Quimioterapia
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen principalmente de los
fármacos y de las dosis que reciba la paciente. Además, como con otros tipos de tratamiento, los efectos
secundarios varían de persona a persona.
Generalmente, los fármacos contra el cáncer afectan las células que se
dividen con rapidez. En estas se
incluyen las células de la sangre, las cuales combaten las infecciones, ayudan
a que la sangre se coagule, o llevan oxígeno a todas las partes del
cuerpo. Cuando las células de la sangre
son afectadas por los fármacos contra el cáncer, las pacientes tienen más
probabilidad de contraer infecciones; pueden magullarse o sangrar fácilmente y
pueden tener menos energía. Las células
de las raíces del pelo y las células que revisten el tracto digestivo también
se dividen con rapidez. Cuando la
quimioterapia afecta estas células, las pacientes pueden perder su pelo y
pueden tener otros efectos secundarios, como apetito escaso, náuseas, vómitos o
llagas en la boca. El médico puede dar
medicamentos para ayudar con los efectos secundarios. Los efectos secundarios desaparecen gradualmente durante los
períodos de recuperación entre los tratamientos o después de que haya terminado
el tratamiento.
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