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INDEPENDENCIA ENERG�TICA

Independencia Energética

Basics

Las Bases

La dependencia de América en el petróleo y otros combustibles fósiles extranjeros amenaza nuestra seguridad nacional, bienestar económico y medioambiente. Con métodos más limpios y económicos hoy a nuestra disposición, éste es el momento de emprender una transición económica hacia un futuro independiente en cuanto a energía, y nuestra generación tiene la oportunidad de llevarnos hacia ese futuro.


Actualmente hay dos crudas realidades en cuanto a la situación de la energía en América:

1) América es adicta al petróleo


Con menos del 5% de la población mundial, los americanos consumen casi una cuarta parte del petróleo producido en el mundo. El sector transporte de nuestra nación –automóviles, camiones, trenes y aviones – depende del petróleo para el 96 por ciento de su energía.

2) El petróleo proviene cada vez más de fuentes extranjeras


Los Estados Unidos tiene menos del 2 por ciento de las reservas de petróleo confirmadas del mundo. Para poder cubrir sus necesidades, los Estados Unidos importa ahora el 60 por ciento de su petróleo de fuentes extranjeras.

Una Cuestión de Seguridad Nacional


Esta situación conlleva un grave riesgo a la seguridad nacional. El dinero del petróleo es usado cada vez más para financiar gobiernos y proyectos contrarios a los intereses del país. Estas ganancias suelen acumularse en manos de gobiernos extranjeros totalitarios que no solo reprimen a su propia gente, sino que en muchos casos también financian grupos terroristas y campos de entrenamiento que extienden el sentimiento anti-americano.

La importancia estratégica del petróleo da a estos países productores mayor poder en temas mundiales; la historia muestra que los países consumidores sufren duras penas para brindar protección y perdonar las transgresiones de productores de petróleo, siempre que el suministro de petróleo continúa fluyendo. Además, cuando muchos países en vías de desarrollo aumentan su consumo de petróleo para satisfacer las necesidades de sus crecientes economías, la competición por limitados recursos del combustible se intensificará. Esta competición tiene la posibilidad de causar conflictos internacionales y guerra.

Importación de Petróleo

Las importaciones de petróleo equivalen a una tercera parte del déficit comercial récord del 2006 en América y son responsables de la mitad del creciente desequilibrio comercial desde el 2002. Un balance comercial inclinado tan marcadamente a las importaciones tiene el efecto de debilitar el dólar americano en la economía mundial. Esto, consecuentemente, aumenta el costo de los artículos importados, un costo que recae en las familias de América. Además, como nos dijo el ex director de la CIA James Woolsey en una audiencia del Comité Selecto, los Estados Unidos financia su alto gasto de petróleo pidiendo prestado billones de dólares a acreedores como Arabia Saudita y China. Esta dependencia hace a los Estados Unidos más dependiente de las decisiones de otros gobiernos y vulnerable a ellas.

Gas Natural Extranjero

El petróleo no es la única fuente de energía de la que América depende. Hoy, casi una quinta parte de la electricidad de EE.UU. proviene del gas natural. El consumo de gas natural está creciendo más rápidamente que el de toda otra fuente principal de energía en el país, y la mayor demanda ha causado un alza en los precios. Comparado con recursos energéticos como el carbón, el gas natural produce menos contaminación causante del calentamiento global; pero desde una perspectiva de seguridad nacional y energética, ocasiona algunos de los mismos problemas que el petróleo. El Medio Oriente tiene más del 40 por ciento de las reservas de gas natural del mundo, y Rusia casi el 27 por ciento. Norteamérica tiene solo un 4 por ciento de las reservas mundiales.

La Verdad Sobre el Petróleo Doméstico

Hay un mito muy común de que los Estados Unidos se ha hecho más dependiente del petróleo mundial porque no ha expandido su producción a nivel doméstico. La verdad es que los Estados Unidos no es un área excepcionalmente rica en petróleo, especialmente después de décadas de extracción intensiva: las reservas confirmadas son de sólo 22 billones de barriles. En comparación, el Medio Oriente tiene 740 billones de barriles en reservas confirmadas. Y ya hemos alcanzado la cima de la extracción petrolera en América, siendo que la producción doméstica de petróleo se ha reducido a la mitad desde que llegara a su punto máximo en 1970.

Las propuestas de expandir la producción doméstica de petróleo en áreas frágiles como el Refugio Natural Nacional del Ártico son sumamente miopes. Se dañaría un área ecológica virgen y largamente protegida, y los recursos obtenidos equivaldrían a un grano de arena en cuanto a reducir la cantidad de petróleo importado. Los campos petroleros en el Refugio Ártico producirían en total probablemente menos que lo que los Estados Unidos consume ahora en seis meses, y menos del 1 por ciento del petróleo que proyectamos consumir en 50 años de su producción total. Aun en su punto máximo de producción en el 2027, equivaldría posiblemente a menos del 2 por ciento del consumo proyectado en los Estados Unidos para ese año.

Camino para Reducir la Dependencia del Petróleo

Existe una alternativa más rápida, barata y menos dañina ecológicamente para no expandir la producción hasta las últimas reservas domésticas que quedan. Es una receta para la seguridad energética que reduciría la dependencia en este limitado recurso y abriría un camino que eliminaría tanto la necesidad de perforar en el Refugio Ártico como la precaria relación con países ricos en petróleo que de otra manera no serian aliados.

Lo fundamental de este camino es reducir la demanda de gasolina con un mejor millaje por galón, desarrollar combustibles más limpios provenientes de la agricultura y otros recursos vegetales, y un más rápido despliegue de tecnologías de híbridos y celdas de combustible. También podríamos estimular la energía renovable, el transporte público y formas de desarrollo con "crecimiento planificado" que reduzcan las millas viajadas, mitiguen el uso de gasolina y ofrezcan una mejor calidad de vida.

Visite nuestra sección “Soluciones” para mayor información sobre el potencial que tiene América para un futuro independiente en la energía.

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