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El 4 de octubre, Los Informes de Salud Pública emitieron su primer informe de Alabama, los cuales declaraban que "una extensa epidemia se registró desde Florence e inmediaciones."  Al momento de la emisión de este informe, Florence ya había enfrentado a la pandemia durante dos semanas.  Para el 11 de octubre, el PHS reconoció que la influenza se encontraba "prácticamente en cada condado del estado."  El 15 de octubre  el PHS informó con tristeza que "se habían registrado 25,811 casos de influenza en el estado.”   Debido a que los funcionarios estatales a menudo estaban demasiado abrumados por la pandemia para mantener registros exactos,    generalmente, subestimaban la cifra real de casos de influenza y las muertes relacionadas con ésta.  Parece muy probable, en otras palabras, que había más de 26,000 casos en el estado durante la semana del 15 de octubre.   

Figura 1: Horizonte este desde Southern Bell Telephone Co. Bldg., Birmingham, Alabama. C.
Horizonte este desde Southern Bell Telephone Co. Bldg., Birmingham, Alabama. C. [Crédito: La Biblioteca del Congreso]

En Birmingham la ciudad informó sobre 5,000 casos el 5 de octubre.  El punto máximo de muertes parece haber sido en la semana del 26 de octubre cuando se registraron 135 muertes sólo en Birmingham. 

Según un informe enviado al PHS, los médicos en Florence "estaban agobiados por la cantidad de trabajo.  Estaban "limitados por el transporte inadecuado y dos días de retraso en las visitas; muchos pacientes [en la planta de nitrato ubicada allí] habían estado enfermos en refugios y carpas por varios días sin alimentación, ni atención médica o de enfermería, las condiciones sanitarias de los refugios eran deplorables; las condiciones de los comedores, extremadamente antihigiénicas, y su funcionamiento obstaculizado por la falta de ayuda; los hospitales existentes estaban muy abarrotados de pacientes; y los pacientes esperaban en filas por varias horas para recibir tratamiento en el dispensario, y esperaban mucho tiempo para recibir sus medicamentos recetados en la farmacia.  La epidemia estaba tan avanzada que resultó imposible el aislamiento inmediato de todo los casos.  Las indicaciones más urgentes parecían ser: 1.  Proveer alimentos a toda la gente enferma.  2.  La organización del personal médico para un trabajo más efectivo.  3. El establecimiento de instalaciones del hospital de emergencias y el traslado de los pacientes más enfermos a los hospitales de emergencias. El equipo farmacéutico de la zona era inadecuado para manejar las recetas, sin embargo, afortunadamente, numerosos famacéuticos altamente capacitados se encontraban en la Planta esperando el comienzo de las operaciones y se ofrecían voluntariamente para realizar el trabajo.  La solicitud fue emitida para enfermeras voluntarias y la respuesta fue inmediata.  No se les puede otorgar suficiente mérito a las enfermeras de Salud Pública en esta estación por su heroico trabajo.  En la noche del 2 de octubre, una de ellas, con la ayuda de dos hombres reclutados, recibió y cuidó a 139 pacientes, entre los cuales sólo hubo una muerte en tres días.... una enfermera de Salud Pública estaba de guardia por 48 horas con sólo dos horas de sueño.  Esta misma enfermera realizó 900 visitas en Florence en el período de una semana.  Se pueden citar instancias similares de devoción al deber por parte de todas las enfermeras en la fuerza".   

El 11 de diciembre de 1918, Robert Olesen, un funcionario del PHS quien estaba instalado en Montgomery, Alabama le escribió al Director General Rupert Blue.   Su carta decía:

Imagen en blanco y negro del Hotel Bienville, Mobile, Alabama.
Hotel Bienville, Mobile, Alabama c. 1900-1915. [Crédito: La Biblioteca del Congreso]

Señor:  tengo el honor de adjuntar por medio de la presente dos recortes de prensa, uno perteneciente al Montgomery Advertiser, el otro, al Journal.  Se notará que la prensa local ha sacado provecho de la afirmación que pretende provenir del Director General del PHS, acentuando particularmente la oración, ’el país no debe temer al retorno de la epidemia de influenza. Ésta ha venido y se ha ido para bien’ . Dado que Montgomery se encuentra en el presente agonizando después de un grave brote de influenza, el representante del Servicio ha estado intentando por todos los medios imponer restricciones razonables para proteger a la gente de bien. . Todos los esfuerzos de utilizar los periódicos como medidas educativas han demostrado ser en vano.  En vistas de la afirmación desde Washington, el periódico local y algunos ciudadanos toman la postura de que el abajo firmante no se encuentra en contacto con las oficinas centrales y que la medida que la propuesto es absurda.  En consecuencia de lo dicho, el manejo de la situación local se ha tornado aún más difícil". 

No hay registro de una respuesta de Blue, sin embargo, esta clase de crítica era común. 

En toda Alabama, los doctores trabajaban sin descanso.   En una comunidad, se decía que el doctor del lugar estaba  "de guardia día y noche. Sólo se detenía en su hogar el tiempo suficiente para comer un bocado y alimentar a su caballo para la próxima visita o viaje".  Siguiendo una práctica común en muchas comunidades, el doctor envolvía las ruedas de su carruaje tirado por caballos con algodón para que la gente no se alarmara cuando escucharan partir su carro durante la noche.    

 J.D. Washburn trabajó en una unidad médica en Alabama durante la guerra.  Al revisar los sucesos de la pandemia, recordó: "Trabajamos muy duro desde las siete de la mañana, aproximadamente hasta recibir o dar de alta al último paciente, generalmente alrededor de las 10 de la noche. Los hombres morían como moscas, y muchas veces nos quedamos sin cajones en donde enterrarlos, y teníamos que almacenar sus cuerpos en lugares frescos hasta recibir más cajones. Fue horrible".

Los soldados que se encontraban el los campamentos militares del estado sufrían terriblemente.  Un soldado que estaba instalado en Alabama durante el pleno desarrollo de la pandemia afirmó “Todo lo que recuerdo era que tenía un poco de fiebre y fuí al médico y éste dijo: 'Diríjase al hospital, contrajo gripe,' Cuando ingreso al hospital la enfermera dice, 'Esa que está allí es su cama'. Entonces me acerqué a la cama y me senté. Los saludos que recibí eran de todos los demás internados, quienes me decían: 'He, el tipo que se acaba de dejar esa cama murió' No me molestó. Me acosté."  Sobrevivió.

A fines del otoño, las tasas de influenza disminuyeron lentamente.   Sin embargo, la enfermedad se mantuvo dominante en todo el estado.  No fue sino hasta principios del verano que la influenza desapareció gradualmente.

Población en 1920:
2.34 millones

Demografía:
La mayoría de los residentes del estado vivían en zonas rurales.

Primer informe oficial de influenza:
La Salud Pública no solicitó que los estados informaran sobre la influenza antes del 27 de septiembre. Alabama informó por primera vez la presencia de la enfermedad el 4 de octubre.

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