Nevada tardó en informar sobre la presencia de influenza. Esto no resultó sorprendente. Muchos estados, en especial los rurales, tenían dificultades para reunir al personal y obtener informes de ellos sobre las enfermedades incluso antes de la pandemia de 1918-1919. Nevada, que era el estado más pequeño en la Unión en términos de su población, jamás había sido constante al enviar informes al Servicio de Salud Pública.

La Oficina de Asuntos Indios se encontró sobrepasada por la situación ya que la influenza arrazó con las reservas estatales. La influenza asoló las reservas rurales, y mató a miles de personas a su paso.

El 15 de octubre, los funcionarios de la salud pública enviaron sus primeros reportes al PHS admitiendo que había al menos 38 casos de influenza en el estado. Once días más tarde, los funcionarios oficiales informaron sobre nuevos casos de influenza en el estado. Para finales de noviembre, Nevada había dejado de informar al Servicio de Salud Pública. Sin embargo, la enfermedad no había desaparecido del estado.

La respuesta de los funcionarios y las comunidades era variada. En Elko County, la maestra de escuela Eleanor Holland se encontró a si misma en una región en la que se obligaba a todo el mundo a utilizar máscaras faciales con la esperanza de que la enfermedad fuera así contenida. Originariamente, Holland encontró ridícula la idea de utilizar máscaras, pero pronto cambió de opinión, y observó que "no me pareció tan graciosa cuando me enfermé de gripe y casi muero. Afortunadamente, ninguna de las otras maestras se contagió. a pesar de que todas colaboraron para cuidarme". Las máscaras de principios del siglo 20 hacían muy poco para prevenir la diseminación de la influenza.

Algunos funcionarios estatales querían imponer estaciones de cuarentena en las fronteras del estado para prevenir la diseminación de la enfermedad por toda Nevada. Al igual que en otros estados y localidades, había restricciones sobre las reuniones públicas como intento de prevenir que avance la enfermedad. En White Pine County, por ejemplo, se impuso una cuarentena en todo el condado el 12 de octubre y se levantó recién el 28 de diciembre.

La enfermedad lentamente comenzó a menguar en el estado durante los últimos días del otoño, resurgió en el invierno y finalmente desapareció en el verano de 1919.