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Micosis fungoide y el síndrome de Sézary: Tratamiento (PDQ®)
Versión Paciente   Versión Profesional De Salud   In English   Actualizado: 05/21/2008



Propósito de este sumario del PDQ






Información general






Clasificación celular






Información sobre los estadios






Aspectos generales de las opciones de tratamiento






Micosis fungoide/síndrome de Sézary en estadio I






Micosis fungoide/síndrome de Sézary en estadio II






Micosis fungoide/síndrome de Sézary en estadio III






Micosis fungoide/síndrome de Sézary en estadio IV






Micosis fungoide/síndrome de Sézary recidivante






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La micosis fungoide y el síndrome de Sézary (MF/SS) son neoplasias de linfocitos T malignos que poseen generalmente el fenotipo de superficie de las células auxiliares/inductoras. Estos tipos de neoplasmas inicialmente se presentan como complicación de la piel, por lo que se han clasificado como linfomas cutáneos de células T.[1] La clasificación Revised European-American Lymphoma incluye estos tipos de linfomas como linfomas de células T de grado bajo, a distinguir de otros linfomas de células T que afectan la piel tales como linfomas anaplásicos de células grandes (positivo a CD30), periféricos de linfoma de células T (CD30 negativo, sin afectar la epidermis), linfoma/leucemia de células T en adultos usualmente con compromiso sistémico) o linfoma de células T con paniculitis subcutánea.[2,3] Estos tipos histológicos de linfomas de células T, se analizan en otro sumario del PDQ. (Para mayor información, consultar el sumario del PDQ sobre el Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos.) Además, cierto número de trastornos benignos o muy indoloros pueden confundirse con la micosis fungoide. Es sumamente importante el consultar un patólogo con experiencia en distinguir este tipo de trastornos.[4]

El pronóstico de los pacientes con MF/SS se basa en el grado de la enfermedad al momento de su presentación (estadio).[5] La presencia de linfadenopatía y de complicación de la sangre periférica y las vísceras suele aumentar al empeorar la afección cutánea y define los grupos de pronóstico precario.[6] La supervivencia media después del diagnóstico varía de acuerdo al estadio. Los pacientes con enfermedad en estadio IA presentan una supervivencia media de 20 años o más. La mayoría de las defunciones en este grupo no son causadas por la MF ni tampoco se relacionan con ella.[7] En contraste, más del 50% de los pacientes con enfermedad en estadio III y estadio IV mueren de MF siendo su supervivencia media de menos de cinco años.[5-7] Un informe sobre 1.798 pacientes del banco de datos SEER encontró un aumento de segundas neoplasias malignas (proporción de incidencia estandarizada de 1,32, 95% IC, 1,15–1,52), especialmente en los linfomas de Hodgkin y no Hodgkin y en el mieloma.[8]

La evolución natural característica de la MF es indolora.[9] Antes de confirmarse la enfermedad por medio de una biopsia, los síntomas pueden presentarse durante largos períodos de tiempo, un promedio de 2 a 10 años, en forma de erupciones cutáneas crecientes y menguantes. Los MF/SS son tratables con las terapias tópicas o sistémicas disponibles hoy día. Sin embargo, hasta ahora ha resultado difícil encontrar modalidades curativas, con la posible excepción de aquéllas para pacientes con enfermedad mínima limitada a la piel.

El avance característico de la enfermedad cutánea comienza por un estadio de parche o placa eccematosa que cubre el 10% o más de la superficie corporal (T1), luego pasa a un estadio de placa que afecta el 10% o más de la superficie corporal (T2) y, finalmente, evoluciona a tumores (T3), que con frecuencia experimentan ulceración necrótica.[4,10] El síndrome de Sézary es una forma avanzada de micosis fungoide con eritrodermia generalizada (T4) y complicación de la sangre periférica en su presentación. A veces hay transformación citológica del linfoma de grado bajo a linfoma de grado alto en el curso de estas enfermedades, lo que se relaciona con un pronóstico precario.[11-13] Una causa común de defunción durante la fase de tumor es la sepsis causada por Pseudomonas aeruginosa o Estafilococcus aureus debido a infecciones crónicas de la piel con especies estafilocóccicas e infecciones sistémicas posteriores.[10]

Bibliografía

  1. Girardi M, Heald PW, Wilson LD: The pathogenesis of mycosis fungoides. N Engl J Med 350 (19): 1978-88, 2004.  [PUBMED Abstract]

  2. Willemze R, Kerl H, Sterry W, et al.: EORTC classification for primary cutaneous lymphomas: a proposal from the Cutaneous Lymphoma Study Group of the European Organization for Research and Treatment of Cancer. Blood 90 (1): 354-71, 1997.  [PUBMED Abstract]

  3. Harris NL, Jaffe ES, Stein H, et al.: A revised European-American classification of lymphoid neoplasms: a proposal from the International Lymphoma Study Group. Blood 84 (5): 1361-92, 1994.  [PUBMED Abstract]

  4. Siegel RS, Pandolfino T, Guitart J, et al.: Primary cutaneous T-cell lymphoma: review and current concepts. J Clin Oncol 18 (15): 2908-25, 2000.  [PUBMED Abstract]

  5. Zackheim HS, Amin S, Kashani-Sabet M, et al.: Prognosis in cutaneous T-cell lymphoma by skin stage: long-term survival in 489 patients. J Am Acad Dermatol 40 (3): 418-25, 1999.  [PUBMED Abstract]

  6. de Coninck EC, Kim YH, Varghese A, et al.: Clinical characteristics and outcome of patients with extracutaneous mycosis fungoides. J Clin Oncol 19 (3): 779-84, 2001.  [PUBMED Abstract]

  7. Kim YH, Jensen RA, Watanabe GL, et al.: Clinical stage IA (limited patch and plaque) mycosis fungoides. A long-term outcome analysis. Arch Dermatol 132 (11): 1309-13, 1996.  [PUBMED Abstract]

  8. Huang KP, Weinstock MA, Clarke CA, et al.: Second lymphomas and other malignant neoplasms in patients with mycosis fungoides and Sezary syndrome: evidence from population-based and clinical cohorts. Arch Dermatol 143 (1): 45-50, 2007.  [PUBMED Abstract]

  9. Diamandidou E, Cohen PR, Kurzrock R: Mycosis fungoides and Sezary syndrome. Blood 88 (7): 2385-409, 1996.  [PUBMED Abstract]

  10. Lorincz AL: Cutaneous T-cell lymphoma (mycosis fungoides) Lancet 347 (9005): 871-6, 1996.  [PUBMED Abstract]

  11. Schechter GP, Sausville EA, Fischmann AB, et al.: Evaluation of circulating malignant cells provides prognostic information in cutaneous T cell lymphoma. Blood 69 (3): 841-9, 1987.  [PUBMED Abstract]

  12. Dmitrovsky E, Matthews MJ, Bunn PA, et al.: Cytologic transformation in cutaneous T cell lymphoma: a clinicopathologic entity associated with poor prognosis. J Clin Oncol 5 (2): 208-15, 1987.  [PUBMED Abstract]

  13. Kim YH, Bishop K, Varghese A, et al.: Prognostic factors in erythrodermic mycosis fungoides and the Sézary syndrome. Arch Dermatol 131 (9): 1003-8, 1995.  [PUBMED Abstract]

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