La extirpación del riñón, también llamada nefrectomía, es un procedimiento quirúrgico para extraer un riñón.

Esta cirugía se lleva a cabo mientras usted está dormido y sin sentir dolor (anestesia general). El cirujano hace una incisión en el abdomen o de lado del abdomen (el costado). Es posible que se necesite extraer una costilla para llevar a cabo el procedimiento.

Se cortan el conducto que lleva la orina del riñón a la vejiga (uréter) y los vasos sanguíneos lejos del riñón y se extirpa dicho riñón. Luego se cierra la incisión.

La extirpación del riñón se puede llevar a cabo como una cirugía abierta, lo cual implica una gran incisión al costado del abdomen. A algunos se les puede practicar una cirugía laparoscópica. Este tipo de cirugía es menos invasiva e implica hacer tres o cuatro incisiones pequeñas, generalmente de no más de 2.5 cm (una pulgada) cada una, en el área del abdomen y el costado.

La extirpación del riñón se puede recomendar en caso de:

• Defectos congénitos (anomalías congénitas)
• Sangrado crónico
• Presión arterial alta (hipertensión)
• Infección
• Lesión (traumatismo)
• Tumor

La nefrectomía también se realiza en alguien que dona este órgano para un trasplante de riñón.

Los riesgos de cualquier anestesia abarcan los siguientes:

• Reacciones a los medicamentos
• Problemas respiratorios

Los riesgos de cualquier cirugía abarcan los siguientes:

• Sangrado
• Infección

El pronóstico es generalmente bueno en el caso de la extirpación de un solo riñón. Si se extirpan ambos riñones o si el riñón que queda no funciona lo suficientemente bien, será necesaria la hemodiálisis o un trasplante de riñón.

A usted se le suministrarán líquidos a través de una vía intravenosa y analgésicos. La cirugía de extirpación del riñón con frecuencia es muy dolorosa debido a la localización de la incisión quirúrgica. Sin embargo, se presenta menos dolor con la cirugía laparoscópica de extirpación de este órgano.

El equipo médico vigilará cuidadosamente la presión arterial, el equilibrio de líquidos corporales, la química sanguínea y los niveles de electrolitos. Estas funciones corporales son controladas en parte por los riñones. Es muy probable que a usted le dejen un tubo para drenar la orina (catéter urinario) en el lugar por un período de tiempo corto durante su recuperación.

Usted probablemente permanecerá en el hospital de 2 a 7 días, dependiendo del método quirúrgico utilizado, y se le estimulará a reanudar las actividades ligeras tan pronto como se sienta bien para hacerlo. Evite la actividad vigorosa durante 6 semanas después del procedimiento.