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Tom Frantzen, productor de cerdos
en el estado de Iowa, utiliza pastizales y franjas de tierras de
cultivo manejadas como pastizales. Esto le permite producir cerditos
de engorde de 30 libras, "por la mitad del costo de criarlos en confinamiento."
Fotografía por Prescott Bergh, Cortesía de Minnesota Department of Agriculture |
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Tom Frantzen, agricultor de New Hampton, Iowa1,
ha criado cerdos desde el parto hasta el engorde durante 14 años.
Criaba 1,200 2 cerdos en estructuras
cerradas en el invierno y en pastos durante el verano. Las pocilgas
donde invernaban las cerdas eran desagradables. En los meses fríos
los animales no engordaban bien y se comportaban agresivamente.
El estiércol caía en un foso a través del piso de rejilla.
Frantzen lo bombeaba y repartía luego por sus campos de maíz,
soya y pastos. “Recuerdo que no seguíamos reglas para manejarlo.
Echábamos demasiado y no se aprovechaba bien”.
Frantzen tenía que trabajar a la carrera cada temporada. Aunque lograba
hacerlo todo, conseguirlo era difícil y agobiante. En 1992 decidió
crear un sistema que fuese rentable, de menor impacto ambiental y que le dejase
pasar más tiempo al aire libre. La clave fue una combinación de
pastos y estructuras que coordinó la crianza con sus cosechas.
Pastizales permanentes, franjas de pasto en rotación y cultivos le ofrecen
muchísimas alternativas para alimentar sus cerdos. Por ejemplo, los cerdos
pueden alimentarse directamente en los cultivos. Al caminar, esparcen su propio
estiércol. Las camas, con abundante paja en chozas y cobertizos, les
proporcionan calor y libertad para moverse. El pisoteo produce paquetes sólidos
de estiércol, más fáciles de manejar y distribuir que el
estiércol líquido de su sistema anterior.
El nuevo sistema funcionó bien. Frantzen quería estudiar el
lado económico de la crianza de cerdos en pastoreo. Para
ello presentó una propuesta a SARE3
que fue aprobada. Encontró que con el nuevo sistema podía
reducir a la mitad sus gastos en alimentación. “Quedó
demostrado”, dice Frantzen,“que podíamos producir
al aire libre un cerdito de engorde de 30 libras (14 Kg) por la
mitad de lo que cuesta producirlo en confinamiento”.
Durante tres años sus gastos para criar un cerdo de engorde al aire
libre oscilaron entre $10 y $13.504,
incluyendo alimentación suplementaria, terreno y mano de
obra.
“En una granja que produce grano y engorda cerdos queremos que el grano
llegue al animal durante la etapa final del engorde y que el estiércol
vuelva a los sembrados. De los cobertizos sale una composta de paja y estiércol
que puedo aplicar en la parcela y momento más convenientes. No huele
mal, no necesito bombearla y los animales están en un ambiente que les
gusta”, dice Frantzen. Tom diversifica su granja con 75 vacas de cría
Angus.
Frantzen se encuentra hoy tan ocupado como siempre, pero es más feliz.
“Las condiciones de trabajo no eran tan buenas. Ahora puedo trabajar al
aire libre. La salud de los animales tampoco era buena. Se notaba el estrés
de las cerdas en los cajones donde parían. Ahora parece que disfrutan
de la vida. Y yo también”, dice Frantzen.
Productores pequeños, como Frantzen, han podido conservar su independencia
frente a una industria que se concentra y fortalece. A finales de los 80 los
cerdos de engorde comenzaron a desaparecer de las granjas pequeñas. Ahora
la mayoría son producidos por corporaciones. Sólo 20 compañías
mercadean medio millón de cerdos al año. Esto es el 35 por ciento
de la producción nacional. Normalmente una compañía es
la dueña de los cerdos y contrata granjeros para criarlos. Frecuentemente
usan el terreno, estructuras y charcas del propio granjero.
Estos cambios reducen las opciones de los granjeros. La mayoría trabaja
bajo contrato. Esto les obliga a seguir los métodos de producción
de la corporación. Los contratos dan mayor seguridad que la producción
independiente para conseguir un modesto beneficio. Sin embargo el contrato les
obliga a endeudarse para construir las estructuras necesarias. El granjero también
es responsable del impacto ambiental del sistema.
Además las corporaciones son dueñas del sistema de distribución
y de las plantas procesadoras. Este hecho cierra prácticamente el mercado
al por mayor a los pequeños productores independientes.
“Es penoso para el pequeño productor reunir un mediano lote de
cerdos para el mercado. Es también difícil encontrar un comprador
que acepte animales producidos sin contrato”, dice Martin Kleinschmidt,
analista de Center for Rural Affairs. “Si quieres vender cerdos como mayorista
tienes que producir mucho. Si quieres ser pequeño productor tienes que
buscar otros mercados”.
Este boletín presenta casos ejemplares que muestran otras formas económicamente
viables de producir y mercadear cerdos. Los protagonistas han tenido que encargarse
de nuevas tareas. Necesitaron adaptar los sistemas a su situación. Buscaron
otras formas de mercadeo. Pero todos reconocieron mayor flexibilidad y mejor
calidad de vida. Lo atribuyen a las nuevas opciones para albergar cerdos y a
un mayor uso del pasto.
Invitamos al lector a utilizar este boletín para conocer otros sistemas
alternativos de crianza de cerdos. Conforme se lo sugiera la lectura, consulte
el Glosario, las Notas y
los Recursos que aparecen al final.
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