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14 abril 2008

¿Qué es una noticia?

 
Manual de periodismo independiente
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La respuesta a la pregunta “¿qué son las noticias?” puede parecer obvia. Una noticia es lo nuevo, lo que está pasando ahora. Si busca el término en el diccionario verá que noticia se define como “comunicación de eventos recientes o información antes desconocida”. Sin embargo, la mayoría de las cosas que ocurren en el mundo cada día no son difundidas ni en los periódicos ni en los noticiarios de radio y televisión.

Bien, pero ¿qué características hacen que una historia sea lo bastante valiosa como noticia para ser publicada o difundida? La verdadera respuesta es que eso depende de varios factores. En términos generales, noticia es una información de interés general para la audiencia objetivo. Por lo tanto, lo que sería una gran noticia en Buenos Aires podría no serlo en absoluto en Bakú. Para decidir qué noticias deben cubrir, los periodistas se basan en muchos de los siguientes “valores noticiosos”:

Oportunidad
     ¿Pasó algo en fecha reciente o nos acabamos de enterar de algo? Si es así, tal vez eso valga la pena como noticia. Claro está que el significado de “reciente” varía según el medio de que se trate. Para una revista semanal de noticias, todo lo que haya ocurrido desde la edición anterior se puede considerar como material oportuno. En cambio, para un canal de noticias en televisión por cable que difunde las 24 horas, las noticias más oportunas pueden ser las “breaking news”, o sea, algo que está sucediendo en este momento y que un reportero puede cubrir en vivo desde el lugar de los hechos.

Impacto
     ¿El hecho afectará a muchas personas o sólo a unas cuantas? La contaminación del sistema de agua que atiende a los 20.000 habitantes de su ciudad tiene impacto porque afecta directamente al auditorio de usted. El reportaje de que 10 niños murieron por beber agua contaminada en un campamento de verano de una ciudad distante también tiene impacto porque tal vez esa historia provoque una respuesta emocional intensa en la audiencia. El hecho de que un trabajador corte por error un cable del servicio público no es una gran noticia, a menos que ese error haya provocado un apagón de varias horas en toda la ciudad.

Proximidad
     ¿Sucedió algo cerca de nuestra localidad o algunas personas de ella estuvieron involucradas? Un avión que se estrella en Chad aparecerá en los titulares de N’Djamena, pero no es probable que salga en primera plana en las noticias de Chile, a menos que entre los pasajeros haya habido algunos chilenos.

Controversia
     ¿Hay desacuerdos entre la gente en torno a esto? Un rasgo de la naturaleza humana consiste en interesarse por los casos que implican conflicto, tensión o debate público. A la gente le gusta tomar partido y ver que su posición se impone al final. El conflicto no siempre implica un enfrentamiento de opiniones de una persona contra otra. Los relatos de médicos que luchan contra la enfermedad o de ciudadanos que se oponen a una ley injusta implican también conflicto.

Prominencia
     ¿Estuvo involucrada una persona muy conocida? Las actividades o los infortunios ordinarios pueden llegar a ser noticia si en ellos participa un personaje prominente, como un primer ministro o una estrella de cine. El avión que se estrelló en Chad aparecerá en los titulares de todo el mundo si uno de los pasajeros era un famoso músico de rock.

Actualidad
     ¿Está hablando la gente del lugar acerca de eso? Es posible que una reunión del gobierno sobre el tema de la seguridad en los autobuses no atraiga mucho la atención, a menos que sea convocada poco después de un terrible accidente de autobús. Un incidente que ocurre en un partido de fútbol puede figurar en las noticias durante varios días porque es el principal tema de conversación en la ciudad.

Extrañeza
     ¿Es insólito lo que ha ocurrido? Como suele decirse: “si un perro muerde a un hombre, no es noticia. Pero si un hombre mordiera a un perro, ¡eso sí que sería noticia!”. Lo extraordinario y lo inesperado atraen nuestra curiosidad humana natural.

El hecho de que algo sea noticia depende también de la composición de los miembros de la audiencia propuesta y no sólo es cuestión de dónde viven sino también de quiénes son. Los diversos grupos de individuos tienen diferentes estilos de vida y preocupaciones que los hacen interesarse por distintos tipos de noticias. Un programa de noticias por radio dirigido a oyentes jóvenes puede incluir notas sobre estrellas de la música o del deporte que no serían publicadas en un periódico de negocios para lectores de más edad y fortuna. Una revista semanal enfocada en las noticias médicas informa sobre el ensayo de un fármaco experimental porque es probable que eso les interese a los médicos que la leen. En cambio la mayoría de los periódicos locales de interés general pasarán por alto esa nota, a menos que se suponga que el producto será capaz de curar alguna enfermedad muy conocida. La excepción podrían ser los periódicos de la comunidad en la cual se lleva a cabo la investigación.

Las organizaciones de noticias ven su trabajo como un servicio público, por lo cual difunden información que la gente necesita saber para orientar su vida diaria y ser ciudadanos productivos de una democracia. Pero la mayoría de las organizaciones de noticias también son empresas orientadas a la obtención de beneficios económicos para sobrevivir, por lo cual incluyen entre las noticias artículos para captar una audiencia numerosa, es decir, historias que pueden atraer a la gente sólo porque son interesantes. No hay razón para que esas dos características estén en conflicto. De hecho, en un día determinado varias de las mejores historias son importantes e interesantes a la vez. Sin embargo, es muy común que las organizaciones de noticias dividan éstas en dos categorías básicas: las duras y las blandas, también llamadas artículos de interés (features).

Tipos de noticias

Las noticias duras son en esencia las noticias del día. Es lo que aparece en la primera página del periódico o en la cabeza de la página Web y lo que se oye al inicio de la información de un noticiero de radio o TV. Por ejemplo, la guerra, la política, las empresas y los delitos son con frecuencia los temas de las noticias duras. El anuncio de que los conductores de autobuses de la ciudad se pondrán hoy en huelga y miles de pasajeros no podrán ir al trabajo es una noticia dura porque resulta oportuna, controvertida y produce un vasto impacto en la localidad. La comunidad necesita esa información de inmediato porque el hecho afecta la vida diaria de la gente.

En cambio la historia de un atleta mundialmente famoso que creció en un orfanato cabría en la definición de noticia blanda. Es una historia de interés humano acerca de un personaje prominente y también un relato insólito que a la gente le gustará comentar con sus amigos. Sin embargo, no hay una razón apremiante por la cual tenga que ser publicada o difundida en una fecha específica. Eso constituye, por definición, un artículo de interés. Muchos periódicos y sitios de noticias en línea tienen secciones por separado para historias blandas sobre estilos de vida, el hogar y la familia, las artes y el entretenimiento. Los grandes periódicos pueden tener incluso secciones semanales para ciertos tipos de artículos de interés sobre alimentación, salud, educación y así por el estilo.

El tema no es lo único que distingue a las noticias duras de las blandas; en la mayoría de los casos, unas y otras están escritas en forma diferente. En general, las historias de noticias duras se escriben de modo que la audiencia obtenga la información más importante lo antes posible. Los escritores de noticias blandas empiezan a menudo con una anécdota o un ejemplo cuyo propósito esencial es atraer el interés de la audiencia, por lo cual el relato puede tardar más en llegar al asunto central.

En algunas historias se fusionan ambos métodos. Las historias que no dependen tanto del factor tiempo sino que se enfocan en temas significativos se conocen a menudo como “artículos de noticias” (news features). La historia de la lucha de una comunidad contra el SIDA, por ejemplo, es un artículo de ese tipo. La historia de una nueva posibilidad de tratamiento para los pacientes del SIDA sería una noticia dura. Los artículos de noticias son una forma eficaz de explorar tendencias o problemas sociales complejos, relatando casos humanos individuales sobre la forma en que las personas los enfrentan. (En el capítulo 3, “Cómo contar la historia”, comentaremos en más detalle esos estilos de redacción.)

De dónde vienen las noticias

Los periodistas encuentran noticias en sitios de toda índole, pero la mayoría de ellas se originan en alguna de estas tres formas básicas:

• sucesos que ocurren en forma natural, como desastres y accidentes;
• actividades planeadas, como reuniones y conferencias de noticias;
• hallazgos resultantes del esfuerzo personal de los reporteros.

Los eventos no planeados se convierten a menudo en las noticias más importantes. Un transbordador que se hunde, la caída de un avión, un tsunami o una avalancha de lodo valen a menudo como noticia no sólo en el momento en que ocurren, sino durante los días y las semanas siguientes. La amplitud de la cobertura depende, en parte, de la proximidad y de quién haya sido afectado. Un accidente automovilístico mortal en París puede no ser gran noticia en un día cualquiera, pero un accidente ocurrido en esa ciudad en 1997 fue una gran noticia, no sólo en Francia sino en todo el mundo, porque una de las víctimas era la princesa Diana de Gran Bretaña.

Es frecuente que los ciudadanos que presencian un desastre se pongan en contacto con alguna organización de noticias. Los periodistas se enteran también de esos eventos por las personas a cargo de atenderlos: policías, bomberos u oficiales de rescate. En algunos países las organizaciones de noticias tienen la posibilidad de captar las comunicaciones de esas autoridades en casos de emergencia y pueden enviar de inmediato a sus reporteros a la escena para que presencien el desarrollo de la historia.

En muchas salas de redacción, la fuente más obvia de noticias es el programa diario de eventos oficiales de la ciudad, el cual incluye reuniones de gobierno, inauguraciones de empresas o actos de la comunidad. Esa lista de actividades, que a menudo se llama “libro del día”, no tiene valor de noticia por sí misma, pero es un buen punto de partida para que los reporteros busquen la noticia. Entre éstos, los que cubren con regularidad ciertos tipos de asuntos o instituciones, llamados también reporteros de “fuente” dicen que muchas veces encuentran ideas para sus historias al examinar las agendas de las próximas reuniones.

Los comunicados de prensa pueden ser otra fuente de noticias, pero también en ese caso sólo son un punto de partida. Todos los días llegan a las salas de redacción docenas de comunicados de prensa por correo, por fax o incluso por vídeo vía satélite. Los funcionarios y las agencias de gobierno generan muchos de ellos, pero otras organizaciones grandes, como algunas empresas privadas y grupos que trabajan sin fines de lucro, emiten también comunicados de prensa para que los medios de noticias se enteren de sus actividades. Un comunicado de prensa se puede asemejar a una historia de noticias, pero en virtud de que lo redacta gente que tiene intereses creados en el tema, no es probable que muestre el cuadro completo. Aun cuando los datos que esos comunicados contienen sean correctos, sólo suelen incluir lo que proyecta una imagen positiva de la persona u organización que los emite. Incluso si un comunicado de prensa parece digno de figurar como noticia, es preciso que un periodista profesional compruebe su autenticidad y haga una serie de preguntas para averiguar la historia verdadera antes de decidir si vale la pena publicarlo.

También los actos previamente planeados, como las manifestaciones, pueden ser noticia, pero el periodista debe tener cuidado de no ser manipulado por los organizadores, ya que éstos desean presentar sólo su versión unilateral de los hechos. Los políticos se han vuelto afectos a organizar eventos y aprovechar las “oportunidades de salir en la foto” para atraer la atención de la prensa, aunque en realidad el acto no tenga valor de noticia. Esto no significa que el periodista deba pasar por alto esos eventos, sino sólo que necesita realizar una labor adicional de reportero para conocer la historia completa.

La mayoría de los reporteros dicen que las mejores historias son fruto de su esfuerzo personal. A veces las historias son sugeridas por desconocidos que visitan, telefonean o contactan por correo electrónico la sala de redacción para exponer sus quejas o preocupaciones. Algunas organizaciones de noticias piden activamente ideas a la gente que vive en las comunidades a las que informan, y dan un número telefónico o su dirección de correo electrónico para que les envíen sugerencias. Los periodistas dedican mucho tiempo a cultivar relaciones con las personas que les pueden brindar esa información. (Hablaremos más sobre el cultivo de fuentes en el capítulo 2, “Cómo conseguir la historia”.)

Es frecuente que a un periodista le baste observar a su alrededor y oír las conversaciones de la gente para encontrar noticias. Lo que se oye en un evento deportivo o en las colas de la oficina de correos se puede convertir en el tema de una noticia. Cuando usted no esté cubriendo un reportaje, pregunte a las personas con quienes se encuentre qué ocurre en sus vidas o en sus barrios y tal vez obtenga la pista de una noticia que nadie más ha cubierto.

Otra forma de conseguir noticias es preguntar qué ha sucedido como secuela de una historia publicada en los periódicos o difundida electrónicamente. El seguimiento conduce a menudo a descubrimientos sorprendentes que tienen aún más valor como noticia que el reportaje original. Por ejemplo, una historia sobre lo que ocurre al día siguiente de un incendio puede revelar cuántas personas murieron y el grado de daños que sufrió la propiedad. Pero varias semanas más tarde, en la labor de seguimiento, se podría descubrir que la falla de un sistema de radio impidió a los bomberos responder con la prontitud necesaria para salvar más vidas.

También los documentos, los datos y los registros públicos pueden conducir a historias increíbles. Los reporteros las pueden usar para buscar tendencias o detectar irregularidades. Este tipo de trabajo requiere más esfuerzo, pero los resultados casi siempre compensan el trabajo. Por supuesto, es mucho más sencillo cuando los datos se pueden obtener por medios electrónicos y se ha sabido que los reporteros introducen datos de registros de prensa en bases de datos de computadora para localizar con facilidad la información más significativa entre un montón de estadísticas. Por ejemplo, una lista de personas que han sido multadas por exceso de velocidad puede ser la base de una historia si está clasificada por nombres y no por fechas. Así fue como la reportera de televisión Nancy Amons descubrió que aunque un conductor de su ciudad acumuló una docena de infracciones de tráfico en tres años y provocó un accidente en el que murió otro conductor, nunca le fue retirada la licencia de automovilista. Cuando ella investigó el caso, los funcionarios de la ciudad admitieron que no habían hecho bien su trabajo.

El papel del periodista

Las nuevas tecnologías han hecho posible que, con la ayuda de una computadora, cualquier persona disemine información con tanta amplitud como las más grandes organizaciones de noticias. Pero un sitio bien diseñado de Internet, no importa cuán bien escrito esté o con qué frecuencia se actualice, no siempre es una fuente fidedigna de noticias. La verdad es que en un mundo complejo donde la información ya no es un producto escaso, el papel del periodista se ha vuelto más importante que nunca.

A diferencia de un propagandista o un divulgador de chismes, el periodista selecciona sus noticias entre la información disponible y determina en qué medida son valiosas y fiables, antes de darlas a conocer al público. Las historias de noticias, ya sea duras o blandas, deben ser precisas. El periodista no sólo tiene que recopilar la información que necesita para narrar la historia, sino también verificar esa información antes de usarla. Conf ía lo más posible en sus observaciones de primera mano y consulta muchas fuentes para cerciorarse de que la información recabada sea digna de confianza. Sólo en raras ocasiones identifica sus fuentes de información para que la audiencia pueda evaluar su credibilidad.

Pero el periodismo es algo más que la simple publicación de información a partir de los hechos. También la propaganda se puede basar en hechos, pero éstos son presentados en forma calculada para influir en la opinión de la gente. Como ya dijimos, los profesionales de las relaciones públicas también usan hechos, pero sólo muestran un lado de la historia. En cambio, el periodista se esfuerza por ser imparcial y presentar el cuadro completo. Pugna por relatar una historia precisa y auténtica que refleje la realidad, no su propia percepción o la de alguna otra persona.

Una diferencia más entre el periodismo y otras formas de información es que los periodistas se esfuerzan por ser independientes con respecto a las personas cuyas actividades reseñan. Un profesional en relaciones públicas empleado de la organización sobre la cual escribe no incluirá probablemente ningún dato que haga perder a ésta su buena imagen. En cambio, un periodista tratará de presentar el panorama completo, aunque no sea del todo favorable a la organización.

El periodista no es una simple correa de transmisión de sus propias opiniones o de la información que otros le proporcionan; realiza reportajes originales, no confunde los hechos con las opiniones o los rumores y sus decisiones editoriales son acertadas. Una de las principales responsabilidades del periodismo, dice Bill Keller, director ejecutivo de The New York Times, es “aplicar el buen juicio a la información”.

A diferencia de otros proveedores de información, el periodista debe ser leal ante todo con el público. Como lo declara en su código de ética la Montreal Gazette de Canadá, “el mayor valor de un periódico es su integridad. El respeto por esa integridad se adquiere con mucho trabajo y se pierde con facilidad”. Para mantener la integridad, los periodistas se esfuerzan por evitar los conflictos de interés, reales o aparentes. (Hablaremos más sobre ese tema en el capítulo 7, “La ética y la ley”.)

Objetividad e imparcialidad

El concepto de objetividad en el periodismo se desarrolló hace casi un siglo como una reacción contra los reportajes sensacionalistas, cargados de opiniones, que eran tan comunes en la mayoría de los periódicos de la época. El término “objetividad” se empleó al principio para describir una aproximación o método periodístico; el periodista debía tratar de presentar las noticias en forma objetiva, sin reflejar prejuicio alguno de tipo personal o corporativo.

Con el tiempo, la objetividad empezó a ser exigida por los propios periodistas. El director ejecutivo del periódico estadounidense The Washington Post, Leonard Downie, tomó el concepto tan en serio que se negó a registrarse para votar. Pero hoy muchos periodistas reconocen que la objetividad total no es factible. En 1996, la Sociedad de Periodistas Profesionales de Estados Unidos suprimió la palabra “objetividad” de su código de ética. Después de todo, los periodistas son seres humanos, se preocupan por su trabajo y tienen su propia opinión. Decir que son del todo objetivos es tanto como decir que carecen de valores. En realidad, por largo tiempo los periodistas han admitido que deben estar muy conscientes de sus propias opiniones para poder mantenerlas bajo control. A juzgar por las historias que escriban, el público no debe percatarse de cuál es la opinión del autor. Por medio de un método objetivo y científico para verificar la información, el periodista puede escribir historias que no reflejen su punto de vista personal. En otras palabras, la historia misma tiene que ser imparcial y equitativa.

Los periodistas se esfuerzan también por ser justos en su trabajo y no presentar una sola versión de los hechos. Buscan opiniones contrastantes e informan acerca de ellas sin favorecer a ninguna de las partes. Además de verificar las declaraciones factuales, buscan opiniones discrepantes en los casos en que hay disputa en torno a los hechos.

Sin embargo, imparcialidad no es lo mismo que equilibrio. El equilibrio sugiere que sólo hay dos opiniones posibles en una historia, lo cual rara vez sucede, y que a ambas se les debe dar el mismo peso. En realidad, el periodista que trata de hallar ese tipo de equilibrio artificial en sus historias puede incurrir en imprecisiones fundamentales. Supongamos un caso en que la inmensa mayoría de los economistas independientes coincide en cierta opinión sobre las consecuencias de una política de egresos en particular, mientras sólo un puñado de colegas suscribe una opinión diferente cuya inutilidad ya ha sido demostrada por experiencias del pasado. Si el periodista les concede el mismo tiempo o espacio a las opiniones de ambos grupos, el resultado será desorientador.

El reto para el periodista consiste en consignar todos los puntos de vista significativos con la mayor imparcialidad para los participantes y presentar también un panorama completo y honesto a su público. “Imparcialidad significa, entre otras cosas, escuchar los diferentes puntos de vista e incorporarlos al trabajo periodístico”, dice el reportero y editor de blogs (bitácoras en Internet) Dan Gillmor. “No significa parlotear diciendo mentiras o distorsiones para conseguir ese perezoso afán de equivalencia que induce a algunos periodistas a incluir citas de opositores sin ver que los hechos favorecen a una de las partes en forma abrumadora”

Proveedores de noticias

En todo el mundo, los periodistas tienen ciertas características en común. Son curiosos y persistentes, desean saber por qué pasan las cosas y no aceptan un “no” como respuesta. No se dejan intimidar por los poderosos y se esfuerzan al máximo por hacer bien su trabajo. Kevin Marsh, editor de Radio 4 en la British Broadcasting Company (BBC), dice que un buen periodista tiene “habilidad para captar las grandes verdades, pero es lo bastante humilde para descartarlas si los hechos no las confirman”. La tarea del periodista es desafiante y complicada. Philip Graham, el finado presidente de la junta directiva de la Washington Post Company dijo en una ocasión: “[un periodista tiene la] tarea inevitablemente imposible de proveer cada semana el primer borrador de una historia, que nunca estará completa, acerca de un mundo que jamás llegaremos a entender”.

El periodista tiene hoy más foros para su trabajo que en ningún otro momento de la historia, desde pequeños diarios de la comunidad hasta redes mundiales de canales de noticias por televisión y sitios en línea por Internet. Cada una de esas modalidades de los medios posee distintas fortalezas y debilidades.

En la mayoría de los países, los diarios impresos son los que tienen de ordinario el personal más numeroso y ofrecen mayor profundidad en una gama más amplia de temas que los medios electrónicos. Con la adición de sitios en línea, muchos periódicos han empezado a superar las limitaciones de su programa tradicional de una publicación al día. Sin embargo, su alcance se limita en gran medida a una audiencia alfabetizada y con recursos, gente que sabe leer y tiene bastante dinero para comprar el periódico o acceder a una computadora para leer en línea.

La radio, una de las fuentes de noticias que más se usan en el mundo, tiene la ventaja de ser rápida y accesible. Los periodistas radiofónicos pueden obtener las noticias rápidamente durante la transmisión y cualquiera que tenga un radio de baterías puede oír sus informes casi en cualquier momento y lugar. Los reporteros de radio relatan sus historias con sonido ambiental, además de palabras, por lo cual los oyentes tienen la sensación de haber vivido parte de lo que realmente ocurrió. La radio difunde noticias muchas veces al día, por lo cual las actualiza con frecuencia. Sin embargo, la mayoría de las radiodifusoras dedican poco tiempo a cada noticiario y éste tiende a ser un breve resumen que sólo incluye las noticias más importantes, sin la profundidad ni la amplitud que un periódico puede ofrecer.

Con sonidos e imágenes, los noticiarios de televisión pueden mostrar a los espectadores lo que está pasando y no sólo la narración de lo que ocurre. Una de las fortalezas de la televisión es su capacidad de transmitir emociones y compartir experiencias con el público. Los avances tecnológicos –cámaras más pequeñas, edición digital y enlaces móviles– han hecho posible que la televisión difunda sus noticias casi con tanta rapidez como la radio. No obstante, la dependencia del medio con respecto a la imagen puede ser una desventaja: las noticias por televisión se abstienen a veces de narrar historias complicadas porque no son visualmente atractivas.

A últimas fechas, la diferencia entre las categorías tradicionales de noticias impresas y electrónicas se ha vuelto borrosa. En Estados Unidos y otros países, muchas organizaciones de noticias publican ahora éstas en diferentes medios, incluso en la Internet. Como quiera que esta última se puede expandir al infinito, las noticias en línea no están forzosamente sujetas a las mismas restricciones de tiempo y espacio que los medios impresos y los electrónicos. Los sitios Web de noticias pueden ofrecer más información y el lector tiene ésta disponible por más tiempo. Además, se permite que el usuario busque las noticias que más le interesan.

Los sitios de noticias en línea afiliados a periódicos y estaciones de radio y televisión pueden parecer muy similares: ilustran sus relatos con fotograf ías y muchos incluyen secuencias de vídeo de las historias o de noticiarios completos. A veces presentan también una versión “podcast”, pues publican sus archivos en Internet y así el suscriptor los puede descargar en su computadora o reproductor portátil de medios para su consumo ulterior. En algunos sitios Web es posible leer el texto de una historia u oír la lectura del mismo por el autor. Las organizaciones de noticias están subiendo a la red hasta sus propios diarios de trabajo (que se conocen de ordinario con el acrónimo “blogs”), con lo cual el periodista puede escribir su diario en línea acerca de las noticias que está cubriendo o las decisiones tomadas en la sala de redacción.

En este mundo noticioso en evolución, muchos periodistas descubren que necesitan adquirir nuevas habilidades para realizar el trabajo que se espera de ellos. De los reporteros cabe esperar que tomen fotograf ías que también puedan usarse en Internet, además de entrevistar a sus fuentes y redactar artículos para el periódico. Se puede requerir que los editores publiquen artículos en Internet, además de revisar los textos de los reporteros y redactar los titulares. Es posible que los fotógrafos tengan que presentar vídeos, no sólo fotos fijas, y que provean textos apropiados para explicar sus imágenes. Muchas organizaciones de noticias están impartiendo capacitación a los periodistas que asumen nuevos papeles en la sala de redacción. Y algunos profesores de periodismo implementan ahora lo que se ha llamado un “programa de estudios de convergencia” para ayudar a los estudiantes a aprender las múltiples destrezas que pueden requerir en el futuro.

Pero aun con todas esas nuevas demandas, la esencia del buen periodismo sigue siendo la misma. Bill Kovach y Tom Rosenstiel, en su libro The Elements of Journalism: What Newspeople Should Know and the Public Should Expect, comentan que hay algunos principios claros en los que los periodistas de las sociedades democráticas coinciden y que los ciudadanos tienen derecho de esperar:

• La primera obligación del periodismo es decir la verdad.
• Su primera lealtad es para con los ciudadanos.
• Su esencia es una disciplina de verificación.
• Quienes lo practican deben mantener su independencia con respecto a las personas sobre las cuales escriben.
• El periodista debe ser independiente como observador del poder.
• El periodismo debe ofrecer un foro para la crítica y la participación del público.
• Se debe esforzar por hacer que lo significativo resulte interesante y relevante.
• Debe tratar de que las noticias sean completas y no desproporcionadas.
• Se debe permitir que quienes lo practican apliquen su conciencia personal.

Estos valores distinguen al periodismo de todas las demás formas de comunicación. No es fácil cumplirlos con fidelidad. Los periodistas se enfrentan casi todos los días a presiones que los inducen a comprometer esas normas. Pero tenerlas siempre presentes es la mejor forma de garantizar que el periodismo cumpla con su función primordial de proveer a los ciudadanos la información que necesitan para tomar las decisiones que afectan su vida.

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