LUNES, 12 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Cuando aumenta el copago de los medicamentos recetados, los veteranos dejan de tomar los medicamentos que necesitan, según halla un nuevo estudio.

En el informe que aparece en la edición del 27 de enero de la revista Circulation, investigadores de la Universidad de Pensilvania hallaron que la adhesión a la medicación disminuyó en más de 19 por ciento entre los veteranos que tenían copagos cuando éstos aumentaron en 2002. En cambio, la adhesión a los medicamentos se redujo en apenas doce por ciento entre los veteranos que no tenían copagos.

Además, las probabilidades de no tomar la medicación por más de tres meses fue tres veces más alta durante este tiempo entre los veteranos que tenían copagos que entre los que no los tenían, halló el estudio.

"Este declive en la adhesión a los medicamentos no sólo fue el resultado de pequeñas brechas en el uso intercalado entre las renovaciones de recetas", advirtió Jalpa A. Doshi, profesora asistente de investigación en medicina de la Universidad de Pensilvania y autora principal del estudio. "De hecho, el aumento en el copago vino acompañado de un incremento significativo en la probabilidad de tener brechas continuas durante 90 días o más en el uso de la medicación para reducir lípidos".

El hallazgo es de particular importancia hoy en día, indicó Doshi, debido a los esfuerzos por ahorrar fondos federales.

"En esta era de grandes déficits en el presupuesto federal, está claro que habrán presiones continuas para reducir o constreñir al menos el crecimiento del presupuesto del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA, por su sigla en inglés) y una de las estrategias que podría tomar el Congreso para reducir costos es incrementar los copagos de las recetas del VA", advirtió Doshi. El estudio analizó lo que sucedió cuando se incrementaron los copagos a principios de esta década.

Encontró que en 2002 muchos veteranos no tomaban los medicamentos que necesitaban luego de que la VA incrementó los copagos de $2 a $7 para el suministro de un medicamento recetado durante un mes.

El copago aumentó de nuevo en 2006, a $8, apuntó Doshi. Y varias propuestas de presupuestos presidenciales, incluido el plan de 2008, incluyeron un incremento en el copago a $15 por un suministro de 30 días, señaló.

"Aunque estas propuestas no se incorporaron en la legislación, es probable que lo sean en el futuro", señaló Doshi. "Los legisladores deben considerar los hallazgos y la implicación de los estudios como el nuestro en las iniciativas de reformas en el futuro".

Los copagos son los mismos independientemente de si el medicamento es genérico o de marca, destacó.

"Este hecho es particularmente relevante en el caso de los medicamentos que reducen el colesterol como las estatinas, en el que dos estatinas de marca están disponibles al igual que las genéricas desde 2006 a precios significativamente menores para el Departamento de Asuntos de Veteranos", subrayó Doshi. "Es presumible que la VA cobre a los veteranos menores copagos para esos medicamentos y por tanto haga posible una mayor adherencia a los medicamentos de clases tan esenciales como éstos".

Para el estudio, Doshi y colegas recopilaron datos sobre 5,604 veteranos que tomaban medicamentos para reducir los niveles de colesterol recetados por el Centro Médico de la VA de Filadelfia de noviembre de 1999 a abril de 2004.

Compararon los veteranos que tenían copagos con veteranos similares exentos de copagos para medicamentos recetados, y observaron la adhesión a los medicamentos para reducir los niveles de colesterol dos años antes y dos años después del incremento del copago.

Además de la reducción general en las tasas de adhesión, los investigadores detectaron un declive en un grupo particular de veteranos.

"Más preocupante fue nuestro hallazgo de un efecto adverso similar por el incremento del copago en grupos que tenían un mayor riesgo de enfermedad cardiaca coronaria que tomaban estos medicamentos como prevención primaria o secundaria", explicó Doshi.

Debido a esto, destacó, "los legisladores necesitan prestar más atención al hecho de que la implementación de una estrategia 'única' para diseñar las políticas de reparto de costos podría afectar de manera negativa a ciertos pacientes de alto riesgo".

Como alternativa para un incremento global, Doshi sugirió copagos relacionados con necesidades individuales: "específicamente, copagos menores para pacientes con beneficios terapéuticos más altos y mayores copagos para los beneficios terapéuticos más bajos". Calificó la idea "como un enfoque más prometedor"

La Dra. Steffie Woolhandler, profesora asociada de medicina en la Facultad de medicina de Harvard, dijo que cree que el estudio subraya la necesidad de reformas para hacer que los tratamientos médicos y los medicamentos estén disponibles para todos.

"Este trabajo ofrece una evidencia notable de que los copagos de medicamentos son potencialmente letales", dijo Woolhandler. "Incluso un incremento aparentemente modesto en el costo de medicamentos vitales hace que muchos pacientes no tomen los medicamentos necesarios para prevenir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares".

El hallazgo "aporta más evidencia de que los estadounidenses necesitan una cobertura total, sin copagos ni deducibles, si queremos materializar por completo la promesa de los avances de hoy día", enfatizó.

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