Lombricultura contra contaminación ambiental


Los desechos orgánicos son producidos en grandes cantidades en todas partes del planeta, creando serios problemas de contaminación. Trátase de desechos urbanos, domésticos, animales y agroindustriales que despiden fetidez, ocupan grandes superficies irregularmente manejadas contaminando fuentes hídricas por lixiviados e infiltración a mantos acuíferos. En Costa Rica, el total de desechos es aproximadamente 11.764 toneladas, de los cuales el 86% tiene origen agroindustrial; el 13% tiene origen urbano y el resto son considerados como peligrosos (industriales peligrosos y hospitalarios). Se estima que en Latinoamérica se desecha aproximadamente 3 k de residuos por familia por día y que entre el 50 y el 70% son de origen orgánico [Bollo, E. 1999. Lombricultura una alternativa al reciclaje. Soboc. Grafic. Ecuador]. El problema es complejo y su manejo resulta muy deficiente, existiendo muy poca separación que facilite el reciclaje; además, se carece de asesoría para un manejo eficiente de los desechos.

La lombricultura es una biotecnología que posibilita reciclar desechos sólidos y líquidos, obteniéndose beneficios ecológicos y un remanente económico. Las lombrices se adaptan a distintos tipos de desechos y se convierten en un recurso valioso en piscicultura -como alimentación y como carnada-, reducen, además, malos olores y poblaciones de microorganismos dañinos para la salud humana y, también, pueden atenuar los efectos de la contaminación por desechos orgánicos.

En el caso de la broza del café, el volumen que se desecha corresponde al 40% del peso de la fruta, además del mucílago y aguas del lavado, todo los cual no se aprovecha adecuadamente. La mayoría de los lixiviados se descargan en los ríos o acequias, con la consecuente contaminación hídrica; hay quienes almacenan la pulpa cerca de las fincas para posteriormente regarla en los cultivos, principalmente cafetales, lo cual se convierte en un substrato óptimo para el crecimiento de moscas -principalmente- y en fuente de malos olores. En el caso del banano se estima entre 10 y 20% el desecho de la fruta, donde el 50 % se bota, lo que representa un desperdicio desde el punto de vista ecológico y económico.

El proyecto de lombricultura de la Escuela de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional ha venido evaluando la capacidad que poseen las lombrices para transformar desechos orgánicos. Se ha  realizado algunas experiencias con estiércoles de diverso origen (bovinos, caprinos, equinos, aves, conejos y cerdos) y con desechos de origen vegetal (broza de café, banano de desecho, basura doméstica y restos de poda de árboles como Erytrina y forrajes de desecho).

Los estiércoles -individuales o mezclados con otros y con desechos vegetales- son el alimento más apetecido por las lombrices en general, por lo que el manejo de aquéllos resulta bastante eficiente con lombrices de tierra.

Estiércol de bovino. Este estiércol presenta una condición de manejo fácil, debido a sus menores compactación y acidificación y a que tiende a ser más atractivo para los insectos, algunos de los cuales se pueden convertir en plagas. Tiene la ventaja de que contiene enzimas que ayudan a facilitar la acción bacterial al pasar por el tracto digestivo de la lombriz. El contenido de nitrógeno depende del tipo de alimentación suministrado a los animales, ya sea forrajes,  mezcla  con leguminosas o con complemento a base de concentrados. Oscilando entre 1,0 y 2,0 de nitrógeno, adicionalmente contiene vitaminas, antibióticos que ayudan al crecimiento de la lombriz, por tanto resulta un excelente fuente de alimentación. Se ha determinado un peso promedio de 0,4 g/lombriz en condiciones de manejo normal.

Se requiere un periodo de previo de añejamiento antes a su uso como alimento, este periodo puede oscilar entre 8 a 15 días, dependiendo de las condiciones climáticas especialmente temperatura

La experiencia  generada en el proyecto demuestra que éste puede ser manejado solo o en mezcla con otros materiales como forrajes de desecho, restos de vegetales sin ningún problema, desde luego considerando las medidas oportunas en manejo previo a ser utilizado en la alimentación.

Estiércol de cabra. Al igual que el estiércol bovino, este presenta condiciones óptimas para ser utilizado en alimentación de las lombrices, tanto en su contenido de nitrógeno, como de minerales y vitaminas, y baja acidez. Presentan la ventaja de su fácil manejo y acarreo, debido a condición textural sólida y con poca humedad; por lo que se requiere aplicar mayor cantidad y frecuencia de riego. Este estiércol se puede manejar solo o en mezcla con restos de vegetales u otros desechos siempre y cuando se mantenga un riego oportuno, por la condición seca de las excreta. En condiciones normales de manejo la lombriz alcanza un peso promedio de 0,4 g. Produce un humus relativamente medio en su contenido de nitrógeno y adecuados porcentajes de fósforo y magnesio (ver cuadro ).

  Composición de diversos lombrihumus en Finca Experimental Santa Lucía de la Universidad Nacional. 2002.

Tipo de lombrihumus

N- total %

P

%

K

%

Ca

%

Mg

%

Fe  ppm

Zn

Ppm

Mn ppm

E. bovino

2,02

0,80

0,50

2,04

0,85

1,07

217

408

E. cabra

1,31

0,71

1,77

5,01

0,55

2,55

129

236

E. conejo

1,50

1,20

0,20

2,86

0,65

2,61

124

776

E. gallinaza

1,33

1,66

0,08

10,20

0,60

1,31

644

901

Des. Hogar

2,01

0,73

1,40

5,02

0,73

1,15

567

659

Broza café

3,80

0,35

3,55

2,50

0,59

0,40

283

459

Estiércoles de aves de corral. Estos estiércoles son ricos en su contenido proteico y  ácido fosfórico. Estos tienden a calentar  aceleradamente por lo que requiere un periodo de composteo previo, con  riegos y volteo  continuos para disminuir la salinidad y contenido de gases , principalmente amoniaco que es tóxico  a las lombriz. Se debe hacer pruebas previas para determinar el momento oportuno que se puede utilizar como alimento. Las lombrices alimentadas con éstos tienden a ganar mayor peso que las alimentadas con otros estiércoles (0,5 g/lombriz  promedio). En pruebas efectuadas en la Finca Experimental Santa Lucía  se encontró  que en un periodo de 12 días el material estuvo listo para consumo de éstas. Produce un humus rico sobre todo en fósforo, calcio y nitrógeno, 

Estiércol de conejo. Después del los estiércoles de aves este contiene  alto contenidos salinos y nitrógeno, que puede llegar hasta aproximadamente 2%,  esto hace necesario el  riegos  y volteos frecuentes,  previos a su como alimento, para las lombrices. Produce un lombrihumus de aceptable calidad, dependiendo de la calidad de alimento ofrecida (ver cuadro ).   

Estiércol de caballo. Su principal característica es su alta porosidad que lo hacen un material muy accesible al  manejo con lombrices, su contenido de nutricional al igual que todos los estiércoles depende de la calidad. Al final del proceso es posible obtener un humus de excelente presentación por su textura, dependiendo su calidad nutricional, de la alimentación ofrecida a los animales.

Entre los desechos de origen vegetal están las hojas, los pastos, las flores, los tallos, las pajas, las frutas, las verduras y los restos de plantas generados en procesos agroindustriales. Todos estos materiales pueden ser utilizados en la alimentación animal siempre y cuando  realice un proceso de precompostaje, que es necesario previo a ser facilitado a las lombrices. Uno  de los problemas más importantes a considerar en su manejo es la alta humedad de éstos, así como su contenido de azúcares, que hace que fácilmente fermenten y se conviertan en un problema. Las lombrices alimentadas con estos desechos alcanzan un peso promedio de 0,3 g/ lombriz. Por otra parte cuando se manejan adecuadamente se convierten en un excelente alimento para las lombrices, produciendo un magnífico humus (ver cuadro ).

El  humus que se produce utilizando desechos domésticos, manejados tomando en consideración los factores previamente descritos, se caracteriza por  presentar una apariencia satisfactoria, con contenidos de nitrógeno, fósforo y calcio, bastante satisfactorios.

Broza de café. La broza de café resulta ser un excelente alimento para las lombrices, por lo que el  manejo de este desecho no representa mayores dificultades, como lo han comprobado nuestra investigación y la experiencia de empresarios que están transformando este desecho por medio de la lombricultura. El problema principal resulta ser el manejo previo de los  materiales, para evitar descomposición fermentativa, que dificulten la aceptación posterior de la lombriz, así como el manejo inadecuado de los lixiviados de los materiales amontonados incorrectamente, ya que se pueden convertir en un fuente de reproducción de insectos dañinos como la mosca doméstica. La broza es capaz de producir un humus de excelente calidad, tanto física como químicamente (ver cuadro).

  Danilo Hernández es ingeniero agrónomo y profesor e investigador en la Universidad Nacional [Jhernan@una.ac.cr].

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