Ayuda exterior | La generosidad fortalece las comunidades

13 enero 2009

La política exterior estadounidense en el Hemisferio Occidental en 2008

Depto. de Estado destaca valores comunes e intereses compartidos

 
El secretario de Estado adjunto, Thomas A. Shannon, con jóvenes embajadores de Paraguay.
El secretario de Estado adjunto, Thomas A. Shannon, con los jóvenes embajadores de Paraguay. (Foto: Dpto. de Estado)

“Es una gran suerte para Estados Unidos compartir el hemisferio con tantos países que han adoptado una visión común para sus pueblos, una visión que permite a sus ciudadanos la libertad de dar forma a su destino político y de dirigir sus esfuerzos a lograr oportunidades económicas sin límites. [...] En 2008 la ayuda oficial de Estados Unidos a la región superó los 1.900 millones de dólares. La participación estadounidense se basó en los cuatro pilares de nuestra política para las Américas: fomento de la prosperidad, inversión en la población, protección del Estado democrático y consolidación de la democracia”, según dice un documento publicado por la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado que trata sobre los programas de política exterior de Estados Unidos en el Hemiferio Occidental en el año 2008.

A continuación la traducción de dicho documento:

(comienza el texto)

VALORES COMUNES E INTERESES COMPARTIDOS: ESTADOS UNIDOS Y SU PROMESA EN EL HEMISFERIO OCCIDENTAL

“Nuestros dos continentes están haciéndose más que vecinos unidos por el accidente de la geografía. Estamos convirtiéndonos en una comunidad ligada por valores comunes e intereses compartidos, con estrechos lazos de familia y de amistad. Estos lazos crecientes permiten impulsar la paz y la prosperidad en ambos continentes”.
–Presidente George W. Bush, 5 de marzo de 2007

“Estados Unidos tiene una amplia política en América Latina, según la cual apoyamos la justicia social basada en el crecimiento y desarrollo económicos, y también apoyamos la igualdad de la mujer y de personas de diferentes antecedentes raciales”.
–Secretaria de Estado Condoleezza Rice, 13 de marzo de 2008

Es una gran suerte para Estados Unidos compartir el hemisferio con tantos países que han adoptado una visión común para sus pueblos, una visión que permite a sus ciudadanos la libertad de dar forma a su destino político y de dirigir sus esfuerzos a lograr oportunidades económicas sin límites. Estados Unidos comparte más que geografía y valores con estos países, comparte también los desafíos que traspasan fronteras y la responsabilidad de abordar esos desafíos con sus socios del hemisferio. Estados Unidos ha demostrado su compromiso para fortalecer la capacidad de las democracias y las economías de mercado para facilitar a los ciudadanos lo que desean: desarrollo social y económico, reducción de la pobreza y la desigualdad, y hogares y comunidades seguros. En 2008 la ayuda oficial de Estados Unidos a la región superó los 1.900 millones de dólares. La participación estadounidense se basó en los cuatro pilares de nuestra política para las Américas: fomento de la prosperidad, inversión en la población, protección del Estado democrático y consolidación de la democracia. El presidente Bush visitó Perú en noviembre, su décimo tercer viaje al Hemisferio Occidental, y ese viaje subrayó la promesa de Estados Unidos de una participación sostenida y duradera.

FOMENTO DE LA PROSPERIDAD

Facilitar a todos los ciudadanos los beneficios del libre mercado, el comercio y la integración económica es uno de los desafíos más importantes que enfrentan los gobiernos democráticos del continente americano. El acceso a las oportunidades económicas y la movilidad social que estos crean son componentes fundamentales de la justicia social. Estados Unidos ayuda a crear oportunidades económicas en las Américas por medio de su apoyo a los acuerdos de libre comercio, los cuales Estados Unidos tiene con países que abarcan dos tercios del producto interno bruto del hemisferio. También trabajamos por medio de nuestros programas de ayuda exterior, especialmente con la Corporación del Desafío del Milenio, para combatir la corrupción, impulsar el estado de derecho y crear el tipo de gobernabilidad justa y democrática necesarias para asegurar que la oportunidad económica no se limite a las élites sino que alcance a toda la sociedad.

Caminos hacia la prosperidad en las Américas: En septiembre, el presidente Bush y los líderes de 11 de los 12 países con los que Estados Unidos ha firmado acuerdos de libre comercio lanzaron en Nueva York la iniciativa Caminos hacia la prosperidad en las Américas. La intención de dicho proyecto es asegurar que los beneficios del comercio se compartan de modo más amplio en las sociedades. Los líderes convinieron en trabajar conjuntamente para aumentar las oportunidades de los ciudadanos, en especial de los pequeños negocios y los agricultores, para que puedan aprovechar las ventajas del comercio, vincular los mercados más estrechamente, ampliar la cooperación regional en competitividad y mejorar la cooperación en lo relativo a normas laborales y ambientales, así como su aplicación. En diciembre se adoptó un plan de acción para hacer avanzar estos objetivos de forma práctica y los líderes se comprometieron a reunirse en 2009 para evaluar el progreso hacia las metas de esta iniciativa.

Corporación del Desafío del Milenio: Por medio de la Corporación del Desafío del Milenio Estados Unidos siguió desembolsando casi 1.000 millones de dólares en apoyo para El Salvador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Guyana y Perú. Esos programas apoyan iniciativas dirigidas a eliminar la corrupción, impulsar la transparencia, mejorar los servicios sanitarios y construir carreteras para que los pueblos tengan acceso a los mercados.

Alianza en materia de biocombustibles: Estados Unidos y Brasil colaboraron en el desarrollo de mercados mundiales y regionales para el etanol y los biocombustibles en nueve países, con la meta de proporcionar a países de América Central, el Caribe, y África una prometedora fuente de energía que reduzca la dependencia de combustibles importados y ayude a los gobiernos a desarrollar industrias locales y sostenibles de biocombustibles. Esto surgió a raíz de la firma en 2007 de un memorando de entendimiento entre Estados Unidos y Brasil para colaborar en materia de biocombustibles.

Alianza entre Chile y California para el siglo XXI: A comienzos de 2008, Estados Unidos y Chile lanzaron una iniciativa que se basa en las similitudes naturales de la geografía y el clima entre Chile y el estado de California en materia de energía, agricultura, educación, innovación y medio ambiente. La presidenta chilena Bachelet se reunió con el gobernador Schwarzenegger de California en junio para dar mayor ímpetu a la iniciativa, que une a prestigiosas universidades californianas con contrapartes chilenas y promueve también lazos empresariales y culturales.

Diálogo sobre la alianza económica EE.UU.-Brasil: Estados Unidos y Brasil celebraron la segunda y tercera sesiones del Diálogo sobre la Alianza Económica para fortalecer aún más y ampliar la cooperación económica y abordar los desafíos de la globalización. Entre los asuntos que se trataron cabe destacar las inversiones, la infraestructura, las telecomunicaciones, la innovación, la agricultura, la aviación civil y la seguridad de las importaciones. Ambos países también convinieron en continuar la promoción de la inclusión y justicia sociales como metas claves del desarrollo económico.

INVERSIÓN EN LA POBLACIÓN

Todo ciudadano debe beneficiarse de las oportunidades de la democracia. Estados Unidos pretende abrir el vasto potencial que encierran los pueblos de las Américas, trabajando con nuestros socios para invertir en la población mediante una mejor educación y capacitación, asistencia médica, acceso al capital, infraestructura económica y seguridad para sus familias y propiedades.

Despliegues en América Latina de la iniciativa Promesa continua: En el marco de la iniciativa “Promesa continua”, dos buques anfibios de la Armada de Estados Unidos llevaron cuidados sanitarios y otros tipos de ayuda a nueve países de América Latina y el Caribe en una misión de asistencia cívica y humanitaria. Los médicos e ingenieros que integran la tripulación del buque USS Boxer trabajaron junto con funcionarios de otros países para proporcionar atención médica en El Salvador, Guatemala y Perú. Durante su misión de cuatro meses de duración, el buque USS Kearsarge visitó Haití, Nicaragua, Colombia, la República Dominicana, Trinidad y Tobago, y Guyana, y entregó 3,3 millones de libras de alimentos, agua y otras ayudas a comunidades que habían sido devastadas por una serie de tormentas sucesivas (Fay, Gustav, Hanna e Ike).

Asistencia en la recuperación tras huracanes: Estados Unidos encabezó la respuesta de la comunidad de donantes tras las cuatro tormentas tropicales sucesivas que perturbaron las vidas de 850.000 personas en Haití. Estados Unidos aportó 31,6 millones de dólares en bienes y alimentos de emergencia, además de la coordinación logística y la asistencia de transporte por parte de la Armada de Estados Unidos, la Guardia Costera y los Centros para el Control de las Enfermedades. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se propone destinar 96,5 millones de dólares para Haití durante los próximos tres años para la restauración de servicios públicos, la reconstrucción de infraestructura y el fortalecimiento de la preparación y mitigación en casos de desastres.

La amplia destrucción que la tormenta tropical Gustav causó en Jamaica dañó carreteras, puentes, casas, medios de vida, cosechas agrícolas y provocó la perdida de ganadería en toda la isla. En su respuesta inmediata, USAID proporcionó 308.000 dólares en suministros de alivio y emergencia y se ha asignado 5 millones de dólares adicionales en asistencia estadounidense al exterior para los sectores de agricultura, infraestructura y educación en Jamaica.

Estados Unidos también hizo ofertas de asistencia sin precedentes a Cuba para aliviar las consecuencias de los huracanes y ayudar a ese país a recuperarse de los graves daños causados por estas fuertes tormentas. El gobierno de Cuba rechazó la oferta de más de cinco millones de dólares que se hizo para prestar asistencia de forma incondicional, pero se proporcionó ayuda estadounidense a través de organizaciones internacionales. Estados Unidos también facilitó las donaciones humanitarias de particulares y de ONG y autorizó el envío de 104 millones de dólares de este tipo de asistencia en los dos primeros meses tras los huracanes.

El Cuarteto de Cuerda Alexander imparte una clase magistral en la escuela Madre Teresa de Virreyes, en Argentina.
El Cuarteto de Cuerda Alexander imparte una clase magistral en la escuela Madre Teresa de Virreyes, en Argentina. (Foto: Dpto. Estado)

El Plan de emergencia del presidente para el alivio del SIDA (PEPFAR): Entre los años fiscales 2004 y 2008, el pueblo estadounidense, por medio del programa PEPFAR, proporcionó más de 636 millones de dólares a América Latina y el Caribe en apoyo de la prevención, el tratamiento y los programas de atención de VIH, entre los que más de 169 millones de dólares se desembolsaron en el año fiscal 2008. Con el apoyo de PEPFAR, desde el 30 de septiembre de 2008 aproximadamente 20.000 hombres, mujeres y niños reciben un tratamiento antirretroviral. Además, desde 2002, el Fondo Mundial para la Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria comprometió un máximo de 1.000 millones de dólares para programas de VIH/SIDA en América Latina y el Caribe. El gobierno de Estados Unidos es el mayor contribuyente al Fondo Mundial y ha proporcionado hasta la fecha aproximadamente el 30 por ciento de sus recursos.

Alianza de las Américas para la concienciación e investigación sobre el cáncer de seno: La primera dama Laura Bush anunció en noviembre en Panamá que el país se uniría a esta alianza que agrupa a expertos de Estados Unidos, Brasil, Costa Rica, México y Panamá en la lucha contra el cáncer de seno. La iniciativa une al Centro M. D. Anderson de Cáncer de Seno de la Universidad de Texas, la organización Susan G. Komen para la cura del cáncer, el Instituto de Educación Internacional, y el firme compromiso del gobierno de Estados Unidos. Estos socios trabajan para ofrecer a la mujer el conocimiento y la confianza para hacerse cargo de su propia salud.

Alianza para la Juventud de América Latina (PLAY): Estados Unidos amplió una iniciativa plurianual de educación denominada PLAY que proporciona microbecas para el aprendizaje de inglés, para la participación en programas de intercambio de escuela secundaria en Estados Unidos y en la región, y para asistir a colegios universitarios en Estados Unidos. PLAY ha reunido en el curso del año a miles de jóvenes de Estados Unidos y de la región para aprender y compartir experiencias.

Enviados de diplomacia deportiva: Enviados estadounidenses de diplomacia pública y deportes compartieron su tiempo y talento con jóvenes y entrenadores de la región. Entre estos cabe destacar a los miembros del salón de la fama del béisbol Rod Carew y Cal Ripken, Jr., quienes viajaron a Nicaragua; la campeona mundial de patinaje artístico Michelle Kwan, quien viajó a Argentina; la dos veces medallista olímpica de fútbol con un oro en las olimpiadas y campeona del mundial de fútbol Cindy Parlow Cone y la entrenadora del equipo nacional femenino de fútbol Jeff Pill, quienes viajaron a El Salvador; el ex jugador de la liga mayor de béisbol Elías Sosa y el equipo de estrellas del béisbol del Comando Sur, quienes visitaron Panamá y Nicaragua; el ex estrella del béisbol Barry Larkin, que visitó Colombia; los jugadores de béisbol de las Fuerzas Armadas, que estuvieron en la República Dominicana, Panamá, y Nicaragua; y las entrenadoras de voleibol universitario Erikka Gulbranson y Ashley Dean, quienes viajaron a Brasil.

PROTECCIÓN DEL ESTADO DEMOCRÁTICO

En años recientes, Estados Unidos y sus socios de la región han transformado de manera fundamental el programa de seguridad para las Américas y han forjado un consenso en lo que respecta al vínculo esencial entre la seguridad y la prosperidad. El desafío del hoy consiste en encarar las amenazas tradicionales y no tradicionales, entre estas la delincuencia organizada, el terrorismo, las pandillas, los desastres naturales y las pandemias. Al proteger a los pueblos de las Américas de estas amenazas regionales, se refuerza la democracia, se promueve la justicia social, se avanzan los derechos humanos y se crea un entorno seguro para que los ciudadanos y los estados persigan la prosperidad económica.

La Iniciativa de Mérida: A mediados de 2008, el Congreso de Estados Unidos asignó 465 millones de dólares destinados a apoyar la iniciativa plurianual del presidente relativa a la cooperación de seguridad con México, América Central, la República Dominicana y Haití para combatir las amenazas que para estos países y Estados Unidos representan el tráfico de drogas, la delincuencia trasnacional y el terrorismo. Esta nueva alianza estratégica ya ha rendido dividendos en la detención de importantes narcotraficantes, la confiscación sin precedentes de armas y la reducción de los flujos de drogas, armas y dinero en efectivo a través de las fronteras.

Diálogo de seguridad de EE.UU. y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA): En el mes de diciembre, Estados Unidos fue anfitrión del segundo Diálogo de EE.UU. y SICA. El debate se centró en las amenazas regionales de seguridad que merecen atención urgente, como las pandillas criminales y el tráfico ilícito de armas. México y Colombia participaron en el Diálogo como observadores. Otros temas abordados incluyeron la aplicación de la Iniciativa de Mérida y las medidas adoptadas por países de América Central para combatir las amenazas de seguridad en la región.

Progreso constante en Colombia: Desde el año 2000, y con fuerte apoyo bipartidista, Estados Unidos ha ayudado Colombia a recuperarse y proporcionar seguridad, prosperidad y justicia a sus ciudadanos. El apoyo de Estados Unidos a Colombia, bilateralmente y mediante la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA) está concebido para ayudar al país a consolidar este éxito, acelerar el crecimiento económico y asegurar que el gobierno proporcione servicios sociales a todos sus ciudadanos. El gobierno colombiano reconoce la necesidad de ampliar los programas en zonas rurales remotas y de hacer más hincapié en la seguridad y la asistencia y servicios sociales para los grupos especialmente vulnerables, como por ejemplo la población afrocolombiana de la costa del Pacífico de Colombia, las comunidades indígenas y las personas desplazadas. En la última década, el apoyo de Estados Unidos ha ayudado a Colombia a avanzar en la protección y promoción de los derechos humanos, pero aún queda mucho por hacer. Estados Unidos está comprometido a apoyar y alentar a Colombia en este esfuerzo.

Alianza para la Seguridad y la Prosperidad: Estados Unidos actualizó sus acuerdos bilaterales con Canadá y México en cuanto a la gestión de casos de emergencia transfronteriza y emprendió negociaciones para mejorar la capacidad de América del Norte para retirar alimentos y productos peligrosos. Canadá y Estados Unidos firmaron también un acuerdo para armonizar los programas de transportistas de confianza que permite que estas empresas cumplan con un conjunto unificado de requisitos de seguridad. Estados Unidos colaboró estrechamente con empresas del Consejo de Competitividad de Norteamérica para crear nuevas iniciativas de mejora de la competitividad en la región. La cooperación de Estados Unidos con México y Canadá va se extiende más allá de América del Norte: en la Cumbre de Nueva Orleans que tuvo lugar en abril, el presidente Bush y sus homólogos de Canadá y México convinieron en proporcionar fondos a la Cruz Roja para almacenar suministros de emergencia en Panamá para responder a situaciones de emergencia en toda la región.

Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD): En 2008, Estados Unidos y Canadá celebraron el 50º aniversario del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), un comando conjunto de Estados Unidos y Canadá dedicado a la defensa común del espacio aéreo de América del Norte.

CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA

Estados Unidos está comprometido a fomentar el gobierno democrático y a proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales en el continente americano. Estados Unidos participa en ámbitos bilaterales y multilaterales para ayudar a sus socios de las Américas a fortalecer las instituciones democráticas y combatir la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. Estados Unidos se opone a la tiranía, especialmente en Cuba, y trabaja para asegurar que todos los pueblos de la región tengan el derecho y la oportunidad de disfrutar y expresar su ciudadanía en todas sus dimensiones, tanto política, como económica y social.

Compromiso multilateral eficaz: En el año 2008, Estados Unidos aumentó su contribución a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alcanzando la cifra histórica de 1.360.000 dólares, y asignó fondos presupuestarios especiales a los relatores de la Comisión en materia de libertad de expresión, derechos de la mujer y los descendientes de africanos, así como para su unidad de defensores de derechos humanos. Además de contribuir fondos para la reconstrucción de la información del registro civil afectada por las actividades del Sendero Luminoso en Huancavelica (Perú), Estados Unidos respaldó las actividades de la OEA relativas al registro universal de nacimientos en el Caribe, mediante la Organización de Estados del Caribe Oriental. Estados Unidos también proporcionó apoyo esencial para la Tercera Reunión de la Asociación de Organizaciones Electorales Caribeñas.

La Cumbre de las Américas: El presidente Bush asistió a todas las Cumbres de las Américas realizadas durante su gobierno, comenzando con la Tercera Cumbre en 2001, en la Ciudad de Quebec; la Cumbre Extraordinaria de 2004, en Nuevo León, y la Cuarta Cumbre en 2005, que tuvo lugar en Mar del Plata. La Cumbre es el único foro en que todos los jefes de estado democráticamente elegidos del Hemisferio Occidental se reúnen para encontrar maneras de trabajar juntos en prioridades comunes para los pueblos de las Américas. Las Cumbres llevaron a la firma de la Carta Democrática Interamericana e incluyeron compromisos hemisféricos para mejorar la educación, luchar contra el VIH/SIDA, combatir la corrupción, proporcionar préstamos a las pequeñas y medianas empresas, reducir el costo de las remesas y mejorar la infraestructura y el espíritu competitivo de la región. Estados Unidos ha sido un socio importante en atender estas prioridades mediante su participación diplomática y sus programas de desarrollo. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU. está llevando a cabo gestiones dirigidas a asegurar que la Quinta Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en abril de 2009 en Puerto de España, también derive en alianzas constructivas que continúen mejorando la vida de los ciudadanos.

Misiones de observación electoral: En 2008, Estados Unidos proporcionó financiamiento importante para la observación por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) de los procesos electorales en Paraguay, la República Dominicana, Granada, Honduras, Ecuador y Bolivia. Además, con la finalidad de ayudar a atender las debilidades institucionales democráticas en Bolivia, el secretario general de la OEA, contando con el financiamiento y apoyo de Estados Unidos, desplegó un equipo de profesionales en cuestiones de democracia para ayudar al país en los ámbitos de reforma legal, judicial, electoral y participación ciudadana. Estados Unidos apoyó también los esfuerzos iniciales de la OEA para realizar una auditoría del registro de votantes de Bolivia, en respuesta a una solicitud oficial del Tribunal Electoral Nacional de ese país.

Compromiso con el pueblo cubano: El presidente Bush se sumó a la celebración internacional del Día de Solidaridad con Cuba, celebrado en mayo, para recalcar la aspiración del pueblo cubano por la libertad y la democracia en su país, así como la necesidad de que el gobierno cubano ponga en libertad incondicional a los presos políticos como primer paso para establecer un diálogo positivo con su propio pueblo. El Día de Solidaridad incluyó actos públicos en Europa y América Latina y conmemoraciones organizadas por las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo. Estados Unidos también asignó 80 millones de dólares en ayudas económicas destinadas a promover la democracia y fomentar la sociedad civil en Cuba, e inició un programa para que estudiantes cubanos reciban becas de la Alianza para la Juventud Latinoamericana. Como parte de un esfuerzo más amplio para fomentar la mayor apertura y comunicación en Cuba, Estados Unidos autorizó a sus ciudadanos estadounidenses enviar teléfonos celulares a sus parientes en Cuba.

Aumento de la cooperación interregional: Sobre las bases del éxito del Puente de la Democracia de la OEA y la Unión Africana de 2007, aprobado por la Comunidad de Democracias, Estados Unidos dio apoyo para el entrenamiento conjunto de expertos técnicos de la OEA y la Unión Africana en Mozambique. La OEA, con fuerte apoyo de Estados Unidos, envió un equipo que observó conjuntamente con la Unión Africana las primeras elecciones realizadas en Angola desde el fin de la guerra civil de 27 años en ese país. Este hecho supuso el primer envío de observadores electorales de la OEA fuera del Hemisferio Occidental. Junto con estas iniciativas, Estados Unidos respaldó también las iniciativas de la CIDH para fortalecer la colaboración con el sistema africano de derechos humanos, especialmente la Comisión Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, en respuesta a los mandatos de la Asamblea General de la OEA en 2007 de apoyar una mayor cooperación interregional.

Plan de acción conjunta para la igualdad racial: Estados Unidos y Brasil firmaron en marzo un plan de acción conjunta para eliminar la discriminación racial y étnica y promover la igualdad. El plan fue iniciado oficialmente en Brasilia con la primera reunión del comité de dirección, integrado por organismos de ambos gobiernos, y al hacerse públicas sus actividades iniciales. Estas actividades incluyen un Programa de Visitantes Internacionales para que líderes brasileños de los sectores público, no gubernamental y académicos se reúnan con sus homólogos de Estados Unidos y observen modelos de actividades estadounidenses; intercambios de estudiantes y profesores entre la Universidad Xavier (una universidad históricamente negra en Nueva Orleans) y una universidad de Sao Paulo; y un proyecto financiado por el Departamento de Trabajo para eliminar el trabajo infantil en el estado de Bahía. La reunión inaugural del Comité de Dirección incluyó también a representantes de organizaciones no gubernamentales y académicas estadounidenses y brasileños, quienes realizaron debates por tema cuyos resultados fueron entregados al Comité de Dirección como guía para futuras iniciativas.

(termina el texto)

Marcar página con:    ¿Qué es esto?