Diversidad | Un lugar para todos
05 agosto 2008
Grupos religiosos ofrecen amplia variedad de servicios a nuevos inmigrantes
Su acogida incluye desde clases de inglés hasta ayuda legal
Washington – Los grupos religiosos siempre han desempeñado un papel clave en ayudar a que Estados Unidos mantenga su reputación de ser un “país de inmigrantes”.
Estos continúan desempeñando esa función hoy en día a medida que nuevos inmigrantes, muchos de ellos de origen hispano, se incorporan a la sociedad estadounidense.
Cálculos recientes del Foro Pew sobre religión y vida pública indican que cerca del 61 por ciento de los inmigrantes proviene de América Latina y el Caribe. Con ello, los hispanos suman ahora un tercio de todos los católicos y el 6 por ciento de los protestantes evangélicos en Estados Unidos.
Hay líderes de iglesias determinados a satisfacer las necesidades de los nuevos inmigrantes y ganar su lealtad que adaptan los servicios religiosos que ofrecen y proporcionan una variedad de servicios sociales para los recién llegados.
Las congregaciones en todo el país reclutan clérigos provenientes de toda América Latina, ya que según razonan, esa es una forma de hacer que los nuevos miembros de la congregación se sientan más cómodos. La iglesia más grande de Estados Unidos, la iglesia Lakewood en la ciudad de Houston, trajo al pastor Marcos UIT, nacido en San Antonio pero criado en México, para encabezar su ministerio hispano. Se informó que Witt atrajo a 8.000 fieles a uno de los cuatro servicios semanales de culto en la megaiglesia de Texas.
Al mismo tiempo, las congregaciones multiculturales van en aumento de cifra e importancia. El sitio Web ReligionLink.org informa que muchas congregaciones nuevas “deliberadamente convocan una diversidad racial y cultural”, en parte debido a que los jóvenes que han crecido en un mundo con diversidad racial y ética “esperan que sus casas de oración tengan tantas facetas como sus escuelas, lugares de trabajo y cafeterías a las que acuden”.
SERVICIOS SOCIALES
En lo que respecta a los servicios sociales, congregaciones y organizaciones religiosas de todo el país los ofrecen, y son casi tan variados como todos los lugares donde se ofrecen.
Michael Kinnamon, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias (NCC), resume la iniciativa de esta manera: “Obligados por su religión y escrituras antiguas de recibir a toda las personas como prójimos, los miembros de la iglesia han incorporado en sus comunidades ministerios de inmigración creativos y eficaces”, y ofrecen apoyo a “prójimos que algunas veces se desestiman como ‘extranjeros’”.
El consejo incluye a iglesias protestantes, anglicanas, ortodoxas, evangélicas, iglesias históricas afroestadounidenses y de la paz vivida, lo que suma 45 millones de miembros.
Entre los servicios generales ofrecidos por los grupos afiliados al NCC, se incluyen:
• Las congregaciones del Consejo de Iglesias de Colorado ofrecen miembros que sirven como mentores para inmigrantes que sean estudiantes en la escuela primaria y secundaria, y también trabajan con sus familias. El consejo desarrolla también un programa académico de cuatro semanas para su escuela dominical presentado en DVD y que se titula ¿Quién es mi prójimo? Un diálogo religioso sobre inmigración, y que piensa comercializar a nivel nacional.
• La asociación de congregaciones Ministerio Ecuménico de Oregón da la bienvenida a refugiados e inmigrantes como sus nuevos prójimos, ofrece alojamiento temporal con menaje de hogar, alimentos y proporciona ayuda mientras aprenden un idioma nuevo, terminan su educación escolar y buscan empleo.
• La asociación Ministerio Intereclesiástico de Nebraska ofrece servicios a inmigrantes, incluyendo foros para adultos que conectan comunidades rurales y urbanas, servicios legales estatales gratuitos, por medio de una línea telefónica de respuesta rural, acceso a terapeutas en materia de violencia doméstica y ministerios en los campus estatales que trabajan con estudiantes.
Los programas de ayuda legal son un elemento común en la iniciativa de ayuda a inmigrantes.
Como tal, la iglesia Metodista Unida ofrece un programa de Justicia para nuestros prójimos, que proporciona servicios legales profesionales gratuitos a inmigrantes en talleres mensuales. El sitio Web del programa explica que la iniciativa, está centrada en “quienes buscan asilo e inmigrantes que necesitan ayuda para entender el complicado laberinto de normas y leyes que afectan sus vidas en Estados Unidos”.
El acceso al cuidado de salud es otro problema desafiante que se trata. Por ejemplo, la organización religiosa Servicios Luteranos a la Familia de Nebraska, después de descubrir una carencia crítica de intérpretes médicos calificados, lanzó un proyecto piloto junto con un colegio universitario en la ciudad de Omaha para proporcionar capacitación especializada.
Los servicios de inmigración ofrecidos por la organización Caridades Católicas proporcionan ayuda por medio de personal bilingüe, que cubre desde la traducción de documentos hasta la solicitud de ciudadanía y la preparación para el examen.
Las iglesias individuales también proporcionan ayuda.
Dos veces a la semana, la iglesia Forest City en Orlando, Florida, se une al distrito escolar local para ofrecer clases de inglés. La iglesia ofrece también ayuda a través de un banco de alimentos y brinda orientación sobre el proceso de naturalización.
La iglesia Metodista Unida de Arcola, en los suburbios de Washington en el estado de Virginia, patrocina becas anuales para enviar a jóvenes hispanos necesitados a un campamento cristiano.
La iglesia Presbiteriana Central en la ciudad de Austin (Texas), ofrece cuidado infantil y proporciona clases de inglés como segundo idioma (ESL) a más de 60 inmigrantes adultos; el coordinador del programa ESL es un inmigrante de origen libanés.
UNA INICIATIVA DIVERSA
En respuesta a una afluencia de inmigrantes provenientes de la antigua Unión Soviética en años recientes, las agencias judías de servicios sociales han centrado la mayor parte de su iniciativa en integrar a personas de habla rusa. El Hogar comunitario judío ubicado en Brooklyn, Nueva York, cuenta con un centro de servicios en ruso que ofrece asesoría en materia de inmigración, servicios legales y de traducción, clases de ciudadanía e inglés, así como programas juveniles y para adultos, cuidado infantil, clubes empresariales y de lectura e información sobre seguros de salud. Kol Isha, un programa para combatir la violencia doméstica con sede en Boston, se centra en adolescentes y adultos de habla rusa y proporciona servicios de ayuda a víctimas y de alcance comunitario.
Los grupos musulmanes cada vez se unen con más frecuencia a las iniciativas de servicio social en todas las comunidades. La mezquita Dar al Hijrah en Falls Church, Virginia, está involucrada en campañas de donación de sangre y ferias de salud mental, así como en programas conjuntos para ayudar a inmigrantes a luchar contra la pobreza, discriminación y problemas legales. El periódico The Washington Post informó en junio que la iniciativa refleja “la creciente cooperación entre las instituciones musulmanas de la zona y las grandes comunidades de inmigrantes no musulmanes que les rodean”.
Para más información, en inglés, véase el sitio Web ReligionLink.org.
