LUNES, 22 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- La economía y el estado de ánimo descienden mano a mano.
Así es la temporada de fiestas de este año, con mucha gente que está triste y en la quiebra. La melancolía usual se complica con el mayor índice de desempleo en tres décadas y un traicionero mercado de valores.
"Los problemas de salud mental son comunes y aumentan con mayor frecuencia durante los meses de invierno, no solo debido a las fiestas, sino también por el trastorno afectivo estacional", apuntó el Dr. Timothy Fong, profesor asistente de psiquiatría y director de la Clínica de trastornos del control de los impulsos de la UCLA. "Este año, más que cualquier otro factor, la causa está en los factires financieros estresantes".
A esto se añade la "culpabilidad del gasto" entre los que no pueden permitirse comprar tantos regalos como antes y los que están gastando pero se sienten culpables al respecto.
"La gente habla de sentirse culpable por gastar", señaló Jerry Gold, director administrativo de servicios de salud conductual del Hospital Scripps Mercy de San Diego. "El estrés financiero es uno de los diez principales factores de los problemas en las relaciones. Si la gente tiende a gastar más de lo que gana y se siente culpable, junto al hecho de que hay una crisis financiera global y que en la época de fiestas la gente siente la presión de comprar regalos como expresión de cariño o amor, en conjunto es probable que todo esto empeore el estrés subyacente sobre las finanzas".
Durante los últimos tres o cuatro meses, Fong dijo que ha estado viendo más pacientes de estrés, depresión y ansiedad, gente que por lo general no hubiera buscado tratamiento. Otros que antes pagaban en efectivo por la consejería ya no pueden permitírselo, sobre todo con las tarifas comunes en Los Ángeles de $123 a $400 y más.
Y las aseguradoras están haciendo las regulaciones más estrictas. Un paciente que pasó cuatro días en el hospital hace poco desintoxicándose de medicamentos recetados se encontró con una factura no anticipada de $8,000 por la estadía. "Le arruinaron las fiestas", comentó Fong.
Las compañías que siguen abiertas están creando sus propias estrategias. Según Gary Bagley, director ejecutivo de New York Cares, una organización caritativa orientada a los voluntarios en la ciudad de Nueva York, el número de fiestas corporativas ha disminuido, y en vez de esto las compañías están organizando a sus empleados para que sean voluntarios.
"No diría que [ser voluntario en la temporada de fiestas] no se hacía en el pasado, pero este año tenemos gente que afirma que está ofreciéndose de voluntario en lugar de dar una fiesta, y poniendo muy en claro que lo hubieran hecho pero que dada la situación, no creen que sea lo apropiado", dijo Bagley.
Por supuesto, eso es la gente que tiene trabajo. Pero independientemente de que tenga un trabajo, trabaje a medio tiempo o esté desempleado, hay maneras de sobrevivir la temporada de fiestas, tanto mental como financieramente:
"Se trata de un momento magnífico para que la gente evalúe su relación con el dinero y, si tiene una familia, hablarle a sus hijos al respecto", aconsejó Gold.
Y a veces, un poco de culpa no es algo tan malo. "Es la realidad", dijo Gold. "La gente tiene menos dinero y probablemente sentir un poco de culpa sea bueno. Evita que gaste más".
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Página actualizada: 23 diciembre 2008 |