El hígado produce una sustancia llamada bilis que ayuda en la digestión. La vesícula biliar almacena la bilis hasta que la necesita para digerir la grasa. Después, la vesícula empuja la bilis hacia unos tubos llamados ductos. Estos transportan la bilis hasta el intestino delgado.

Distintas enfermedades pueden bloquear los ductos biliares y causar un problema con el flujo de la bilis. Los cálculos o piedras biliares son unas de las causas más comunes de los ductos biliares obstruidos. Los ductos obstruidos también pueden ser una consecuencia de una infección, cáncer o tejido interno en cicatrización. La cicatrización puede bloquear los ductos biliares, lo que puede conducir a insuficiencia hepática.

Una forma rara de enfermedad de los ductos biliares, denominada, atresia biliar, ocurre en los lactantes. Esta es la causa más común de trasplantes hepáticos en niños de los Estados Unidos.