Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR)
Resumen de Salud Pública
Manganeso (Manganese)
CAS#: 7439-96-5
septiembre de 2000
Este Resumen de Salud Pública es el capítulo sumario de la Reseña Toxicológica para el manganeso.
El mismo forma parte de una serie de Resúmenes de Reseñas Toxicológicas relacionados a sustancias peligrosas y sus efectos
sobre la salud. Una versión más breve, ToxFAQs™,
también está disponible. Esta información es importante para usted debido a que esta sustancia podría causar efectos
nocivos a su salud. Los efectos a la salud de la exposición a cualquier sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración,
la manera de exposición, las características y hábitos personales, y si están presentes otras sustancias químicas.
Si desea información adicional, puede comunicarse con el Centro de Información de la ATSDR al 1-888-422-7837.
Este resumen de salud pública le informa acerca del manganeso y de los efectos de la exposición a este compuesto.
La Agencia
de Protección del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) identifica
los sitios de desechos peligrosos más serios en la nación. Estos sitios constituyen la Lista
de Prioridades Nacionales (NPL, por sus siglas en inglés) y son los sitios designados para limpieza
a largo plazo por parte del gobierno federal. El manganeso se ha encontrado en por lo menos 603 de los 1,517 sitios actualmente en la NPL o
que formaron parte de la NPL en el pasado. Sin embargo, el número total de sitios de la NPL en
los que se ha buscado este compuesto no se conoce. A medida que se evalúan más sitios, el número de sitios en que se encuentre
el manganeso puede aumentar. Esta información es importante porque la exposición a esta sustancia puede perjudicarlo y estos
sitios pueden constituir fuentes de exposición.
Cuando una sustancia se libera desde un área extensa, por ejemplo desde una planta industrial, o desde un recipiente como un barril o
botella, la sustancia entra al ambiente. Esta liberación no siempre conduce a exposición. Usted está expuesto a una sustancia
solamente cuando entra en contacto con ésta. Usted puede estar expuesto al inhalar, comer o beber la sustancia, o por contacto con la
piel.
Si usted está expuesto al manganeso, hay muchos factores que determinan si le afectará adversamente. Estos factores incluyen la
dosis (la cantidad), la duración (por cuánto tiempo) y de la manera como entró en contacto con esta sustancia. También
debe considerar las otras sustancias químicas a las que usted está expuesto, su edad, sexo, dieta, características personales,
estilo de vida y condición de salud. En este resumen se describen los efectos adversos (negativos) de la exposición a "altos
niveles"
o "demasiado" manganeso. En general, estos términos se refieren a los niveles de manganeso que ocurren en situaciones ocupacionales,
como por ejemplo en plantas en que se manufacturan baterías o en fundiciones. Es improbable que la mayoría de la gente esté
expuesta a niveles de manganeso tan altos en situaciones fuera del trabajo. Sin embargo, cada persona reacciona al manganeso de manera diferente;
por lo tanto, es imposible predecir el nivel de manganeso al cual una persona empezará a sentir síntomas adversos.
El manganeso es un elemento natural que se encuentra en muchos tipos de rocas. El manganeso no tiene olor ni sabor especial. El manganeso puro
es un metal de color plateado; sin embargo, no ocurre en el ambiente en forma de metal puro. En cambio, ocurre combinado con otras sustancias
como oxígeno, azufre y cloro. Estas formas (llamadas compuestos) son sólidos que no se evaporan. Sin embargo, pequeñas partículas
de polvo del material sólido pueden existir suspendidas en el aire. Además, algunos compuestos de manganeso pueden disolverse en
el agua y bajos niveles de estos compuestos ocurren normalmente en lagos, arroyos y en el océano. El manganeso puede cambiar de un compuesto
a otro (ya sea por procesos naturales o por la actividad humana), pero no se degrada ni desaparece del ambiente.
Las rocas con altas concentraciones de compuestos de manganeso se minan y usan para producir manganeso metálico. El manganeso metálico
se mezcla con hierro para manufacturar varios tipos de aceros. Algunos compuestos de manganeso se usan en la producción de baterías,
suplementos dietéticos, y como ingredientes en ciertas cerámicas, plaguicidas y abonos.
El manganeso es un elemento esencial para la salud. El cuerpo humano típicamente contiene pequeñas cantidades de manganeso, y
en condiciones normales, el cuerpo las mantiene en cantidades adecuadas.
En este resumen se describen dos formas diferentes de manganeso: el manganeso inorgánico y el manganeso orgánico. Entre las formas
de manganeso inorgánico se incluyen las que se encuentran en los productos de combustión del escape automóviles o camiones
y en los polvos que están presentes en plantas de acero o de baterías. Las formas orgánicas de manganeso que se describen
son los aditivos para la gasolina, dos plaguicidas, y un compuesto usado en hospitales para determinar si un paciente sufre de ciertos tipos
de cáncer. Este resumen describe lo que se sabe acerca de la cantidad de estos compuestos que puede ser tóxica para seres humanos
y como estos compuestos afectan la salud de la gente.
El manganeso y los compuestos de manganeso ocurren naturalmente en el ambiente en forma de sólidos en el suelo y en forma de pequeñas
partículas en el agua. El manganeso también puede estar presente en el aire en forma de pequeñas partículas de polvo.
Estas partículas que contienen manganeso generalmente se depositan en superficies en unos días dependiendo de su tamaño,
peso, densidad, y de las condiciones climáticas. El manganeso ocurre naturalmente en ríos, lagos y en ciertas aguas subterráneas.
Las algas y el plancton en el agua pueden consumir cierta cantidad de manganeso y concentrarlo en sus organismos.
Además de ocurrir naturalmente en el ambiente, el manganeso puede ser introducido por las actividades humanas. El manganeso puede ser
liberado al aire por la industria o al quemar combustibles fosilizados. Más específicamente, las fuentes de manganeso en el aire
incluyen plantas que producen hierro y acero, plantas de energía, hornos de coque y polvo generado por operaciones de minería no
controladas. El manganeso liberado al quemar un aditivo de la gasolina también representa una fuente de manganeso en el aire. El manganeso
proveniente de estas fuentes humanas puede entrar al agua superficial, al agua subterránea y a aguas de alcantarilla. Pequeñas
partículas de manganeso también pueden ser arrastradas por el agua que corre a través de vertederos y el suelo. La forma
química del manganeso y el tipo de suelo determinan la velocidad con que se moviliza a través del suelo y la cantidad que es retenida
en el suelo. El maneb y mancozeb, dos plaguicidas que contienen manganeso, pueden también contribuir a la cantidad de manganeso en el
ambiente cuando se aplican a cosechas o se liberan al ambiente desde plantas de almacenaje. No hay ninguna información acerca de la cantidad
de maneb o mancozeb liberada al ambiente desde plantas que manufacturan o usan estos plaguicidas. La cantidad de manganeso en el ambiente proveniente
de la liberación o el uso de estos plaguicidas no se conoce.
Debido a que el manganeso es un componente natural del ambiente, usted siempre está expuesto a bajos niveles de esta sustancia en el
agua, el aire, el suelo y en los alimentos. En el agua potable, los niveles generalmente son alrededor de 0.004 partes de manganeso por millón
de partes (ppm) de agua. En el aire, los niveles generalmente son aproximadamente 0.00002 miligramos de manganeso por metro cúbico (mg/m³)
de aire. Los niveles naturales en el suelo generalmente varían entre 40 y 900 ppm. El manganeso también es parte de organismos
vivientes, incluso plantas y animales, de manera que está presente en los alimentos. Para casi toda la gente, los alimentos son la fuente
principal de manganeso, y la ingesta diaria comúnmente varía entre 1 y 10 mg/día. La cantidad exacta que usted ingiere depende
de su dieta.
Es más probable que usted esté expuesto a cantidades de manganeso o de sustancias que contienen manganeso más altas que
lo común si trabaja en una fábrica donde se manufactura manganeso metálico a partir de minerales de manganeso o donde los
compuestos de manganeso se usan para fabricar acero u otros productos. En estas fábricas usted estaría expuesto principalmente
al inhalar polvo de manganeso. Si usted vive cerca de una de estas fábricas también puede estar expuesto a cantidades de polvo
de manganeso en el aire más altas que lo normal, aunque las cantidades de manganeso serán mucho más bajas que en la fábrica.
Usted podría estar expuesto a niveles más altos que lo normal si vive cerca de una planta que quema carbón o petróleo
debido a que el manganeso es liberado al aire cuando se queman estos combustibles. Ciertas
áreas del país usan gasolina a la que se ha añadido manganeso para mejorar el rendimiento. Usted también puede estar
expuesto a niveles de manganeso más altos que lo normal si vive en un área urbana relativamente grande donde se usa este tipo de
gasolina, si su ocupación requiere que manufacture o tenga contacto diariamente con esa gasolina (por ejemplo, mecánico) o si usted
está expuesto diariamente a una gran cantidad de gases del escape de automóviles (en paradas de autobuses, gasolinerías,
etc.). También puede estar expuesto al manganeso si usa plaguicidas que lo contienen. Las personas que producen o usan estos plaguicidas
pueden estar expuestas a través de contacto con la piel, pero han habido casos de trabajadores que han inhalado o ingerido plaguicidas
accidentalmente. Usted también puede estar expuesto al manganeso al ingerir alimentos que contienen pequeños residuos de estos
plaguicidas.
Si los compuestos de manganeso, ya sea los que ocurren naturalmente o los provenientes de una fábrica o sitio de desechos peligrosos,
entran al agua, usted podría estar expuesto a niveles más altos que lo normal si bebe el agua.
Los seres humanos están expuestos al manganeso en los alimentos y en el agua que ingieren y en el aire que respiran. Los niños
que lactan ingieren manganeso presente en la leche materna, en fórmulas infantiles a base de soya o en leche de vaca. La cantidad de manganeso
en estas fuentes generalmente no presenta problema, y suministran la cantidad de manganeso necesaria para el funcionamiento normal del cuerpo.
Si usted vive cerca de un sitio de desechos peligrosos, puede que usted ingiera niveles de manganeso más altos que lo normal que se encuentran
en el suelo, el agua o en partículas de polvo. La contribución de estas rutas de exposición a los efectos tóxicos
del manganeso es incierta. En general, solamente se han observado efectos adversos en personas expuestas a niveles ambientales de manganeso muy
altos a través de estas rutas. Si su piel entra en contacto con suelo o agua contaminada con manganeso, muy poco entrará a su cuerpo;
es por eso que esta ruta de exposición no representa riesgo. Si usted traga manganeso en agua o suelo contaminado, la mayor parte es eliminada
en las heces. Sin embargo, aproximadamente 3-5% permanece en el cuerpo. Si usted respira aire que contiene polvo de manganeso, muchas de las
partículas más pequeñas permanecerán atrapadas en los pulmones. Cierta cantidad de manganeso en estas pequeñas
partículas puede disolverse en los pulmones y pasar a la sangre. La cantidad exacta que puede pasar a la sangre no se conoce. Las partículas
de mayor tamaño y las que no se disuelven pueden ser expulsadas del pulmón por la tos hacia la garganta en donde son tragadas hacia
el estómago.
El manganeso es un componente normal y necesario para el funcionamiento normal del organismo. El cuerpo normalmente controla la cantidad de
manganeso que se absorbe. Por ejemplo, si se ingieren grandes cantidades de manganeso en la dieta, el cuerpo excreta grandes cantidades en las
heces. Por lo tanto, la cantidad total de manganeso en el cuerpo tiende a mantenerse constante, aun durante exposiciones a cantidades mayores
o menores que lo usual. Sin embargo, si se ingiere demasiado manganeso, el cuerpo puede no ser capaz de compensar por la cantidad extra de manganeso.
Para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas tóxicas, y para encontrar maneras para tratar
a personas que han sido afectadas, los científicos usan una variedad de pruebas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará
a una persona es averiguar si la sustancia es absorbida, usada y liberada por el cuerpo. En el caso de ciertas sustancias químicas puede
ser necesario experimentar en animales. La experimentación en animales también puede usarse para identificar efectos sobre la salud
como cáncer o defectos de nacimiento. Sin el uso de animales de laboratorio, los científicos perderían un método
importante para obtener información necesaria para tomar decisiones apropiadas con el fin de proteger la salud pública. Los científicos
tienen la responsabilidad de tratar a los animales de investigación con cuidado y compasión. Actualmente hay leyes que protegen
el bienestar de los animales de investigación, y los científicos deben adherirse a estrictos reglamentos para el cuidado de los
animales.
El manganeso es un elemento nutritivo esencial y es importante ingerir diariamente una pequeña cantidad para mantenerse en buena salud.
El manganeso está presente en muchos alimentos, como por ejemplo cereales, y se encuentra en altas concentraciones en sustancias como
por ejemplo el té. La cantidad de manganeso en la dieta occidental típica (aproximadamente 1-10 mg de manganeso al día)
parece ser suficiente para satisfacer los requisitos diarios. Las dietas con muy poco manganeso pueden hacer más lenta la coagulación
de la sangre, y pueden producir problemas de la piel, cambios de color del cabello, reducción de los niveles de colesterol y otras alteraciones
del metabolismo. En animales, la ingestión de muy poco manganeso puede interferir con el crecimiento normal, con la formación de
los huesos y la reproducción.
Demasiado manganeso también puede causar serios problemas. La mayoría de los compuestos de manganeso parecen producir efectos
similares, sin embargo, no se sabe si existen leves diferencias en cuanto a la seriedad de los efectos adversos producidos por los diferentes
compuestos de manganeso. Si los mineros de manganeso o los trabajadores en la industria del acero están expuestos a altos niveles de polvo
de manganeso en el aire pueden sufrir alteraciones mentales y emocionales, y sus movimientos pueden hacerse lentos y faltos de coordinación.
Esta combinación de síntomas es una enfermedad conocida como 'manganismo.' Los trabajadores generalmente no desarrollan síntomas
de manganismo a menos que hayan estado expuestos al manganeso durante meses o años. El manganismo ocurre porque demasiado manganeso daña
una parte del cerebro que ayuda a controlar los movimientos del cuerpo. Algunos de los síntomas del manganismo pueden mejorar temporalmente
con ciertos tratamientos médicos, pero el daño al cerebro es permanente. El manganismo se ha descrito con frecuencia en mineros,
pero sólo se ha descrito unas pocas veces en otros trabajadores expuestos al manganeso, por ejemplo, en trabajadores de acero. Los síntomas
que se observan más frecuentemente en trabajadores (sin incluir a mineros) consisten en alteraciones motoras que incluyen dificultad para:
mantener una mano inmóvil, realizar movimientos rápidos con las manos y mantener el equilibrio. Estos síntomas no son tan
graves como los observados en el manganismo, lo que indica que los efectos de la exposición a cantidades excesivas de manganeso dependen
del nivel de la exposición.
La mayoría de las personas que inhalan manganeso trabajan en ocupaciones en las que ocurre exposición al metal. Existe la posibilidad
de exposición al manganeso en el aire si viven cerca de una planta que usa manganeso o en un área con mucho tráfico en la
que los automóviles queman manganeso en la gasolina. Un estudio reciente demostró que algunas personas que inhalaron manganeso
en el aire y que tenían altos niveles de manganeso en la sangre exhibieron síntomas de problemas neurológicos similares
a los observados en personas expuestas ocupacionalmente. Los problemas neurológicos más serios se manifestaron en personas mayores
de 50 años de edad.
No se sabe si la ingestión de demasiado manganeso puede producir síntomas de manganismo. En un estudio, personas que tomaron agua
con altas concentraciones de manganeso desarrollaron un sinnúmero de síntomas similares a los observados en mineros de manganeso
y en trabajadores del acero. Sin embargo, no está claro si los efectos fueron causados exclusivamente por el manganeso. También
se observaron otros efectos, lo que sugiere que también ocurrió
exposición a otras sustancias.
En otro estudio, algunas personas que tomaron agua con niveles de manganeso por sobre lo normal exhibieron debilidad, rigidez muscular y temblores
de las manos. Sin embargo, estos síntomas no son específicos del manganismo y pueden haber tenido otras causas. Otro estudio descubrió
que personas que comieron alimentos con altas concentraciones de manganeso y al mismo tiempo consumieron una dieta baja en magnesio, sufrieron
alteraciones a los nervios. En otro estudio de adultos mayores de 40 años que tomaron agua con altos niveles de manganeso durante por
lo menos 10 años no se observaron alteraciones del comportamiento ni otros síntomas que ocurren comúnmente en personas expuestas
a niveles excesivos de manganeso.
Los estudios en animales han demostrado que los niveles muy altos de manganeso en los alimentos o en el agua pueden producir alteraciones en
el cerebro. Esto sugiere que el manganeso también puede causar alteraciones en la función del sistema nervioso. Sin embargo, las
personas expuestas a las concentraciones de manganeso que se encuentran típicamente en los alimentos, el agua o el aire no deberían
preocuparse.
Respirar demasiado polvo de manganeso puede irritar los pulmones. En ciertas ocasiones esto dificulta la respiración y también
puede aumentar las posibilidades de contraer una infección del pulmón, como por ejemplo pulmonía. Sin embargo, esto puede
suceder al respirar muchos tipos de partículas de polvo, no sólo aquellas que contienen manganeso.
Un efecto observado comúnmente en hombres expuestos a altos niveles (como los que ocurren en exposiciones ocupacionales) de polvo de
manganeso en el aire durante largo tiempo es impotencia. Los estudios en animales han demostrado que demasiado manganeso también puede
dañar los testículos. Mucho menos se sabe acerca de los efectos de demasiado manganeso sobre la capacidad de reproducción
de mujeres. Los estudios en animales sugieren que demasiado manganeso puede afectar adversamente la capacidad de reproducción de las hembras.
No se han conducido estudios para determinar si respirar polvo de manganeso produce cáncer en seres humanos. Algunos estudios en animales
han demostrado que ingerir grandes cantidades de manganeso puede aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer. Sin embargo, en estos
estudios solamente unos pocos animales desarrollaron cáncer y fue difícil determinar si los tumores fueron realmente causados por
el exceso de manganeso. Por lo tanto, el manganeso no debería ser motivo de preocupación para gente expuesta a esta sustancia en
el ambiente o cerca de sitios de desechos peligrosos. La EPA ha determinado que el manganeso no es clasificable
en cuanto a carcinogenicidad en seres humanos.
Un compuesto que contiene manganeso, el permanganato de potasio, daña la piel. Otros dos compuestos que contienen manganeso, los plaguicidas
maneb y mancozeb, pueden producir reacciones en la piel en personas que son alérgicas a estos plaguicidas. La alergia puede causar salpullidos
de la piel que generalmente desaparecen cuando la exposición al plaguicida cesa. Sin embargo, una vez que una persona ha desarrollado
alergia a un pesticida que contiene manganeso, esta persona puede sufrir reacciones alérgicas similares si se expone a otros plaguicidas
parecidos.
Los efectos adversos de la exposición a niveles excesivos de manganeso se han observado en personas de toda edad. Varios estudios en
seres humanos y en animales indican que las personas de edad son potencialmente más susceptibles a los efectos adversos de la exposición
al manganeso. Más aun, los estudios han demostrado que los niños y animales jóvenes también pueden constituir un
grupo susceptible. Los efectos de la exposición de niños a altos niveles de manganeso se describen en la Sección 1.6.
Esta sección discute los posibles efectos sobre la salud en seres humanos expuestos durante el período desde la concepción
a la madurez a los 18 años de edad. Los posibles efectos en los niños causados por exposición de los padres también
se consideran.
Los niños, al igual que los adultos, están expuestos al manganeso principalmente a través de los alimentos que consumen.
La dieta humana típicamente suministra la cantidad de manganeso necesaria para el funcionamiento normal del organismo. Los niños,
al igual que los adultos, también pueden inhalar manganeso si esta sustancia está presente en el aire.
En sus actividades diarias, los niños están en contacto con un ambiente muy diferente al de los adultos. Por lo tanto, el comportamiento
de los niños en el ambiente que los rodea puede exponerlos al manganeso de maneras diferentes que a los adultos. Los niños a veces
ingieren tierra cuando se llevan las manos a la boca. Si el suelo contiene manganeso, los niños pueden exponerse al manganeso de esta
manera. Sin embargo, hay poca información acerca de la facilidad con la que el manganeso del suelo puede pasar desde el estómago
a la corriente sanguínea y a los tejidos de los niños si éstos comen tierra. La mayoría de los suelos contienen manganeso
en niveles de 40 hasta 900 ppm, con un promedio de 330 ppm. Sin embargo, ingerir pequeñas cantidades de tierra con estos niveles no debería
causar daño a la mayoría de los niños con buena salud debido al estrecho control que el cuerpo ejerce sobre la cantidad
de manganeso que mantiene.
Ningún estudio ha descrito la cantidad de manganeso que necesitan los niños para mantener buena salud o la cantidad de manganeso
que absorben de todas las fuentes ambientales. No se sabe si la cantidad de manganeso por kilogramo de peso que absorben los niños a través
de los alimentos y del aire es diferente a la que absorben los adultos. Los estudios en animales indican que las ratas jóvenes absorben
y retienen más manganeso que las ratas adultas; por lo tanto, puede que los niños también absorban más manganeso
que los adultos.
Dos estudios de niños que tomaron agua o ingirieron alimentos con niveles de manganeso más altos que lo normal observaron que
el desempeño de los niños en la escuela y en pruebas que miden coordinación fue peor que el de niños que no ingirieron
cantidades excesivas de manganeso. Sin embargo, debido a las limitaciones en estos estudios, no está claro si los efectos observados en
los niños pueden ser atribuidos exclusivamente al consumo de demasiado manganeso.
También se han observado efectos adversos en niños que no pueden eliminar la cantidad extra de manganeso de sus cuerpos, como
por ejemplo niños en los cuales el hígado no funciona debidamente. Estos efectos incluyen falta de control sobre los movimientos
de los brazos y las piernas, problemas de equilibrio cuando caminan y temblores sin control de los brazos y las manos. Estos efectos también
se han observado en algunos niños que tienen que ser alimentados con líquidos a través de inyecciones en las venas. En los
casos de alimentación con dieta líquida, los niños no tenían ningún control sobre los alimentos que consumieron,
y puede que haya habido demasiado manganeso en la dieta líquida. Estos efectos también se han observado en adultos con problemas
del hígado o tratados con dietas líquidas. Efectos más graves se observan generalmente en personas que han inhalado manganeso
en el trabajo durante muchos años. Estos ambientes ocupacionales tienden a tener niveles de manganeso mucho más altos que los que
se encuentran típicamente en el ambiente (10-70 nanogramos/m³ en áreas urbanas sin fuentes de manganeso significativas). Los
efectos neurológicos graves y permanentes y los cambios de estado emocional que se han observado en estudios de trabajadores no se han
descrito en niños. Los trabajadores que han experimentado exposición excesiva a partículas de manganeso en el aire han sufrido
serios cambios de estado emocional caracterizados por falta de la expresión de sus emociones y expresiones faciales. Efectos similares
se han observado también en monos inyectados con bajos niveles de manganeso durante sólo unos pocos días. Estos efectos
graves de la exposición a exceso de manganeso podrían ocurrir en niños que han estado expuestos a altas concentraciones
de manganeso durante períodos prolongados, aunque esto no se sabe con certeza. Los niveles de manganeso que los niños tendrían
que respirar o ingerir para que se observaran estos efectos no se conocen.
Hay información limitada que sugiere que los niveles de manganeso más altos que lo normal pueden producir defectos de nacimiento.
Un estudio en seres humanos sugiere que la exposición a altos niveles de manganeso en el ambiente (en el suelo, agua, aire o alimentos)
puede aumentar las probabilidades de que ocurran defectos de nacimiento. Sin embargo, debido a la presencia de otros factores que pueden haber
causado los defectos de nacimiento, no se puede alcanzar una conclusión definitiva en base solamente a este estudio. Hay solamente un
número limitado de estudios en animales expuestos al manganeso en el aire. Un estudio en animales demostró que la exposición
de hembras preñadas a altos niveles de manganeso produjo crías de bajo peso. Otros estudios han usado métodos de exposición
diferentes. Un estudio en el que se expuso a ratas preñadas y a sus crías a manganeso en el agua (más de 21,000 veces más
manganeso que la ingesta diaria que se recomiendan típicamente en seres humanos) observó reducción de peso e hiperactividad
transitorios. Las concentraciones de manganeso más altas (aproximadamente 37,000 más manganeso que la cantidad que se recomienda
en seres humanos al día) administradas en la dieta de los animales se asociaron con una disminución de la actividad de los animales,
mientras que concentraciones más bajas (aproximadamente 1,100 más manganeso que la cantidad que se recomienda en seres humanos
al día) administradas a roedores en una dosis única pueden retardar el crecimiento de los órganos sexuales, reducir el peso
de las crías, producir alteraciones en la formación del esqueleto y alteraciones en el comportamiento y en el cerebro.
En otros estudios en los que se inyectó manganeso a animales preñados se observaron efectos adversos en los fetos. Estos estudios
han descrito retardo en la formación del esqueleto y de los órganos internos, lo que sugiere que el desarrollo prenatal del esqueleto
es susceptible a los efectos del manganeso. Sin embargo, los seres humanos no están expuestos al manganeso a través de inyecciones,
excepto cuando el manganeso se inyecta en las venas en personas que requieren alimentación en forma de dieta líquida.
Debido a que el manganeso ocurre naturalmente en el cuerpo, siempre se encuentra presente en los tejidos y en la sangre de la madre. Además,
el manganeso puede cruzar la placenta y entrar al feto. El manganeso se ha medido en la sangre del cordón umbilical de bebés prematuros
y normales, y también en la sangre de sus madres. Las concentraciones de manganeso que se han detectado en bebés normales han sido
ligeramente más altas que en bebés prematuros, aunque las diferencias no son significativas. Además, los niveles de manganeso
medidos en el hígado de ratas preñadas fueron mucho más altos que en ratas no preñadas, y los niveles de manganeso
en sus fetos eran más altos que lo normal. Aunque unos pocos estudios en animales indican que el exceso de manganeso interfiere con el
desarrollo normal del feto, no se sabe si estos estudios en animales son aplicables a seres humanos. No hay ninguna información acerca
de los efectos de la exposición de mujeres embarazadas a niveles excesivos de manganeso en el aire, en los alimentos o en el agua.
El manganeso es necesario para la nutrición apropiada de niños en la edad de rápido crecimiento. El manganeso está presente
en la leche materna en concentraciones de aproximadamente 4-10 µg/L, lo que parece ser suficiente para un bebé que lacta. Hay estudios
que demuestran que las fórmulas infantiles contienen más manganeso que la leche materna, pero que los niños absorben la
misma proporción de manganeso de fórmulas infantiles, de la leche de vaca y de la leche materna. Sin embargo, debido a que las
fórmulas de leche de vaca y de soya contienen cantidades mucho más altas de manganeso que la leche materna, los niños alimentados
con estas fórmulas ingieren cantidades de manganeso mucho más altas que niños alimentados con leche materna. No se sabe
si estas cantidades más altas son perjudiciales para los niños.
Si su doctor encuentra que usted ha estado expuesto a cantidades significativas de manganeso, pregunte si sus niños también podrían
haber estado expuestos. Puede que su doctor necesite pedir que su departamento estatal de salud investigue.
Bajo condiciones normales, no hay necesidad de reducir la exposición al manganeso. Un organismo saludable regula la cantidad de manganeso
que retiene o elimina de acuerdo a los alimentos que se consumen o el aire que se respira. Debido a que el manganeso es común en la corteza
terrestre, siempre se encuentra en cantidades que pueden medirse en la capa superior del suelo. No se sabe si los niños son capaces de
absorber el manganeso del suelo. No hay estudios que indiquen cuanto manganeso puede ser absorbido del suelo. A pesar de la falta de información,
las concentraciones de manganeso en el suelo generalmente no son altas, por lo tanto, la cantidad de manganeso que los niños pueden ingerir
al comer suelo no debería ser motivo de preocupación. Sin embargo, usted debe evitar que sus niños coman tierra y enséñeles
a no llevarse las manos a la boca o poner objetos sucios en la boca.
Las cantidades exactas de manganeso necesarias para el debido funcionamiento del cuerpo de un niño no se conocen. Sin embargo, los efectos
de la falta de manganeso en adultos se conocen bien, pero casos documentados de deficiencia de manganeso son muy raros. Por lo tanto, parece
que los seres humanos ingieren cantidades de manganeso adecuadas en sus dietas. Es improbable que los niños se expongan a cantidades tóxicas
de manganeso en la dieta. Sin embargo, se pueden absorber cantidades de manganeso más altas que lo normal si la dieta contiene poco hierro.
Es por eso que es importante suministrar a los niños una dieta bien balanceada.
Hay varios exámenes disponibles para medir manganeso en la sangre, la orina, el cabello o las heces. Debido a que el manganeso es un
componente normal del cuerpo, siempre se encuentra cierta cantidad en los tejidos o en los fluidos corporales. Las concentraciones de manganeso
en la sangre, la orina, el cabello o las heces son generalmente más altas que el promedio en personas expuestas a niveles de manganeso
más altos que lo normal. Debido a que los niveles de manganeso pueden variar extensamente de persona a persona, estos métodos no
son muy confiables para determinar si un individuo ha estado expuesto a niveles más altos que lo normal. Sin embargo, los niveles en la
sangre o en la orina en grupos de personas que han estado expuestas a niveles más altos que lo normal son índices de exposición útiles
cuando se comparan con niveles de referencia en personas que no han estado expuestas. La concentración normal de manganeso en la sangre
varía entre 4 y 14 µg/L, 0.97 a 1.07 µg/L en la orina y 0.15 a 2.65
µg/L en el suero (la porción líquida de la sangre). Debido a que el exceso de manganeso generalmente es eliminado del cuerpo
en unos pocos días, es a veces difícil medir su exposición si ha pasado mucho tiempo.
Un examen médico conocido como Imagen de Resonancia Magnética (MRI), puede detectar la presencia de cantidades elevadas de manganeso
en el cerebro. Este examen ha sido muy útil para determinar si las personas han acumulado en el cuerpo cantidades de manganeso más
altas que lo normal. Este examen se usa a menudo cuando una persona da señales graves de intoxicación con manganeso, como por ejemplo
en el caso de manganismo, o en otras enfermedades que afectan el cerebro tales como la enfermedad de Parkinson o de Alzheimer. Estos resultados
deben usarse en conjunto con un historial médico completo porque otras enfermedades que afectan el cerebro también pueden producir
resultados anormales. El MRI no es de utilidad para determinar la fuente de la exposición excesiva o para establecer la cantidad de manganeso
a la que puede haber estado expuesto. Más aun, el MRI puede no detectar manganeso una vez que la exposición ha terminado. En la
mayoría de los casos, los niveles elevados de manganeso en el cuerpo se deben a exposiciones elevadas a esta sustancia. En ocasiones,
otras personas tienen niveles elevados porque son incapaces de eliminar el manganeso de sus cuerpos. Un examen médico no podría
distinguir entre estas dos posibilidades, y se necesitarían exámenes adicionales para determinar la causa de los niveles elevados.
Además, la exposición a altos niveles de manganeso (como por ejemplo en el caso de los mineros de manganeso) puede causar efectos
permanentes dependiendo de la duración y el nivel de la exposición al manganeso.
El gobierno federal desarrolla reglamentos y recomendaciones para proteger la salud pública. Los reglamentos pueden ser impuestos
por ley. Las agencias federales que desarrollan reglamentos para sustancias tóxicas incluyen a la EPA,
la Administración
de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), por sus siglas en inglés) y la Administración
de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés). Las recomendaciones proveen
instrucciones valiosas para proteger la salud pública, pero no pueden imponerse por ley. Las organizaciones federales que desarrollan
recomendaciones para sustancias tóxicas incluyen a la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) y el Instituto
Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés) .
Los reglamentos y recomendaciones pueden ser expresados como 'niveles que no deben excederse' en el aire, agua, suelo o alimentos y se basan
generalmente en niveles que afectan a los animales. Estos niveles luego se ajustan para la protección de seres humanos. En ciertas ocasiones
estos 'niveles que no deben excederse' difieren entre organizaciones federales debido a las diferentes duraciones de exposición (una jornada
de 8 horas al día o de 24 horas al día), el uso de diferentes estudios en animales o a otros factores.
Las recomendaciones y los reglamentos son actualizados periódicamente a medida que se dispone de información adicional. Para obtener
la información más reciente, consulte a la organización o agencia federal que la otorga. Los siguientes son algunos reglamentos
y recomendaciones para el manganeso:
Para evitar la aparición de manchas negras en la ropa, en fregaderos y en otros accesorios, la EPA recomienda
que la concentración de manganeso en el agua potable no exceda 0.05 ppm. La FDA ha establecido el
mismo nivel para agua en botella. La EPA requiere que las plantas que usan o producen manganeso notifiquen
a la agencia de liberaciones de manganeso al ambiente.
La OSHA ha establecido un límite de 5 mg/m³ para la cantidad promedio de manganeso en el aire
del trabajo durante una jornada de 8 horas diarias.
La Conferencia
Americana de Higienistas Industriales de Gobierno (ACGIH, por sus siglas en inglés) ha establecido
un límite de 1 mg/m³ para vapores de manganeso y de 0.2 mg/m³ para la cantidad promedio de manganeso (manganeso elemental
o compuestos inorgánicos) en el aire del trabajo durante una jornada de 8 horas diarias.
La Junta de Alimentos y Nutrición del Consejo Nacional de Investigación (NRC) no ha establecido una cantidad recomendada diaria
para el manganeso porque se sabe poco acerca de los requisitos dietéticos de este elemento. Sin embargo, se ha estimado una Ingesta Dietética
Adecuada y Segura Diaria de 0.3 a 0.6 mg/día para niños de hasta 6 meses de edad, 0.6 a 1 mg/día para niños entre
6 meses y un año de edad, 1 a 1.5 mg/día para niños entre 1 y 3 años, 1 a 2 mg/día para niños entre
4 y 10 años de edad y 2 a 5 mg/día para niños mayores de 10 años y adultos.
Si usted tiene preguntas o preocupaciones, por favor comuníquese con el departamento de salud y calidad ambiental de su comunidad o estado o con la ATSDR a la dirección y número de teléfono que aparecen más abajo.
La ATSDR también puede indicarle la ubicación de clínicas de salud ocupacional y ambiental. Estas clínicas se especializan en la identificación, evaluación y el tratamiento de enfermedades causadas por la exposición a sustancias peligrosas.
Las Reseñas Toxicológicas también están disponibles (en inglés) en Internet en www.atsdr.cdc.gov y en CD-ROM. Usted puede solicitar una copia del CD-ROM que contiene las Reseñas Toxicológicas de la ATSDR llamando
libre de cargos al número de información y asistencia técnica al 1-800-CDCINFO (1-800-232-4636), a través
de correo electrónico al cdcinfo@cdc.gov o escribiendo a:
Agency for Toxic Substances and Disease Registry
Division of Toxicology and Environmental Medicine
1600 Clifton Road NE
Mail Stop F-32
Atlanta, GA 30333
Fax: 1-770-488-4178
Las organizaciones con fines de lucro pueden solicitar copias de las Reseñas Toxicológicas finalizadas a:
National Technical Information Service (NTIS)
5285 Port Royal Road
Springfield, VA 22161
Phone: 1-800-553-6847 or 1-703-605-6000
Website: http://www.ntis.gov/
Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades. (ATSDR ). 2000. Reseña Toxicológica
de los Manganeso (en inglés). Atlanta, GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Servicio de Salud Pública. |