Un hombre viejo y dos ninos
un hombre
Protección en el Hogar para las Personas con la Enfermedad de Alzheimer
Introducción
¿Qué es la Enfermedad de Alzheimer?
» ¿Cuáles son los Síntomas de la AD?
Temas Generales de Seguridad
¿Es Seguro Dejar Sola a la Persona que Padece de AD?
Medidas de Protección en la Casa, en Cada Habitación
Protección en el Hogar de Acuerdo con Cada Tipo de Comportamiento
Ocasiones especiales/Grandes reuniones/Seguridad durante los días de fiesta
Deterioro de los Sentidos
Conducir/Manejar Vehículos
Señales de Alerta de que está conduciendo en forma peligrosa
Seguridad en Caso de un Desastre Natural
¿Quien se Encargaría de la Persona con AD si Algo le Sucediese a Usted?
Conclusión
Recursos Adicionales
 

¿Cuáles son los síntomas de la AD?

No se puede hablar de lo que es la “típica” persona con Alzheimer. Existe una gran variedad entre la gente con AD, en cuanto a sus comportamientos y síntomas. En la actualidad, no hay una forma de predecir qué tan rápidamente progresará la enfermedad en una persona, ni de predecir los cambios exactos que van a ocurrir. Sabemos, no obstante, que muchos de estos cambios constituirán un problema para quienes cuidan al enfermo. Por consiguiente, el conocimiento y la prevención son críticos para la protección del hogar.

Las personas con AD tienen problemas de memoria e impedimentos cognoscitivos (dificultades para pensar y razonar), y eventualmente no estarán en capacidad de cuidar de sí mismos. Pueden experimentar confusión, pérdida del juicio y dificultad para encontrar las palabras, completar las ideas o seguir instrucciones. También pueden experimentar cambios de personalidad y comportamiento. Por ejemplo, pueden tornarse agitados, irritables o muy pasivos. Algunos pueden deambular fuera de casa y perderse. Es posible que no puedan diferenciar entre el día y la noche, y que se levanten, se vistan y salgan de la casa en medio de la noche, convencidos de que el día acaba de empezar. Pueden sufrir pérdidas que afectan la visión, el olfato o el gusto.

Estas incapacidades son muy difíciles, no solamente para la persona que padece de AD, sino para quien la cuida, para la familia y para otros seres queridos. Aunque el reto sea grande, los encargados del cuidado de la persona enferma necesitan los recursos y la reafirmación de que existen acciones específicas que se pueden tomar para reducir algunos de los riesgos de seguridad que acompañan la enfermedad de Alzheimer.

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Actualizado: 09/26/2007