LUNES, 17 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Esa regla básica, "conózcase a sí mismo", puede ayudar a evitar que unas vacaciones placenteras a orillas de la playa se conviertan en un riesgo de cáncer de piel, informan dermatólogos australianos.
Un estudio detallado de 88 vacacionistas en Hawái identificó tres grupos de personas con características y comportamientos distintos con respecto a la protección solar, de acuerdo con un informe que aparece en la edición de diciembre de Archives of Dermatology realizado por investigadores de la Universidad de Queensland:
"A estos subgrupos de amantes de la playa se deben dirigir estrategias específicas (particularmente a los del grupo 2, los amantes del bronceado) que se broncean y sufren quemaduras de sol una y otra vez, por lo que hay que tomar en cuenta los atributos personales y patrones de comportamiento relevantes", escribieron los investigadores.
Es necesario dirigir un mensaje a este grupo, señaló la Dra. Susan Weinkle, profesora clínica asistente de dermatología en la Universidad del Sur de Florida y miembro de la Skin Cancer Foundation.
"Estos vacacionistas están en alto riesgo de cáncer de piel y no les estamos haciendo llegar el mensaje", advirtió Weinkle. "Las personas como yo que viven cerca de la playa usan más ropa protectora y no van a la playa con el objetivo principal de broncearse. Las personas que están de vacaciones acaban a menudo con quemaduras de sol".
Los vacacionistas deberían saber que "se puede disfrutar de la playa y que sólo necesitan protegerse, sentarse a la sombra a la hora de comer, usar ropa que les proteja del sol y un sombrero cuando caminen por la playa", señaló.
El sistema de clasificación australiano es útil porque, "si se desea intervenir en un escenario donde las personas se broncean, es importante conocer sus diferentes razones para exponerse al sol", dijo Sherry L. Pagoto, profesora asistente de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Massachusetts y coautora de un editorial acompañante en la publicación.
Pagoto y sus colegas realizaron un estudio similar hace varios años, apuntó, que encontró que "la mayoría de la gente pertenece a la clase muy motivados por el bronceado".
"Están muy conscientes del riesgo de cáncer de piel, tanto su riesgo real como la percepción del riesgo son algo altos. Pero no usan protección solar a un nivel apropiado", dijo Pagoto.
"Un gran desafío" en la prevención del cáncer de piel es enfrentarse al hecho de que "las personas desean realmente broncearse", dijo. "Es un enigma, cómo hacer que las personas desistan del bronceado".
Debido a ese sentimiento, "la única forma de apartarlos del sol es usar alternativas y entender por qué el bronceado los hace sentir tan bien", señaló Pagoto.
Las medidas de prevención del cáncer de piel deberían incluir no sólo educación, sino también "un cambio en el entorno de las playas", dijo Vilma Cokkinides, directora estratégica de la vigilancia del factor riesgo para la American Cancer Society.
"Necesitamos más sombras y más puntos de información disponibles, en caso de que las personas olviden su protección solar, por ejemplo", señaló Cokkinides. "También, necesitamos señalizar las playas para advertir a las personas de las horas de mayor riesgo. En todas las playas que he visitado no he visto nada parecido".
No hay un registro de casos de cáncer de piel, pero se estima que más de un millón de casos ocurren cada año en Estados Unidos, destacó.
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Página actualizada: 19 noviembre 2008 |