Pena anticipada
La pena anticipada se refiere a la reacción de aflicción que se presenta ante una pérdida inminente.[1] La pena anticipada es de mucha preocupación y controversia.[2]
La expresión pena anticipada se usa con más frecuencia cuando se conversa con las familias de personas moribundas, aunque las mismas personas moribundas pueden experimentar en sí mismas la pena anticipada. La pena anticipada incluye muchos de los mismos síntomas de la pena
después de una pérdida. La pena anticipatoria se ha definido como "el
conjunto total de reacciones cognitivas, afectivas, culturales y sociales que experimentan la familia y el paciente ante una
muerte esperada".[3]
Se identificaron entre los sobrevivientes los siguientes aspectos de pena anticipada:
- Depresión.
- Mayor inquietud por la persona que va a morir.
- Ensayo de la muerte.
- Intentos de ajustarse a las consecuencias de la muerte.
La pena anticipada
provee a los familiares de tiempo para absorber gradualmente la
realidad de la pérdida. Las personas pueden resolver "asuntos pendientes"
con la persona que va a morir (por ejemplo, decir "adiós", "te amo" o "te
perdono").
No se puede asumir que la pena anticipada va a presentarse meramente porque
se ha anunciado la presencia de una enfermedad potencialmente mortal o porque ha pasado
suficiente tiempo desde que se presentó la enfermedad hasta la muerte en sí.
Es un gran error creer que la pena anticipada es simplemente la pena convencional
(post mortem) que empezó antes. Otra falacia es que hay
un volumen fijo de pena que va a experimentar, que sugiere que la cantidad de pena que se siente en previsión de la pérdida reducirá la pena la pena restante que se experimentará después de la muerte.[2]
Algunos estudios [4,5] proveen datos clínicos que documentan que la pena
seguida de duelo sin anticipación es diferente a la pena anticipada. Una
pérdida no anticipada es tremendamente abrumadora para la capacidad de
adaptación del doliente, limitándole muchas veces su capacidad de
recuperación. Por tanto las personas en duelo no pueden entender todo lo que la pérdida significa. A pesar de que intelectualmente se puede aceptar
la muerte, existen serias dificultades en su aceptación psicológica y emocional
lo cual la hace aparecer como inexplicable. El mundo parece no estar en orden
y como la pérdida en sí, parece no tener sentido.
Algunos investigadores dicen que la pena anticipada casi nunca ocurre y basan
su opinión en el hecho de que los períodos de aceptación y recuperación
usualmente observados al comienzo del proceso de la pena no son usualmente
encontrados antes de la muerte del paciente, no importa que tan temprano se
haya avisado.[2] Además, pena quiere decir que ha habido una pérdida. Aceptar
la muerte de una persona querida antes de que se muera puede dejar al doliente
vulnerable para que se acuse así mismo de haber abandonado el paciente antes
del final. Finalmente la anticipación de la pérdida frecuentemente intensifica
el apego hacia la persona.
Aun cuando la pena anticipada puede ser terapéutica para los familiares y
seres queridos, existe la preocupación de que el paciente experimente
"demasiada pena" creándose un aislamiento y desapego. Investigaciones indican
que las viudas usualmente se mantienen envueltas en el proceso con sus esposos
hasta el día de la muerte.[6] Esto sugiere que fue disfuncional el que
las viudas empiecen a penar en anticipación a la muerte de sus esposos; las
viudas solo pueden comenzar con el luto una vez muere el esposo.
Bibliografía
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Casarett D, Kutner JS, Abrahm J, et al.: Life after death: a practical approach to grief and bereavement. Ann Intern Med 134 (3): 208-15, 2001.
[PUBMED Abstract]
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Knott JE, Wild E: Anticipatory grief and reinvestment. In: Rando TA, ed.: Loss and Anticipatory Grief. Lexington, Mass: Lexington Books, 1986, pp 55-60.
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Glick IO, Weiss RS, Parkes CM: The First Year of Bereavement. New York: Wiley-Interscience Publication, 1974.
-
Parkes CM, Weiss RS: Recovery from Bereavement. New York: Basic Books, 1983.
-
Silverman PR: Widow-to-widow. Springer Series on Social Work. Vol 7. New York: Springer Publishing Company, 1986.
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