¿Existen tratamientos para ayudar a los fumadores
de marihuana?
Hasta hace algunos años, era difícil encontrar programas específicamente diseñados para los consumidores de marihuana. Los tratamientos para la dependencia a la marihuana eran muy similares a los que se usaban para otros tipos de drogas, entre ellos: terapias conductuales, como la terapia de comportamiento cognitivo, terapia multisistémica, consejería individual y de grupo, y asistencia regular a reuniones de grupos de apoyo, tales como Narcóticos Anónimos.
Recientemente, los investigadores han experimentado con varios métodos para atraer a los consumidores de marihuana a programas de tratamiento que les ayuden a abstenerse. Hasta el momento, no existen medicamentos para el tratamiento de la dependencia a la marihuana, de manera que los programas se concentran en la consejería y en los grupos de apoyo. En estos estudios, los profesionales observan las características que podrían ayudar a predecir cuáles pacientes tendrán éxito en dejar la droga y cuáles técnicas de tratamiento podrían ser de mayor ayuda.
El progreso adicional que se ha logrado en los tratamientos para los usuarios de marihuana incluye programas específicamente diseñados para ayudar a los adolescentes. Algunos de estos programas se llevan a cabo en los centros de investigación de las universidades, en donde la mayoría de los pacientes reportan que la marihuana es su droga preferida. Otros se ubican en instalaciones independientes de tratamiento para adolescentes. Los médicos de familia pueden ser una buena fuente de información y de ayuda para los adolescentes con problemas por el uso de marihuana.
¿Puede la marihuana usarse como medicamento?
Ha habido mucha discusión en la prensa acerca del uso médico de la marihuana. Bajo una ley de los Estados Unidos, desde 1970, la marihuana ha sido clasificada como sustancia controlada en el “Schedule I”. Es decir, que la droga, por lo menos cuando se fuma, no tiene un uso médico comúnmente aceptado.
Al considerar su posible uso como medicamento, es importante distinguir entre la marihuana pura y el THC puro, o alguna otra sustancia química específica derivada del cannabis. La marihuana pura contiene cientos de sustancias químicas, algunas de las cuales pueden ser perjudiciales para la salud.
El THC en forma de píldora para consumo oral (que no se fuma) puede usarse en el tratamiento de la náusea y el vómito que se presentan con algunos tratamientos contra el cáncer y está disponible con receta médica. El THC también se usa en los pacientes con SIDA, porque les ayuda a comer más, manteniendo así su peso. La nabilona, otra sustancia química relacionada con el THC, ha sido autorizada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para el tratamiento de los pacientes con cáncer que sufren náusea.
Los científicos estudian la posibilidad de que la marihuana, el THC y otras sustancias químicas relacionadas que se encuentran en la marihuana, llamadas canabinoides, tengan ciertos valores medicinales. De acuerdo a los científicos, se necesitan hacer más investigaciones sobre los efectos secundarios de la marihuana y sus beneficios potenciales antes de poderla recomendar para uso médico. Sin embargo, debido a los efectos adversos de fumar marihuana, las investigaciones con THC oral y otros canabinoides parecen más prometedoras para el desarrollo de nuevos medicamentos.
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