Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Puntos importantes de esta sección
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Hay distintos tipos de tratamiento para los pacientes con cáncer de la hipofaringe.
Los pacientes con cáncer de la hipofaringe tienen a su alcance diferentes tipos de tratamiento. Algunos tratamientos son estándar (el tratamiento utilizado en la actualidad), y otros se encuentran en evaluación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de tratamiento es un estudio de investigación encaminado a mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para los pacientes con cáncer. Cuando los ensayos clínicos revelan que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo puede tornarse estándar. Los pacientes deberían pensar en participar en un ensayo clínico. Algunos ensayos clínicos están abiertos solo para pacientes que no han comenzado un tratamiento.
Se utilizan tres tipos de tratamiento estándar:
Cirugía
La cirugía (extracción del cáncer en una operación) es un tratamiento habitual para todos los estadios del cáncer de la hipofaringe. Se utilizan los siguientes procedimientos quirúrgicos:
- Laringofaringectomía: cirugía para extirpar la laringe y parte de la faringe (garganta).
- Laringofaringectomía parcial: cirugía para extirpar parte de la laringe y parte de la faringe. Una laringofaringectomía parcial evita la pérdida de la voz.
- Disección del cuello: cirugía para extirpar los ganglios linfáticos y otros tejidos del cuello.
Incluso si el médico extirpa todo el cáncer que observa en el momento de la cirugía, se administra a continuación quimioterapia o radioterapia para eliminar todo las células cancerosas que queden. El tratamiento administrado después de la cirugía con el propósito de incrementar las posibilidades de curación se denomina terapia adyuvante.
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento para el cáncer que utiliza rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para eliminar células cancerosas. Existen dos tipos de radioterapia. La radioterapia externa utiliza una máquina fuera del cuerpo que envía la radiación hacia el cáncer. La radioterapia interna utiliza una sustancia radioactiva sellada en agujas, semillas, cables o catéteres, que se coloca directamente en el cáncer o cerca del mismo. La forma de administración de la radioterapia depende del tipo y del estadio del cáncer que está siendo tratado.
La eficacia de la radioterapia es mayor en pacientes que han dejado de fumar antes de comenzar el tratamiento. La radioterapia externa dirigida a la tiroides o la glándula pituitaria modifica el funcionamiento de la glándula tiroidea. Se examina la glándula tiroidea antes de la terapia y al cabo de la misma para cerciorarse de que funcione adecuadamente.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer que utiliza medicamentos para interrumpir el crecimiento de las células cancerosas mediante la eliminación de las células o evitando su multiplicación. Cuando la quimioterapia se administra oralmente o se inyecta en una vena o músculo, los medicamentos ingresan al torrente sanguíneo y llegan a células cancerosas de todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). Cuando la quimioterapia se coloca directamente en la columna vertebral, un órgano o una cavidad corporal como el abdomen, los medicamentos afectan principalmente las células cancerosas de esas áreas (quimioterapia regional). La forma de administración de la quimioterapia dependerá del tipo y del estadio del cáncer que está siendo tratado.
La quimioterapia que se utiliza para disminuir el tamaño del tumor antes de la cirugía o la radioterapia se llama quimioterapia neoadyuvante.
Se están evaluando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
Para mayor información en inglés sobre ensayos clínicos, consultar el portal de Internet del NCI.
Los pacientes deberían pensar en participar en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, quizás la mejor elección de tratamiento sea participar en un ensayo clínico. Los ensayos clínicos forman parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para determinar si los tratamientos nuevos para el cáncer son seguros y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico pueden recibir el tratamiento estándar o estar entre los primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no conduzcan a tratamientos nuevos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.
Los pacientes pueden entrar a formar parte de los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
Algunos ensayos clínicos sólo incluyen a pacientes que todavía no recibieron tratamiento. Otros ensayos prueban los tratamientos para los pacientes cuyo cáncer no ha mejorado. También hay ensayos clínicos que prueban nuevas maneras de impedir que el cáncer recurra (vuelva) o de reducir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Los ensayos clínicos tienen lugar en muchas partes del país. Consultar la sección sobre Opciones de Tratamiento para encontrar enlaces en inglés a los ensayos clínicos que se realizan actualmente. Estos se han recuperado de la base de datos de ensayos clínicos del NCI.
Pueden necesitarse pruebas de seguimiento.
Algunas de las pruebas que se usaron para diagnosticar el cáncer o para determinar el estadio del cáncer se pueden repetir. Algunas pruebas se repiten para asegurarse que el tratamiento es eficaz. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o suspender el tratamiento pueden basarse en los resultados de estas pruebas. Esto a veces se llama reestadificación.
Algunas de las pruebas se seguirán repitiendo esporádicamente después de terminar el tratamiento. Los resultados de estas pruebas pueden mostrar si la afección ha cambiado o si el cáncer recidivó (volvió). Estas pruebas a veces se llaman pruebas de seguimiento o exámenes médicos.
Para el cáncer de la hipofaringe, el seguimiento para verificar el retorno del cáncer de la hipofaringe debe incluir exámenes minuciosos de la cabeza y cuello una vez al mes durante el primer año después que termina el tratamiento, cada 2 meses en el segundo año, cada 3 meses en el tercer año y, en adelante, cada 6 meses.
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