rendimiento por la competencia de las malezas tienden a ser menores que en el arroz de siembra directa. En Asia, las pérdidas de rendimiento debidas al crecimiento descontrolado de malezas en arroz de siembra directa han sido reportadas entre 45-75% y para el arroz trasplantado en aproximadamente 50%. Sin embargo, es raro, que los agricultores no realicen alguna clase de control de malezas y por tanto las pérdidas en los campos de los agricultores posiblemente sean considerablemente más bajas.

Fig. 1. Es particularmente importante reducir al mínimo la competencia de las malezas durante los primeros estados del cultivo, antes que haya formado un dosel foliar cerrado. En arroz de altiplanicies este es un período crítico de aproximadamente 15-40 días después de la siembra, mientras que en arroz trasplantado, el cultivo puede formar el dosel más rápido. Cuando el cultivo está expuesto a una competencia prolongada por las malezas durante este período crítico, usualmente no es capaz de recuperarse lo suficiente para dar un buen rendimiento.

Métodos de Control de Malezas

Manejo Integrado Mucho más que en el caso de manejo de insectos plagas o enfermedades, el manejo de malezas requiere estrategias integradas para que sea exitoso. Aunque en algunos sistemas de producción, los herbicidas pueden ser la principal forma de control, ellos solos posiblemente no tengan éxito a menos que se combinen con una buena preparación de la tierra y, en los sistemas de tierras bajas, con buen control del agua. Es probable que ningún método de control controle todas las malezas y a largo plazo, esto llevará al incremento de ciertas especies. La combinación de los métodos de control de malezas directos, tales como herbicidas o desyerba a mano, con los métodos indirectos tales como la preparación del suelo, la inundación y un cultivo competitivo, ayudarán a prevenir esta situación. Una combinación de métodos directos de control de malezas tales como el uso de herbicida y la posterior desyerba a mano puede resultar en un aumento de rendimientos (Tabla 2). La combinación óptima de métodos de control de malezas dependerá del sistema de producción, las condiciones económicas y la base de conocimientos y recursos del agricultor.

Tabla 2. Efecto de diferentes métodos de control de malezas sobre el rendimiento de grano en arroz sembrado en seco en tierras bajas.

Método de Control

Rendimiento del Grano t/ha

Butacloro

2.2

Pendimetalina

0.9

Butacloro + desyerba manual

3.9

Pendimetalina + desyerba manual

2.8

Propanilo + MCP

3.1

Preparación del suelo La labranza sirve para suministrar a la semilla una cama apropiada y control de malezas antes de establecer el cultivo. En sistemas de pequeños parceleros, la práctica varía de cero labranza, como sucede en a muchos de los sistemas de cultivo de desplazamiento, a producción repetida con laboreo profundo para remover malezas perennes de difícil control, tales como Oryza longistaminata la cual tiene un extenso sistema de rizomas. El laboreo superficial a menudo no es efectivo para el control de malezas y el control de malezas de post emergencia normalmente es necesario independientemente de las prácticas de labranza.

Inundación La inundación de los campos es el método de control cultural más efectivo para controlar las malezas en arroz. Inundar a una profundidad de 10 cm evita la germinación de la semilla de la mayoría de las malezas y mata la mayor parte de las plántulas de malezas (Tabla 3). Normalmente, se usa junto con otras medidas de control, tales como herbicidas o desyerba manual. Sin embargo, para que la inundación sea exitosa, los campos deben estar bien nivelados, el nivel del agua se debe mantener y asegurar una profundidad uniforme de agua. En muchos esquemas de pequeños parceleros, el riego limitado y un pobre desarrollo del suelo pueden ser una importante restricción para el efectivo control de malezas.

Tabla 3. Efecto de la profundidad del agua en el crecimiento de las malezas en arroz.

Profundidad del agua cm

Altura de las malezas g m-2

57

2.5

20

7.5

11

12.5

8

17.5

 

Desyerba manual La desyerba manual es el método de control de malezas de más amplio uso, para cuya efectividad la principal limitante es la disponibilidad de mano de obra. En algunas áreas de arroz trasplantado la adopción de la siembra en línea ha permitido la introducción de desmalezadoras rotativas para cultivar entre las hileras de arroz, reduciendo considerablemente la demanda de mano de obra para control de malezas. En la India, la desyerba del arroz a los 15 y 30 DDS dio un aumento de 60% en rendimiento sobre una sola desyerba a los 30 DDS. Sin embargo, como la desyerba manual es laboriosa, y a veces la mano de obra es costosa y escasa, el control de malezas a menudo es imperfecto y/o se hace atrasado. En una encuesta de productores de arroz en la Costa de Marfil, 53% dijeron que no siempre desyerbaban sus campos, y la explicación más frecuente era que la infestación de malezas era tan alta que no pensaban que valiera la pena sacarlas, de modo que realmente abandonaban los cultivos. Más aún, 80% de los agricultores dijeron que si las malezas no fueran un problema tan serio aumentarían la cantidad de tierra sembrada. Hay varias restricciones que limitan el uso efectivo de la desyerba manual, incluyendo las restricciones que impone el uso de mano de obra familiar, dinero limitado para contratar trabajadores y la falta de mano de obra disponible durante los períodos pico. En una encuesta en una aldea en la Costa de Marfil, donde no usaban herbicidas, los agricultores gastaron entre 408 y 506 horas para desyerba manual en arroz de altiplanicie y de tierras bajas, respectivamente. En Asia, se ha reportado que el control de malezas en arroz de altiplanicie requiere 32 - 198 días hombre por ha, lo cual representa 17 - 57% de los requisitos totales de mano de obra para el cultivo. La disponibilidad de tracción animal puede aliviar las dificultades presentadas por la dependencia de la mano de obra. Donde hay la posibilidad de usar la tracción animal, la tecnología, incluyendo cultivadoras y sembradoras de tracción animal, permite el control mecánico de malezas, aunque para las condiciones del agricultor se han encontrado problemas con la operación de las sembradoras.

Sistemas de barbecho La inhabilidad humana para controlar malezas es una de las mayores restricciones para cultivos continuos en los trópicos y es una restricción particularmente aguda para aquellos con recursos limitados y poco acceso a tecnologías apropiadas. Después de la deforestación inicial, las malezas presentes consisten principalmente de malezas de hoja ancha y rebrotes forestales, aunque con siembras continuas, pastos problemáticos invaden los campos. Los estudios han mostrado que el crecimiento de las malezas después de tres años o menos de barbecho fue casi el doble que después de un barbecho de cinco años o más. Cuando el ciclo de cultivo es relativamente corto en comparación con la duración del barbecho, el bosque se regenera a partir de semillas, raíces y tocones. Sin embargo, la siembra repetida permite la invasión por especies de malezas anuales y perennes y el reemplazo de las especies de bosque nativo por malezas tales como Imperata cylindrica y Chromolaena odorata. Aunque los cultivos de desplazamiento han sido criticados por desperdiciar la tierra y los recursos forestales, aún son la principal forma de producción para muchos agricultores de escasos recursos. En tales sistemas, el período de barbecho es parte integral de los ciclos de cultivo. En muchas áreas donde se practican los cultivos de desplazamiento, los suelos son intrínsecamente infértiles. Por tanto, la intensificación de las siembras en tales áreas requiere tecnología para enfrentar la creciente presión de malezas y la decreciente fertilidad de los suelos, si es que tales sistemas van a ser sostenibles. La investigación se ha enfocado a mejorar los barbechos, a menudo mediante el uso de leguminosas para mejorar la fertilidad del suelo y particularmente la condición del nitrógeno, reducir el crecimiento de malezas y proteger el suelo de la erosión. Las posibles especies de leguminosas para sistemas basados en arroz incluyen las especies "reptadoras" Calopogonium, Pueraria y Mucuna, y especies arbustivas tales como Sesbania y Aeschynomene.

Competencia del cultivo El arroz en estado de plántula no es muy competitivo con las malezas, aunque este puede ser un factor muy importante durante los estados vegetativo y reproductivo. La competitividad del cultivo con las malezas es particularmente importante para limitar las infestaciones de malezas después que se han llevado a cabo los tratamientos iniciales de control de malezas, tales como preparación de la tierra, herbicidas y desyerba manual. Las interacciones entre el cultivo y las malezas involucran principalmente competencia por luz, agua y nutrientes. Donde el agua y los nutrientes no son limitantes, la luz se convierte en el factor limitante más importante. Sin embrago, las malezas usualmente tienen ratas de crecimiento y demanda de nutrientes mayores que el arroz y, por tanto, la cantidad y el momento de aplicación de los fertilizantes pueden afectar significativamente la competencia entre el arroz y las malezas. En un experimento en suelo húmedo, pero no inundado, en África Occidental, una aplicación de 50 kg N ha-1 al arroz duplicó la biomasa de las malezas en el cultivo. Esto sugiere que en tales situaciones, la aplicación de fertilizante debe estar acompañada por un mejor manejo de las malezas. Se ha demostrado que la reducción de la distancia entre los surcos, reduce las infestaciones de malezas en arroz de altiplanos y en ecologías hidromórficas y de tierras bajas (Tabla 4). Del mismo modo, el aumento en las poblaciones de malezas puede aumentar las pérdidas de rendimiento (Tabla 5). En sistemas de riego de tierras bajas en África Occidental se ha reportado que los agricultores usan dosis de semilla hasta de 200 kg/ha para mejorar la supresión de malezas por el cultivo. Se ha notado que algunas variedades "modernas" de arroz de alto rendimiento son menos capaces de competir con las malezas que muchas de las variedades tradicionales de arroz que se buscaba que reemplazaran. Las variedades tradicionales tienden a ser altas, son más tardías, de hojas caídas y tienen un alto vigor vegetativo, mientras que las variedades modernas a menudo combinan corta estatura, precocidad y hojas erectas. Esto sugiere que el aumento en rendimiento potencial de las modernas variedades de arroz en comparación con las variedades tradicionales con muchas hojas se ha obtenido sacrificando su habilidad competitiva con las malezas. La falta de competitividad con las malezas en las variedades modernas puede ser una de las razones por las cuales los productores de arroz de las altiplanicies han retenido sus variedades tradicionales. La habilidad competitiva de diferentes variedades de arroz se ha vuelto el foco de la investigación, con la intención de combinar la habilidad competitiva con otras características deseables, para desarrollar variedades apropiadas para condiciones de bajos insumos. Estudios en diferentes tipos de plantas muestran que la habilidad para formar macollas, la altura, el dosel foliar y el desarrollo radicular pueden ser factores importantes para determinar la habilidad competitiva de las plantas de arroz. El arroz africano, O. glaberrima, es una fuente de algunas de estas características que confieren habilidad competitiva con las malezas y puede servir para producir tipos de plantas de arroz que estén más adaptados para las condiciones de los pequeños parceleros: se han producido híbridos O. glaberrima/O. sativa. El desarrollo varietal del cultivo en relación con el control de malezas también incluye resistencia de planta hospedera contra la maleza parásita, Striga, y la posibilidad de utilizar la actividad alelopática del cultivo. La alelopatía es la habilidad de una planta para interferir con el crecimiento de otra mediante la producción de exudados de las raíces. Han sido identificados y probados cultivares de arroz resistentes a Striga, un problema local en algunas de las áreas de sabana de África, ofreciendo una solución potencial para las áreas afectadas. Se has sugerido que los tipos de Javánica O. sativa, O. glaberrima, y arroces silvestres pueden ser posibles fuentes de actividad alelopática, la cual podría se transferida a cultivares comerciales de arroz. Aunque la utilización de la alelopatía puede tener un considerable potencial para regímenes de manejo de malezas de bajo uso de insumos, es posible que la disponibilidad de tal tecnología para los agricultores no ocurra en el futuro cercano.

Tabla 4 Efecto de la distancia entre plantas en la altura de las malezas en arroz de riego, África Occidental.

Distancia entre plantas, cm

Altura de las malezas g m-2

Rendimiento del grano t ha

10

29.0

4.75

14

40.6

4.26

20

69.5

5.01

30

82.3

4.37

40

106.5

3.39

 

Tabla 5 Pérdidas de rendimiento de grano debidas a competencia por Echinochloa sp.

Densidad de la maleza (plantas/m-2)

Pérdida de rendimiento %

11

25

54

49

269

79

Control químico La importancia del uso de herbicidas en los trópicos está estrechamente relacionada con el costo y la disponibilidad de mano de obra. Los herbicidas son una de las primeras tecnologías adoptadas para economizar mano de obra cuando los costos comienzan a subir. Como consecuencia, el uso de herbicidas varía considerablemente entre países. En el Japón muchos cultivos de arroz reciben más de dos aplicaciones de herbicidas, mientras que en las Filipinas solo es tratada como el 50% del área de arroz y en Bangladesh, donde la mano de obra rural es relativamente barata, hay poco uso de herbicidas. Los herbicidas reemplazan la desyerba manual y permiten la siembra directa en lugar del trasplante, lo cual requiere menos mano de obra. La siembra directa en tierras bajas está asociada con el uso de herbicidas, ya que sin su uso las malezas crecen tan rápido, aún antes que los campos hayan sido inundados, que ni siquiera es posible la desyerba manual. Los herbicidas también son usados en los sistemas de trasplante, aunque en cantidad mucho menor y en los sistemas de altiplanicies, particularmente donde el arroz se siembra en rotación con cultivos de pan coger. Es posible que en muchas regiones, los costos implicados en el uso de herbicidas permanezca como una restricción importante a su amplia adopción. Los herbicidas se pueden clasificar como no selectivos o selectivos, y de pre- y post emergencia. La mayoría de los herbicidas usado en arroz son selectivos y controlan algunas o la mayoría de las malezas, a la vez que tienen un efecto limitado en el cultivo. La selectividad no necesariamente depende de los compuestos, sino también de las dosis, los momentos y los métodos de aplicación, y por tanto, es importante seguir las recomendaciones de los fabricantes. Los herbicidas no selectivos tales como el glifosato algunas veces son aplicados antes de sembrar el arroz, en infestaciones de malezas tales como el arroz negro (silvestre) que son difíciles de controlar con herbicidas selectivos. Los herbicidas de pre-emergencia son aplicados al suelo y controlan las malezas antes que ellas emerjan, mientras que los de post emergencia son aplicados a las malezas después que ellas han emergido. Entre el grupo de las anilidas están los herbicidas butacloro, pretilacloro y propanilo. El butacloro se puede aplicar bien sea en pre-emergencia o en post emergencia temprana para tener control de un amplio rango de pastos anuales y algunas malezas de hoja ancha. El pretilacloro se puede usar con seguridad en el arroz trasplantado, o con arroz de siembra directa, si se aplica con un antídoto. El propanilo, un herbicida de contacto que no tiene efecto residual, es un herbicida bien establecido que da control de un amplio rango de pastos y tiene algún efecto sobre malezas de hoja ancha en el estado de 2 a 3 hojas, aunque es menos efectivo en estados posteriores. El propanilo es ampliamente usado en combinaciones con herbicidas que tienen derechos de propiedad [no genéricos] o en mezcla de tanque. En otras partes del mundo, tales como América latina, donde el propanilo ha sido usado intensamente se ha desarrollado cierta resistencia al herbicida en Echinochloa spp. Los ácidos alkanóicos (ácidos fenoxiáceticos) incluyen: 2,4-D, 2,4,5-T, MCPA y triclopir y éstos se aplican foliarmente; son herbicidas que se translocan y controlan de manera selectiva malezas de hoja ancha, ciperáceas y algunas plántulas de pasto. Estos herbicidas han sido ampliamente usados en productos con derechos de propiedad y en mezclas de tanque, particularmente con propanilo, para dar un amplio espectro de control; tales mezclas están entre los tratamientos herbicidas de precio más favorable. Debido a la alta actividad biológica de algunos de estos compuestos, por ejemplo el 2,4-D, hay cierto grado de riesgo en su uso, ya que la deriva del rocío de la aspersión o la contaminación del equipo de aplicación puede afectar cultivos tales como el algodonero y una amplia gama de hortalizas. En años recientes, el 2,4,5-T ha sido retirado de muchos mercados debido a preocupaciones por la salud humana. Los tiocarbamatos incluyen el molinato y el tiobencarb, ambos son herbicidas activos en el suelo. El primero requiere humedad en el suelo para ser activado y una vez aplicado, el área debe mantenerse inundada de manera continua; el molinato es particularmente efectivo para el control de Echinochloa spp. El tiobencarb controla un amplio rango de pastos y ciperáceas y puede aplicarse en pre-emergencia o post emergencia temprana. Las dinitroanilinas incluyen los herbicidas de pre-emergencia butralina y pendimetalina. Estos son efectivos contra varias malezas de hoja ancha y pastos, cuando se aplican antes de la germinación de las malezas, aunque tiene poco efecto contra malezas establecidas. El último da buen control de Rottboellia cocohichinensis y Setaria spp. Los difenil éteres incluyen bifenox, flourodifen y oxiflurofen. Estos son usados como herbicidas pre-emergentes o en post emergencia temprana y son efectivos contra varias malezas de hoja ancha y especies de pasto en estado de plántula. La simetrina y la dimetametrina son compuestos del grupo de las triazinas que se usan cono herbicidas selectivos en arroz, y se aplican en pre- o en post emergencia temprana. El primero puede ser mezclado con tiobencarb, mientras que el último se vende como mezcla con derechos de propiedad bien sea con piperofós o con pretilacloro. El bensulfurón-metilo es un herbicida del grupo de las sulfonilúreas y se puede usar tanto en arroz de siembra directa como en el trasplantado. Se puede aplicar en pre-emergencia o en post emergencia temprana y este herbicida da control de un amplio rango de malezas de hoja ancha y ciperáceas. Lo mismo que otros herbicidas del grupo de las sulfonilúreas, este herbicida comparte un alto grado de actividad biológica y se necesitan cantidades muy pequeñas del ingrediente activo para un control de malezas efectivo. El bentazón es unherbicida de contacto que da buen control de post emergencia de cirto número de malezas de hoja ancha y ciperáceas. El bentazón se mearcadea bien sea como un producto solo o como una mezcla con propanilo. El oxadiazón es un herbicida de pre-emergencia aunque tiene un efecto limitado de post emergencia. Controla un amplio rango de malezas y tiene buena persistencia en el suelo debido a su baja solubilidad en agua y a la alta adsorción en el suelo. Está disponible en varias formulaciones y permite que se lo aplique solo al suelo con asperjadoras convencionales, o con propanilo, o directamente al agua de inundación del arrozal, usando botellas como saleros.

Problemas con la aplicación de herbicidas Los agricultores de pequeñas parcelas a menudo se enfrentan a ciertos problemas relacionados con el uso de herbicidas, debido a que aplican una dosis inadecuada del herbicida, o a que aplican los herbicidas muy tarde para obtener buen efecto sobre las malezas. Posiblemente una causa de esto sea la grave falta de información disponible por el agricultor y al bajo nivel de comprensión que resulta de esto. A menudo, con el uso de los herbicidas solo se toman precauciones mínimas en relación con el uso seguro y protección a la salud. Aunque la mayoría de los pesticidas aplicados a los cultivos agrícolas probablemente son insecticidas y que los herbicidas usualmente son menos tóxicos para los humanos, aún existe la preocupación. El envenenamiento puede ocurrir por ingestión de los pesticidas, absorción por la piel, o inhalación, y la falta de equipos adecuados de protección y entrenamiento lo hacen casi inevitable. Los bajos estándares en el uso de pesticidas y la ignorancia de los posibles peligros se pueden achacar a los bajos niveles de educación, pero los malos empaques con advertencias inadecuadas y la falta de información disponible para el agricultor, también son factores importantes. A comienzo de los años 1970s en Asia, se recomendaban formulaciones de 2,4-D y MCPA para control de malezas anuales en arroz trasplantado, mientras que se reportaba que las formulaciones granulares de los herbicidas selectivos butacloro y tiobencarb eran efectivas en el arroz de siembra directa, como alternativas a la desyerba manual. La adopción subsiguiente de tales herbicidas fue muy amplia. Desde esa época, se han desarrollado herbicidas que son más seguros de usar en el arroz y que ha permitido mucha más flexibilidad en la aplicación. Las formulaciones que permiten la aplicación directa de los herbicidas al agua de riego sin uso de equipo de aspersión tienen ventajas para los pequeños productores y se han convertido en una práctica establecida en muchas áreas. Con el uso frecuente de herbicidas, ha evolucionado la resistencia a los herbicidas en algunas poblaciones de malezas. En los EEUU, 30 años de uso de propanilo resultaron en Echinochloa sp. resistente, y después de cuatro años de uso continuo, emergió la resistencia al bensulfurón en cuatro especies de malezas acuáticas. En Costa Rica, se encontró que Ixophorus sp. y Eleusine indica habían desarrollado resistencia a imazapir después de unos cinco años de uso del herbicida. Los estudios sugieren que biotipos seleccionados de Ixophorus eran entre 5 y 80 veces más resistentes a imazapir que los biotipos más susceptibles. Donde quiera que se usen con frecuencia los herbicidas la evolución de las malezas resistentes a los herbicidas realmente es una amenaza al control efectivo de malezas. Los sistemas de pequeños parceleros pueden ser particularmente vulnerables porque los herbicidas a menudo no son usados en la manera, el momento o las dosis apropiados, lo cual puede acelerar el desarrollo de resistencia.

Perspectivas Ha ocurrido un tremendo desarrollo en la tecnología de los herbicidas en los últimos cuarenta años, con un amplio rango de herbicidas de pre- y post emergencia que ahora están disponibles para los productores. Las selectividad y las formulaciones mejoradas permiten aplicaciones más seguras, más fáciles y más flexibles. El desarrollo de los herbicidas y los resultados que se pueden obtener con ellos han sido espectaculares pero, en comparación, poca investigación se ha enfocado en control cultural y manejo integrado de malezas. Aunque muchos sistemas de producción de arroz han llegado a depender de los herbicidas, la necesidad de reducir los costos y la evolución de nuevos problemas de malezas y ecotipos resistentes a herbicidas, sugieren que se debería hacer un mayor énfasis en el uso juicioso de herbicidas, integrado con métodos culturales. Más aún, es probable que una substancial proporción de productores de arroz de pequeñas parcelas, en el futuro previsible continuarán dependiendo de métodos de control de malezas diferentes a los herbicidas. Los factores que seguirán afectando su adopción continuarán siendo: fondos insuficientes, suministros y apoyo técnico inadecuados, una insuficiente relación costo beneficio para cubrir el riesgo de la inversión y una preferencia por los métodos tradicionales. Para tales agricultores, serían más apropiadas medidas de control que se sustenten en las prácticas tradicionales y que sean compatibles con los recursos de los productores.

Agradecimientos

El autor recibe fondos de la Administración de Desarrollo en Ultramar del RU [UK Overseas Development Administration], y tiene su base en la Asociación de Desarrollo del Arroz de África Occidental [West Africa Rice Development Association], Costa de Marfil.

Referencias Claves

Ampong-Nyarko, K & De Datta, S. K. 1991 A Handbook for Weed Control in Rice. International Rice Research Institute, P O Box 933, 1099 Manila, Filipinas.

De Datta, S. K. 1981. Principles and Practices of Rice Production. John Wiley, Nueva York.

De Datta, S. K. 1986. Technology development and the spread of direct seeded flooded rice in South East Asia. Experimental Agriculture. 22, 417-426.

Grist, D. H. 1986 Rice. 6th ed. Longman, Londres

Moody, K. (1990) Yield losses due to weeds in rice in the Philippines. En Crop Loss Assessment in Rice. International Rice Research Institute, Los Baños. pp. 193-202.

Moody, K. (1993) Weed Control in Wet-Seeded Rice. Experimental Agriculture Vol 29, 393-403


Regresar a la Portada del Texto Mundial de MIP de Radcliffe.


La Universidad de Minnesota es un empleador y educador igualitario.
Última modificación: martes 2 de octubre de 1996
© Regentes de la Universidad de Minnesota, 1996